En su pueblo, (Nazaret), Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados, sin embargo de entre sus mismos coterráneos, celosas palabras de admiración escandalosa brotan de ellos;"¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? Esto que sucede en esta escena sigue siendo habitual, no concebimos posible que alguien que convive con nosotros pueda ser mejor o que tenga cualidades extraordinarias.
Siempre habrá grandes cualidades que admirar en las personas que nos rodean, y no tiene sentido escandalizarse y entristecerse porque son mejores, ya que no podemos ser nosotros los mejores en todos los aspectos, admirar cualidades de los demás es un hermoso sentimiento, y para los envidiosos una amargura.
Si nosotros vemos en esta expresión ¿de donde le vienen?, incomprensión, especialmente porque conocemos a Cristo, hagamos un esfuerzo por captar lo bueno y positivo que hay en quienes nos rodean, y así, buscar que en nosotros haya capacidad de admiración por la gente a la que conocemos.
¿No es éste el hijo del carpintero?, se preguntan sus paisanos, como queriendo decir que los son hijos de un artesano, no pueden mostrar sabiduría. Es conocido como sufre aquel que siente celos y envidia porque uno de condición mas humilde es mas alabado, seguramente porque piensa que la gloria que se le tributa se la están robando a él, entonces sus mal corazón intenta calmar este dolor despreciando el origen de quien sobresale mas que él.
La enseñanza de Jesús. Siempre era sorprendente, su palabra era además acompañada de autoridad y su doctrina hizo estallar la admiración entre sus paisanos. Sin embargo, Jesús era para ellos un motivo de escándalo, no solo por la mentalidad algo estrecha que caracterizaba a los aldeanos a los cuales le es difícil concebir que uno de los suyos pueda ser distinto, especialmente con la altura que Jesús les demostraba, fama que ya era sabida entre sus coterráneos.
Entonces les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia". Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
En diversos Evangelios, se pone de manifiesto la ceguera espiritual de muchos que no quisieron ver las obra salvadora de Jesús, es lo que también nos sucede hoy día, el Señor nos muestra su voluntad y nosotros nos empeñamos en no verla, ¿Por qué no somos capaces de darnos cuenta de esto?, ¿esta contrariando nuestros gustos?, ¿nos esta delatando nuestra soberbia?
Así fue como Jesús, dejo a los suyos y se fue a predicar a otro lugar, y esto para nosotros hoy debiera entristecernos mucho, que EL no abandone por nuestra falta fe, es así como pongamos todo lo necesario de nuestra parte para que el Señor nunca nos deje, para que esto no ocurra, nuestra fe debe ser honesta y sincera.
También nos esta enseñando este Evangelio, que no podemos amar al Señor, si sentimos desprecio por algún hermano, especialmente si en el miramos su condición social, económica o racial.
Hagamos un esfuerzo para no juzgar a los demás por las apariencias, y sepamos ver en otros su coherencia de vida, la rectitud de su espíritu, su calidad humana, capacidad de justicia, su sabiduría y que sea para nosotros un ejemplo su camino de santidad.
Quiero aprovechar hoy para relatar mi vivencia personal. Mi padre fue carpintero, el oficio de san José, a quien hoy celebramos, él aún vive con ochenta y cinco años junto a mi madre, tuvo seis hijos, el continua participando en la celebración de la Eucaristía, tal como lo hace desde niño cada domingo, y hasta hace poco, en la misma parroquia donde trabajó con su oficio, observando el trabajo que se dejo hacer a través de sus manos en bancos y altares que hay en ella, me enorgullece su calidad humana, su carácter afectuoso, su inclinación a hacer el bien, la fuerza de su fe, y su amor al Señor.
La alegría de Cristo resucitado vivan en sus corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN JOSÉ, OBRERO
El primero de mayo, antes de convertirse en Europa en la Fiesta del trabajo, señaló durante mucho tiempo — a finales del siglo XIX y comienzos del XX — un día de reivindicaciones, y sobre todo un día de reivindicaciones en favor de la promoción obrera. Había en todo ello una voz ante la que no podía resultar insensible la Iglesia, a la que los papas León XIII y Pío XI se esforzaban por entonces en abrir a los problemas del mundo del trabajo. Pío XII quiso dar una dimensión cristiana al presente día colocándolo bajo la protección de San José Obrero (1955). José no sólo fue un trabajador, el carpintero de Nazaret, sino que es el modelo del trabajador cristiano, ya que, durante años, trabajó para Jesús y dentro de la diaria intimidad con él.
Se debe trabajar con amor. "Trabajar con amor es tejer la tela con hilos de vuestro corazón, como si el ser amado fuera a usar esa prenda de vestir. Es arrojar semillas de ternura, y cosechar con alegría, como si el ser amado fuera a comer ese fruto. Es impregnarlo todo de amor" (K. Gibrán).
El 5 de enero de 1964, desde Nazaret, exhortaba Pablo VI a aprender la lección del trabajo, la conciencia de su dignidad. Y nos señalaba a todos "al gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo, nuestro Señor". El hijo del carpintero, como era conocido Jesús. Y con el hijo, el padre, San José, obrero. ¡La Obra Bien Hecha! ¿Alguien puede imaginarse a San José haciendo "chapuzas"?. Realizaría tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente.
Para el cristiano, el taller de José proyecta una nueva luz acerca la dignidad del trabajo. No sólo le ofrece, como a los demás hombres, el medio con que perfeccionar la naturaleza y servir a la comunidad de sus hermanos, sino que le da pie a participar plenamente en la condición del Hijo de Dios hecho hombre, y le invita a unir a los sufrimientos de Cristo los propios sufrimientos inherentes a su trabajo. Así resulta éste una aproximación a Dios.
Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
Con estas palabras, sólo interrumpidas por la situación en que Juan pone la predicción de Pedro, comienza el gran discurso de despedida de Jesús. Como Juan no relata la institución de la Eucaristía, no se puede saber el momento histórico a que corresponden estas palabras. Se abre la puerta del cenáculo, sale Judas para consumar la traición al Maestro. El evangelio señala con brevedad: “Era de noche”. La noche del pecado, la noche del príncipe de este mundo. Jesús sabe que, al cabo de pocas horas, estará allí, solo, en el huerto de Getsemaní, envuelto por esas mismas tinieblas que intentarán engullirlo y contra las que deberá luchar hasta la sangre. Sabe todo esto y, sin embargo, habla a los discípulos de “glorificación” del Hijo del hombre. La “gloria” de Dios, en efecto, no es el fácil éxito mundano, sino más bien el triunfo del bien, que, para nacer, debe pasar a través de la gran tribulación. La cruz es así el seno materno de la vida verdadera.
2.LA SALIDA DE JUDAS SIGNIFICA LA “GLORIFICACIÓN” DE JESÚS Y DEL PADRE.
Glorificación del Hijo, porque va a dar comienzo en seguida su prisión y muerte, lo que es paso para su resurrección triunfal. Así decía a los de peregrinos de Emaús: “¿No era necesario que el Mesías padeciese tales cosas y así entrase en su gloria?” (Lc 24:26). Frente a “glorificaciones” parciales que tuvo en vida con sus milagros, “Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos (Jn 2:11 o “y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1:14), con esta obra entra en su glorificación definitiva: “y toda lengua confiese que Jesús Jesús es Señor para gloria de Dios Padre.” (Flp 2:8-11). El ponerse la glorificación como un hecho pasado y luego al estilo de usarse un presente por un futuro inminente, se considera tan inminente esta glorificación — “en seguida” — que se da ya por hecha: “escatología realizada.” Si no es debido a la redacción de Juan, que lo ve a la hora de los sucesos ya pasados.
3.ES EL GRAN MILAGRO DE SU RESURRECCIÓN
Esta “glorificación” del Hijo aquí va a ser “en seguida,” por lo que es el gran milagro de su resurrección. Va a ser obra que el Padre hace “en El.” ¿Cómo? La gloria de su resurrección descorrerá el velo de lo que El es, oculto en la humanidad; con lo que aparecerá “glorificado” ante todos. Sería, pues, la glorificación del Hijo por su exaltación a la diestra del Padre, la que se acusaría en los milagros. Es lo que El pide en la “oración sacerdotal”: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.” (Jn 17:5.24).
4.EL ENSEÑÓ A LOS HOMBRES EL “MENSAJE” DEL PADRE
Pero, si el Padre glorifica al Hijo, el Padre, a su vez, es glorificado en el Hijo. Pues El enseñó a los hombres el “mensaje” del Padre: “Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra” (Jn 17:4-6), y le dio la suprema gloria con el homenaje de su muerte; que era también el mérito para que todos los hombres conociesen y amasen al Padre.
5.“HIJOS MÍOS”.
Y con ello les anuncia, algún tanto veladamente, tan del gusto oriental, su muerte. Les vuelca el cariño con la forma con que se dirige a ellos: “Hijos míos”. El va a la muerte. Por eso estará un “poco” aún con ellos. Pero ellos no pueden “ir” ahora. Las apariciones de Jesús resucitado a los apóstoles fueron transitorias y excepcionales. Si la forma literaria en que El se refiere a lo mismo que dijo a los judíos es literariamente igual, conceptualmente es distinta, ya que aquéllos lo buscaban para matarle, por lo que morirán en sus pecados: “Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado” (Jn 8:21), mientras que a los apóstoles va a “prepararles” un lugar en la casa de su Padre: “En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar” (Jn 14:2).
6.EL “MANDAMIENTO NUEVO”
Jesús no puede explicar ahora a los suyos el significado de su muerte. La afronta solo y la ofrece. En sus palabras se siente vibrar la solicitud por los discípulos, que, dentro de poco, también se quedarán solos, a merced de la duda y del escándalo. Por ahora no pueden seguirle. Por eso necesitan más que nunca ser custodiados en su nombre. Es ahora cuando les deja en testamento el “mandamiento nuevo” del amor recíproco. Al vivirlo, estarán para siempre en comunión con él y nada podrá arrancarlos de su mano. Más aún, podrán vivirlo porque él lo ha vivido primero. “Ningún discípulo es superior a su maestro”, aunque todo discípulo está llamado a configurarse con el Maestro y a glorificarlo con su vida. El “mandamiento nuevo” no es un yugo pesado, sino comunión personal con Dios, que quiere permanecer presente entre los suyos como amor, como caridad.
7.ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS. ASÍ COMO YO LOS HE AMADO
Y Jesús les deja, no un consejo, sino un “mandamiento” y “nuevo”: el amor al prójimo. Acaso surge aquí, evocado por las ambiciones de los apóstoles por los primeros puestos en el reino, lo que hizo que, con la “parábola en acción” del lavatorio de los pies, les enseñase la caridad. Y este mandato de Jesús es “nuevo,” porque no es el amor al simple y exclusivo prójimo judío, cómo era el amor en Israel; “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (cf. Lev 19:18), sino que es amor universal y basado en Dios: amor a los hombres “como Yo (Jesús) los he amado.” Y será al mismo tiempo una señal para que todos conozcan “que ustedes son mis discípulos” ¡Los discípulos del Hijo de Dios! Pues, siendo tan arraigado el egoísmo humano, la caridad al prójimo hace ver que viene del cielo: que es don de Jesús. Y así la caridad cobra, en este intento de Jesús, un valor apologético. Tal sucedía entre los primeros cristianos jerosolimitanos, que “tenían un solo corazón y una sola alma” (Hech 4:32). Tertuliano refiere que los paganos, maravillados ante esta caridad, decían: “¡Ved cómo se aman entre sí y cómo están dispuestos a morir unos por otros!” Y minucia Félix dice en su Octavius, reflejando este ambiente que la caridad causaba en los gentiles: “Se aman aun antes de conocerse”
"A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición". San Juan De La Cruz
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN ATANASIO, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA
Acaba de extenderse justamente por Occidente la persecución (311), cuando la herejía más radicalmente anticristiana sacudió a la Iglesia hasta en sus mismos cimientos: en Alejandría un sacerdote llamado Arrio empezó a negar la divinidad de Jesucristo.
Se convocó en Nicea un concilio, el primero de los ecuménicos (325). Condenaría éste a Arrio definiendo que Jesús " es “Dios de Dios, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre”. La crisis seguiría creciendo durante más de cincuenta años. En algunas ocasiones parecía todo perdido para la verdadera fe, pero Dios suscitó unos defensores enérgicos de la misma. Uno de los más notables fue el obispo Atanasio de Alejandría.
Era egipcio de Alejandría, y siendo un joven diácono, acompañó a su obispo al concilio de Nicea (325), donde contribuyó a que se condenaran las doctrinas de Arrio. Pocos años después él era el patriarca de Alejandría, y seguiría siéndolo durante cerca de medio siglo, que no fue precisamente apacible para este defensor acérrimo de la ortodoxia.
Atanasio no temía ni al emperador, ni a los sínodos de obispos sometidos al poder imperial, ni a la fuerza pública, ni al mismo sufrimiento. A lo largo de cuarenta y cinco años de episcopado (328~373), hubo de soportar cinco destierros, inflexible en su fe, como modelo acabado de pastor que hace frente a todo por defender las razones de vida de su pueblo, más que las suyas propias. Siendo como era Atanasio un hombre de carácter, no sólo se mostraba intrépido en la acción, sino que también sabía escribir, tanto para cantar el estado de virginidad y exaltación de la vida eremítica, como para exponer la fe ante los arrianos o para mostrar la ternura de su amor hacia Cristo, Dios hecho hombre, en quien ponía toda su confianza, puesto que “Dios se hizo hombre para que el hombre se divinizara”.
“No veréis a nadie que se esfuerce realmente por su avance y que no se entregue a la lectura espiritual”, señaló, “y en quien lo descuide, el hecho pronto se observará en su progreso”.
Las palabras de los santos a lo largo de los siglos proporcionan un maravilloso lugar para empezar a aprender lo que los grandes hombres y mujeres han pensado acerca de Dios, la creación, la santidad y la oración. Si queréis saber más acerca de los santos, lo que los motivó a la santidad y cómo su discernimiento puede ayudaros en vuestro propio viaje espiritual, necesitáis buscar y leer sus escritos por vosotros mismos.
Finalmente, después de tantos trabajos soportados con invicta paciencia, pasa al Señor con cuarenta y seis años de sacerdocio el año 373, imperando Valentiniano y Valente. Ha sido llamado "el inmortal" Doctor de la Iglesia, aludiendo a su nombre griego.
Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo Único para que todo el que cree en él no muera”
Jn 3, 13-17
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
“Miremos al Traspasado”, para ser salvado y liberado, hay que contemplar a Cristo levantado en la Cruz, esto es, creer con mucha Fe, que él es Hijo de Dios, así, seremos purificado por el agua del costado del traspasado.
El dueño absoluto de la vida, nuestro amado Dios Padre, ha trasmitido su autoridad al hijo, Cristo mismo es la vida, y él la dará a los que creen en él. Dice el Señor: “En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. (Jn 5, 24)
La palabra de Jesús, es la palabra de Padre, y El nos pide creer en ella, permanecer y atesorarla, esto es guardarla con fidelidad, así seremos fieles apóstoles de nuestro hermano Jesús. Para que todos los que creen en el tengan vida eterna. Así es, Jesús es testimonio de la verdad, y nos da testimonio de nuestro Padre Dios, amando, aceptando, conociendo a Jesús, amamos, aceptamos y conocemos al Padre Dios, nuestra fe en Jesús, y así, nos llevara a la vida que tanto esperamos.
Nuestra fe, consiste en recibir a Jesús, en conocerlo y en El conocer al Padre, en conocer en El al enviado del Padre. Jesús mismo nos dice en este fragmento del evangelio, para que todos los que crean en él tengan vida eterna.
Dios, todo bueno y bondad en El, absolutamente misericordioso, lleno de amor por los hombres, y por el gran amor que nos tiene, sabiendo de nuestras faltas, fue tan bueno que nos trajo a Jesús, y nos ha hecho vivir con El. Pero no solo hizo eso, además, nos entrego a su propio hijo para que nos salváramos.
Si fuéramos capaces de poder entender bien lo que hizo Dios por nosotros, si pudiéramos sentir de verdad en nuestro corazón todo el amor que Dios nos tiene, sería entonces más sencillo darse cuenta de su amor infinito y su gran ideal de salvarnos. Para eso nos mando a Jesús, su buen Hijo, no para condenarnos, sino que todo lo contrario, para el que crea en El, no muera.
El evangelio nos esta diciendo con mucha claridad, el que desprecia el amor de Dios, se condena a si mismo, es decir Dios no tiene interés en condenarnos, por que El puro amor, amor total, es tan extremo que llega a entregar a su hijo al mundo por ese amor. Ahora el resto esta en nosotros, si aceptamos o no ese amor, o si ante la luz que vino al mundo, preferimos la oscuridad y ocultarnos en ella. Si así fuera, el preferir la oscuridad, es detestar la Luz, esto es no querer recibir el verdadero amor que se nos ofrece, y por este motivo, ya estamos condenados, pero no por Dios, sino que por nosotros mismos.
En una ocasión, alguien me dijo que conocía algo de Dios, y que oía mucho que El nos amaba, pero no había creído que fuera para tanto, entonces el no quería acercarse a Dios, porque se reconocía un gran pecador, entonces si se dejaba ver mucho por Dios, pensaba que iba a ser castigado, en otras palabras, sus faltas eran un obstáculo para buscar recibir un poco de amor de Dios, pero luego en una situación de peligro, puso toda su fe en mirar al Señor, y sintió que Dios, no le quitaba su mirada, y que recibió tanta misericordia ante su necesidad, que descubrió que Dios solo sabe perdonar, y que el se castigaba a si mismo.
Nosotros debemos agradecer esta fineza del amor de Dios, y una gran forma de dar gracias, es aprovechar todo el cariño que nos ofrece, y amarlo del mismo modo que el nos ama. El por amor nos entrego a su propio hijo, nosotros por amor nos entregamos a El.
Que Cristo Jesús María y José, vivan es sus corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
FELIZ FIESTA DE LA SANTA CRUZ (3 de mayo)
El 14 de septiembre del año 337 se consagraron en Jerusalén las basílicas del Gólgota (el Martyrium) y del Santo Sepulcro (la Anástasis). La Beata Egeria, que visitó la Ciudad Santa a finales del s. IV cuenta que las celebraciones en honor de la Santa Cruz eran tan importantes como las de Navidad y Pascua y que ningún cristiano, que no estuviera legítimamente impedido, debería dejar de participar al menos una vez en su vida. Dice así: “Las fiestas duran ocho días, pero desde mucho antes comienzan a llegar turbas de monjes desde Mesopotamia, Siria, Egipto y la Tebaida, donde son muy numerosos. No hay ninguno que no viaje a Jerusalén en esos días, para gozar de tantas alegrías y tan espléndidas jornadas. También los seglares, hombres y mujeres, vienen a Jerusalén desde todas las provincias del Imperio. Los obispos, cuando son pocos, llegan a 40 o 50, y con ellos viajan muchos de sus clérigos”. Como en las solemnes celebraciones se ofrecía a la celebración de los fieles la reliquia de la Santa Cruz, desde el siglo VI, la fiesta se llamó “Exaltación de la Santa Cruz”. Pronto se comenzaron a celebrar fiestas parecidas en todas las Iglesias que tenían el gozo de poseer una reliquia del Santo Madero. En Roma está testimoniada desde mediados del s. VII.
En el año 635, los persas invadieron la Tierra Santa, robaron sus tesoros y destrozaron todas sus Iglesias, menos la de Belén (porque a la entrada estaban representados los 3 reyes magos vestidos de persas, y la respetaron porque allí se honraba a unos antepasados de su pueblo). Entre los tesoros, se llevaron la reliquia de la Santa Cruz, que estaba adornada con un estuche de oro y piedras preciosas. El emperador de Bizancio, Heraclio Augusto, hizo guerra contra los persas y logró vencerlos, recuperando la Cruz, que llevó en procesión a Jerusalén. Parece ser que llegó el 3 de mayo, por lo que se empezó a hacer una fiesta en honor de la Cruz cada año en esa fecha. Con el tiempo, esta fiesta también se universalizó. En España, era costumbre levantar una Cruz adornada con flores, velas y otros adornos en las plazas y en las puertas de las Iglesias. En algunos lugares, como Granada o Valencia, se conserva la tradición. Caravaca de la Cruz fijó en esta fecha la fiesta en honor de su patrona. Y se sigue celebrando con numerosos ritos (ofrenda floral, procesiones, bendición del agua, de las flores y del vino, carrera de los caballos del vino, desfiles de moros y cristianos…) Os adjunto un pequeño artículo sobre la Cruz, que me pidieron para la revista de las fiestas. Que el amor de Cristo, llevado hasta el extremo en la Cruz, nos guíe y nos guarde. Amén.
P. Eduardo Sanz de Miguel ocd.
Por la Cruz a la luz
El título de mi colaboración es uno de los Dichos de luz y amor de San Juan de la Cruz, que visitó en 7 ocasiones la ciudad de Caravaca y que estaba convencido de que sólo abrazándonos a la Cruz de Cristo podemos llegar a la plenitud de la vida y del amor; ya que, como dice San Juan evangelista, únicamente en la Cruz se revela cuánto nos ama Jesús: “En esto hemos conocido lo que es el amor: en que Él ha dado su vida por nosotros” (1Jn 3,16).
Puestos a citar pensamientos sobre la Cruz, recuerdo que en los comedores de muchos conventos carmelitanos se puede leer la siguiente inscripción: Ad mensamsicut ad Crucem. Ad Crucemsicut ad mensam. Significa que hay que ir “A la mesa como a la Cruz” (con moderación y recogimiento) y “A la Cruz como a la mesa” (con alegría). Es decir, no debemos huir de la Cruz, sino abrazarnos a ella con confianza, porque es el signo del inmenso amor de Cristo, que fue capaz de entregarse a la muerte para salvarnos y nos recuerda que Él nunca nos deja solos en nuestros sufrimientos. Por su parte, a la entrada de los monasterios benedictinos normalmente se puede leer: StatCrux dum volviturorbis, que significa: Mientras el mundo gira, la Cruz permanece firme. Es decir, que cambian las costumbres y las personas, pero el amor de Dios a los hombres permanece estable. Un amor que se manifiesta en la Cruz, porque, como dice Santa Teresa de Jesús en una de sus poesías, “Después que se puso en Cruz / el Salvador, / en la Cruz está la vida / y el honor […] y ella sola es el camino / para el cielo”.
Por su parte, el Papa Benedicto XVI recuerda que “la Cruz significa la salvación de Dios, ofrecida como gracia a toda criatura”. Ofrecida, pero no impuesta, porque Dios respeta nuestra libertad. Cristo nos regala la salvación, pero nosotros tenemos que acogerla en nuestras vidas. Ya San Pablo insistía en que la Cruz, cuando es acogida en la fe, nos da la vida eterna. Pero también nos advertía de que puede ser rechazada, e incluso despreciada: “La Cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan -para nosotros- es fuerza de Dios [...] Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles” (1Cor 1,18-23). Lo que quiere decir San Pablo es que las personas religiosas de su época (los judíos) buscaban milagros, favores de Dios, pero rechazaban que Dios se hiciera pobre y débil hasta morir por amor. Por su parte, los que se tenían por científicos y sabios (los griegos) buscaban que Dios los iluminara en su camino de conocimiento del mundo, pero les parecía una necedad que Dios se hubiera hecho pequeño, que fuera capaz de sufrir y que se revelara a los ignorantes.
La Cruz está presente en numerosos escudos (como el del Barça) y banderas (como las de Inglaterra, Noruega, Suecia y Suiza), porque forma parte de la historia de Occidente. La encontramos en el remate de las coronas reales, en los cruces de caminos y en la mayoría de nuestros museos (sea en pintura o en escultura). Para algunos de nuestros contemporáneos es sólo un elemento decorativo, que pertenece a la historia, igual que otras realidades, que también forman parte de nuestro patrimonio cultural, independientemente de su significado original. Así todos valoramos las esculturas romanas del museo de Mérida, por ejemplo, aunque no creamos en los dioses a los que representan. También admiramos las torres y murallas de nuestros castillos, aunque ya no cumplan la función defensiva para la que se edificaron.
Para los cristianos, la Cruz es mucho más que un adorno o un elemento cultural. Sigue siendo el signo de la salvación que Dios nos ofrece. Millones de personas, en el mundo entero, encontramos en ella la fuerza para nuestro caminar y el consuelo en nuestros sufrimientos. Tal como he podido comprobar personalmente durante los 6 años que he vivido entre vosotros, esto se da especialmente en los caravaqueños, que vivís a la sombra de su basílica-santuario, que la tenéis por patrona y que disfrutáis en este 2010 de un nuevo año santo jubilar en su honor. Lo mismo podemos decir de los numerosos peregrinos que se desplazan a Caravaca para venerarla. Con sus besos depositan en nuestra bendita Cruz sus dolores y sus esperanzas, sus alegrías y sus sufrimientos, deseando unirse íntimamente con Cristo, que en la Cruz derramó su sangre para darnos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.
Por eso, a los cristianos nos duele el odio que a veces se manifiesta hacia la Cruz y hacia lo que esa representa. Algunos querrían eliminarla totalmente de los espacios públicos, ya que a Cristo no lo quieren ver ni en pintura, ni vivo ni muerto. Es hiriente que, el año pasado, una empleada de las líneas aéreas británicas fuera expulsada de su trabajo por llevar una Cruz al cuello. Como es absurdo que la corte de derechos humanos de Estrasburgo afirmara hace pocos meses que “la presencia de la Cruz en los espacios escolares constituye una violación de la libertad religiosa” que debe ser eliminada.
“Cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré”
Jn 14, 6-14
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD YLA VIDA.
En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: "Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida. Verdad y vida aparecen como dos expresiones sapienciales correlativas. Ya en el Antiguo Testamento la sabiduría es la que conducía por y a las vías de la vida. Jesús aquí se identifica con la sabiduría, que en algunos pasajes del Antiguo Testamento parecen revestir, preparar, la trascendencia divina de la misma.
Jesús, es el camino en cuanto revela al Padre, nos da a conocer el camino que nos conduce a Padre: El mismo es el único acceso al Padre. Jesús es el camino, porque el nos mereció la gracia que nos hace hijos de Dios y herederos del cielo y de El. Todo esto con su ejemplo que nos enseña el camino que hemos de seguir para llegar al cielo.
Jesús, es la Verdad; en medio de tanta mentira y falsedad. Para nosotros es una gran paz saber que esta verdad no cambia. Jesús es la vida, el es el centro de nuestros corazones, de todos los que desean vivir la bondad y el amor.
Jesucristo es Dios, una misma cosa con el Padre. Conocer a Jesucristo, es conocer a Dios, amar a Jesucristo es amar a Dios, servir a Jesucristo es servir a Dios.
Al comienzo del capitulo catorce, en versículo Jesús dice: Crean en Dios y crean también en mi Puesto que ya creen en Dios, que crean también en El; que esa fe en El se mantenga y aumente en su ausencia, a pesar de que van a presenciar su muerte de cruz; que crean en El como en el Hijo de Dios, tema del evangelio de san Juan.
2.NADIE VA AL PADRE, SINO POR MÍ
En este fragmento, esta sección se enlaza con este versículo, en el que les habla de la fe en el Padre y en El. Si va al Padre, lógicamente surge el hablar de quién sea: que conozcan el término adonde va. A lo que se une la frase del versículo, Nadie va al Padre, sino por mí, ya que nadie puede venir al Padre sino por Jesús.
Dice Jesús: Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Es decir nos promete para el futuro que sabremos de un conocimiento especial del Padre. ¿Es para cuando estén en las moradas que va a prepararles? Pero - Ya desde ahora lo conocen--- es decir, desde el tiempo en que Él, durante su ministerio público, les hizo la gran revelación de Dios Padre, que envió a los seres humanos a su Hijo verdadero. Por eso, al conocer al Hijo, se conoce al Padre, en el sentido de que lo engendra, comunicándole su misma naturaleza divina, lo mismo que por comunicarle las obras que hace.
3.SEÑOR, MUÉSTRANOS AL PADRE
La insistencia de Jesús en tratar el tema del Padre, ha suscitado en algunos de ellos el deseo de un conocimiento más profundo y mas experimental, es así como Felipe le dijo: - Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta - La pregunta de Felipe que pide les muestre al Padre, pensando que Jesús, que hizo tantos milagros, se lo manifestase ahora con una maravillosa teofanía, al estilo de lo que se pensaba de Moisés o Isaías, que habían visto a Dios, hace ver, una vez más, la rudeza e incomprensión de los apóstoles hasta la gran iluminación de Pentecostés.
De ese conocer al Padre y al Hijo se sigue que también han de saber que están el uno en el otro. ¿Cómo? Podría pensarse que por la unión vital e inmanencia del uno en el otro, por razón de la persona divina de Jesús; Pero seguramente se refiere al Verbo encarnado, como San Juan lo considera en el evangelio. Y así el Padre está presente en El, aparte de otras presencias, por las obras que le da a hacer. Dice en un texto, que es la mejor interpretación de éste: Si no creen a mí, crean a las obras (milagros), para que sepan y conozcan que el Padre está en mi y Yo en el Padre – (Jn 10:38; cf.Jn 14:20) -. El Padre está por la comunicación que le hace, y El está en el Padre por la dependencia que su humanidad tiene de El para realizar los milagros y el mensaje.
Por último, para la garantía de esta mutua presencia y de la verdad de que quien lo ve a El ve al Padre, remite a las obras que el Padre hace en El.
4.EL QUE CREE EN MÍ HARÁ TAMBIÉN LAS OBRAS QUE YO HAGO
Luego Jesús nos hace una promesa, dice: Les aseguro que el que cree en mí hará también lasobrasque yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. La primera promesa que nos hace es que no sólo harán las obras que Yo hago sino que aún las hará mayores. Y la razón es porque El va al Padre.
La palabra obras, a las que Jesús se remite, es la garantía de su verdad. Ya el anuncio que Jesús hace a los suyos es de optimismo: su ausencia no los dejará en el fracaso, porque harán aún obras mayores que las que El hizo. ¿Qué obras son éstas?
5.LAS OBRAS QUE EL PADRE ME DIO A HACER
Cristo dice en otro pasaje: Las obras que el Padre me dio a hacer, esas obran dan testimonio en favor mío de que el Padre me ha enviado (Jn 5:36). Es toda su obra mesiánica: su actividad, su enseñanza de las cuales los milagros son signos.
En esta misma línea mesiánica están estas obras que les promete hacer. Son la obra mayor de la expansión mesiánica, que Jesús tenía circunscrita a Palestina y que ellos llevarán hasta los confines de la tierra (Act. 1:8). Harán las obras que El hizo, enseñar el mensaje y confirmarlo con milagros, y las harán mayores, por la extensión de ese mensaje y milagros por todo el mundo.
Es la interpretación que ya daba San Agustín: Con la predicación de los discípulos creyeron no unos pocos, como eran ellos, sino pueblos enteros. Y éstas son, sin duda, obras mayores. Y esta obra que van a hacer se debe a que El va al Padre. Es El quien, por ellos, va a realizar y confirmar su obra de expansión mesiánica.
6.SI USTEDES ME PIDEN ALGO EN MI NOMBRE, YO LO HARÉ.
Lo que pidan al Padre en nombre de Cristo, eso lo hará Cristo. Podría pensarse que Jesús lo haría como un instrumento del Padre. Pero parece acusarse deliberadamente la divinidad del Verbo encarnado al ponerse en una misma línea. Así dijo: Yo y el Padre somos una misma cosa – (Jn 10:30) - los judíos consideran que con ello se hacía Dios (Jn 10:33).
A esto mismo lleva el que lo que le pidan a él en su nombre, por él mismo: Yo lo haré. Se pone en una esfera trascendente, en paralelismo con el Padre. Se acusa en ello la divinidad del Verbo encarnado
7.¿QUÉ SIGNIFICA PEDIR EN MI NOMBRE?
Puede tener varios sentidos, ya que, conforme al uso semita, nombre está por la misma persona. Así podría significar: alegar al Padre que es su Hijo (Jn 16:23-24); ponerlo por intercesor (Jn 11:12); alegar su poder o autoridad (Act 3:6-12); pedir unidos vitalmente a El (Jn 15:5); o como representantes suyos y encargados de continuar su obra (Jn 15:16).
El contexto inmediato se refiere a las obras mayores, que es su obra de enviados de Jesús a continuarla. Por eso, el sentido preferente aquí de en mi nombre se refiere a los apóstoles, que unidos a El – (Jn 14:12; 15:5 ) -, le piden a El todo lo que necesitan, como continuadores de su obra.
Dijo Jesús: Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Siempre es Jesucristo continuando su obra, a través de sus apóstoles, para cumplir su misión: glorificar al Padre.
Jesús nos prometió: Si ustedes me piden algo en mi nombre, yo lo haré. Esta fue una forma de quedarse con nosotros, y que sintiéramos su presencia, ya que rezar, es ponerse en contacto íntimo con Jesús. Nada se resiste a la fuerza de la oración, pero hay que hacerla como El nos dijo, en su nombre, es decir en su espíritu, en sus meritos y sus promesas, y aceptando su voluntad.
Cristo Resucitado, viva en sus corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
FELIPE, “Muéstranos al Padre”
Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Se encontró con Felipe y le dijo: «Sígueme». Felipe era de Betsaida, el pueblo de Andrés y de Pedro. Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley y también los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret». (Jn 1, 43-45)
El apóstol Felipe -que no debe ser confundido con el diácono de igual nombre, que aparece en los Hechos de los Apóstoles (cfr. 6, 5)- figura en quinto lugar en las listas de los Doce.
El Evangelio señala expresamente que "era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro" (Jn. 1, 44). Esa circunstancia, sumada al hecho de que Andrés y él son los únicos apóstoles que tienen nombres griegos, y la intercesión conjunta de ambos por los griegos que querían ver a Jesús (cfr. Jn. 12, 21-22), hace suponer a algunos autores que Felipe y Andrés eran parientes o amigos.
Tiene varias intervenciones significativas en el Cuarto Evangelio además de las mencionadas. Juan relata el llamado a Felipe y cómo éste, a su vez, invita a Natanael a conocer a Jesús (cfr. Jn. 1, 43ss), menciona también la participación del apóstol en la multiplicación de los panes (cfr. Jn. 6, 5ss), y relata su intervención ("Muéstranos al Padre") durante el discurso de la Última Cena (Jn. 14, 8); este último texto integra el Evangelio de su fiesta, compartida con Felipe, que se celebra el 3 de mayo.
Pero luego de su mención junto a los demás apóstoles en la espera de Pentecostés, no vuelve a ser nombrado, y nada sabemos a ciencia cierta acerca de su vida.
La tradición lo presenta como evangelizador de Frigia o Escitia, situando su tumba en Hierápolis. Una leyenda cuenta que los paganos querían obligarlo a hacer un sacrificio a una estatua de Marte, pero un dragón, colocado bajo el pedestal, mata con su aliento al sacerdote que ordena el sacrificio y a dos soldados. Felipe, apiadado de ellos, pone en fuga al dragón y resucita a los tres muertos. La tradición cuenta asimismo que murió crucificado tras haber sido lapidado.
Se lo suele representar llevando una cruz en forma de "T", instrumento con el que, según la leyenda, obró durante su vida muchos milagros. También se suele representar su crucifixión.
SANTIAGO EL MENOR
Había unas mujeres que miraban de lejos, entre ellas María Magdalena, María, madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé. (Mc 15, 40)
"Santiago, hijo de Alfeo" (Mc. 10, 3 y paralelos; Hech. 1, 13) que aparece en noveno lugar en todas las listas de los Doce, es apodado "Santiago el Menor" (Mc. 15, 40) -probablemente porque era de baja estatura-, para distinguirlo del otro Santiago, el hijo de Zebedeo y hermano de Juan.
La tradición cristiana siempre lo ha identificado con el "hermano del Señor" (Mc. 6, 3) que se entrevistó con Pablo (Gal. 1, 19); con el Santiago mencionado en la misma Carta a los Gálatas como una de las "columnas de la Iglesia" (Gal. 2, 9); con aquél que toma la palabra durante el "concilio" de Jerusalén (Hech. 15, 13ss), obviamente un líder de la comunidad, al que Pedro había mandado anunciar su liberación (cfr. Hech. 12, 17); con quien quedó a cargo de la Iglesia de dicha ciudad cuando la dispersión de los apóstoles por el mundo y fue su primer Obispo; con aquél Santiago a quien -según cuenta Pablo- se apareció el Señor Resucitado (1 Cor. 15, 7); y con el autor de la Carta de Santiago.
Esta identificación ha quedado consagrada en la Liturgia de su fiesta, ya que la referencia de la Primera Carta a los Corintios que acabamos de mencionar, forma parte de la Primera Lectura de su fiesta, el 3 de mayo. Además, el Himno del Oficio de Lectura de ese día llama a Santiago "hermano del Señor y columna de la Iglesia" y lo invoca diciendo "Tú eres el primero en presidir la comunidad ilustre de Jerusalén y, por medio de tu Epístola, nos instruyes en la Palabra de salvación".
A estos datos bíblicos se suman otros de carácter legendario para definir sus atributos iconográficos. Como era "hermano" del Señor, es decir, primo o pariente cercano, se lo representa con rasgos parecidos a los de Cristo (según algunos autores, se le parecía tanto que ese fue el motivo de que Judas tuviera que darle un beso al verdadero Jesús para que sus perseguidores atraparan a la persona correcta). Otra tradición se refiere a su muerte. Cuando estaba predicando el Evangelio cerca del Templo de Jerusalén, es arrojado de allí (o desde el pináculo del Templo) por orden del sumo sacerdote. Santiago sobrevive, pero es lapidado y rematado por un batanero, que le aplasta el cráneo de un mazazo. Este episodio le vale su principal atributo, que es una maza de batanero.
“Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador”
Jn 15, 1-8
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Esta expresión de Jesús, es una alegoría dentro de un fragmento evangélico de tendencia a ser parábola. Jesús se presenta como la verdadera vid. Es vid verdadera en cuanto se trasladan a él, en el orden espiritual, las propiedades de la vid. Al Padre se lo representa como el que trabaja esta viña: el viñador. Lo que aquí se quiere expresar es que Jesús, Dios-hombre, influye directamente, por la gracia, en los sarmientos. El Padre, en cambio, es el que tiene el gobierno y providencia exterior de la viña.
El tema central es la necesidad de estar unidos a Jesús -- Permanezcan en mí, como Yo permanezco en ustedes --. Pero hay dos modos de estar unidos a Jesús. Se habla de los fieles en general, tal como está redactado, aunque aquí apunta, originariamente a los apóstoles porque dice: La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.
Un modo es por la fe, bautismo, pero sin obras. -- Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía --. Al que así se comporta, el Padre lo cortará de la Vid-Jesús. El Padre, que ejerce el gobierno y providencia exterior, consumará la separación que, culpablemente, tenga ese sarmiento. Es efecto de la fe sin obras, que es fe muerta (Sant 2:17). La fe que no opera por la caridad (Gal 5:6). Así se anuncia el peligro trascendental en que están estos sarmientos. ¿Cuándo serán separados de Jesús? No se dice. En la muerte, por la pérdida de la fe.
Dice Jesús: Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Los sarmientos cortados y echados al fuego acaso se refiera especialmente al juicio final, como se ve en los sinópticos (Mt 13:40.42; 25.41). También se hace ver la libertad del hombre y la culpabilidad de su no cooperación a la gracia -- El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer --. La forma sapiencial en que es anunciado y el hablarse según la naturaleza de las cosas, no considera el caso en que el sarmiento desgajado pueda ser nuevamente injertado; lo que sería aquí el arrepentimiento y penitencia.
Pero hay otra forma de estar unido a Jesús: por la fe, el bautismo y la fructificación en obras. Al que así está, el Padre lo poda para que dé más todavía. Cuando en las vides los sarmientos son excesivos, hay que podarlos para que la demasiada proliferación no reste vigor a la savia. A su semejanza se hará con el fiel sarmiento esta poda: se le quitarán los obstáculos que le impiden a la savia de la gracia fructificar y expansionarse. Pero aquí esta comparación es parabólica, pues la savia de la gracia no se agota en Jesús ni la proliferación de los cristianos es obstáculo al vigor de la savia. Se enseña aquí la gran doctrina de las purificaciones, en general, será el negar se a sí mismo o todo lo que es apego egoísta e impedimento a la fructificación de la gracia. Esta enseñanza de Jesús es el mejor comentario al libro de Job: por qué sufre el justo.
La doctrina general — sapiencial — encuentra en al decir Ustedes ya están limpios una aplicación directa a los apóstoles. La obra de purificación a que aludió evoca la limpieza en que ellos estaban a la hora del lavatorio de los pies (Jn 13:10). Tienen fundamentalmente esa pureza a causa de la palabra que Yo les anuncié, la palabra que les he hablado, es decir, el Evangelio: toda la enseñanza que Jesús les hizo, ya que sus palabras son espíritu y vida.
Estando ya unidos a la Vid, sólo necesitan, pues, tener toda esa vitalidad, permanecer en ella, en Él. Es permanencia mutua: Él en ellos y ellos en Él.
El verbo que se usa, permanecer, es el término propio y técnico de san Juan. Lo usa 40 veces en su evangelio y 23 en su primera epístola. Y formula aquí con él la íntima, permanente y vital unión de los fieles con Jesús. Es la palabra que usa para expresar el efecto eucarístico de unión (Jn 6:56.57). La dicción puede tener sentido preceptivo o condicional: permanece o permanecer para. Fundamentalmente el sentido no cambia. Lo esencial es estar unidos a Jesús, así es como dice, porque separados de mí, nada pueden hacer, siendo esta es la sentencia fundamental de todo el pasaje.
Es uno de los textos que enseña la absoluta necesidad de la dependencia sobrenatural de Jesús. -- El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto -- El pensamiento progresa. No solamente sin la unión a Jesús no se puede nada — aspecto negativo —, sino que, permaneciendo en El — aspecto positivo —, se da mucho fruto. La acción de la savia-gracia tiende a expansionarse. Cuando el cristiano responde a las mociones de la misma, da fruto y el Padre le poda para que se expansione más la gracia, dé mucho fruto.
Dice Jesús: Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán, en esta promesa, Jesús nos da la clave para permanecer unidos a El, esta unión es con el recurso de la oración. La formulación que hace es universal: se nos dará cualquier cosa que pidamos, si le pedimos algo conforme a su voluntad, El nos oye. Pues es oración que se hace permaneciendo unidos a Jesús, y, movidos por su savia, nada se pediría que no convenga (cf.Jn 14:13).
Dice Jesús: La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, Es decir, en esto será glorificado mi Padre: en que ustedes den fruto. La misión de Jesús es glorificar al Padre. La glorificación, pues, del Padre está justamente en esto, que demos muchos frutos. Es la valoración a la santidad, sea general, sea, en concreto, a la del apostolado. Por eso dice: y así sean mis discípulos.
El fruto que Dios espera de nosotros, es la santidad de una vida fiel a los mandamientos, especialmente en el amor. Nosotros, principalmente por el bautismo, estamos injertados a Jesús, somos sus sarmientos, de El Tomamos la savia, que es la vida divina, la gracia santificante. Pero tal como crece el sarmiento, ese crecimiento lo debemos hacer en Jesús, por medio de la santidad. Crecer en Jesús, es permanecer en El, es tener vida intima con El, cobrando conciencia de que El Vive en nosotros y nosotros en El. Permanecer y estar unidos a Jesús, es pensar y amar con El, hacer una vida agradable a Dios. El discípulo de Jesús, cuando es verdadero, Glorifica al Padre.
Cristo Jesús, viva en sus corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN HILARIO DE ARLÉS 400-449
Hombre de letras, de palabra fácil y brillante, con el éxito asegurado por su talento, no se rindió sin lucha a la vida de renuncias y de sacrificio que le proponía abrazar su pariente san Honorato, el abad de Lérins, cuando trataba de convencerle a su paso por la Borgoña.
Más tarde le encontramos como monje en Lérins, donde será el segundo abad cuando Honorato sea nombrado obispo de Arles, y en el 429, a la muerte de su maestro en la silla episcopal de Arles cuando posiblemente no había cumplido aún treinta años.
Fue un obispo memorable, que solía recorrer su diócesis, aunque nevase, que predicaba horas y horas a sabios y a ignorantes, queriendo que todos compartiesen el tesoro de su fe, y que era compasivo y tierno con los pecadores, y duro hasta la denuncia pública y arriesgada con los grandes personajes.
Excesivo también, según las normas de lo que hoy se llama circunspección, era su amor a los pobres, y para poder hacer más limosnas vendió los vasos sagrados y trabajaba con sus propias manos, cultivaba los campos y trenzaba redes y esteras, pero la Iglesia no parece habérselo tenido en cuenta y le propone como modelo de ímpetu arrollador por la causa del Bien sin contemplaciones.
Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor”
Jn 15, 9-11 “
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Jesús, les habla a sus apóstoles del ansia de su amor hacia ellos para que fructifiquen unidos a El, pues los ama al modo sobrenatural, como el Padre le ama a El. Unidos a El y amados por El no necesitan, para dar “mucho fruto,” más que “permanecer en El.”
Y la prueba de esta permanencia son las obras: mis mandamientos, mis preceptos. Porque no todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre (Mt 7:21). Ha de ser copiado su ejemplo: como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Y les dice esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto Porque cumplen el mensaje del Padre, que El trajo como el Enviado. Y para nuestro gozo sea cumplido. Pues al saber que estamos unidos a Cristo-Vid, permaneceremos unidos a El y que al guardar sus mandatos, sabemos entonces la meta suprema de sus aspiraciones: ser amados por el Padre.
Jesús nos dice: como también yo los he amado a ustedes. Jesús nos ama con el mismo amor que ama al padre. Definimos el amor como aquel sentimiento de afecto, cariño, solidaridad que una persona siente hacia otra y que se manifiesta generalmente en desear su compañía, alegrarse con lo que se considera bueno para ella y sufrir con lo que se considera malo.
Le decimos amor, a nuestra persona amada, decimos que se hace con amor, cuando se hace algo con esmero, con mucho cuidado, cuando deseamos hacer algo con mucho gusto, decimos que lo hacemos de mil amores, cuando somos generosos en hacer algo y si lo hacemos de forma gratuita, decimos que lo hacemos por amor al arte, y cuando pedimos algo con humildad y caridad decimos por amor a Dios.
¿Cómo fue el amor de Jesús?, En los Evangelios encontramos la fuerza del amor de Jesús, es un libro abierto para descubrir como fue el amor de Jesús, “En esto Conocerán todos que sois mis Discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Jn, 13-35), “Como el Padre me Amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor” (Jn 14-9), “Si Guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”, (Jn 14-10) “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado” (Jn 14-12), “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn 14-13) “Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo daré a conocer Todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos." (Jn 17-26)
Podemos encontrar muchas manifestaciones de sensibilidad, por la cual conocemos como es el afecto de Jesús, podemos descubrir al hombre con la inclinación natural a hacer el bien, podemos hallar dulzura, suavidad, amabilidad de carácter, no solo tiene la facultad de ser el perfecto amigo bueno, además en todo lo parece, se manifiesta claramente su sentimiento de pena y lastima por la desgracia o el sufrimiento ajeno, para todo se inclina con afecto, su carácter es templado, apacible, en otras palabras es el puro amor, que nos maravilla por su aptitud del conocimiento perfecto de la comprensión, con un dominio absoluto para el entendimiento y la capacidad para respetar y ser tolerante con los demás, El posee el mayor grado posible de la cualidad
Amor puro por los niños;"Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos" (Mt 19, 14), ese amor natural por el bien de los demás;”Entonces Jesús, levantándose, le dijo: "Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te condenó?" "Ninguno, Señor", respondió ella. Y Jesús le dijo: "Yo tampoco te condeno”. Vete, desde ahora no peques más” (Jn 8, 10-11), así podríamos llenar muchas páginas de ejemplo sobre como amo Jesús.
A quien miró Jesús, los hizo con amor, así nos mira a nosotros hoy, con afecto, y cuando nos habla lo hace al corazón, su suave voz es además una insistencia permanente en nuestra conciencia, voz que nos invita a seguirlo, aceptarlo y a la cual debemos guardar fidelidad, y a amarlo como el lo hizo y lo sigue haciendo.
Así es el amor de Jesús, ese que no condena, ese que nos da misericordia, ese que transforma nuestras vidas, ese que nos da paz absoluta, por tanto podemos definir que Jesús es perfecto e inigualable sinónimo de amor.
Escribe Santa Teresita del Niño Jesús (Liseux);”Yo no tengo otro deseo que amar a Jesucristo, y amarlo con todas las fuerzas de mi alma hasta el exceso”….. “Que dulce es el camino del amor a Dios”(Historia de un Alma Cap. 23)
El Señor les Bendiga y les regale su amor.
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN PEDRO NOLASCO
En el siglo XIII aparece viviendo en Barcelona un rico joven de estirpe del Languedoc, que admira a todos por su ejemplar conducta moral, su religiosidad y su espíritu de caridad, y que organiza una especie de pequeña cofradía consagrada a la redención de cautivos de la morisma. Se llamaba Pedro Nolasco; se dice que ha nacido unos veinte años antes, de padres nobles, en el Mediodía de Francia, en una finca cerca de Carcasona, y que vino a Cataluña al quedar huérfano, pues algunos de sus familiares eran albigenses y la infausta herejía que tan lamentablemente estaba extendida en su país y le causaba granrepugnancia.
Otros dicen con argumentos muy sólidos que era natural de Barcelona, nacido en el seno de una de las ricas familias procedentes de tierra francesa establecidas en el llano del Norte de la ciudad, cobijado desde entonces por el patronazgo de San Martín de Tours y llamado Sant Martí delsProvençals.
FORMACION RELIGIOSA
Formado religiosamente en un monasterio cisterciense francés o en Cataluña, según las diversas hipótesis de los biógrafos, la vida del joven Nolasco se mostraba saturada de pureza angelical, de fervor devoto, de afecto filial a la Virgen Santísima, de compasión con los pobres y enfermos, a los que auxiliaba con abundantes limosnas y asistía personalmente, sobre todo en el hospital de Santa Eulalia.
Paulatinamente fue penetrando Nolasco en el conocimiento de la tragedia de los cautivos cristianos y de su magnitud. Tragedia enorme para ellos y para nuestro país, aquel cautiverio de mucha de su gente en manos de los musulmanes, lejos del hogar propio, y una gran parte lejos de la patria...
LA TRAJEDIA DE LOS CAUTIVOS
Nolasco se iba haciendo testigo del duelo de las madres que lloraban a sus hijos prisioneros, oía contar historias terribles de sufrimientos, do torturas... y también de apostasías. Se trataba de la tribulación de los cuerpos y del peligro de las almas. Por esto surgió en él una idea, que poco a poco se convirtió en su aspiración obsesionante: la de consagrarse a la liberación de cautivos; y buscó colaboradores que le acompañasen en sus entusiasmos. Un buen puñado de piadosos varones, algunos ricos y nobles, se pusieron a sus órdenes. Y desde entonces se preocupó cada día más de la realización de su empresa redentora.
Muy pronto, pasando de los proyectos a las obras, organizó diversas escaramuzas en tierras de moros, para librar de sus garras a cuantos desgraciados prisioneros fuese posible. Armando barcos adrede, con la cooperación pecuniaria o personal de sus adheridos, fue a Mallorca, Valencia, Murcia; y a fuerza de mucho dinero, y a través de tormentas en el mar, insultos de los infieles y azares peligrosísimos, logró que centenares de cristianos recobrasen la libertad deseada. En cierta ocasión, Barcelona le vio llegar al puerto con trescientos hombres semidesnudos, hambrientos, cubiertos de llagas y cicatrices...
SU FORTUNA NO LE ALCANZA
El derrame de limosnas y los dispendios de tamañas hazañas, agotaron la fortuna de Pedro Nolasco. Y su corazón tuvo que preguntarse cómo iba a ser posible la prosecución de la modesta cruzada liberadora. ¿Acaso podría continuarse con multiplicadas aportaciones de otros, si no le vieren a él contribuir con sus propios recursos? Pero no temió el fracaso. Se había puesto bajo la protección de la Reina del Cielo, y confió serenamente en su bondad maternal. Y fue, realmente, la Madre celeste la que le trajo el gran socorro. El día 1º de agosto de 1218, festividad de San Pedro prisionero, se le apareció y le manifestó que sería muy del agrado de su Hijo y suyo que fundase una Orden religiosa con el título de Nuestra Señora de la Merced para la redención de cautivos, prometiéndole su asistencia.
Persuadido Pedro Nolasco de la voluntad de Dios en fuerza de esta visión, de cuya objetividad no le cupo la menor duda, sólo se preocupó de deliberar los medios para la ejecución de lo que María acababa de indicarle.
RAIMUNDO DE PEÑAFORT
Ante todo acudió a consultar a persona de tan alta prudencia como Raimundo de Peñafort, canónigo penitenciario, el cual recibió con emoción y sumo interés la noticia que Nolasco le daba y desde aquel día se hizo como cosa suya la Orden, por lo que se le llama justificadamente su segundo fundador. Obtenido tan importante beneplácito, se fue Nolasco a visitar al Rey Jaime 1 el Conquistador, que le recibió con no menor afecto, hasta el punto que inmediatamente dio las órdenes oportunas para el caso. Y el día de San Lorenzo, el Monarca, acompañado de toda su corte y de las autoridades de Barcelona, se encaminó a la Catedral, donde Raimundo subió al púlpito y explicó al pueblo allí congregado el alcance de la ceremonia que se iba a celebrar: la de la fundación de la Orden de la Merced.
IMPOSICION DEL HABITO
El Obispo de la Diócesis, Berenguer de Palou, vistió el hábito y el escapulario de la nueva Orden a Nolasco y otros, aceptando de ellos los tres votos ordinarios y un cuarto voto especial, por el cual se obligaban, no solamente a buscar limosnas para la redención de cautivos, sino también a quedarse prisioneros por el rescate de los otros, cuando fuere necesario. Jaime I en persona acompañó a los investidos a su Palacio, del cual les cedió una parte para que instalasen su primer convento.
No pasó mucho tiempo sin que fuese preciso hacer un convento nuevo: tantos fueron los que solicitaron el ingreso, algunos pertenecientes a la nobleza más ilustre. Entonces se determinó establecerlo junto a la iglesia de Santa Eulalia, cerca del mar, en el sitio en que se sitúan hoy la Basílica de la Merced y la Capitanía General de Cataluña. Ni tampoco tardó Nolasco en tener el consuelo de ver dilatada su familia religiosa con otras Casas, en muchas poblaciones catalanas y aragonesas.
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”
Jn 15, 12-17
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
La situación histórica de esta sección queda sugerida por el lugar paralelo del amor al prójimo, evangelio según Jn 13:34.35, donde Cristo nos dice: “Les doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”.
El amor mutuo que han de tenerse no es filantropía, ha de estar calcado en el ejemplo de Él: que se amen como El los ha amado. Precisamente por este modo es por lo que antes llamo también a este precepto “un mandamiento nuevo”.
Como ejemplo que clarifique este amor suyo, pone lo que es prueba humana, esto es dar la vida por los amigos. No es que Cristo restrinja la universalidad de su muerte, sino que utiliza la comparación usual humana.
Al hablar de amigos, le lleva a llamar a sus apóstoles amigos. Ya que los servidores ignoran lo que hace su señor. El Antiguo Testamento tenía más aspecto de servidumbre. Sin embargo los amigos conocen sus intimidades. Y El les revelo el gran secreto y mensaje del Padre, es decir el Evangelio, las intimidades de Dios. Pero la verdadera amistad exige obras. Así como nos dice: Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Como amigos de Cristo son predilectos. Y esto evoca la elección que hizo de ellos para el apostolado, como lo indica el término lingüístico según san Juan (Jn 13:18), donde les dice: “no hablo de todos ustedes, yo se a quién he escogido”.
Directamente se refiere no a la predestinación, sino a la elección, vocación, al apostolado, que les hizo al llamarlos a cada uno en su día, san Juan 6, 70: ¿No les elegí yo a los doce?, y de este modo no piensen que este privilegio fue algo que salio de ellos.
La finalidad de esta elección es para que vayáis. El sentido es: a seguir su camino, Mt 9:6; 19:21; es la misión de apóstoles; y no se pone término geográfico a su misión, “Id pues y hagan discípulos a todas las gentes”, (Mt 28-19): es decir que den mucho fruto de apostolado. Es la vocación a la santidad antes dicha. Y es a lo que lleva la sección siguiente, en que habla de las persecuciones que tendrán por causa de él.
Para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero, es decir, el fruto de su apostolado que sea de una eficacia permanente allá donde ellos arrojen la simiente.
Y otra vez se pone la oración como medio eficaz de apostolado. “Así todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo concederá”. El apóstol tiene en la oración un recurso de éxito, pero tiene la obligación de usarla como medio normal del fruto de su apostolado. La forma rotunda con que está expresada la concesión de todo lo que pidan tiene una explicación semejante a lo anteriormente expuesto.
La sección termina con una exposición impactante: Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros. Pero solo hay un precepto: el amor.
Toda la voluntad de Cristo se resume en esta palabra, amor, amar, de este modo y solo así se cumple la voluntad de Dios y la misma voluntad del Hijo, que no es otra que la voluntad del Padre.
Amar es entregarse, es darse, es saber que podemos hacer nosotros por nuestro amado Jesucristo que vive en nuestro prójimo, y entregarnos a nuestro prójimo como Cristo se entrego por todos nosotros. Así como nos pide Jesús, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado.
Nos dice Jesús: No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes. Tenemos que comprender, que no le hacemos un favor a Jesús acatando su llamada, El nos esta haciendo a nosotros una ayuda, por tanto debemos estar agradecido del Señor, El nos llama a la santidad en nuestras vidas, entonces no es suficiente alborozarse por este llamado, es necesario comprender cual es la razón y el fin de esta elección, así como nos lo dice Jesús: Y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero
El Señor les Bendiga y les regale su amor.
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN JUAN DE BEVERLEY 721
Monje de Whitby, Inglaterra, y después obispo de York; en su afán de caridad, llega para sanar a un sordomudo, a descubrir un modo de paciente vocalización. Aunque muerto el año 721, ha sido considerado por ello como un precursor del sabio benedictino Ponce de León. También en el siglo XX recibirá el nombre de "El sacerdote de los tartamudosel autor del método de convergencia ortofónica, de renombre general, muerto con fama de santidad en Madrid en 1963.
Uno de los más bonitos regalos que podemos hacemos a nosotros mismos es el de un día libre. No porque sea una vacación o una ocasión especial, sino porque sí.
Tanto entonces como ahora, los obispos no disponían de mucho tiempo libre. San Juan, sin embargo, lo robaba tanto como podía para su recreo espiritual. Pasaba sus días libres en un bosque.
Los días libres son simplemente eso: libres. No has de pagar por ellos haciendo recados o limpiando los roperos, o pagando las visitas debidas a familiares más viejos. Son días para dejar que el pequeño niño que hay en ti salga y juegue. ¿Recuerdas cuando eras pequeño y te apetecía jugar? Llamabas a un amigo y decías, ¿puedes salir? No te preocupaba que tu amigo pudiera considerarte tonto o irresponsable o molesto. Simplemente preguntabas ¿puedes salir? Y si podía, lo hacía.
Una vez que crecemos, suponemos que nuestros amigos son demasiado sofisticados para simplemente jugar. Así que hacemos planes y comemos juntos, y hacemos otras cosas importantes. Bajo la superficie lo que se esconde es el temor a que si decimos que lo único que realmente queremos hacer es arrojar piedras a un arroyo y escalar un árbol y hablar, nuestro amigo se reirá de nosotros y nos dejará. Así que ya no preguntamos. Y ya no jugamos.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
Jesús no enseña que el amor mutuo que hemos de tenernos, ha de estar calcado en el ejemplo que El nos ha dado, por eso nos dice: "Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. (Jn 15, 12-17). Al mutuo amor de los apóstoles, ahora Jesús nos dice: si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. El Señor nos contrapone el odio que le profesará el mundo. Entonces nos advierte que su suerte, de los apóstoles, como la nuestra y así ha sido de muchos en todos estos siglos, el mundo perseguirá a Jesús en ellos como en nosotros.
El mundo, odio a Jesús y odiará siempre a los verdaderos discípulos, el que quiera practicar con la virtud, ha de contar con el odio de los malos y este odio es una señal para saber si de verdad seguimos a Jesús.
El odio del mundo malo a Jesús se va a continuar en sus discípulos, precisamente porque son los continuadores de su obra. La lucha escatológica entre la luz y las tinieblas se continúa contra los portadores de la luz
Jesús nos recuerda a este propósito la palabra: Acuérdense de lo que les dije: ---el servidor no es más grande que su señor---. Esta frase fue dicha por Jesús en varias ocasiones, (Mt 10:24; Lc 6:40; y en Jn 13:6). En san Mateo fue a propósito de las persecuciones que sufrirán. Pero en san Juan aparece dicha a propósito del lavatorio de los pies, mas para que imiten este ejemplo; no a propósito de persecuciones. De suyo podría aludir al uso que con ella san Mateo anunció las persecuciones. Pero en este contexto de san Juan parece referirse a la escena antes citada, trayéndola ahora a propósito distinto. Que se recuerde aquella frase, que también tenía virtualidad para aplicarla al caso presente.
Todas estas persecuciones se las harán - por causa de mi nombre - No el personal. En los semitas nombre está por la persona. Será a causa de ser el Hijo de Dios: y la razón que dice Jesús: porque no conocen al que me envió, al Padre, en lo que tiene como divino Padre. Algo increíble en aquel monoteísmo cerrado del judaísmo del Antiguo Testamento.
Pero la enseñanza que también nos deja este fragmento del Evangelio, es para examinar que si el mundo nos ama, debe ser porque tenemos una actitud y una conducta que es grata a los ojos del mundo. ¿Pero que es el mundo?, Jesús entiende por mundo, a esos que siguen el espíritu mundano y materialista, el mundo es los que se oponen al espíritu sobre natural y evangélico.
Ese mundo, siempre estará mirando con malos ojos, detestando a los cristianos, en especial a los que están comprometidos, y este caso como dice Jesús a los apóstoles, porque precisamente, la tarea de los apóstoles es sacar de ese mundo malo a los hombres. Porque la misión que nos dejos Jesús, es que vivamos bajo sus enseñanzas y con su ejemplo y con su palabra, y esta es la única forma de encaminar a los hombre por ese camino que el Señor nos trazo, el del bien.
El Ideal de Dios, es que todos sus hijos sean personas buenas, y que vayan por el mundo haciendo el bien, como lo hizo Jesús y, que por cierto, nada cuesta si nos lo proponemos, como tampocodebiera ser difícil para nosotros ser fieles a la Palabra de Cristo, para otros sean fieles a nuestra palabra.
El Señor les Bendiga y les regale su amor.
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
BEATO LUIS RABATA, confesor (+ 1490)
La iconografía suele pintar o esculpir a nuestro beato de pie y con una palma en la mano y en la frente clavada una flecha que le causó la muerte.
Nació en Erice (Trápani-Italia) en el año 1443. No sabemos muchas cosas de su nacimiento, niñez y juventud. Dicen los Procesos de su Beatificación de los años 1533 y 1573 que sus padres eran muy buenos cristianos y de humilde posición. Educaron a Luis y a todos sus demás hijos en el santo temor de Dios. Sobre todo su santa madre influyó en su alma inspirándole una tierna devoción a Jesús Eucaristía y a la Virgen María. Fueron siempre estas dos devociones las que mayormente vivió y desplegó en su celo sacerdotal.
De muy tierna edad, ingresó en la Orden del Carmen en el convento de la Anunciación de Trápani.
Hizo su noviciado con grandes anhelos de perfección, entregándose más tarde por su profesión, al servicio de dios con admirable generosidad.
Allí permanecían vivos los ejemplos maravillosos de San Alberto que, como él, había abrazado, siendo aún muy niño, la vida religiosa y que había gozado de tiernas apariciones de Jesús Niño. El joven Luis procuró imitar las virtudes de este gran Santo y, a decir de sus superiores y compañeros, parecía un doble del Santo tal como había llegado hasta ellos la historia de su vida.
Su humildad sufrió dura prueba cuando los superiores le mandaron se ordenara de sacerdote, pues, en su anonadamiento, nunca se juzgó digno de tan excelsa dignidad.
Una vez ya sacerdote, fue encargado por los superiores de la misión de predicar la palabra de Dios. Fuego eliano ardía en su corazón y no se daba descanso. Recorrió la mayor parte de los pueblos de Sicilia dejando en todos destellos de santidad. Ruidosas conversiones se realizaron por medio de su ardorosa palabra. Los milagros le acompañaban por todas partes. Muchos pecadores abandonaron sus caminos de perversión y no pocos incluso llegaron a abrazar la vida religiosa.
Su prudencia y santidad de vida eran tan notorias que los superiores sometieron de nuevo su humildad a prueba nombrándole prior del convento de Randazzo,que era uno de los conventos llamados "reformados", en los que se vivía con rigurosidad en la observancia regular: mortificación, silencio, oración... Luis era modelo para todos sus hermanos a pesar de que todos allí emulaban la más elevada virtud y luchaban por cumplir con la máxima fidelidad la Regla carmelita.
Los Procesos de canonización (1533 y 1573) documentan la santa vida de nuestro Beato como ferviente religioso, que supo conciliar los deberes de una observancia impecable con los de su amor al prójimo, al que le obligaba su deber sacerdotal siempre iluminado por la caridad.
Al ver tanta santidad en un humilde religioso lleno de celo apostólico contra el vicio, un hombre perverso, Antonio Cataluccio, aprovechando la ocasión de que el Beato volvía de su postulación le arrojó una saeta a la cabeza, que lo dejó gravemente herido.
Malamente pudo llegar a su convento y aunque pidieron al Beato que denunciara al agresor, nunca quiso decirlo sino que de todo corazón lo perdonó e hizo por él especial oración.
Sufrió durante algunos meses fuertes dolores, que no le impidieron dedicarse a la más subida contemplación.
El Señor le reveló su cercano fin y el término de sus trabajos. Recibidos los últimos sacramentos sin perder la paz y su total conformidad con la voluntad de Dios, exhaló su último suspiro el 8 de mayo de 1490.
El papa Gregorio XVI, el 1842, aprobó su culto.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
1.EL QUE RECIBE MIS MANDAMIENTOS Y LOS CUMPLE, ESE ES EL QUE ME AMA
Nuestro Señor Jesucristo nos entregó muchas pruebas de todo su amor por nosotros, así es como también El espera que le amemos con fuerza, con perseverancia y por sobre todas las cosas. El que ama a Cristo, es amado por el Padre, del mismo modo como tuvo sus complacencias en su Hijo, las tendrá a los que aman a su Hijo Jesucristo.
Dice Jesús: El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; el que me ama a mi será amado de mi Padre y Yo le amare y me manifestare a el.
Cristo promete también su venida a los apóstoles y a todo aquel que recibe sus mandamientos y los cumple. Observamos que esta promesa no es solo para los apóstoles, va a todo aquel que recibe los mandamientos de El. Mis mandamientos; otra vez se legislan los mismos preceptos de Dios como suyos y los guarda. La fe con obras es tema repetido en el evangelio de San Juan --Jn 3:8-- lo mismo que en su primera carta.
2.YO TAMBIÉN LO AMARE Y ME MANIFESTARE A EL.
Dice Jesús a sus discípulos: “me manifestare”, es decir me mostrare, Se refiere esta venida de Cristo después de resucitado? la parusia?, no es así, ya que todos lo verán y será el momento de la definitiva reunión con el. Parece haber relación entre el momento de amarle y la presencia en el creyente. Se debe, pues, de referir, si no exclusiva, al menos si preferentemente, a una venida espiritual y permanente.
Los efectos o frutos de esta venida se los presenta en dos aspectos. Uno es que me verán porque Yo vivo y ustedes vivirán. Siendo Jesucristo la Vida y no pudiendo hacerse nada sin El, no obstante, después de la resurrección será el momento de la plenitud caudalosa de todo tipo de gracias. --toda vida espiritual y divina--,que se inaugurara cuando El envíe el Espíritu Santo. El vive después de la tragedia de la muerte, y porque El derrama, normal y totalmente, esa vida es por lo que ellos vivirán colmadamente su vida.
3.YO ESTOY EN MI PADRE, Y USTEDES EN MI, Y YO EN USTEDES.
Otro fruto es que en aquel día, frase usada en los profetas, conque se expresan las grandes intervenciones de Dios, y que, como aquí, puede indicar todo un periodo, ustedes conocerán que Yo estoy en mi Padre, y ustedes en mi, y yo en ustedes. (Jn 14, 20).
Por efecto de estas gracias que van a recibirse en abundancia después de Pentecostés, --bien lo experimentaron en su plena transformación ese día los apóstoles--, van a comprender por efecto de gracias de todo tipo, iluminaciones intelectuales y experimentaciones sobrenaturales, aunque en grados diversos, lo que tanto les costaba comprender en la vida de Cristo: que El esta con el Padre; que es el verdadero Hijo de Dios; que El esta con ellos como Dios y como Vid, que les dispensa toda gracia, sin cuya unión a El nada pueden sobre naturalmente; y que ellos están en El, por la necesidad de su unión vital de sarmientos, y como miembros del Cuerpo místico. Y todo, aunque en grados diversos, sabido con certeza y experimentando de un modo intimo y maravilloso.
4.SI ALGUNO ME AMA, GUARDARA MI PALABRA, Y MI PADRE LE AMARA
Le dijo, Judas, -no el Iscariote-: Señor, ¿que ha sucedido para que hayas de manifestarte a nosotros, y no al mundo? La enseñanza de Cristo sobre su manifestación a ellos y no al mundo, interpretada de un modo erróneo por el apóstol Judas, no Iscariote, posiblemente pensando en una teofanía, de un modo sensible y maravilloso, es lo que hace a Cristo exponer la doctrina de la epifanías trinitarias. Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, guardara mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a el y en el haremos morada. También vendrá el Padre. Porque el amor a Cristo Jesús, garantizado con obras, trae como premio el ser amado por el Padre. Lo que tiene como efecto el que vendremos a el y haremos en el nuestra morada
Esta venida, pues, del Padre y de Cristo no es transitoria, sino permanente, pues en el que le ama establece su morada; y es presencia distinta de la que tiene Dios como Creador, pues es solo para los que le aman en este orden sobrenatural: de amor al Padre y al Hijo; ni es presencia carismática, pues es condición normal para todo el que así los ame. Esta venida del Padre es también espiritual e intima. Va entrañando en su mismo concepto de morar Dios en el alma.
Aunque aquí explícitamente no se dice que también venga con ellos el Espíritu Santo, es lo que esta suponiendo el capitulo, ya que se dice que en el que ama a Cristo el Espíritu Santo esta y permanece en el (Jn 14, 17). Es lo que la teología llamo inhabitacion de la Trinidad en el alma.
5.EL ESPÍRITU SANTO QUE MI PADRE LES ENVIARÁ EN MI NOMBRE
Dice Jesús: Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Espíritu Santo, (el Paráclito) que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.
Después de la partida de Cristo, el Espíritu es quien los sustituye entre sus fieles seguidores, es decir es el Paráclito, el Abogado que intercede ante el Padre y aboga por fieles a Cristo.
Nuestro Señor Jesucristo promete que derramará su Espíritu sobre todos los que lo aman, así con la recepción del Espíritu Santo nuestros cuerpos se han convertidos en verdaderos templos. (1Cor 3,16)
6.EL ESPÍRITU SANTO…LES ENSEÑARA TODO
Jesús rogará al Padre por los que le aman, amor garantizado con cumplir mis mandamientos, que son los mandamientos de Dios.Cristo se pone en la línea de Dios encarnado, para que les de otro Paráclito. El sentido de esta última palabra puede ser múltiple, conforme a su etimología. En el Nuevo Testamento solo sale en san Juan, y en su primera carta tiene el sentido específico de abogado, que es el sentido más ordinario, junto con el de intercesor, con cuyos sentidos aparece en la literatura rabínica. Pero puede tener otros significados distintos. Para valorar su sentido en este contexto hay dos elementos. Uno es que Cristo pide al Padre que les de otro Paráclito en su ausencia. Cristo es, pues, un Paráclito. De aquí se deduce una enseñanza dogmática de gran importancia; al ser el Paráclito otro ser al modo de Cristo, se sigue que es una persona y divina y, además, va a sustituir a Cristo en su oficio: continuar, en forma misteriosa, la misión de Cristo en los hombres.
Entonces dijo Jesús: El Espíritu Santo, que el Padre enviara en mi Nombre, les enseñara todo. Según el, esta misión es educativa. Luego añade: les enseñara todo y les recordara lo que les he dicho. Se trata, pues, de una acción del Paráclito en ellos por una sugerencia interna, preferentemente al menos, si no exclusiva (Jn 16:13.14), de la enseñanza de Cristo. Por esta obra educativa es por lo que el Paráclito es llamado aquí Espíritu de verdad; lo mismo que por ser el Espíritu de Cristo(Jn 16:13.14), que es la Verdad (Jn 16:4).
Es el tema de la donación del Espíritu Santo, tan marcado en el Evangelio de San Juan, hasta decir que el Espíritu Santo aun no había sido dado porque Jesús no había sido glorificado (Jn 7:39); lo mismo que por la misión doctrinal con que aquí aparece, y por su paralelo con otros pasajes de este mismo discurso de la cena (Jn 15:26;16:5, 15); esta promesa futura se refiere a la donación oficial del Espíritu Santo en Pentecostés, pero prolongada indefinidamente en la Iglesia y en las almas de los que lo reciben Esta acción del Paráclito entre ellos: les enseñara todas las cosas y ese os lo enseñara todo y os traerá a la memoria todo lo que les he dicho.
7.¿A QUE SE REFIERE ESTA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SOBRE TODAS LAS COSAS QUE LES HE DICHO?
Cabrían dos precisiones: O referirse a la enseñanza que Cristo hizo a los apóstoles en su periodo terreno (Jn 15:15; 4:25), incluso con las complementarias revelaciones que les hizo después de resucitado hasta la ascensión (Act 1:3), o admitir nuevas revelaciones hechas directamente por el Espíritu a los apóstoles para completar el tesoro objetivo de la revelación. Pero el primer sentido, en su aspecto que tiene dos partes, es el que directamente esta mas en situación y encuentra su complemento en el lugar paralelo del capitulo 16, en el que se dice que, al venir el Espíritu en Pentecostés, comenzara su obra de llevarles, conducirles, encaminarles, hacia la verdad completa, porque no hablara de si mismo, sino que, tomara de lo mió y les dará a conocer (Jn 16:13.14). Es la función del Espíritu haciendo comprender a los apóstolesa la Iglesiael sentido pleno de la enseñanza y obra de Cristo. (cf. Jn 16:13).
Aunque literalmente estas palabras se dirigían a los apóstoles, hay datos que hacen ver que, como promesa doctrinal, se refieren a la Iglesia. En primer lugar, no se probaría esto por el solo hecho de decirles que permanecería con ellos --apóstoles-- para siempre, pues este es un término muy relativo. Así se lee frecuentemente: siervo eterno, y cuya eternidad solo se refiere al periodo de su vida de siervo.
La primera razón es que, en varios de estos pasajes del Evangelio de san Juan, las promesas aparecen entremezcladas literariamente, pues unas veces se dirigen a los apóstoles (v.15 17.26) y otras están en forma impersonal: Si alguno me ama
(v.21.23.24). Y a este sujeto indefinido es al que se le promete el amor suyo y el del Padre, lo mismo que el manifestarse a El, y el que en El moren.
Encuadradas, pues, estas promesas, en las que antes y después se habla del Paráclito, parece que, aunque literalmente se dirijan a los apóstoles, la promesa doctrinal tiene la perspectiva universal de la Iglesia. Al menos en la comprensión e intención del evangelista al situarlas aquí, en esta perspectiva literaria, si es que ellas pudieran pertenecer a otro contexto histórico.
Esto encuentra una confirmación en las palabras que cita el Evangelio de san Lucas después de la consagración eucarística: Haced esto en memoria mía (Lc 22:19; 1 Cor 11:24 25). Directamente se refieren a los apóstoles, y, sin embargo, el concilio de Trento definió de fe que con esas palabras de Cristo no solo ordeno sacerdotes a los apóstoles, sino que con ellas preceptuó que ellos y sus sucesores ofreciesen el sacrificio eucarístico.
Dios Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, esta en el interior del cristiano que vive en gracia.
Quiero ser una morada de Dios buscando que mi corazón viva en la Trinidad... Un alma en estado de gracia es una casa de Dios, en donde habita Dios mismo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Beata Isabel de la Trinidad)
8.LES DEJO LA PAZ, LES DOY MI PAZ, PERO NO COMO LA DA EL MUNDO.
¡No se inquieten ni teman! - Jesús no quiere que se inquieten o se alteren con su partida, pues les deja su paz. La paz, entre los judíos, abarca todos los bienes y es sinónimo de felicidad. La paz verdadera era una promesa mesiánica - Ez 37:26; Is 9:6 --. No es la paz que Jesús les anuncia y da como la del mundo. Esta es paz externa, alejada de molestias. La de Jesús es paz íntima, inalterable en el fondo del alma, pero compatible con persecuciones por El. Quizás no sería improbable que esta paz a que alude se refiera a la triple venida de que acaba de hablarles: el gran don trinitario en ellos. Concretamente alude a su vuelta, que es a esa venida de que les habló, Me voy y volveré a ustedes.
Además, si de verdad le aman, no deben entristecerse, pues han de desearle lo mejor. Y El va al Padre, porque el Padre es más grande que yo, El sentido de la frase es que el Padre es mayor que El, no en cuanto el Verbo recibe por eterna generación la naturaleza divina, sino que, en cuanto es el Verbo encarnado, se proclama, por razón de su naturaleza humana, inferior al Padre. Es el sentido en que se habla abiertamente en otros pasajes de San Juan -- 6:62; 16:28; 17:5.24 --. San Agustín lo comentaba así: En cuanto aquello por lo cual el Hijo no es igual al Padre se iba al Padre.
El Señor les Bendiga y les regale su amor.
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SANTA CATALINA DE BOLONIA 1463
Santa Catalina de Bolonia apreciaba la necesidad, inherente al alma humana, de cosas bellas. Dado que pasó muchas horas iluminando su breviario, se la considera santa patrona de los artistas. Sin arte sobreviviríamos, pero no viviríamos.
Se dice que la belleza se halla en el ojo de quien la contempla. Si eso es cierto, no es necesario gastarse millones en una pieza de arte original para poseer algo bello. Todos nosotros, cualesquiera que sean nuestros ingresos, podemos agraciar nuestro hogar con algo que encontremos particularmente bello. Puede ser un objeto de la naturaleza (un guijarro o una concha especialmente bonitos), o un proyecto creado por un niño con amor como el principal ingrediente. Puede ser una fotografía, una planta o una antigüedad. Sea lo que fuere, el criterio principal es que nos dé una sensación de placer y bienestar al verlo.
Hoy, echa un vistazo a tus alrededores. ¿Alimentan tu necesidad de belleza? Si no, pide a Santa Catalina que te ayude a encontrar la cosa correcta que introducir en tu entorno para convertirlo verdaderamente en tu propio cenador tranquilo.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
"Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre"
Jn 15, 26 - 16, 1-4
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.“CUANDO VENGA EL PARÁCLITO”
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga el Paráclito”, se esta a refiriendo a quien conocemos como el Consolador. Dice Jesús que este el Espíritu de la verdad que yo les enviaré y que procede del Padre. No es aquí una simple fuerza o acción divina, es así como de la confrontación de textos en san Juan, se ve que lo está presentando como una persona divina; “Yo rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes” (Jn 14:17). Además, Jesús dice que él lo enviará; “la verdad que yo les enviaré”. Pero esto, por el método de alusión o insinuación, tiene un valor especial, porque en el Antiguo Testamento sólo Yahvé podía enviar este Espíritu, entonces Jesús se está poniendo, al enviarlo, en la misma esfera divina.
Al Paráclito, por la función que va a desempeñar de testimoniar a Jesús, se lo llama, como en el capítulo anterior, el Espíritu de la verdad
2.“ÉL DARÁ TESTIMONIO DE MÍ”
Dice Jesús: “él dará testimonio de mí”, es decir va a testificar el mensaje que Jesús traía del Padre. El Evangelio, esta centrado en la temática de san Juan, en que Jesús es el verdadero Hijo de Dios. Y lo va a testimoniar con las maravillas que realizará a favor de Jesús y su obra. Fundamentalmente en Pentecostés, con el cumplimiento de la promesa que hizo Jesús de enviarlo desde el cielo (Jn16:7ss), acusando así al mundo del gran pecado contra Jesús (Jn 16:9ss),(ss = siguientes). También los carismas en la primitiva Iglesia (Hecht 10:44ss; 19:5-6; 1 Cor c.12; Gal 3:5), y, en general, los milagros de todo tipo, que, hechos por el Espíritu Santo, testifican la verdad del mensaje de Jesús.
3.“LES HE DICHO TODO ESTO PARA QUE NO SE ESCANDALICEN”
Jesús además les anuncia la persecución por causa suya; “Les he dicho todo esto para que no se escandalicen”, es decir para que no pierdan la fe en la prueba. “Porque los expulsarán de la sinagoga”; más aún, llegará un momento en el que les quiten la vida pensando que así dan culto a Dios. El horizonte de estas persecuciones es judío: los expulsarán de la sinagoga, no en sentido local, sino de la congregación de Israel. Y como la hora de Dios para la expansión mesiánica llega, llegará también la persecución al máximum: la muerte.
4.“Y LOS TRATARÁN ASÍ PORQUE NO HAN CONOCIDO NI AL PADRE NI A MÍ”.
Directamente las palabras son dirigidas a los apóstoles para la hora de su ausencia, sin embargo el contenido doctrinal tiene mayor amplitud. Sucede que la excomunión de la comunidad judía era practicada desde la vuelta de la cautividad (Esd 10:8), esta tenía diversos grados; el último llevaba agregado la prohibición de todo para el excomulgado. Esta son las persecuciones que por falso celo hizo Saulo de Tarso, es el motivo por el que se mata a San Esteban(Hech 6:8ss) y sobre el 44 a Santiago el Mayor (Hech 12:1ss).Y con este falso celo creerán prestar un servicio a Dios. El término usado significa ofrecer un acto de culto litúrgico. En la literatura rabínica se lee: “Al que derrama la sangre de los impíos se le ha de considerar como si hubiese ofrecido un sacrificio”. Tal es la paradoja del fanatismo de Israel contra los seguidores del Hijo de Dios.
El motivo de hacer esto es la ceguera culpable, tantas veces expuesta o aludida en san Juan, por no haber conocido ni al Hijo ni al Padre, que le envió. Así es como lo dice Jesús: “Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí”.
5.“LES DIGO ESTO DE ANTEMANO”
Para que no pierdan la fe en la prueba. La advertencia –profética- que les hace, tiene para ellos un sentido apologético: que no se escandalicen a la hora de su cumplimiento. -Les digo esto de antemano, para que, cuando llegue la hora, recuerden que ya estaba anunciado- Cuando los poderes de la tierra los persigan, que sepan que Jesús se lo anunció; no es fracaso en su doctrina, es la permisión del plan del Padre. Así les anuncia la persecución y el triunfo, o mejor, el triunfo por la persecución.
6.NO LES DIJE ESTAS COSAS DESDE EL PRINCIPIO, PORQUE YO ESTABA CON USTEDES.
Antes, desde el principio, no les anunció esto porque estaba Él con ellos, y este vaticinio es sobre la suerte de ellos en la hora de su ausencia. Si aparecen vaticinios de persecuciones en el Sermón de la Montaña (Mt 5:11; Lc 6:22) , en la instrucción a los Doce (Mt 10:16-19) y a los discípulos (Lc 12:4) y en el Apocalipsis sinóptico (Mt 24:9 par).- , no son obstáculo a esta afirmación de ahora; porque varios de estos anuncios están agrupados artificiosamente y otros no están lejanos, en su anuncio, de los días de la pasión. De ahí que el término desde el principio no tenga una interpretación estricta desde su vocación al apostolado; ni el momento de decirse esto en este discurso excluye el que no se les hubiese dicho, más o menos claramente, en otras ocasiones. Pero su presencia no exigía decírselo o recordárselo con el apremio apologético de su inminente partida.
7.SER APÓSTOL DE JESÚS, ES UNA OBRA ESPECIAL
Después de este análisis, vemos que ser apóstol de Jesús, es una obra especial, que solo puede realizar el Espíritu Santo, en efecto es el que va a descubrir al discípulo de Jesús el sentido de sus palabras y del mismo modo todo su mensaje evangélico. Es el Espíritu Santo, el que también descubre en nosotros la nobleza de nuestros ideales, la dimensión de nuestro apostolado y lo que nosotros nos proponemos como apóstol del Señor.
El verdadero apóstol del Señor, es absolutamente incondicional, y busca conocerlo con profundidad, es decir se empapa de Jesús, lo ama y hace de el sus vida, y a toda hora y por siempre la ocupa en extender su Reino. Nuestro ideal es vivir el gozo pascual y con especial interés en las dificultades.
Dejemos que el Espíritu Santo, se encargue de moldear nuestra realidad interior, que nos haga unos buenos y verdaderos hijos de Dios, amándolo intensamente. Dejemos que el Espíritu Santo, nos entregue la ayuda del los dones de la sabiduría, la inteligencia, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios. Dejemos también que moldee nuestra actividad externa, siendo dóciles a sus inspiraciones, para que nuestra tarea de apóstol y evangelizadora, que de alguna forma todos tenemos que hacer, se bien acompañada.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN JUAN DE ÁVILA
San Juan de Ávila Nacido en enero del año 1500 en Almodóvar del Campo, cursa los estudios universitarios de Filosofía y Derecho en Salamanca y de Teología en Alcalá, como discípulo predilecto de Domingo Soto. También los libros de Erasmo, saturados de espíritu paulino y ansiosos de re forma, le influyeron mucho. Fue el discípulo más aventajado, dice Fray Luis de Granada.
Corría el año 1517 cuando Juan de Ávila, estudiante de Salamanca, oyó la voz del Señor cerca de él no ya en la ribera del Lago de Galilea, sino en el bullicio de una fiesta de toros y cañas. Pero el eco que produce en su alma le lleva a dejarlo todo.
Ordenado sacerdote el 1525, celebra su Primera Misa y sueña con el nuevo mundo americano cuyas primicias están llegando a España. Dios tenia señalado otro campo de acción: para su apostolado, se convertirá en el apóstol de Andalucía. Recorre Écija, Sevilla, Córdoba, Granada. predicando con acentos patéticos, la conversión de los pecados y ganando para su causa a algunos sacerdotes, con los que organiza una Congregación de Operarios para sembrar la Palabra de Dios. Cuando más tarde mande al Concilio de Trento un memorial sobre las necesidades de la Iglesia, señalará entre las principales la de curas confesores y predicadores: sus compañeros han de intentar cubrir esta última necesidad. Funda junto con ellos hasta quince colegios en los que como el mismo afirmaba, se aprendía no tanto a gastar los ojos en el estudio cuanto a encallecer las rodillas en la oración.
Fervoroso y mortificado, incluso más hombre de oración que de palabra, Juan de Ávila sigue su camino encendiendo inquietudes de más exigente espiritualidad en seglares, clérigos y religiosos; por ejemplo, en carmelitas, como san Juan de la Cruz, en dominicos como fray Luis de Granada, que será su primer biógrafo.
Mantuvo comunicación con Santa Teresa de Jesús, San Pedro de Alcántara y San Francisco de Borja.
Entre sus muchos convertidos a una vida santa descuella San Juan de Dios.
Juan mantuvo intimas relaciones con Ignacio de Loyola y su recién fundada Compañía, hasta el punto de que, uno de los hijos de Ignacio, el P. Villanueva, escribía a su santo fundador: «En tanta conformidad parece que quepa otro acuerdo: o que él se una a nosotros o que nosotros nos unamos a él». En realidad, varios de los discípulos de Juan ingresarían en la Compañía de Jesús al llegar días de persecución inquisitorial para Juan y su principal obra, el Audi, filia. Acosado por múltiples adversidades y minada su salud con tanto trabajo y penitencia, se retira a Montilla, sin fuerzas ya siquiera para predicar—salvo en las grandes solemnidades y casi sin voz—. Pronunciando reiteradamente los sagrados nombres de Jesús y María se apaga aquella luz que a .tantos había llevado hacia la conversión, era el 10 de mayo 1569.
Junto a su devoción a la Eucaristía, destacaba también su piedad mariana. Hasta llegar a escribir familiarmente: "más quisiera estar sin pellejo que sin devoción a Nuestra Señora".
Fue canonizado en 1970y es el patrono del clero secular español.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta:¿A dónde vas?”
Jn 16, 5-11
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: ¿A dónde vas?. Jesús nos dice que es necesaria su ausencia para que se envíe el Espíritu Santo.Antes les habló de su ida al Padre, y se entristecieron, como se vio anteriormente. En los capítulos 13 y 14 les anunció su partida - 13:36; 14:5 -; y en el 14 hay un diálogo con algunos apóstoles sobre el sentido de su partida. Y ahora que habla de nuevo sobre lo mismo. Ninguno de ustedes me pregunta, dice Jesús, como si también dijera, ahora nadie me pregunta, porque luego agrega que nadie le dice ¿A dónde vas?.
Dice Jesús: Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; En el plan del Padre, la ausencia de Jesús es condición no sólo para la venida del Espíritu Santo, sino para que el mismo Jesús lo envíe. Este primer rasgo basta para señalar la divinidad del que es objeto de esta promesa; sólo Dios puede ser aquel cuya venida es tan preciosa, que es uno dichoso comprándola al precio mismo de la ausencia de Jesús.
El Espíritu Santo que Jesús va a enviar, unirá su testimonio al de Jesús, para la Justicia de la causa del Salvador resplandezca a los ojos de los creyentes. La acción acusadora del Espíritu contra el mundo. La venida del Espíritu trae primeramente una misión fiscalizadora y condenatoria. Esta ofensiva del Espíritu contra el mundo malo va a ser triple. El pensamiento se expresa con una serie de matizaciones de un tema fundamental, que casi viene a ser una pequeña culminaciónconceptual.
De pecado; porque ellos no han creído en mí. Este fue el gran pecado de Israel: cerrar culpablemente los ojos a la Luz (Jn 3:2.19; 8:46; 15:22.24; 9:41). Porque el Pecado del Mundo es su incredulidad. El Espíritu del Paráclito pondrá en claro este pecado.
De justicia; porque me voy al Padre y ya no me verán ustedesLa venida del Paráclito va a ser la venida del gran defensor de la verdad de Jesús: hacerle justicia. Todo su mensaje quedaba garantizado con la gran efusión de la venida del Paráclito, que El prometía. Pentecostés fue la prueba de la verdad del mensaje del Hijo, rubricado con la promesa que hizo de enviar el Espíritu Santo. Y la prueba de que estaba con el Padre. Y como una secuencia de esta misma garantía es que ya no me verán ustedesde una manera normal a Jesús. Su ausencia era el precio del envío que hacía.
De juicio; porque el príncipe de este mundo ya está condenado. El príncipe de este mundo es Satanás. El es el que establece la lucha escatológica de las tinieblas contra la Luz, moviendo a los hombres a ser hostiles al imperio del Mesías. Pero al venir el Espíritu, viene la prueba de que el mensaje redentor de Jesús estaba hecho, y, por tanto, el imperio satánico vencido, juzgado, en el sentido de condenado. La hora escatológica final no será más que la expulsión definitiva de Satanás de su imperio temporal en el mundo (Jn 12:31; 16:33). La condena de Satanás es el triunfo de la justicia de Jesús.
El Espíritu Santo, nos sacará siempre de nuestra debilidades, cuando nos sintamos desalentados, imploremos su venida a nosotros. La presencia del Espíritu Santo nos llenara de alegría y nos dará paz.
Jesús es y debe ser el centro de nuestra vida espiritual, todas nuestras acciones y nuestras obras ha de ir encaminadas a que sea glorificado el Nombre de Jesús en nosotros
El Padre y Espíritu Santo, glorifican a Jesús y nos dan con ello una norma para nuestra vida.
Todo por Jesús, todo con Jesús y todo para Jesús, como cuando se cierra la plegaria eucarística, Por Cristo, con El y en EL, para que todo redunde en mayor gloria del Padre.
Queridos hermanos, que Jesús no se aparte nunca de nuestros pensamientos y se mantenga siempre en nuestros corazones, para que nuestra vida no se aparte de Dios.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN MAMERTO 477
Aunque los santos siempre estén dispuestos a escuchar nuestras peticiones y a ayudarnos en modos a menudo milagrosos, son los primeros en recordarnos que sin Dios carecen de poder. Cuando pedimos su ayuda, no es que puedan ponerse a la espalda de Dios para conceder nuestras peticiones. Ningún santo puede responder plegaria alguna, realizar ningún milagro o conceder favor alguno sin aprobación divina. Si lo que estamos pidiendo no está ordenado por la divinidad, ni el más grande santo del cielo puede dárnoslo. Si lo que estamos pidiendo ha sido ordenado por la divinidad, entonces ni el santo más grande del cielo puede impedir que ocurra.
San Mamerto, arzobispo de Viena en el siglo quinto, fue bien conocido como hacedor de milagros. Como todos los santos, atribuía sus milagros, incluyendo la extinción de un misterioso fuego por medio tan sólo de oraciones, a la gracia de Dios.
El proceso de canonización se ha hecho mucho más estricto ahora que en tiempos de San Mamerto. A fin de ser declarado oficialmente santo, se requieren milagros certificables. Dado que los milagros deben cumplir normas estrictas, las curas médicas con amplia documentación son las más comunes. Debido a las rigurosas normas, las causas de canonización de muchos hombres y mujeres santos están aguardando la prueba de los milagros. Entre estas gentes se hallan los que aparecen en este libro como Beatos. Si tienes una petición de un milagro que sea particularmente urgente, podrías tratar de pedir su ayuda a uno de estos santos que se hallan a la espera. Al concederte tu petición, podrías tal vez ayudarles a alcanzar la posición oficial de santo.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad”
Jn 16, 12-15
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
La acción del Espíritu Santo sobre los apóstoles continúa explicitándose ahora en una función reveladora.
Cristo quería completar su enseñanza sobre sus apóstoles, pero no puede ahora, porque no podrían comprender ni recibir útilmente estas enseñanzas sublimes. A pesar de tener el mejor Maestro, su rudeza, su estado de gentes sencillas e imbuidas en el ambiente judío, y, sobre todo, la sublimidad de las enseñanzas, no les permitía recibirlas entonces. Necesitaban una transformación radical, que estaba reservada, en el plan del Padre, a Pentecostés, como momento inicial de la acción del Espíritu en ellos.
Por eso, cuando venga el Paráclito, los conducirá a la verdad toda entera.
El término usado aquí para llevarlos o hacerles comprender es guiar en el camino: los llevará a la verdad toda entera.
La razón de esto es que les hacía falta la acción del Espíritu para comprender la plenitud de la enseñanza de Cristo; pues el Espíritu Santo no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer.
El Paráclito les recordará todo lo que Yo os he dicho (Jn 14:26), es decir, tomará las enseñanzas de Cristo y se las hará comprender en la plenitud conveniente, llevándoles así a la verdad completa de su enseñanza.
Como una garantía trinitaria, final, dirá Cristo que toda su doctrina es del Padre. Todo cuanto tiene el Padre es mío, parece restringirse aquí al orden doctrinal; es toda la doctrina que el Padre le entregó para comunicarla en su mensaje. Por eso es una posesión mutua. Y, siendo su doctrina del Padre y llevándola a plenitud el Espíritu, la doctrina de Cristo es, en realidad, esa verdad toda entera.
El contexto del evangelio de san Juan sugiere que, mejor que a una revelación absolutamente nueva de verdades hecha por el Espíritu, se refiere a una mayor penetración de las verdades reveladas por Cristo a los apóstoles (Jn 15:15; 17:8.14; cf.Mt 28:19.20).
En esta acción iluminadora del Espíritu se destaca concretamente que les anunciará las cosas venideras. Encuadrado esto en las enseñanzas de Cristo, probablemente se refiere este sentido profético a que el Espíritu Santo les revelará el nuevo orden de cosas, que tiene su origen en la muerte y resurrección de Cristo.
Una última cuestión es saber si este llevar a la verdad toda entera se refiere sólo a los apóstoles o es promesa hecha aquí, en este pasaje, a la Iglesia. El paralelo con Jn 14:26 hace ver que esta frase forma parte de un contexto más amplio, que conduce, allí como aquí, a la valoración de un contenido más universal.
Es así, como el Espíritu, conducirá a los discípulos de Cristo por nuevos caminos, por ignorados horizontes, por situacionesdiversas, no exentas de dificultades, a muchos santos los llevo por cárceles, a otros por martirios, sin embargo en la historia del cristianismo el Espíritu Santo siempre se ha hecho presente.
Muchos corazones que siempre mostraron su docilidad al Espíritu Santo, recibieron de EL inspiraciones donde les fue revelado los secretos del amor del Padre. Aejemplo de ellos, dejémoslo que sea nuestro guía, es decir, no le impidamos en nosotros sus impulsos, prestemos atención a su voz, seamos receptivos con El,nos hablara a través de la Palabra, en la oración, en la contemplación y en muchas ocasiones para nosotros insospechadas.
Invocar al Espíritu Santo es de las más perfectas y bellas entre todas las solicitudes que se pueden realizar. Él es Dios, es el Santificador. Él ha de alumbrarnos, confortarnos, guiarnos, vigorizarnos, abrasarnos con el fuego del amor divino, el nos convertirá en santos apóstoles.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN PANCRACIO, MÁRTIR
Lo que se sabe de él con certeza cabe en un renglón: fue un mártir romano que recibió sepultura en la Via Aureliana, al pie del Giannicolo, donde una iglesia perpetúa su nombre. Ya con carácter muy dudoso se nos dice que era un huérfano de la Frigia que se instaló con su tío en Roma, allí se hizo cristiano gracias al papa Cornelio y al no querer renegar de su fe fue decapitado a los catorce años.
Sea como fuere, su culto es muy antiguo, y se le solía invocar contra el perjurio, suponiéndose que castigaba con la parálisis y con la muerte a quienes juraban en falso; también venerado en Alemania como patrón de los caballeros, no se sabe por qué, y en Francia como abogado de los niños, lo cual es más lógico, ya que dicen que murió de corta edad.
En Inglaterra fue asimismo muy popular, y en Londres la parroquia de Saint Pancras dio su nombre al barrio y hoy perdura en una estación de ferrocarril. En otros países su imagen preside multitud de hogares y tiendas, niño vestido de romano con la palma del martirio y levantando un brazo protector.
Los santos más populares, como Valentín, Antonio de Padua, Nicolás o Rita, suelen serlo por razones muy prácticas, y eso ocurre también con san Pancracio, que tiene la valiosa intercesión de proporcionar salud y trabajo, dádivas no muy espirituales, pero sin duda de primera necesidad.
Contra el paro y contra las enfermedades ahí está san Pancracio, "el que lo puede todo", que partiendo de un origen tan oscuro ha llegado a tener tantos devotos. No desdeñemos hipócritamente dos grandes fundamentos de nuestra vida - la salud y el trabajo -, añadiendo quizá la petición de hacer buen uso de ambas cosas.
San Pancracio padeció el martirio en Roma en el mismo día, y acaso en el mismo año, que los santos Nereo y Aquiles (304 ó 305). Si la basílica de la vía Aurelia atrae menos a los peregrinos que la de aquellos sin embargo, Pancracio es un santo popular en Roma, antaño se llevaba a los recién bautizados a su tumba el domingo de Pascua. Aún hoy suelen los jóvenes reunirse allí. ¿No fue Pancracio, como Inés, el modelo de los «corderos recién nacidos que no dudó en sacrificar su juventud por permanecer fiel aCristo? Según la tradición, en efecto, Pancracio e Inés de Roma seguían el mismo camino que trazara, en el año 177, Póntico de Lyon, "un muchacho de quince años", el camino que seguirá más tarde, Segunda de Thuburbo (Túnez), chica doce años, y el mismo camino en el que se comprometerían un lejano día, los mártires de Uganda (3 de junio). En Jesucristo no hay ya jóvenes ni viejos: el amor del Señor lleva a su plenitud a los corazones en los que penetra en profundidad.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo"
Jn 16, 16-20
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
En forma algún tanto velada Jesús les habla de su muerte y resurrección. Después de las enseñanzas que sobre esto les hizo en su vida pública, los apóstoles deberían haberlo comprendido, pero aparecen con la incomprensión con que se muestran en otras ocasiones, sobre todo ante el anuncio de grandes misterios. ¿Y qué significa: Yo me voy al Padre?, decían citando también como incomprensión el que anuncia su ida al Padre.
Dice Jesús: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo”
Jesús ha de subir al Padre y esta ausencia, le producirá tristeza a sus discípulos, sin embargo El les recuerda amorosamente que esta desolación y congoja se transformará en alegría. Precisamente san Lucas, describiendo la aparición de Jesús resucitado a los Once, dirá que casi no creían en fuerza del gozo Lc 24:41, o como los dice Mateo; “Partieron ligeras del monumento, llenas de temor y de gran gozo, corriendo a comunicarlo a los discípulos” Mt 28:8, y será tan profundo y definitivo, que tendrán una alegría que nadie les podrá quitar.
Y con gozo la visión clara de la fe del plan y de la persona de Jesús, al que ya poseerán en la plenitud de la fe total, fuerte e indestructible. En la vida de Jesús, encontramos la amargura que nos produce el recordar su muerte en Semana Santa, sin embargo nos llenamos de alegría, al amanecer del domingo de resurrección.
Jesús no les oculto la realidad por la cual pasarían sus discípulos, les dijo también ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría y, nadie les podrá arrebatar ese gozo.
Así es nuestra vida de cristianos, orientada a las alegrías pascuales, gratos sentimientos de gozo, como los que hemos sentido en las fiestas del nacimiento de Jesucristo, o cuando celebramos la fiesta en la que se conmemora la resurrección de Cristo o cuando percibimos los gozos de la venida del Espíritu Santo.
Decía San Alberto Hurtado hablando de la alegría cristiana: “Es nuestro rostro siempre una sonrisa ancha y brillante como el sol. Llenar de sol la vida de los demás. Crear siempre alegría a nuestro alrededor. La vida no es triste sino alegre. El mundo no es un destierro sino un jardín. El hombre no nace para sufrir sino para gozar. El fin de nuestra vida no es la muerte, sino la vida.”
La vida cristiana y la alegría son dos realidades íntimamente unidas, nuestro gozo y alegría tiene una gran opción, “Jesucristo”. Nuestro gozo es y debe ser fruto de una experiencia de fe en Dios y de comunión con Aquel que es Camino, Verdad y Vida, él nos muestra a nosotros cual es el sentido de nuestra vida en este mundo y la felicidad que nos promete con la vida eterna.
El Evangelio, es la Buena Noticia, es el mensaje de alegría, que nos invita a vivir en el amor del que nos amo primero. Y este amor, el mismo amor de Cristo, ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Por eso nos afirma San Pablo que “el fruto del Espíritu... es alegría”Nuestra alegría testimonia la profundidad de nuestro compromiso con el Plan divino. Quien vive su fe con tristeza y abatimiento, no ha comprendido bien el sentido del mensaje Jesús.
Recordemos cuando el ángel invita a María a vivir la alegría: “Alégrate, llena de gracia...”.María se llena de gozo en el Señor, pues el Mesías nacerá de Ella por obra del Espíritu Santo.
Recordemos el cántico del Magníficat, donde se expresa una hermosa palabra de alegría, María exulta de gozo “en Dios mi Salvador... porque ha hecho en mi favor grandes maravillas”. Así mismo luego María y José cuando presentan al niño en el Templo, tanto el anciano Simeón como Ana se gozan en el Espíritu ante la presencia del Reconciliador.
Recordemos el momento de la Transfiguración, cuando en ese encuentro íntimo con el Señor mueve a Pedro a exclamar: “Señor, bueno es estarnos aquí” Claro, sólo Jesús puede ofrecer la alegría que nadie nos podrá arrebatar. .
Sin embargo, nuestra vida no está libre de pruebas y dificultades, de incomprensiones y rechazo, de dolor y sufrimiento. Sin embargo, en medio de estas pruebas no nos dejemos abatir. San Pablo nos enseña que el cristiano se hace fiel seguidor del Maestro “abrazando la Palabra con gozo del Espíritu Santo en medio de muchas tribulaciones”. “Alegraos en la medida en que participáis de los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria”
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Nª. Sª. DE FÁTIMA
Fátima, aldea de Portugal, diócesis de Leiria, municipio de Vila Nova de Ourém, se ha hecho célebre gracias a las seis apariciones de la Virgen a tres pastorcillos: Lucía dos Santos, de diez años, y sus dos primos Francisco Marto, de nueve años y Jacinta, de siete, desde el 13 de mayo al 13 de octubre de 1917. La primera aparición de la Virgen sucede el día 13 mayo 1917. Era mediodía. Los pastorcillos apacentaban los rebaños de sus padres en el lugar llamado Cova de Iria, a 2 Km. de Aljustrel y a unos 3 Km. de la iglesia parroquial de Fátima. De repente, con el sol en su cenit, los niños quedan deslumbrados por una explosión de luz, que ellos califican de relámpago. Temiendo una tempestad reúnen el rebaño para volver a sus casas pero una nueva explosión de luz los hace detener. Cuando intentan avanzar se sienten envueltos en una claridad que casi les ciega. Entonces los tres, como obedeciendo a un mismo impulso, miran hacia la derecha. Y sobre una encina, en el centro de una gran aureola que los envuelve también a ellos, ven a una Señora muy bella, más brillante que el sol. Después de asegurar a los pastorcillos que no les hará ningún mal, contesta a algunas preguntas que Lucia le hace, le revela algunos secretos y les pide que vuelvan al mismo lugar todos los días 13 de cada mes hasta octubre. Entonces les revelaría quién era y lo que de ellos deseaba. Promete también volver una séptima vez. E1 13 de junio, a la misma hora, después de la habitual explosión de luz, la Señora se aparece a los pastorcillos y habla con Lucia durante diez minutos. En ésta, como en las otras apariciones, Lucia conversaba con la Señora, Jacinta ve y oye la conversación, mientras Francisco solamente ve, sin escuchar las respuestas de la Aparición. La Virgen les recomienda el frecuente rezo del rosario (v.), añadiendo después del Gloria esta jaculatoria: « ¡Oh Jesús! Perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, principalmente las que más lo necesiten. Lucía pide a la Señora que los lleve al cielo, y Ella responde que rápidamente llevaría a Jacinta y a Francisco, pero Lucia quedaría algún tiempo más, porque se quería servir de ella para establecer en el mundo la devoción a su Inmaculado Corazón.
La tercera aparición tiene lugar el 13 de julio. Lucía pregunta a la Aparición lo que quiere y la Virgen responde: que recen el rosario para que la guerra termine; promete un milagro en octubre, para que todos crean les exhorta a hacer sacrificios por la conversión de los pecadores y en reparación de las ofensas a su Corazón Inmaculado; después desaparece. La multitud presente sólo veía una nube blanca posarse sobre la encina, al mismo tiempo que disminuía la luz solar. E1 13 de agosto, el alcalde de Ourém consigue engañar a los pastorcillos y, en vez de llevarlos a Cova de Iria, donde se encontraba reunida una gran multitud, los lleva a Ourém, donde los detiene. Por este motivo la aparición no se verifica, a pesar de haber visto la multitud la acostumbrada nube blanca después de la explosión luminosa. En el día 19, cuando apacentaban el rebaño en Valinhos, se les aparece la bella Señora, que de nuevo les exhorta a rezar por los pecadores, a decir el rosario y a hacer sacrificios. En la quinta aparición, el 13 de septiembre, la multitud pudo ver, además de la acostumbrada nube, una bola de fuego, proveniente del Oeste, que se posa muy cerca de los tres videntes, mientras caían del cielo pétalos de rosa, blancos, o copos de nieve, que a una cierta altura se diluían. La Virgen vuelve a recomendar el rezo del rosario y les promete que volvería en octubre. Además consiente en que, con el dinero ofrecido, se construya una capilla en el lugar de las apariciones. Después de esto, la bola de fuego se eleva en el cielo. En la sexta aparición, el 13 de octubre, estaban presentes en Cova de Iria cerca de 60.000 personas. A pesar de una lluvia intensa, la multitud no se mueve, deseosa de presenciar el milagro prometido. A la pregunta de Lucía a la <la Señora del Rosario, que había venido para exhortar a los fieles a cambiar su vida, para no afligir más, con sus pecados, a su Divino Hijo, a rezar el rosario y a hacer penitencia. Manifiesta el deseo de que fuese erigida en aquel lugar una capilla en su honor. Después de haber prometido que si los hombres se convirtieran terminaría la guerra, la Virgen aparta las manos, que se reflejaban en el sol como indicando a los niños que dirigieran su vista al astro, súbitamente visible. En el mismo momento en que la Señora hizo este gesto, Lucía grita a la multitud: « ¡Miren hacia el sol! ». Y en ese mismo momento deja de llover, las nubes se apartan y el sol, como disco luminoso, comienza a girar vertiginosamente sobre sí mismo, como una rueda de fuego, lanzando en todas direcciones chorros de luz, mudando muchas veces de color y tonalidad. El firmamento, la tierra, los árboles, las rocas, el grupo de videntes y la inmensa multitud aparecen varias veces teñidos de amarillo, verde, rojo, azul, violeta. Este fenómeno dura dos o tres minutos. El sol se detiene durante algunos instantes, para recomenzar de nuevo su danza de luz, de forma cada vez más deslumbrante aún. De nuevo y por tercera vez, vuelve a comenzar sus movimientos, cada vez más variado, más colorido, más brillante: ese fuego de artificio tan extraordinario que ningún artífice humano imaginó semejante. El fenómeno dura cerca de diez minutos. Los pastorcillos afirmaron haber visto además de la Virgen, a Jesús y a S. José
A las apariciones de Fátima. Responden a un reflorecimiento del movimiento mariano que es designado como "Era Mariana". El mayor milagro de N. S. de F. es la transformación religiosa y moral de Portugal. A pesar de todas las afirmaciones de fe en las apariciones, por parte de multitudes de fieles que iban a Cova de Iria hasta 1930 el obispo de Leiria, José Alves Correia de Silva, no autoriza el culto a N. S. de Fátima. A partir de entonces, los peregrinos llegan desde todas las regiones de Portugal y de los más variados puntos del orbe. En 1946, el card. Masela, en presencia de unos 600.000 peregrinos, corona solemnemente la imagen de la Virgen. Después se construye en Cova de Iria un santuario, declarado Basílica menor, de 82 metros de largo y 56 de altura. En 1926 se funda una oficina, con el fin específico de constatar y verificar las numerosas curas milagrosas. De ellas se hace eco la
E1 31 oct. 1942 Pío XII, accediendo a las súplicas del Episcopado portugués, consagra solemnemente la Iglesia y todo el género humano al Corazón Inmaculado de María. Partiendo de su santuario la imagen de Nª. Sª. de Fátima comienza a «peregrinar» por las naciones y por los pueblos de Occidente y de Oriente, convidando a todos los hombres a orar y hacer penitencia, y que regresen a Jesucristo. Mientras tanto comenzaba en la diócesis de Leiria el proceso de beatificación de los dos hermanos Francisco y Jacinta que, como había predicho la Virgen, mueren a los pocos años de producirse las apariciones. Lucía vive todavía, actualmente religiosa carmelita en Coimbra. Por voluntad de Pío XII, el Año Santo de 1950 concluye el 13 oct. de 1951 en Fátima., congregándose cerca de un millón de peregrinos de todos los puntos del orbe. El cincuentenario de las apariciones fue señalado con numerosas peregrinaciones de todo el mundo, con el Xll Congreso Mariano Internacional y, sobre todo, con la personal peregrinación del papa Paulo VI que, en el 13 mayo 1967, se traslada a Cova de Iria, presidiendo las ceremonias de tal acto.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”
Jn 15, 9-17 “
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.“COMO EL PADRE ME AMÓ, TAMBIÉN YO LOS HE AMADO A USTEDES. PERMANEZCAN EN MI AMOR”
Jesús, les habla a sus apóstoles del ansia de su amor hacia ellos para que fructifiquen unidos a El, pues los ama al modo sobrenatural, como el Padre le ama a El. Unidos a El y amados por El no necesitan, para dar “mucho fruto,” más que “permanecer en El.”
Y la prueba de esta permanencia son las obras: mis mandamientos, mis preceptos. Porque no todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre (Mt 7:21). Ha de ser copiado su ejemplo: como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Y les dice esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto Porque cumplen el mensaje del Padre, que El trajo como el Enviado. Y para nuestro gozo sea cumplido. Pues al saber que estamos unidos a Cristo-Vid, permaneceremos unidos a El y que al guardar sus mandatos, sabemos entonces la meta suprema de sus aspiraciones: ser amados por el Padre.
2.COMO TAMBIÉN YO LOS HE AMADO A USTEDES
Jesús nos dice: como también yo los he amado a ustedes. Jesús nos ama con el mismo amor que ama al padre. Hoy por logeneral definimos el amor como aquel sentimiento de afecto, cariño, solidaridad que una persona siente hacia otra y que se manifiesta generalmente en desear su compañía, alegrarse con lo que se considera bueno para ella y sufrir con lo que se considera malo.
Le decimos amor, a nuestra persona amada, decimos que se hace con amor, cuando se hace algo con esmero, con mucho cuidado, cuando deseamos hacer algo con mucho gusto, decimos que lo hacemos de mil amores, cuando somos generoso en hacer algo y lo hacemos de forma gratuita, decimos que lo hacemos por amor al arte, y cuando pedimos algo con humildad y caridad decimos por amor a Dios.
¿Pero cómo fue el amor de Jesús?, En los Evangelios encontramos la fuerza del amor de Jesús, es un libro abierto para descubrir como fue el amor de Jesús, “En esto Conocerán todos que sois mis Discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Jn, 13-35), “Como el Padre me Amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor” (Jn 14-9), “Si Guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”, (Jn 14-10) “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado” (Jn 14-12), “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn 14-13) “Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo daré a conocer Todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos." (Jn 17-26)
3.DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MÍ
Podemos encontrar muchas manifestaciones de sensibilidad, por la cual conocemos como es el afecto de Jesús, podemos descubrir al hombre con la inclinación natural a hacer el bien, podemos hallar dulzura, suavidad, amabilidad de carácter, no solo tiene la facultad de ser el perfecto amigo bueno, además en todo lo parece, se manifiesta claramente su sentimiento de pena y lastima por la desgracia o el sufrimiento ajeno, para todo se inclina con afecto, su carácter es templado, apacible, en otras palabras es el puro amor, que nos maravilla por su aptitud del conocimiento perfecto de la comprensión, con un dominio absoluto para el entendimiento y la capacidad para respetar y ser tolerante con los demás, El posee el mayor grado posible de la cualidad
Amor puro por los niños;"Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos" (Mt 19, 14), ese amor natural por el bien de los demás;”Entonces Jesús, levantándose, le dijo: "Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te condenó?" "Ninguno, Señor", respondió ella. Y Jesús le dijo: "Yo no te condeno tampoco. Vete, desde ahora no peques más” (Jn 8, 10-11), así podríamos llenar muchas páginas de ejemplo sobre como amo Jesús.
4.A QUIEN MIRÓ JESÚS, LOS HIZO CON AMOR
A quien miró Jesús, los hizo con amor, así nos mira a nosotros hoy, con afecto, y cuando nos habla lo hace al corazón, su suave voz es además una insistencia permanente en nuestra conciencia, voz que nos invita a seguirlo, aceptarlo y a la cual debemos guardar fidelidad, y a amarlo como el lo hizo y lo sigue haciendo.
Así es el amor de Jesús, ese que no condena, ese que nos da misericordia, ese que transforma nuestras vidas, ese que nos da paz absoluta, por tanto podemos definir que Jesús es perfecto e inigualable sinónimo de amor.
5.“ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO”
La situación histórica de esta sección queda sugerida por el lugar paralelo del amor al prójimo, evangelio según san Juan 13:34.35, donde Cristo nos dice: “Les doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”.
El amor mutuo que han de tenerse no es filantropía, ha de estar calcado en el ejemplo de Él: que se amen como El los ha amado. Precisamente por este modo es por lo que antes llamo también a este precepto “un mandamiento nuevo”.
6.NO HAY AMOR MÁS GRANDE QUE DAR LA VIDA POR LOS AMIGOS
Como ejemplo que clarifique este amor suyo, pone lo que es prueba humana, esto es dar la vida por los amigos. No es que Cristo restrinja la universalidad de su muerte, sino que utiliza la comparación usual humana.
Al hablar de amigos, le lleva a llamar a sus apóstoles amigos. Ya que los servidores ignoran lo que hace su señor. El Antiguo Testamento tenía más aspecto de servidumbre. Sin embargo los amigos conocen sus intimidades. Y El les revelo el gran secreto y mensaje del Padre, es decir el Evangelio, las intimidades de Dios. Pero la verdadera amistad exige obras. Así como nos dice: Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Como amigos de Cristo son predilectos. Y esto evoca la elección que hizo de ellos para el apostolado, como lo indica el término lingüístico según san Juan 13:18, donde les dice: “no hablo de todos ustedes, yo se a quién he escogido”.
7.YO EL QUE LOS ELEGÍ A USTEDES, Y LOS DESTINÉ PARA QUE VAYAN Y DEN FRUTO, Y ESE FRUTO SEA DURADERO.
Directamente se refiere no a la predestinación, sino a la elección, vocación, al apostolado, que les hizo al llamarlos a cada uno en su día, san Juan 6, 70: ¿No les elegí yo a los doce?, y de este modo no piensen que este privilegio fue algo que salio de ellos.
La finalidad de esta elección es para que vayáis. El sentido es: a seguir su camino, san Mateo 9:6; 19:21; es la misión de apóstoles; y no se pone término geográfico a su misión, “Id pues y hagan discípulos a todas las gentes”, (Mt 28-19): es decir que den mucho fruto de apostolado. Es la vocación a la santidad antes dicha. Y es a lo que lleva la sección siguiente, en que habla de las persecuciones que tendrán por causa de él.
Para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero, es decir, el fruto de su apostolado que sea de una eficacia permanente allá donde ellos arrojen la simiente.
8.“ASÍ TODO LO QUE PIDAN AL PADRE EN MI NOMBRE, ÉL SE LO CONCEDERÁ”.
Y otra vez se pone la oración como medio eficaz de apostolado. “Así todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo concederá”. El apóstol tiene en la oración un recurso de éxito, pero tiene la obligación de usarla como medio normal del fruto de su apostolado. La forma rotunda con que está expresada la concesión de todo lo que pidan tiene una explicación semejante a lo anteriormente expuesto.
La sección termina con una exposición impactante: Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros. Pero solo hay un precepto: el amor.
Toda la voluntad de Cristo se resume en esta palabra, amor, amar, de este modo y solo así se cumple la voluntad de Dios y la misma voluntad del Hijo, que no es otra que la voluntad del Padre.
9.Y LOS DESTINÉ PARA QUE VAYAN Y DEN FRUTO, Y ESE FRUTO SEA DURADERO
Amar es entregarse, es darse, es saber que podemos hacer nosotros por nuestro amado Jesucristo que vive en nuestro prójimo, y entregarnos a nuestro prójimo como Cristo se entrego por todos nosotros. Así como nos pide Jesús, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado.
Nos dice Jesús: No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes. Tenemos que comprender, que no le hacemos un favor a Jesús acatando su llamada, El nos esta haciendo a nosotros una ayuda, por tanto debemos estar agradecido del Señor, El nos llama a la santidad en nuestras vidas, entonces no es suficiente alborozarse por este llamado, es necesario comprender cual es la razón y el fin de esta elección, así como nos lo dice Jesús: Y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN MATÍAS, APÓSTOL
No conocemos a San Matías más que por el relato de su elección en los días que mediaron entre la Ascensión y Pentecostés. Por lo demás esa circunstancia es la razón de que se celebre su fiesta al final del tiempo pascual. Pero la alocución de Pedro antes de la elección de Matías es de la mayor importancia, en primer lugar que los Apóstoles eran conscientes de pertenecer a un grupo aparte, el colegio de los Doce, explícitamente establecido por Jesús para continuar su propia misión. Al haber fallado uno de los Doce, era menester remplazarlo, puesto que el número era sagrado: el nuevo pueblo de Dios se edifica sobre los Doce Apóstoles lo mismo que el antiguo Israel procede de los doce hijos de Jacob. Además, para ser elegido como Apóstol, es necesario haber seguido a Jesús desde su bautismo hasta la ascensión, a fin de «hacerse testigo de su resurrección». El haber vivido junto a Cristo, escuchando sus enseñanzas, compartido su vida, y más tarde haber comido y bebido con él tras su resurrección de entre los muertos, es la experiencia irremplazable que permitirá a los Apóstoles hablar con seguridad y les otorgará la fuerza para sellar su testimonio con su propia sangre.
Retomar algo donde otro lo dejó es delicado. Cuando se filmó la continuación de Lo que el viento se llevó, considera la presión -a la que estarían sometidos los actores que tenían que recrear los papeles interpretados por Vivían Leigh y Clark Gable. No sólo tenían que conseguir interpretaciones creíbles por sí mismas, sino que eran constantemente comparados con la Escarlata y el Rhett originales.
Ya es bastante difícil tener que vivir a la altura de la reputación gloriosa de tu predecesor, pero más difícil aún es tener que vivir una mala reputación. San Matías tenía ese problema. Lo único que sabemos acerca de él es que fue escogido para coger el puesto de Judas Iscariote entre los doce apóstoles. Imagina lo que tiene que ser atravesar la historia conocido como el que reemplazó a Judas. Hiciera lo que hiciera Matías, lo primero que la gente iba a recordar sería que sustituyó a la persona que traicionó a Jesús.
Nosotros podemos tener dificultades similares. Si reemplazamos una persona bien querida y que tuvo que partir bajo condiciones favorables, podemos acabar siendo recordados constantemente que nuestro predecesor hizo las cosas de modo diferente. Y a la inversa, si la persona fue expulsada, somos conocidos como el que la sustituyó en tal y cual trabajo. En cualquiera de ambos casos, es difícil establecer nuestra propia identidad a la sombra de nuestro predecesor.
La mejor - y única - cosa que podemos hacer cuando nos enfrentamos a una situación así es la de centrar nuestra atención en la tarea que tenemos a mano. No podemos cambiar lo que hizo o dejó de hacer la persona que tuvo el trabajo antes que nosotros. Lo único que podemos controlar son nuestras propias acciones.
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo
“Les aseguro "que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá”
Jn 16, 23b-28
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
En este hermoso Evangelio, Jesús no dice: Les aseguro "que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Es una promesa de mucho optimismo.
En el comienzo de este versículo, Jesús les decía: “en aquel día no me preguntaran nada, en verdad, en verdades les digo” El poder de su oración en aquel día. Cristo les invita también, “Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre”, así es como él nos motiva a que pidamos al Padre en “su nombre.” Todos han de rogar al Padre por la fe en Cristo, el Hijo de Dios encarnado. Hasta ahora los discípulos sabían el gran poder intercesor de Cristo (Jn 11:22). Pero no lo habían puesto a El como intercesor, no habían pedido en su “nombre” de Hijo de Dios encarnado.
Al decir Jesús “Les aseguro que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, El se lo concederá” nos garantiza el éxito de la oración así hecha al Padre y de “lo que pidan”. Como en otros relatos evangélicos, (Jn 14:13.14), por el “paralelismo” de estos contextos, es una enunciación de tipo de la sabiduría o relacionado con ella, que supone restricciones o condiciones con las que ha de entenderse. Tal es también su formulación sapiencial en los Evangelios sinópticos (Mt 7:7-11 par.). La misma conclusión de esta enseñanza: que pidan en su nombre “para que vuestro gozo sea cumplido,” hace ver que esta oración será escuchada dentro de la finalidad que aquí se establece: “para que su gozo sea cumplido.” ¿Cuál es éste? Esta frase aparece con perspectivas distintas en san Juan (Jn 15:11; 17:13). Pero si, “en aquel día,” ya iluminados por el nuevo estado de cosas, tendrán el gozo cumplido al ser escuchados por pedir en el nombre de Cristo, supone esto que lo que piden los apóstoles está en consonancia con este nuevo estado de cosas y con el Espíritu que entonces los moverá en su actuación.
Dice Jesús “Y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes” Y como nueva garantía, les dice que no necesitarán que El ruegue por ellos ante el Padre. No es que niegue la necesidad de su intercesión (Jn 15:5; Heb 7:25), lo que les quiere destacar es la confianza y seguridad con que deben hacer esta oración en su “nombre,” pues deben saber que ya el Padre los “amó,” porque han creído en que El “ha salidode Dios.”
Nos asegura Jesús que todo lo que pidamos, nos lo concederá el Señor, el asunto ahora es como debe ser nuestra petición, esta ha de ser confiada, porque cuando nuestra confianza es débil, nos damos cuenta que no conseguimos lo que pedimos.
Dios es nuestro Padre, cuando nos presentemos a El, hagámoslodel mismo modo cuando éramos pequeño y al pedir a nuestro padre pedíamos sabiendo lo que conseguiríamos, con confianza de hijos, con esa confianza en la maravillosa misericordia, la gran ternura y bondad que hay en nuestro Padre celestial.
Confiemos en Jesús y su promesa de oír nuestras oraciones y concedernos lo que le pidamos. Si bien es cierto que a veces no sucede, es por que pedimos mal y no es por la ineficacia de la oración.
Por eso la oración debe cumplir ciertos requisitos tales como la confianza de ser hijos de Dios y de amistad con Jesús. Además debe hacerse con humildad, porque estamos necesitados y delante del Padre somos indigentes y tenemos que reconocer que necesitamos mucho de El. Y no debemos dejar de lado la perseverancia, porque Jesús nos promete que nos oirá nuestras oraciones. Pero no nos dijo cuantas veces hemos de pedir. También estemos dispuestos al orar a recibir la voluntad del Señor y confiados que nuestro Padre siempre nos dará lo que es mejor para nosotros, incluso no coincidiendo a veces con lo que nosotros deseemos.
Luego Jesús les dice: Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Muchas veces tuvo que hablar en forma figurada, en parábolas. La grandeza del tema y la rudeza de ellos hizo a Cristo utilizar este sistema pedagógico. Pero “en aquel día” ya les hablará claramente del Padre. El Espíritu Santo, que les enviará, les iluminará de tal manera que no necesitarán preguntarle nada, porque estarán suficientemente ilustrados, por las luces del Espíritu, para conocer óptimamente al Padre. Se cumple así lo del profeta: “Vienen días. en que no tendrán que enseñarse unos a otros, diciendo: “Conoced a Yahvé,” sino que todos me conocerán, desde los pequeños hasta los grandes”
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SAN ISIDRO, LABRADOR
Paradójicamente, el patrón de Madrid no es un ciudadano, sino un campesino, este santo labriego de vida muy nebulosa (que conocemos gracias a un texto del siglo Xlll de Juan Diácono) que inspiró a Lope de Vega una infinidad de versos con más inspiración y fervor que sustancia histórica.
Debió de nacer en Madrid, en torno al año 1080, quizás en la parroquia de San Andrés, era jornalero en los alrededores de aquella diminuta población del siglo Xll, tal vez en Torrelaguna contrajo matrimonio con una joven llamada María Toribia (santa María de la Cabeza según la tradición), tuvo por hijo a san Illán y se cree que estuvo al servicio de un tal Juan de Vargas.
Ya desde niño hubo de aplicarse a las labores del campo, toda vez que su familia, si bien rica en dones de piedad y virtudes cristianas, se veía sumamente apurada de los bienes de fortuna. Afirma de él Gregorio XV que «nunca salió para su trabajo - sin antes oír, muy de madrugada, la santa Misa». Este espíritu de piedad y unión con Dios no le abandonaba en su trabajo - si bien en modo alguno le servía como freno, antes, al contrario, el trabajo era al mismo tiempo plegaria, fue motivo aparente para que sus compañeros de faena, envidiosos le acusaran de descuido ante su señor, cuya confianza se había granjeado la entrega de Isidro. Soportó reiteradamente semejantes humillaciones correspondiendo siempre a ellas con el perdón y regando en verdad cada vez más "la tierra con el sudor de su frente". Dios premió tal humildad y constancia con no pocos milagros que han llevado a aureolar a San Isidro con un nimbo de taumaturgia. Pero acaso su mayor gloria, junto con esa piedad a la que hemos aludido más arriba, radicara en la fidelidad a sus amos, su consagración desinteresada al trabajo y una insondable caridad para con los más pobres que él, con los que a diario compartía su mesa.
Próximo a expirar, tras recibir al Señor en Viático, era el año 1170. exhortó a los suyos al amor de Dios y del prójimo, antes de rendir cumplida cuenta de los talentos que el dueño de la granja del mundo le había confiado.
Su cuerpo incorrupto se conserva en la iglesia de San Andrés.
Junto a la ermita del Manzanares está la fuente milagrosa. La devoción popular ha colocado estos versos ingenuos: "Pues San Isidro asegura que si con fe la bebieres y calentura tuvieres volverás sin calentura".
El 12 de mayo de 1622 fue un gran día para España. Gregorio XV canonizaban con San Isidro, a tres españoles más: Ignacio de Loyola, Francisco Javier y Teresa de Jesús.
Es patrono de todos los hombres del campo españoles
Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia deVigo