LUNES, San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia. (MO). Blanco
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ecli 15,5
El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, y lo revistió de su gloria, para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que suscitas continuamente en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad, concédenos imitar de tal modo el celo por las almas que animó al obispo san Alfonso María, que podamos alcanzar con él la recompensa del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Núm 11, 4-15
Lectura del libro de los Números.
Los israelitas dijeron: “¡Si al menos tuviéramos carne para comer! ¡Cómo recordamos los pescados que comíamos gratis en, Egipto, y los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos! ¡Ahora nuestras gargantas están resecas! ¡Estamos privados de todo, y nuestros ojos no ven nada más que el maná!”. El maná se parecía a la semilla de cilantro y su color era semejante al del bedelio. El pueblo tenía que ir a buscarlo; una vez recogido, lo trituraban con piedras de moler o lo machacaban en un mortero, lo cocían en una olla, y lo preparaban en forma de galletas. Su sabor era como el de un pastel apetitoso. De noche, cuando el rocío caía sobre el campamento, también caía el maná. Moisés oyó llorar al pueblo, que se había agrupado por familias, cada uno a la entrada de su carpa. El Señor se llenó de una gran indignación, pero Moisés, vivamente contrariado, le dijo:
“¿Por qué tratas tan duramente a tu servidor? ¿Porqué no has tenido compasión de mí, y me has cargado con el peso de todo este pueblo? ¿Acaso he sido yo el que concibió a todo este pueblo, o el que lo dio a luz, para que me digas: ‘Llévalo en tu regazo, como la nodriza lleva a un niño de pecho, hasta la tierra que juraste dar a sus padres’? ¿De donde voy a sacar carne para dar de comer a todos los que están llorando a mi lado y me dicen: ‘Danos carne para comer’? Yo solo no puedo soportar el peso de todo este pueblo: mis fuerzas no dan para tanto. Si me vas a seguir tratando de ese modo, mátame de una vez. Así me veré libre de mis males”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Israel al sentir el hambre, pide comida. Saciados y hartos del maná, piden carne. Protestan ante Moisés y éste se dirige a Dios. La oración de Moisés en este pasaje es una de sus más emotivas intercesiones ante Dios a favor del pueblo. A estas quejas responde Dios con una doble promesa: el problema de la comida será resuelto con la bandada de codornices; el problema del peso del pueblo será aliviado con la participación de un senado compuesto de setenta ancianos.
SALMO Sal 80, 12-17
R. ¡Escuchemos la voz del Señor!
Mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer: por eso los entregué a su obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos. R.
¡Ojalá mi pueblo me escuchara, e Israel siguiera mis caminos! Yo sometería a sus adversarios en un instante, y volvería mi mano contra sus opresores. R.
Los enemigos del Señor tendrían que adularlo, y ese sería su destino para siempre; Yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo y lo saciaría con miel silvestre. R.
ALELUYA Mt 4,4
Aleluya. El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Aleluya.
EVANGELIO. Mt 14, 13-21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al enterarse de la muerte de Juan el Bautista, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, sanó a los enfermos. Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: “Éste es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos”. Pero Jesús les dijo: “No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos”. Ellos respondieron: “Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados”. “Tráiganmelos aquí”, les dijo. Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastos. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús, que se ha negado a un milagro fácil y cómodo para satisfacer su hambre en el desierto porque vive de la Palabra de Dios, ha repartido a la gente esa palabra y recurre al milagro para darles también el pan. Una palabra que no lleve a dar también pan al hambriento y vestido al desnudo, no es Palabra de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, enciende en nuestros corazones el fuego del Espíritu, que concediste asan Alfonso María para celebrar estos misterios y presentarse ante ti como ofrenda santa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMÚNIÓN Cfr. Lc 12,42
Este es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su casa para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que constituiste a san Alfonso María predicador y fiel ministro de tan santo misterio, concédenos que tus fieles participemos frecuentemente de este sacramento, y, al recibirlo, te, alabemos eternamente. Por Jesucristo nuestro Señor.
Martes, De la feria. Verde. San Eusebio de Vercelli, o.(ML). Blanco. San Pedro Julián Eymard, p. (ML).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 69,2.6
Líbrame, Dios mío. Señor, ven pronto a socorrerme. Tú eres mi ayuda y mi libertador; no tardes, Señor.
ORACIÓN COLECTA
Derrama, Padre, tu misericordia sobre tu pueblo suplicante, y ya que nos gloriamos de tenerte por Creador y Señor, renueva en nosotros tu gracia y consérvala en tu bondad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Núm 12, 1-13
Lectura del libro de los Números.
En aquellos días: Miriam y Aarón se pusieron a murmurar contra Moisés a causa de la mujer cusita con la que este se había casado. Moisés, en efecto, se había casado con una mujer de Cus. “Acaso el Señor ha hablado únicamente por medio de Moisés?, decían. ¿No habló también por medio de nosotros?”. Y el Señor oyó todo esto. Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde, más humilde que cualquier otro hombre sobre la tierra. De pronto, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a Miriam: “Vayan los tres a la Carpa del Encuentro”. Cuando salieron los tres, el Señor descendió en la columna de la nube y se detuvo a la entrada de la Carpa. Luego llamó a Aarón y a Miriam. Los dos se adelantaron, y el Señor les dijo: “Escuchen bien mis palabras: Cuando aparece entre ustedes un profeta, Yo me revelo a él en una visión, le hablo en un sueño. No sucede así con mi servidor Moisés: él es el hombre de confianza en toda mi casa. Yo hablo con él cara a cara, claramente, no con enigmas, y él contempla la figura del Señor. ¿Porqué entonces ustedes se han atrevido a hablar contra mi servidor Moisés?”. Y lleno de indignación contra ellos, el Señor se alejó. Apenas la nube se retiró de encima de la Carpa, Miriam se cubrió de lepra, quedando blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa, dijo a Moisés:
“Por favor, señor, no hagas pesar sobre nosotros el pecado que hemos cometido por necedad. No permitas que ella sea como el aborto, que al salir del seno materno ya tiene consumida la mitad de su carne”. Moisés invocó al Señor, diciendo: “!Te ruego, Dios, que la sanes!”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Miriam y arón, hermanos de Moisés, manifiestan su insatisfacción, protestando contra su hermano. Celosos de la autoridad de su hermano, murmuran contra él por haberse casado con una mujer cusita. Con altanería ponen en tela de juicio el ministerio de Moisés. El Señor no acepta la acusación y castiga a Miriam. Moisés intercede ante el Señor por sus hermanos, previa la reconciliación. Es un aspecto importante de la oración de Moisés, que no deberá faltar en la oración de todo cristiano: orar por los calumniadores previa la reconciliación (Cfr. Mt 5, 24).
SALMO Sal 50, 3-7. 12-13
R. ¡Piedad, Señor, porque pequé contra ti!
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! R.
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. R.
Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable; yo soy culpable desde que nací; pecador me concibió mi madre. R.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.
ALELUYA Mt 4,4
Aleluya. El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Aleluya.
EVANGÉLIO Mt 14, 22-36
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que El a la otra, orilla, mientras El despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. “Es un fantasma”, dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: “Tranquilícense, soy Yo; no teman”. Entonces Pedro le respondió: “Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua”. “Ven”, le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. En seguida, Jesús le Vendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante El, diciendo: “Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios”. Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron sanados.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús hace un, diagnóstico a la fe de sus discípulos. En lugar de examinar lo que saben o no saben, quiere ver si aún confían en el. Y esta confianza en él debemos mostrarla a nuestros hermanos. Por tanto, no busquemos otras seguridades fuera de Cristo. Jesús está cerca, para tendernos la mano con prontitud y firmeza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sab 16,20
Nos diste, Señor, el pan del cielo, que tiene un sabor incomparable; satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña y protege siempre, Señor, a quienes has renovado con este don celestial, y ya que nos reconfortas constantemente concédenos participar de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Líbrame, Dios mío. Señor, ven pronto a socorrerme. Tú eres mi ayuda y mi libertador; no tardes, Señor.
ORACIÓN COLECTA
Derrama, Padre, tu misericordia sobre tu pueblo suplicante, y ya que nos gloriamos de tenerte por Creador y Señor, renueva en nosotros tu gracia y consérvala en tu bondad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Núm 13,1-2. 25—14,1.26-33
Lectura del libro de los Números.
El Señor dijo a Moisés en el desierto de Farán: “Envía unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los israelitas; enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribu”. Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país. Entonces fueron a ver a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en Cades, en el desierto de Farán, y les presentaron su informe, al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país. Les contaron lo siguiente: “Fuimos al país donde ustedes nos enviaron; es realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos. Pero, ¡qué poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas. Los amalecitas habitan en la región del Négueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos ocupan la región montañosa; y los cananeos viven junto al mar y a lo largo del Jordán”. Caleb trató de animar al pueblo que estaba junto a Moisés, diciéndole: “Subamos en seguida y conquistemos el país, porque ciertamente podremos contra él”. Pero los hombres que habían subido con él replicaron: “No podemos atacar a esa gente, porque es más fuerte que nosotros”. Y divulgaron entre los israelitas falsos rumores acerca del país que habían explorado, diciendo:
“La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes. Toda la gente que vimos allí es muy alta. Vimos a los gigantes -los anaquitas son raza de gigantes-. Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que debimos darles”. Entonces la comunidad en pleno prorrumpió en fuertes gritos, y el pueblo lloró toda aquella noche. Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón: “Hasta cuándo esta comunidad perversa va a seguir protestando contra mí? Ya escuché las incesantes protestas de los israelitas. Por eso, diles: “Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar conforme a las palabras que ustedes han pronunciado. Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán tendidos en el desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los que tienen más de veinte años. Ni uno solo entrará en la tierra donde juré establecerlos, salvo Caleb hijo de Yefunné y Josué hijo de Nun. A sus hijos, en cambio, a los que ustedes decían que iban a ser llevados como botín, sí los haré entrar; ellos conocerán la tierra que ustedes han despreciado. Pero los cadáveres de ustedes quedarán tendidos en este desierto. Mientras tanto, sus hijos andarán vagando por el desierto”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Dios promete a su pueblo una tierra fértil y próspera. Pero es preciso conquistarla. El miedo no les permite arriesgarse. ¿Por qué Dios no se lo dará todo hecho? Muchas crisis de fe y de confianza en Dios proceden del miedo ante la aportación del propio sacrificio en la elaboración del futuro. La vida racional exige ser vivida con garantía. Los líderes políticos o religiosos reclutan más adeptos cuanto mayor seguridad inspira.
SALMO Sal 105, 6-7. 13-14. 21-23
R. ¡Acuérdate de nosotros, Señor!
Hemos pecado, igual que nuestros padres; somos culpables, hicimos el mal: nuestros padres, cuando estaban en Egipto, no comprendieron tus maravillas. R.
Muy pronto se olvidaron de las obras del Señor, no tuvieron en cuenta su designio; ardían de avidez en el desierto y tentaron a Dios en la soledad. R.
Olvidaron a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto, maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo. R.
El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme en la brecha para aplacar su enojo destructor. R.
ALELUYA Lc 7, 16
Aleluya. Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo. Aleluya.
EVANGELIO Mt 15, 21-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: “Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Pero Él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: “Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos”. Jesús respondió: “Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”. Pero la mujer fue a postrarse ante El y le dijo: “Señor, socórreme!”. Jesús le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros”. Ella respondió: “Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!”. Entonces Jesús le dijo: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!” Y en ese momento su hija quedó sana.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El pasaje de Mateo, que se ha proclamado como palabra del Señor, nos confronta con una exhibición de fe, para la que no existen fronteras, en una mujer cananea, que pide a Jesús. La fe en Jesús de esta mujer es superior al temor de acercarse a los discípulos y al natural apuro por llegar hasta el Maestro. Esta mujer ha hecho su opción. Se ha decidido por Jesús, en él confía y a él acude sin dejarse influir por nadie. Sin amargura y con firme decisión, se acerca al que tiene la clave de su problema y no queda defraudada en su esperanza. Todo es obra del amor del Maestro. Vence la fe y el milagro se da: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Qué se cumpla tu deseo!»
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr Jn 6, 35
Dice el Señor: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre, y el que cree en mí jamás tendrá sed.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña y protege siempre, Señor, a quienes has renovado con este don celestial, y ya que nos reconfortas constantemente concédenos participar de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
JUEVES, San Juan María Vianney, presbítero. (MO). BIanco.
DÍA DEL PÁRROCO
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 131,9
Tus sacerdotes, Señor, se revistan de justicia y tus fieles exulten de alegría.
ORACIÓN COLECTA
Dios de poder y misericordia, que hiciste admirable al presbítero san Juan María por su entrega pastoral, concédenos, a ejemplo suyo y con su intercesión, que procuremos, con la caridad, llevar hacia Cristo a los hermanos y alcanzar junto con ellos la gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Núm 20, 1-13
Lectura del libro de los Números.
Toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, y el pueblo se estableció en Cades. Allí murió y fue enterrada Miriam. Como la comunidad no tenía agua, se produjo un amotinamiento contra Moisés y Aarón. El pueblo promovió una querella contra Moisés diciendo: « ¡Ojala hubiéramos muerto cuando murieron nuestros hermanos delante del Señor! ¿Por qué trajeron a este desierto a la asamblea del Señor, para que muriéramos aquí, nosotros y nuestro ganado? ¿Por qué nos hicieron salir de Egipto, para traernos a este lugar miserable, donde no hay sembrados, ni higueras, ni viñas, ni granados, y donde ni siquiera hay agua para beber?» Moisés y Aarón, apartándose de la asamblea, fueron a la entrada de la Carpa del Encuentro y cayeron con el rostro en tierra. Entonces se les apareció la gloria del Señor, y el Señor dijo a Moisés: «Toma el bastón y convoca a la comunidad, junto con tu hermano Aarón. Después, a la vista de todos, manden a la roca que dé sus aguas. Así harás brotar para ellos agua de la roca y darás de beber a la comunidad y a su ganado». Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, como Él se lo había mandado. Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés les dijo: «Escuchen, rebeldes! ¿Podemos hacer que brote agua de esta roca para ustedes?» Y alzando su mano, golpeó la roca dos veces con el bastón. El agua brotó abundantemente, y bebieron la comunidad y el ganado. Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado lo bastante en mí para que Yo manifestara mi santidad ante los israelitas, les aseguro que no llevarán a este pueblo hasta la tierra que les he dado». Éstas son las aguas de Meribá --que significa “Querella”-- donde los israelitas promovieron una querella contra el Señor y con las que Él manifestó su santidad.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El descubrimiento de un pozo de agua es considerado por los nómadas como una bendición, y los corazones, incluso rebeldes, se vuelven hacia Dios para agradecerle. El pueblo entero sediento protestó como queriendo exigir cuentas a Dios. Moisés y Aarón flaquearon en la fe, golpeando dos veces la roca y no cumplieron el precepto de santificar el nombre de Dios y aceptar su voluntad soberana. La santidad de Dios está por encima de todo cálculo de oportunismos humanos.
SALMO Sal 94,1-2. 6-9
R. ¡Ojala escuchen hoy la voz del Señor!
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva! ¡Lleguemos hasta Él dándole gracias, aclamemos con música al Señor! R.
Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! Porque Él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que Él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. R.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras. R.
ALELUYA Mt16,18
Aleluya. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Aleluya.
EVANGELIO Mt 16,13-23
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: « ¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?» Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era el Mesías. Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: «Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá». Pero Él, dándose vuelta, dijo a Pedro: «Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
Palabra del Señor.
COMENTARIO
¿Quién es Jesús? Es una pregunta capital cuya respuesta condiciona la manera de pensar, vivir y esperar. « Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Es la profesión de fe de Pedro, tan sencilla en su formulación como profunda en su contenido, expresada bajo una iluminación del cielo. Simón, el primero de los Doce, y Jesús se dan recíprocamente sus títulos respectivos. El primero reconoce en Jesús al Mesías, afirmando, al mismo tiempo, su origen divino. Jesús da a Simón el título de Pedro y hace de él su vicario. Es la ley de la caridad la que explica la institución de una primacía. Como dijo san Ireneo, el papel de Pedro es el de «presidir» en la caridad. Es el mismo servicio que llevará adelante Benedicto XVI, ya que Cristo sigue siendo la Cabeza y el Papa su vicario.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, la ofrenda que presentamos en tu altar en la con memo- ración de san Juan María, y así como a él lo glorificaste por estos misterios, concédenos a nosotros tu bondadoso perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf r. Mt 24, 46-47
Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, lo encuentre velando; les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Dios todopoderoso, que la participación en la mesa celestial robustezca y aumente las fuerzas espirituales de quienes celebramos la fiesta de san Juan María; para que guardemos con integridad el don de la fe y recorramos el camino que él nos señaló. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes, De la feria. Verde. Dedicación de la Basílica de Santa María. (ML).
Dedicación de la Basílica de Santa María
Según una leyenda, un matrimonio rico, cristiano y romano, Patricio y su esposa, celebraban 20 años de casados, y no tenían hijos. En la circunstancia declararon heredera a la Virgen María. Y ella, en el caluroso mes de agosto, les manifestó: “Vayan al Monte Esquilmo, y donde vean nieve, me levantarán un templo. Es lo que pido como heredera de sus bienes”. De ahí la advocación de “Nuestra Señora de las Nieves”. Fue la primera iglesia de Roma dedicada a la Virgen María. Es la Iglesia más bella de Roma y su campanario el más alto.
Primer viernes de mes.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr Sal 69,2.6
Líbrame, Dios mío. Señor, ven pronto a socorrerme. Tú eres mi ayuda y mi libertador; no tardes, Señor
ORACIÓN COLECTA
Derrama, Padre, tu misericordia sobre tu pueblo suplicante, y ya que nos gloriamos de tenerte por Creador y Señor, renueva en nosotros tu gracia y consérvala en tu bondad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Deut 4,32-40
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Pregúntale al tiempo pasado, a los días que se han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobre vivir? ¿O qué Dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos? A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro Dios fuera de El. El te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras. Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; desposeyó a naciones más numerosas y fuertes que tú; te introdujo en sus territorios y te los dio como herencia, hasta el día de hoy. Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios —allá arriba, en el cielo y aquí abajo, en la tierra— y no hay otro. Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Moisés es el líder, a quien el Señor dio la misión de conducir al pueblo israelita hacia la tierra prometida. Moisés no puede acompañar a su pueblo en la entrada en la tierra prometida. Su acompañamiento será y no «hasta», ya que morirá antes. Moisés no es un nostálgico del pasado, pero sí piensa que debe ser refrescada la memoria del pueblo en apoyo de la confianza. Es Dios quien se ha elegido un pueblo y a éste corresponde fidelidad a esa predilección. Meditando sobre la historia de su pueblo, el autor descubre un único e idéntico Dios, detrás de los acontecimientos del pasado. Un Dios único asegura la continuidad de la historia hacia su «consumación».
SALMO Sal 76, 12-16. 21
R. ¡Recuerdo las proezas del Señor!
Yo recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo; evoco todas sus acciones, medito en todas sus hazañas. R.
Tus caminos son santos, Señor. ¿Hay otro dios grande como nuestro Dios? Tú eres el Dios que hace maravillas, y revelaste tu poder entre las naciones. R.
Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Tú guiaste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de Moisés y de Aarón. R.
ALELUYA Mt 5,10
Aleluya. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluya.
EVANGELIO Mt 16, 24-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino”,
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Después de la profesión de fe de Pedro se da un episodio desconcertante. El Maestro anuncia la subida a Jerusalén y su muerte en la cruz. El Mesías de Dios, el Hijo del Dios vivo viene a salvar, y el instrumento elegido es la cruz. Este signo será, en adelante el distintivo y contraseña de los suyos, locura para unos, escándalo para otros y sabiduría de Dios para los elegidos (1 Cor 1, 23-24). La cruz es una exigencia del evangelio. En la predicación del Maestro y en la ascética cristiana es esencial e indispensable. Por eso, más que de amor a la cruz debe hablarse de amor al Crucificado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sab 16,20
Nos diste, Señor, el pan del cielo, que tiene un sabor incomparable; satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña y protege siempre, Señor, a quienes has renovado con este don celestial, y ya que nos reconfortas constantemente concédenos participar de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Transfiguración es un ‘anticipo de la gloria que Cristo gozará en la casa del Padre, hacia donde se encamina a través de la muerte, de la resurrección y de la ascensión. El cuerpo de Jesús brilla con el esplendor que tendrá una vez resucitado y glorificado, y él quiere hacer testigos de esta experiencia a los tres discípulos preferidos, para fortalecerlos en la fe en su divinidad ante la dura prueba de la pasión y de la muerte. El recuerdo de la Transfiguración dio también fortaleza a Jesús en la agonía del huerto, en la subida al calvario yen la cruz. Esta experiencia de Jesús es para nosotros una enseñanza: ante el sufrimiento, la agonía y la muerte, la fortaleza nos vendrá de la esperanza segura en la resurrección. La voz del Padre: “Este es mi Ho predilecto; escúchenlo”, preanuncia la adopción filial divina de quienes, escuchando y siguiendo al Hijo de Dios, se hacen hermanos suyos para compartir su resurrección y su gloria eterna. “Donde Yo estoy, quiero que estén estos también”, declara Jesús al Padre La Transfiguración confirma la confesión de Pedro: «Tú eres el Cristo, Hijo del Dios vivo”, y anuncia la segunda venida gloriosa de Jesús: “El Hijo del hombre vendrá en la gloria del Padre” El coloquio entre Jesús, Elías y Moisés versa sobre su pasión, muerte y resurrección.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. MI 17,5
En una nube luminosa se apareció el Espíritu Santo, se oyó la voz del Padre: Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección, escúchenlo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas y prefiguraste admirablemente la perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos que, escuchando la voz de tu Hijo amado, merezcamos ser coherederos suyos. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Dn 7, 9-10. 13-14
Lectura de la profecía de Daniel.
Daniel continuó el relato de sus visiones, diciendo: “Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano e sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego brotaba y corría delante de Él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros. Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; El avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta Él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La visión que se detalla tiene la misma significación que la de la estatua de Nabucodonosor. Se muestran simbolizados por bestias, los cuatro imperios que dominaron el país judío hasta el momento de la gran persecución. En los versículos 7 y 13, el Hijo del hombre representa el pueblo de Israel servidor de Dios.
SALMO Sal 96,1-2. 5-6. 9
R. El Señor reina, altísimo por encima de toda la tierra.
¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables. Nubes y Tinieblas lo rodean, la Justicia y el Derecho son la base de su trono. R.
Las montañas se derriten como cera delante del Señor, qué es el dueño de toda la tierra. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. R.
Porque Tú, Señor, eres el Altísimo: estás por encima de toda la tierra, mucho más alto que todos los dioses. R.
SEGUNDA LECTURA 2 Ped 1, 16-19
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pedro.
Queridos hermanos: No le hicimos conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza. En efecto, él recibió de Dios Padre el honor y la gloria, cuando la Gloria llena de majestad le dirigió esta palabra: “Este es mi Hijo querido, en quien tengo puesta mi predilección”. Nosotros oímos esta voz que venía del cielo, mientras estábamos con Él en la montaña santa. Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones.
Palabra del señor.
COMENTARIO
La fe no se fundamenta en razones y teorías. Creemos en lo que los apóstoles vieron y en las palabras de los profetas. La última frase dice claramente lo que encontramos en la Biblia: todo en ella, se dijo de parte de Dios y toda obra del Espíritu Santo no dictó lo libros, ni hizo revelaciones a las autores, sólo los movió a escribir (los inspiró).
ALELUYA Mt 17,5
Aleluya. Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo. Aleluya.
EVANGELIO Mt 17, 1-9
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El decorado de la Transfiguración es el mismo del Sinaí. Mateo quiere persuadir a sus lectores judíos de que Jesús es verdaderamente un nuevo Moisés (Cfr. Ex 24, 16-18). Cristo es el legislador por excelencia, ya que él mismo ha pasado por la obediencia hasta la muerte. No se limita a imponer una ley, comienza por obedecer personalmente. Lleva la ley a su plenitud y despliega todas las exigencias de la fe, proclamando el mandamiento nuevo, al mismo tiempo, que procura a los hombres los medios interiores para cumplirla.
SE DICE CREDO
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, las ofrendas que te presentamos en la gloriosa transfiguración de tu Hijo único, y, por el resplandor de su luz, purifícanos de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
EL MISTERIO DE LA TRANSFIGURACIÓN
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darle gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque Él reveló su gloria ante los testigos que había elegido, y revistió su cuerpo, semejante al de todos los hombres, de un extraordinario esplendor, para apartar del corazón de sus discípulos el escándalo de la cruz, y manifestar que se cumpliría en la totalidad del cuerpo de la Iglesia lo que brilló admirablemente en él mismo, su cabeza.
Por eso, unidos a los ángeles en el cielo, cantamos en la tierra un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 3,2
Cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque lo veremos tal cual es.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que los alimentos celestiales recibidos nos transformen en imagen de tu Hijo, cuyo esplendor quisiste manifestar en su gloriosa transfiguración. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
Son numerosas las ocasiones en que los evangelistas nos repiten que Jesús se retiraba a solas a orar. Un gesto vale más que mil palabras. Con ello nos enseña también a nosotros la necesidad que tenemos de esa oración silenciosa, de ese estar con el Padre a solas, sabiendo que nos ama y nos cuida. Sin una vida profunda de oración, nuestra existencia será como esa barca zarandeada por las olas, alborotada por cualquier dificultad, sin raíces, sin estabilidad.
El que ora de verdad va alimentando su vida de fe, va echando raíces en Dios. La oración le da ojos para conocer a Jesús y descubrirle en todo, incluso en medio de las dificultades, del sufrimiento y de las pruebas: “Verdaderamente eres Hijo de Dios”. La falta de oración, en cambio, hace que se sienta a Jesús como un “fantasma”, como algo irreal; el que no ora es un hombre de poca fe, duda y hasta acaba perdiendo la fe.
El que trata de manera íntima y familiar con Dios experimenta la seguridad de saberse acompañado, de saberse protegido por un amor que es más fuerte que el dolor y que la muerte. El que no ora se siente solo. El que ora convive con Cristo y experimenta la fuerza de sus palabras: “Tranquilícense, soy Yo; no teman”. Es necesario volver a descubrir entre los cristianos la dicha de la oración. Cristo no quiere siervos, sino amigos que vivan en íntima familiaridad con Él. (FGD)
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 73, 20.19.22.23
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ACTO PENITENCIAL
— Tú nos llamas hacer silencio en el tumulto de nuestra vida para reconocerte, cuando pasas cerca de nosotros. Señor, ten piedad
— Tú nos llamas a confiar en ti, cuando la barca de nuestra vida es sacudida por las olas. Cristo, ten piedad
— Tú nos pides no olvidarnos de tu presencia en el corazón de nuestra vida, cuando se levanta el viento de las pasiones. Señor, ten piedad
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, movidos por el Espíritu Santo, nos animamos a llamar Padre; confirma en nuestros corazones la condición de hijos tuyos, para que podamos entrar en la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA 1 Rey 19,9. 11-13
Lectura del primer libro de los Reyes.
Habiendo llegado Elías ala montaña de Dios, el Horeb, entró en la gruta y pasó la noche. Allí le fue dirigida la palabra del Señor. El Señor le dijo: “Sal y quédate de pie en la montaña, delante del Señor”. Y en ese momento el Señor pasaba. Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave. Al oírla, Elías se cubrió el rostro con su manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la gruta.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
¿Dónde reconocerla presencia de Dios? El profeta está atento al encuentro con Dios. Hay signos que pueden ser contradictorios, pero el profeta no desiste en su búsqueda. Dios se revelará y será posible dialogar con él.
SALMO Sal 84, 9-14
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu salvación.
Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
SEGUNDA LECTURA Rom 9, 1-5
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. Siento una gran tristeza y un dolor constante en mi corazón. Yo mismo desearía ser maldito, separado de Cristo, en favor de mis hermanos, los de mi propia raza. Ellos son israelitas: a ellos pertenecen la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto y las promesas. A ellos pertenecen también los patriarcas, y de ellos desciende Cristo según su condición humana, el cual está por encima de todo, Dios bendito eternamente. Amén.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Para el apóstol Pablo es un enigma que el pueblo de Israel, tras siglos esperando al Mesías, no lo haya acogido. Lo que nos da a entender que también muchos cristianos de la comunidad de Roma participan de esta ansiedad reflejada en la carta del apóstol.
ALELUYA Sal 129,5
Aleluya. Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Aleluya.
EVANGELIO Mt 14, 22-33
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. “Es un fantasma”, dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: “Tranquilícense, soy Yo; no teman”. Entonces Pedro le respondió: “Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua”. “Ven”, le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe, ¿porqué dudaste?”. En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: “Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El relato de Mateo presenta el progresivo reconocimiento de los Apóstoles de ver a Jesús como el Hijo de Dios, de creer que él viene hasta nosotros por encima de todas las agitaciones y temores para tendernos su mano salvadora.
Se dice el Credo
ORACION DE LOS FIELES
S. Hoy todavía, como en tiempo del Evangelio, la barca de Pedro está sacudida en medio de tempestades. Oremos para que el Señor Jesús la guarde bajo la constante protección de su amor.
— Oremos por la Iglesia de Jesucristo, Como el profeta Elías, que vaya a tu encuentro, Señor, y sepa reconocer tú paso.
— Oremos por el pueblo de Israel de quien nació Jesús según la carne. Condúcelo a la plenitud de la redención. Concédele reconocer en Jesús a su Mesías, el Dios que es bendito eternamente. (Rom 9,5)
— Oremos por los que, en medio de la violencia de la tempestad están angustiados por la duda y creen ver fantasmas en todas partes. Hazles oír la voz de Jesús que les dice: "Tranquilícense, soy Yo! No teman!" (Mt 14,27)
— Oremos por los que tienen miedo de hundirse y luchan en medio de las olas y del viento. Concédeles coger la mano que Jesús les tiende. (Mt 14,31) Sálvalos en nombre de tu amor.
— Oremos por nuestra comunidad que reúne tu amor. Enséñanos, Señor, a saber apartarnos a imitación de Jesús, y a recogernos para orar. (Mt 14,23)
S. Dios nuestro Padre, tu eres bendito eternamente. (Rom 9,5) ¡A ti la alabanza y el amor de nuestra vida por los siglos de los siglos!
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre de bondad, acepta los dones que misericordiosamente has dado a tu Iglesia y que, con tu poder, conviertes en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sa1147,12.14
Jerusalén, glorifica al Señor tu Dios, que sacia con lo mejor del trigo.
O bien: Cfr. Jn 6, 51
Dice el Señor: el pan que yo daré, es mi carne para la vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que la comunión de tus sacramentos nos alcance la salvación y nos confirme en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, y lo revistió de su gloria, para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que Santo Domingo ayude a tu Iglesia con su santidad y sus enseñanzas, y que este insigne predicador de la verdad interceda bondadosamente por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad el Espíritu Santo, y es Dios, por los Siglos de los siglos.
LECTURA Deut 10, 12-22
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que lo temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien. Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefriéndolos a todos los demás pueblos, como sucede hoy. Por eso, circunciden sus corazones y no persistan en su obstinación, porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar. El hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero y le da ropa y alimento. También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto. Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a El y jura por su Nombre. El es tu gloria y tu Dios, y El realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo. Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.
Palabra de Dios
COMENTARIO
El sentirse amado es, al mismo tiempo, satisfacción y pregunta: ¿qué ve .Dios en mí para que me ame? Dios es Creador y Señor con derecho a disponer de cada una de sus criaturas. Pero su amor reviste rasgos que superan todo amor humano. Ante Dios Vale más un acto de amor libre que mil servicios arrancados a golpe de látigo. Es una pedagogía que el pueblo de «dura cerviz» no logró asimilar. «Amar y servir» es entregarse a Dios, sin condiciones.
SALMO Sal 147, 12-15. 19-20
R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!
¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! El reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro dé ti. R.
Él asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente. R.
Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos. R.
ALELUYA Cfr.2Tes 2, 14.
Aleluya. Dios nos llamó, por medio del Evangelio, para que poseamos la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Aleluya.
EVANGELIO Mt 17, 22-27
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?” “Sí, lo paga”, respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?” Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Mateo es un experto en materia de impuestos y el único evangelista que relata este episodio, texto necesario en cualquier antología para niños. La moraleja, sin embargo, tiene por destinatarios a los adultos. El culto necesita medios y el dinero necesario se recauda de diferentes maneras. Los judíos habían establecido una tasa que se pide al Maestro y él saca una, moneda de la boca de un pez tal como se narra. En el dialogo con Pedro, el Maestro enseña dos cosas. En primer lugar, que él está exento del impuesto del Templo por ser Señor del Templo. En segundo lugar, que para evitar posibles escándalos es conveniente someterse a una ley que no lo obliga. El Maestro paga el impuesto como cualquier ciudadano, haciéndose así semejante a los hombres. Eximirse podría equivaler a un privilegio capaz de provocar escándalo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Atiende con bondad, Señor, las súplicas que te dirigirnos con la intercesión de santo Domingo, y por el poder de este sacrificio confirma con la protección de tu gracia a quienes defienden la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Lc 12,42
Este es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su casa para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, en la fiesta de santo Domingo, otorga a tu Iglesia la fuerza del sacramento celestial con el que hemos sido alimentados, y te pedimos que reciba la ayuda de quien la enriqueció con el ministerio de su predicación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Edith Stein nace en Wroclaw, Polonia, el 22—10-1891, de familia hebrea alemana. A los 14 años se declara atea. Estudia filosofía y se hace una brillante catedrática. En el 1921 se convierte al catolicismo leyendo la vida de santa Teresa de Ávila. Dice ella misma: “Tomé el libro..., comencé a leer y no pude ya dejarlo hasta terminarlo. Al cerrarlo, me dije: esta es la verdad”. Descubre que la verdad no es una idea, sino una persona: Cristo resucitado. El 22—01-1922 recibe el bautismo católico y el 16-07-1933 entra en el convento carmelita de Lindenthal. El 21-04-1938, profesa con el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz, en honor a la santa de su conversión. E19 de agosto de 1942 entra, con muchos otros, en la cámara de gas de Auschwitz, sellando su vida santa con el martirio. Juan Pablo II, al canonizarla el 11-10-1998, declara: “Es una personalidad que lleva en su intensa vida una síntesis dramática de nuestro siglo”.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 73, 20.19.22.23
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, movidos por el Espíritu Santo, nos animamos a llamar Padre; confirma en nuestros corazones la condición de hijos tuyos, para que podamos entrar en la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTU RA Deut 31,1-8
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés dijo estas palabras a todo Israel: “Ya tengo ciento veinte años. En adelante no podré ejercer ninguna actividad; además, el Señor me dijo: ‘Tú no pasarás el Jordán’. El Señor, tu Dios, es el que cruzará delante de ti; Él eliminará de tu presencia a todas esas naciones, y tú las desposeerás de sus dominios. Será Josué el que cruzará al frente de ti, como el Señor lo ha ordenado. El Señor tratará a esas naciones como trató a Sijón y a Og —los reyes amorreos— y a sus países, cuando los destruyó por completo. Él las pondrá en tus manos, y entonces ustedes deberán comportarse con ellas conforme a la orden que les di. ¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni tiemblen ante ellas. Porque el Señor, tu Dios, te acompaña, y Él no te abandonará ni te dejará desamparado”. Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: “Sé fuerte y valiente. Tú irás con este pueblo hasta la tierra que el Señor les dará, porque así lo juró a sus padres, y tú los pondrás en posesión de ella. El Señor irá delante de ti; Él estará contigo y no te abandonará ni te dejará desamparado. No temas ni te acobardes”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Antes de morir, Moisés se preocupaba de preparar un sucesor con oportunas instrucciones. Moisés transmite a Josué los mismos consejos que él había recibido de parte de Dios, recordándole la promesa de no abandonar nunca a su pueblo. Jesús prometerá a sus discípulos estar siempre con ellos hasta el fin de los tiempos. Muere Moisés, hombre grande por sus gestas y su grandeza es la de los niños. Moisés es grande por su inquebrantable fe, su incondicional obediencia y su conducta acrítica ante las disposiciones de Dios.
SALMO Deut 32, 3-4. 7-9. 12
R. ¡La herencia del Señor es su pueblo!
Yo voy a proclamar el Nombre del Señor: ¡den gloria a nuestro Dios! Él es la Roca: su obra es perfecta. R.
Acuérdate de los días lejanos, considera las épocas pasadas; pregúntale a tu padre, y él te informará, a los ancianos, y ellos te lo dirán. R.
Cuando el altísimo dio una herencia a cada nación, cuando distribuyó a los hombres, Él fijó las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Dios. R.
Pero la parte del Señor es su pueblo, la porción de su herencia es Jacob. El Señor solo lo condujo, no había a su lado ningún dios extranjero. R.
ALELUYA Mt 11,29
Aleluya. “Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 18, 1-5. 10. 12-14
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?”. Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian y no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El pasaje evangélico nos invita a cultivarla misericordia y la sencillez. Humanamente el más grande suele ser el que más manda, domina, figura o tiene. Pero el Maestro corrige ese criterio con un gesto simbólico. Primero recurre a la presencia de un niño y luego enseña: «El que se haga pequeño como este niño será el más grande en el Reino de los Cielos». Por tanto, ni el más rico, ni el más famoso, ni el más influyente, nadie de los que tiene dedicada una calle, una plaza, una universidad o una estatua. Tampoco es grande un niño por ser niño. Un niño tiene todos los defectos posibles a su edad. Pero un niño es receptividad. Expresa ante sus padres lo que el adulto debe expresar ante Dios, único Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre de bondad, acepta los dones que misericordiosamente has dado a tu Iglesia y que, con tu poder, conviertes en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 147,12.14
Jerusalén, glorifica al Señor tu Dios, que te sacia con lo mejor del trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que la comunión de tus sacramentos nos alcance la salvación y nos confirme en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles, san Lorenzo, Diácono y Mártir, (F), Rojo
Prefacio de los santos mártires. (Día del diácono).
ANTÍFONA DE ENTRADA
San Lorenzo se entregó por entero al servicio de la Iglesia: por eso mereció sufrir el martirio y unirse con alegría a Cristo en el cielo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA.
Dios nuestro: encendido por el fuego de tu amor, san Lorenzo brilló por la fidelidad en el servicio y la gloria en el martirio; concédenos amar lo que él amó y practicar lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Cor 9, 6-10
Lectura de apóstol san Pablo a los cristianos de Corintio.
Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: “El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente”. El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La comunidad de Corinto organiza una colecta para cubrir necesidades básicas. San Pablo recomienda a los fieles que sean generosos en sus aportes, así el Señor les retribuirá con creces, esa buena disposición. Hoy la Iglesia apela a la generosidad de los cristianos y pide la contribución del 1 %; es un porcentaje mínimo, sin embargo pocos contribuyen. En nuestro país, todos los años, el tercer domingo de Pascua se invita a los católicos a renovar el compromiso de Contribución a la Iglesia.
SALMO Sal .111, 1-2. 5-9
R. ¡Feliz el que se compadece y da prestado!
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos: su descendencia será fuerte en la tierra, la posteridad de los justos es bendecida. R.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. No tendrá que temer malas noticias. Su corazón está firme, confiado en el Señor. R.
Su ánimo está seguro, no temerá. Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.
ALELUYA Jn 8, 12
Aleluya. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida. Aleluya.
EVANGELIO Jn 12, 24-26
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la perderá; pero el que odia su vida en este mundo la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde Yo esté, estará también mi servidor: El que quiera servirme será honrado por mi Padre”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Si el grano de trigo no muere, no produce fruto. Jesús va a morir y nacerá la Iglesia Universal. Jesús deja que su cuerpo sin vida sea depositado en el sepulcro: al levantarse de la sepultura, su mismo cuerpo, ahora glorificado abarcará también a los creyentes unidos a él. La vida que ahora, es propia de Jesús será comunicada a todos los hijos de Dios y se hará fecunda en el testimonio de los mártires.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta con bondad, Señor, los dones que te presentamos con gozo en la fiesta de san Lorenzo, y por ellos concédenos tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 12,26
El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor, dice el Señor.
ORACIÓN DEPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con estos dones sagrados en la fiesta de san Lorenzo, te pedimos, Padre, que por la ofrenda de nuestro servicio podamos experimentar el aumento de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Dios, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu misericordia inspiraste a santa Clara el amor a la pobreza; otórganos, por su intercesión, que siguiendo a Cristo con pobreza de espíritu podamos llegara contemplarte en el Reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Jos 3, 7-10a. 11. 13-17
Lectura del libro de Josué.
El Señor dijo a Josué: “Hoy empezaré a engrandecerte a los ojos de todo Israel, para que sepan que yo estoy contigo como estuve con Moisés. Ahora ordena a los sacerdotes que llevan el arca de la alianza: ‘Cuando lleguen al borde del Jordán, deténganse junto al río”. Josué dijo a los israelitas: “Acérquense y escuchen las palabras del Señor, su Dios”. Y añadió: “El arca de la alianza del Señor de toda la tierra va a cruzar el Jordán delante de ustedes. Y apenas los sacerdotes que llevan el arca del Señor de toda la tierra apoyen sus pies sobre las aguas del Jordán, estas se abrirán, y las aguas que vienen de arriba se detendrán como contenidas por un dique”. Cuando el pueblo levantó sus carpas para cruzar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza iban al frente de él.
Apenas llegaron al Jordán y sus pies tocaron el borde de las aguas –el Jordán se desborda por sus dos orillas durante todo el tiempo de la cosecha– las aguas detuvieron su curso: las que venían de arriba se amontonaron a una gran distancia, cerca de Adam, la ciudad que está junto a Sartán; y las que bajaban hacia el mar de la Arabá —el mar de la Sal— quedaron completamente cortadas.
Así el pueblo cruzó a la altura de Jericó. Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor permanecían inmóviles en medio del Jordán, sobre el suelo seco, mientras todo Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que todo el pueblo terminó de cruzar el Jordán.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Josué sucede a Moisés, pero no es fácil tomar el relevo y llenar el vacío que deja una personalidad a su muerte. Yahvé promete su ayuda y para confirmar dicha promesa, las aguas del Jordán se separan, al igual como sucedió con las aguas del mar Rojo. Jericó está a la vista. Se abre una nueva página en la historia del pueblo en camino hacia la meta. Con Moisés avanza el pueblo peregrino; con Josué se hace sedentario. El pueblo (o el individuo) que sigue fiel los caminos de la Providencia llega siempre a buen final. Quizás no se pueda hacer cada día una obra extraordinaria, pero sí es posible hacer algo mejor, pues, a cada día le basta su afán.
SALMO Sal 113, 1-6
R. ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!
Cuando Israel salió de Egipto, la familia de Jacob, de un pueblo extranjero, Judá se convirtió en su santuario, la tierra de Israel fue su dominio. R.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán se volvió atrás; los montes saltaron como carneros y las colinas, como corderos. R.
¿Qué tienes, mar? ¿Por qué huyes? Y tú, Jordán, ¿por qué te vuelves atrás? Montes, ¿por qué saltan como carneros, y ustedes, colinas, como corderos? R.
ALELUYA Sal 118, 135
Aleluya.Que brille sobre mí la luz de tu rostro, Señor, y enséñame tus preceptos.Aleluya.
EVANGELIO Mt 18, 21—19, 1
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercó Pedro y le preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré todo’. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?’. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Las relaciones interhumanas dependen en gran medida de las relaciones de cada hombre con el “Padrenuestro”, como le llamamos los cristianos a Dios. La infidelidad con el Señor rompe los vínculos de solidaridad humana o los dificulta. Un filósofo afirmó que el hombre es para sus semejantes como un lobo agresivo; Jesús pide que sea como un hermano solidario.
Los apóstoles eran testigos del perdón predicado y otorgado por el Maestro. Setenta veces siete es la medida para perdonar, es decir, ¡siempre! Pero el Maestro enseña que el perdón no es cuestión de números, sino de amor. Si uno cree que setenta veces siete es mucho, significa que su amor es demasiado lánguido. Y frente a la deuda personal de cada hombre frente a Dios poco significa lo que otro hombre pueda deberle a él. Es en este ámbito donde se inscribe la reflexión y la práxis cristianas sobre la declaración universal de los derechos humanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concédenos obtener el fruto de las ofrendas que te presentamos para que muera en nosotros el antiguo poder del pecado y, siguiendo el ejemplo de santa Clara, nos renovemos con tu vida divina. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Mt 25,4.6
Las cinco vírgenes prudentes llevaron aceite para sus lámparas. A medianoche se oyó un grito: ya viene el esposo, salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la comunión del Cuerpo y Sangre de tu Hijo único, líbranos, Padre, de la seducción de las cosas transitorias, para que, a ejemplo de santa Clara, se acreciente nuestra caridad en la tierra y podamos gozar de la gloria eterna en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes, De la feria. Verde. Santa Juana Francisca de Chantal, r. (ML). Blanco.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf r. SaI 73
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, movidos por el Espíritu Santo, nos animamos a llamar Padre; confirma en nuestros corazones la condición de hijos tuyos, para que podamos entrar en la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Jos 24, 1-13
Lectura del libro de Josué.
Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. Entonces Josué dijo a todo el pueblo: «Así habla el Señor, el Dios de Israel: Sus antepasados, Téraj, el padre de Abraham y Najor, vivían desde tiempos antiguos al otro lado del río, y servían a otros dioses. Pero yo tomé a Abraham, el padre de ustedes, del otro lado del río, y le hice recorrer todo el país de Canaán.
Multipliqué su descendencia, y le di como hijo a Isaac. A Isaac lo hice padre de Jacob y de Esaú. A Esaú le di en posesión la montaña de Seír, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. Luego envié a Moisés y a Aarón, y castigué a Egipto con los prodigios que realicé en medio de ellos. Después los hice salir de Egipto, a ustedes y a sus padres, y ustedes llegaron al mar. Los egipcios persiguieron a sus padres, con carros y guerreros, hasta el Mar Rojo. Pero ellos pidieron auxilio al Señor: él interpuso una densa oscuridad entre ustedes y los egipcios, y envió contra ellos el mar, que los cubrió.
Ustedes vieron con sus propios ojos lo que hice en Egipto. Luego permanecieron en el desierto durante largo tiempo, y después los introduje en el país de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán. Cuando ellos les hicieron la guerra, yo los entregué en sus manos, y así pudieron tomar posesión de su país, porque los exterminé delante de ustedes.
Entonces Balac –hijo de Sipor, rey de Moab– se levantó para combatir contra Israel, y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, para que los maldijera. Pero yo no quise escuchar a Balaam, y él tuvo que bendecirlos. Así los libré de su mano.
Después ustedes cruzaron el Jordán y llegaron a Jericó. La gente de Jericó les hizo la guerra, y lo mismo hicieron los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas, los jivitas y los jebuseos; pero yo los entregué en sus manos. Hice cundir delante de ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se lo debes ni a tu espada ni a tu arco.
Así les di una tierra que no cultivaron, y ciudades que no edificaron, donde ahora habitan; y ustedes comen los frutos de viñas y olivares que no plantaron.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La gran jornada de Siquén, señala el nacimiento de Israel como pueblo. De esta forma, la alianza actúa en sentido vertical, en cuanto todos los clanes y tribus se comprometen a servir exclusivamente a Yahvé; y en sentido horizontal en cuanto la fe común crea entre las tribus conciencia de solidaridad y de pueblo.
SALMO Sal 135, 1-3. 16-18. 21-22. 24
R. ¡Den gracias al Señor, porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor, porque es bueno! ¡Den gracias al Dios de los dioses! ¡Den gracias al Señor de los señores! R.
Al que guió a su pueblo por el desierto, al que derrotó a reyes poderosos y dio muerte a reyes temibles. R.
Al que dio sus territorios en herencia, en herencia a Israel, su servidor, y nos libró de nuestros opresores. R.
ALELUYA Cfr. 1Tes 2, 13
Aleluya. Reciban la Palabra de Dios, no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios. Aleluya.
EVANGELIO Mt 19, 3-12
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?”. Él respondió: “¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, ‘los hizo varón y mujer’; y que dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne’? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. “Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”. Le replicaron: “Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?”. Él les dijo: “Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así. Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio”.
Sus discípulos le dijeron: “Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse”. Y él les respondió: “No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del reino de los cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Al cristiano la fidelidad total no le parece una esclavitud, ya que precisamente Jesús nos da el Espíritu que permite cumplir la ley. Jesús manifestó durante toda su vida lo que debe ser la ley de los casados: fidelidad, compromiso, cariño, sacrificio por el otro. Sin este Espíritu, la misma ley de Dios, vendrá a ser para los esposos una cadena.
ORACION DE LAS OFRENDAS.
Padre de bondad, acepta los dones que misericordiosamente has dado a tu iglesia y que, con tu poder, conviertes en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jerusalén, glorifica al Señor tu Dios, que te sacia con lo mejor del trigo.
O bien: Cfr. Jn 6, 81.
Dice el Señor: el pan que yo daré, es mi carne para la vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE-LA COMUNIÓN
Padre, que la comunión de tus sacramentos nos alcance la salvación y nos confirme en la luz: de tu verdad, Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado, De la feria. Verde. Santos Ponciano e Hipólito, mártires. (ML). Rojo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 73,20.19.22.23
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, movidos por el Espíritu Santo, nos animamos a llamar Padre; confirma en nuestros corazones la condición de hijos tuyos, para que podamos entrar en la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Jos 24,14-29
Lectura del libro de Josué.
Josué habló al pueblo diciendo: «Teman al Señor y sírvanlo con integridad y lealtad; dejen de lado a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del Río y en Egipto, y sirvan al Señor. Y si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes ahora habitan. Yo y mi familia serviremos al Señor». El pueblo respondió: « Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses. Porque el Señor, nuestro Dios, es el que nos hizo salir de Egipto, de ese lugar de esclavitud, a nosotros y a nuestros padres, y el que realizó ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios. Él nos protegió en todo el camino que recorrimos y en todos los pueblos por donde pasamos. Además, el Señor expulsó delante de nosotros a todos esos pueblos y a los amorreos que habitaban en el país. Por eso, también nosotros serviremos al Señor, ya que Él es nuestro Dios». Entonces Josué dijo al pueblo: «Ustedes no podrán servir al Señor, porque Él es un Dios santo, un Dios celoso, que no soportará ni las rebeldías ni los pecados de ustedes. Si abandonan al Señor para servir a dioses extraños, El, a su vez, los maltratará y los aniquilará, después de haberles hecho tanto bien». Pero el pueblo respondió a Josué: «No; nosotros serviremos al Señor». Josué dijo al pueblo: «Son testigos contra ustedes mismos, de que han elegido al Señor para servirlo». «Somos testigos», respondieron ellos. Josué replicó: « Entonces dejen de lado los dioses extrañes que hay en medio de ustedes, e inclinen sus corazones al Señor, el Dios de Israel». El pueblo respondió a Josué: «Nosotros serviremos al Señor, nuestro Dios, y escucharemos su voz». Aquel día Josué estableció una alianza para el pueblo, y les impuso una legislación y un derecho, en Siquém. Después puso por escrito estas palabras en el libro de la Ley de Dios. Además tomó una gran piedra y la erigió allí, al pie de la encina que está en el Santuario del Señor. Josué dijo a todo el pueblo: «Miren esta piedra: ella será un testigo contra nosotros, porque ha escuchado todas las palabras que nos ha dirigido el Señor; y será un testigo contra ustedes, para que no renieguen de su Dios». Finalmente, Josué despidió a todo el pueblo, y cada uno volvió a su herencia. Después de un tiempo, Josué, hijo de Nun, el servidor del Señor, murió a la edad de ciento diez años.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La conquista de la tierra de promisión no expulsó a los lugareños ni erradicó sus costumbres. Quedaban los ídolos que facilitaban un culto sin exigencias y muchos israelitas se convirtieron en sus clientes. Josué pone al pueblo ante una disyuntiva: esforzarse por conquistar la perfección moral o el cómodo rodar cuesta abajo tras los ídolos y las inevitables consecuencias.
SALMO Sal 15, 1-2. 5. 7-8. 11
R. ¡Tú eres mi herencia, Señor!
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: «Señor, Tú eres mi bien». El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte! R.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. ¡Tú eres mi herencia, Señor! R.
ALELUYA Cfr. Mt 11,25
Aleluya. Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluya.
EVANGELIO Mt 19, 13-15
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Trajeron a unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”. Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Cuando el gran Juan Pablo II, viajaba por el mundo, confirmando en la fe, a los cristianos de todas las Iglesias locales en los diferentes países, parecía indiferente ante el entusiasmo de los que lo aclamaban, pero no sucedía así cuando le presentaban niños para que los bendijera. A ellos besaba, acariciaba y bendecía. El gesto no es más que un eco de la conducta observada por Jesús mismo. Los celosos discípulos velaban por la tranquilidad del Maestro y se molestaban contra las mamás que presentaban a sus niños. «Dejen a los niños y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos», es la norma y la decisión del Maestro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre de bondad, acepta los dones que misericordiosamente has dado a tu Iglesia y que, con tu poder, conviertes en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 6, 51
Dice el Señor: el pan que yo daré, es mi carne para la vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que la comunión de tus sacramentos nos alcance la salvación y nos confirme en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Lunes, La Asunción de la Virgen María. (S), Blanco
ANTIFONA DE ENTRADA
Apareció eh el cielo un gran signo: una mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
O bien:
Alegrémonos todos en el Señor, al celebrar esta solemnidad en honor de la Santísima Virgen María. Los ángeles se regocijan por su asunción al cielo y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos que, tendiendo siempre hacia los bienes celestiales, merezcamos participar con ella de la gloria del cielo. Por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Apoc 11, 19; 12, 1-6. 10
Lectura del libro del Apocalipsis.
Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza. Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo corno el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio. .Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: “Ya llegó la salvación, el podar y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Muchos creyentes ven en estas imágenes del Apocalipsis la presencia de la Virgen María, sin embargo, también podemos ver reflejada en ellas la imagen de la Iglesia que da vida a Jesús y que tiene muchos hijos que sufren la persecución y siguen la misma suerte del Hijo de Dios.
SALMO Sal 44, 10-12. 15-16.
R. ¡De pie a tu derecha está la Reina, Señor!
Una hija de reyes está de pie a tu derecha: es la reina, adornada con sus joyas y con oro de Ofir. R.
iEscucha, hija mía, mira y presta atención! Olvida tu pueblo y tu casa paterna, y el rey se prendará de tú hermosura. El es tu señor: inclínate ante él. R.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían, con gozo y alegría entran al palacio real. R.
SEGUNDA LECTURA 1Cor 15, 20-27
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren eh Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde:
Cristo, el primero de todos; luego, aquéllos que estén unidos a Él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte, ya que Dios “todo lo sometió bajo sus pies”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO.
Pablo presenta sólidos argumentos ante quienes niegan la resurrección, pues sí Cristo no resucitó entonces nuestra fe carece de objeto y fundamento. El dolor y la muerte santa opuesta al plan de Dios, así promedio de Cristo queda restablecida la vida.
ALELUYA
Aleluya. María fue llevada al cielo; se alegra el ejército de los ángeles. Aleluya.
EVANGELIO Lc 1, 39-56
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “i Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el-niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces:
“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen. Desplegó la fuerza do su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de este trono y elevó a los humildes. Colmo de bienes a los hambrientos y despidió los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Los protagonistas de este relato están a la vista, María e Isabel, dos mujeres que en medio de una sociedad machista y patriarcal son objeto de la mirada de Dios; dos niños que aún sin nacer llaman la atención; y el Espíritu Santo, que llena de gozo a Isabel para bendecir a María, quien canta las grandezas del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Llegue hasta ti, Señor, la ofrenda de nuestro servicio, y, por la intercesión de la santísima Virgen María, elevada al cielo, haz que nuestros corazones, encendidos en el fuego de tu amor, tiendan incesantemente hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
LA GLORIA DE MARÍA ELEVADA AL CIELO
y. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy fue elevada al cielo la Virgen Madre de Dios, como anticipo e imagen de la perfección que alcanzará tu Iglesia, garantía de consuelo y esperanza para tu pueblo peregrino.
Con razón, Tú no quisiste que ella sufriera la corrupción del sepulcro, ya que había engendrado en su seno a tu Hijo, el autor de la vida, Por eso, unidos a todos los ángeles, te alabamos, llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 1,48-49
Todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: su nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Hemos recibido, Padre, el sacramento de la salvación; te pedimos que por la intercesión de la santísima Virgen María, elevada al cielo, alcancemos la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
BENDICIÓN SOLEMNE
Dios, que por su bondad quiso redimir al género humano mediante la maternidad de la Virgen María, derrame sobre ustedes una abundante bendición. R. Amén.
Que experimenten siempre y en todas partes la protección de la Virgen María, por quien recibieron al autor de la vida. R. Amén.
Y todos ustedes, reunidos para celebrar con amor esta fiesta en su honor, reciban los dones de la alegría espiritual y los premios eternos. R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. R. Amén.
Con gran alegría en el Señor, celebramos todos la solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile, en la que se alegran también los Ángeles, alabando al Hijo de Dios.
Se dice Gloria
ORACION COLECTA
Dios omnipotente, estos hijos tuyos nos alegramos de tener como Protectora a la Santísima Virgen del Carmen, Madre y Reina de esta Patria nuestra. Concédenos, por su materna intercesión; la concordia y la justicia, y sus frutos de verdadera paz y prosperidad. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA 1Rey 18, 1-2. 41-46
Lectura del primer libro de los Reyes.
Al tercer año, la palabra del Señor llegó a Elías, en estos términos: “Ve a presentarte a Ajab, y yo enviaré lluvia a la superficie del suelo”. Entonces Elías partió para presentarse ante Ajab y le dijo: “Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia”. Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas. Y dijo a su servidor: “Sube y mira hacia el mar”. Él subió, miró y dijo: “No hay nada”. Elías añadió: “Vuelve a hacerlo siete veces”. La séptima vez, el servidor dijo: “Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano”.
Elías dijo: “Ve a decir a Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida”. El cielo se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su carro y partió para Izreel. La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Dios demuestra en este hecho que es dueño absoluto del universo: controla las leyes naturales, da lluvias benéficas y las restringe cuando cree oportuno, en calidad de aviso cuando los habitantes de Israel no se comportan de acuerdo a lo estipulado en la alianza.
SALMO Sal 129, 1-8
R. En el Señor se encuentra la misericordia
Desde lo más profundo te invoco, Señor. Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. R.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido. R.
Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora. R.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: él redimirá a Israel de todos sus pecados. R.
SEGUNDA LECTURA Gál 4, 4-7
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios
COMENTARIO
El Apóstol exhorta a los gálatas a ser conscientes de la gran dignidad con que han sido bendecidos, de modo que ya no son esclavos de los poderes que dominan este mundo, sino herederos por voluntad de Dios.
ALELUYA Lc 1, 42
Aleluya. ¡Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Aleluya.
EVANGELIO Jn 19, 25-27
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Es la segunda vez que María, madre de Jesús aparece en este evangelio. Al llegar la hora de Jesús, llega también la hora de María. Por eso, se hace presente junto a la cruz. Es ahí cuando se pone de relieve una peculiar y estrecha relación entre Jesús y su madre, más fuerte que la simple relación físico-generacional. El afecto y la relación maternal se centrarán en aquéllos por quienes su Hijo está entregando su vida en la cruz. Y esta nueva dimensión de aquella mujer, se ilumina desde el discípulo a quien Jesús amaba. Desde ese momento, María, pasa a ser la madre de la Iglesia y de toda la humanidad redimida.
Se dice Credo
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los frutos de nuestra tierra y del trabajo de este pueblo que se acoge a la protección de la Madre de tu Hijo, la Virgen del Carmen; haz que la ofrenda de estos dones, por la intercesión de nuestra Protectora, nos una más y más en el ministerio de Cristo, tu Hijo y nuestro Redentor, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA
VIRGEN MARÍA, II
LA IGLESIA ALABA A DIOS CON LAS PALABRAS DE MARÍA
V/. El Señor esté con ustedes.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Señor, y proclamar tus maravillas en la perfección de tus santos, y, sobre todo, ensalzar tu clemencia en esta conmemoración de la santísima Virgen María, con los mismos sentimientos de su bello canto.
Porque, en verdad, hiciste grandes bienes a todos los pueblos, y has manifestado tu misericordia de generación en generación, cuando, al mirar la humildad de tu esclava, nos diste por ella al autor de la salvación del mundo, Jesucristo, hijo tuyo y Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente, llenos de gozo en tu presencia; permítenos unirnos a sus voces, cantando tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
ANTIFONA DE COMUNION
Santísima Virgen María, Reina del mundo, tú que diste a luz a Cristo, Señor y Salvador de todos, intercede por nuestra paz y nuestra salvación.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Hemos recibido, Señor, en esta celebración de la Virgen del Carmen, la Palabra y el Cuerpo de tu Hijo, concédenos, con estos auxilios y con la protección de María, alcanzar en la gloria de tu Reino la alegría de la perfecta unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.