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Creer en el Progreso para ESCUCHAR ...haga clic aquí...
La mayoría de nuestros padres creían que sus hijos serían más felices y prósperos que ellos. El progreso de la ciencia y de la tecnología normalmente permitiría un mayor dominio de la naturaleza. La conquista de las energías como la del vapor, de la electricidad, la energía nuclear y los éxitos de la medicina hicieron nacer un gran orgullo y unas esperanzas desmedidas. La búsqueda de un mundo mejor alimentó las ambiciones más nobles.
La fe en el progreso llegó a ser una clase de religión laica en las naciones que abandonaron el cristianismo: se pensaba que mañana se celebraría la extinción de la pobreza, que el progreso soberano conduciría a un planeta lleno de Justicia y Libertad… Pero desde hace unos treinta años la desilusión y la inquietud van creciendo.
Dios dio al hombre la facultad de administrar la tierra… no egoístamente, sino para Dios y con él. Con agradecimiento podemos aprovechar los progresos materiales, pero sobriamente y buscando hacer en primer lugar lo que agrada al Señor. La Escritura nos muestra que el estado moral del mundo irá empeorando y que Dios deberá quitar el mal de la tierra mediante terribles juicios antes de instaurar una era de justicia y paz. Ahora la salvación todavía está al alcance de todos; no una salvación ligada a la prosperidad material, sino a la paz con Dios mediante la fe en Jesucristo.
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