GESTALT,
PSICOLOGIA Y ESPIRITUALIDAD
Segunda Parte
“La gestalt es mas teatro que psicología”
Fritz Perls
Taller “El cuerpo como espacio de libertad”
La convocatoria al taller responde a una necesidad de poner en practica el conocimiento recibido durante ocho años de estudio y trabajo personal entre los cuales se encuentran dos años de ejercicio profesional de la psicología. Trabajo personal e investigación realizados desde el intento de hacer propia la actitud gestáltica, con eje en el trabajo con el cuerpo y sobre el ego mediante la herramienta simbólica del eneagrama, dentro del proceso SAT de Claudio Naranjo, estudios de postgrado en psicoterapia gestalt y mas recientemente la iniciación en la Psicología Transpersonal y la Medicina Nativa. Digamos que era ya hora de nacer [1].
Daría la impresión de que hago mucha cosa y sin embargo lo que mi ego desea hacer es acumular información, sin vivir de manera comprometida con la vida. Realizada esta presentación mía y de mi ego, es preciso ahora advertir que –siguiendo a Claudio Naranjo- tomaré “ego” por “carácter”, a fines didácticos. Así, partiremos de la afirmación de que en la vida infantil, formamos nuestro carácter. Carácter viene del griego “characso” que significa “duro”, “rígido”. Así, el carácter viene a constituirse como una gran “máscara”, un disfraz entero que en algún momento de nuestra vida adoptamos para adaptarnos exitosamente a la vida en sociedad, la cual comienza en la vida familiar. El ego nos permite responder a las exigencias parentales y de las figuras maternas y paternas sustitutas que aparecen durante el proceso de socialización... y se nos queda pegado luego... al cuerpo en primera instancia.
Es así que es en nuestro cuerpo en el que es posible “leer”, tanto en la postura como en el movimiento y la forma en que se “controla” la respiración, a qué demandas está respondiendo ese rol estereotipado con el que nos sobreidentificamos. Generalmente contamos con un repertorio bastante reducido y rígido de personajes. Pero para poder observar de que manera nuestros personajes han “tomado” nuestro ser como una especie de falso self (3) y hasta qué punto “dirigen” nuestra vida y deciden nuestras acciones, basta solo con tomar una muestra del grupo de participantes y aislarlo para su observación. Tomaré el caso de “X”, quien llega al taller identificada con su malestar.
La propuesta que anuncia el titulo del taller enuncia la idea de que el cuerpo en sí mismo es nuestro espacio de libertad, espacio en el cual “está todo”: solo basta con escuchar sus señales para saber que nos está pasando y solo basta con dejar que él “nos hable” para encontrar las salidas a estados, sensaciones y sentimientos que muchas veces pueden presentarse como “laberínticos”.
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[1] Deseo agregar, para quienes se hallan familiarizados con el trabajo del ego mediante el "Eneagrama sufí" que, para quienes nos encontramos en el así llamado "hueco oscuro" del eneagrama (eneatipos IV y V -este último en mi caso-): más que una necesidad, el "hacer" significa una exigencia para salir del ego y del "oscurecimiento óntico" en el que dormimos.
AUTORREGULACIÓN ORGANISMICA
Luego de la relajación, realizamos un trabajo de armonización de los centros energéticos por medio del impacto de diferentes estilos musicales en cada uno de ellos. Mediante la tarea de atención sostenida se va haciendo figura en cada participante la zona de su cuerpo que se encuentra mas afectada
X, en su presentación nos cuenta de qué manera su ritmo de vida actual, sus actividades laborales y su rol de madre (que también debe desempeñar en su trabajo, pues trabaja con bebes) “castiga” su cintura. Durante la relajación adopta una postura fetal. Mas adelante, durante el segundo momento del trabajo, X elige el rol de “mamá preocupada”, de esa que mantiene en permanente vilo a sus hijos, sin permitirse ni permitir descansar. Luego de la representación del personaje que se ha hecho figura, le solicito que adopte el papel de hija y un sentimiento de melancolía parece sobrevenirle. Durante el cierre se le señala como su sobreidentificación actual con ese rol internalizado de “mamá preocupada” contiene la polaridad “hija sometida”, generando una relación interior “perro de abajo-perro de arriba” que la mantiene en estado de agotamiento pues consume todas sus energías a la vez que no le permite cerrar ningún ciclo.
Se le señala como su cuerpo le expresa que está necesitando descansar, recogerse y permitir que su mamá interior la “acune”, la contenga y que ella misma se puede proveer ese alivio. A veces diez minutos durante el día que nos brindemos para atender las señales que nuestro cuerpo nos da, aflojar tensiones y responder a nuestras demandas puede ser suficiente para recobrar la energía perdida y rearmonizar nuestros centros: recontactar con nuestra sabiduría organísmica.
Existen en terapia gestalt una serie de indicaciones que es necesario seguir en un proceso: hablar en primera persona permite empezar a cambiar el clima psicológico para que la persona paulatinamente se vaya haciendo cargo de aspectos propios que proyecta en el entorno o ayudarle a tomar conciencia de “introyecciones” o aspectos de otro que la persona se ha “tragado enteros” sin digerir. Es un aspecto importante pues permite a la persona empezar a ser responsable, es decir: capaz de responder al ambiente de acuerdo a sus necesidades reales y no a exigencias impuestas que no siente de verdad propias.
De esta manera, se elige responder bajo el principio de espontaneidad desde el ser conciente .Y si somos mas concientes, ganamos espacios de libertad nuestros y para las/os otras/os.
Bibliografía
1- Naranjo, C. (1996) “Carácter y neurosis” Vitoria: La Llave
2- Perls, F. (1974) “Sueños y existencia”. Chile: Cuatro Vientos
3- Winnicott, D. (1971) “Realidad y juego”. Barcelona: Gedisa