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REDES: LA PROXIMA EPIDEMIA PLANETARIA
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De: ESKARLATA  (Missatge original) Enviat: 16/06/2009 09:56

En la historia humana se han producido grandes pandemias de gripe que han causado millones de muertos en todo el mundo. Actualmente “la gripe del pollo”, aparentemente poco mortífera, es la gran amenaza. Los genes del virus de la gripe aviar y los de la gripe humana recombinándose con otros genes pueden provocar el virus más mortífero, junto a la capacidad de transmisión más fácil. Esta es la gran preocupación de la Organización Mundial de la Salud.

REDES aborda esta semana las consecuencias derivadas de la “gripe del pollo”, que se extiende ya en diez países asiáticos, y que ha causado 23 muertes en Vietnam y Tailandia. “Hoy en Asia se dan los ingredientes necesarios para una gran pandemia” afirma Klaus Stohr, director del Programa contra la Lucha de la Gripe en Naciones Unidas. Stohr afirma que “el virus de la gripe aviar está intentando extenderse a los humanos para probar si se puede transmitir, y si que puede”.

Para este experto virólogo este virus está cambiando su composición genética y adquirirá fácilmente la capacidad de transmitirse entre los humanos. En 1918 la denominada “gripe española” con 1800 millones de personas en el Planeta causó entre 40 y 50 millones de muertos, un 2’2% de la población mundial. El virus de aquella gripe humana tardó 6 meses en viajar de Europa o Eurasia al punto más lejano del Plantea. Actualmente, la Tierra está habitada por más de 6 millones de personas y existen 1.600 millones de vuelos anuales en el mundo por lo que “esto cambia la tendencia de transmisión de los virus”, según Stohr. Otro problema es la cría intensiva de aves y los sistemas sanitarios ineficaces en los países pobres.

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Entrevista CON  KLAUS STOHR
“La realidad es que hoy en Asia se dan los ingredientes necesarios para una gran pandemia: un virus de la gripe aviar y uno de la gripe humana que están circulando al mismo tiempo y podrían encontrarse durante la infección dual de un ser humano”

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Punset:
Hay una especie de paradoja en este virus aviario. Por una parte no ha sucedido gran cosa, a excepción de los pobres ¿???? de los que se han sacrificado unos 80 millones, o no se cuántos, pero en relación a las personas sólo han muerto unos pocos, en Tailandia y en Vietnam. Esta es la realidad. Cuando se habla con los expertos dicen que hay que tener cuidado, porque si no se toman las medidas adecuadas puede ser muy peligroso. ¿Por qué hay esta disparidad entre la realidad y el peligro potencial?


Klaus:
Eduardo, esto se parece a una moneda, que siempre tiene dos caras; y no podemos ver el otro lado. Lo que vemos es un virus de la gripe aviaria que está intentando cruzar la barrera de las especies hacia la humana. Le gustan los pollos, le gustan los pájaros acuáticos como los patos y las ocas, y es aquí donde realmente está el verdadero hábitat del virus; pero está intentando extenderse a los humanos para probar si se puede transmitir, y sí que puede.


Punset:
Sí que puede.


Klaus:
Hemos visto que en Asia cierto número de personas se infectaron; no sabemos cuántos, sólo sabemos el número de los que fueron admitidos en hospitales y murieron. Una gran proporción de los que se infectaron murieron. Este es un aspecto, pero sabemos que existe otro que de momento no hemos visto. Sabemos que el virus está cambiando su composición genética y que adquirirá la capacidad de transmitirse muy fácilmente de humano a humano. Abandonará el entorno animal, al que ya no necesita, porque le gusta el anfitrión humano, y se transmitirá entre ellos rápidamente.


Punset:
Y los expertos dicen que esta vez sucederá.


Klaus:
Sí, sucederá. La historia ha demostrado que cada 27,5 años, más o menos, hay una pandemia. Durante los últimos 500 años, más o menos, hay un registro histórico relativamente bueno que dice que en cada siglo solía haber tres o cuatro pandemias. Para los últimos cien años tenemos la prueba, porque existía la virología y hemos podido aislar los virus, y hemos podido analizar la sangre incluso de gente que vivió en el siglo XVIII; de manera que no queda la menor duda de que este virus durante los últimos centenares de años este virus ha causado con frecuencia epidemias globales a gran escala. Y las cosas no han cambiado mucho, por lo menos con relación a este virus, así que debemos estar preparados para otra pandemia.


Punset:
Una de estas crisis llevaba el nombre de gripe española, y se calcula que 40 o 50 millones de personas de todo el mundo hacia 1890 murieron de la gripe española ¿no? Y ahora parece ser que has podido estudiar qué virus era el responsable de esta pandemia.


Klaus:
Sí, es una especie de arqueología biológica: se excava bajo la superficie y se intenta encontrar qué es lo que sucedió en realidad en el pasado. Esto nos enseña mucho sobre el mecanismo de la gripe, y cómo cambian los virus: qué es lo que tiene que cambiar del virus de la gripe aviaria para transformarse en un virus humano letal. Lo que sucedió en 1918 fue muy excepcional: durante la II Guerra Mundial (1918 NO ES LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, SINO LA PRIMERA!!!!) de repente, en Francia, empezaron a morir soldados. Personas que estaban en la plenitud de su vida y que por otra parte estaban perfectamente sanas enfermaban gravemente en muy poco tiempo, eran trasladados al hospital y morían de una manera que prácticamente no tenía precedentes. Esto asustó muchísimo. Hubo un gran debate sobre si se trataba de algún arma biológica o algún gas. Y otro ejemplo: en 1968 hablé con un buen amigo mío que era el jefe del equipo encargado de controlar la gripe en Alemania, y me dijo que en Berlín, durante esta pandemia, que fue mucho más leve que ...


Punset:
Se trata de la pandemia de Hong-Kong ¿verdad?


Klaus:
Sí, sí, desde luego, fue en 1968, y fue una pandemia relativamente leve: grave en sí misma, pero leve comparada con la de 1918. Me dijo que en Berlín no podían enterrar a los muertos, ya no daban más de sí porque la capacidad de los cementerios no era suficiente; de manera que pusieron a los muertos en invernaderos y los mantuvieron en frío: esto es sólo para darte una idea de a qué tipo de emergencia sanitaria nos estaríamos enfrentando si se produjera una pandemia como aquella.


Punset:
Klaus: si lo entiendo bien – y por favor corrígeme – esta nueva tendencia de los virus está en dos cosas: lo primero, ya lo has mencionado, es que tiene una tremenda capacidad de mutación, porque el virus no repara su sistema de ADN, y así, si no hay reparaciones es imposible predecir su mutación; y lo segundo, que resulta enormemente interesante, es que – como hacen también las bacterias – pueden recombinarse con otros genes y si resulta que van a parar a un cuerpo humano que está infectado por la gripe humana, pueden recombinarse y entonces se produce una situación terrible en la que tenemos al virus más mortífero junto a la capacidad de transmisión más fácil. ¿Es así? ¿Es este tu temor?

 


Klaus:
Lo que has descrito es perfectamente correcto; esto produce virus de la gripe que se mantienen en plena forma en cuanto a su malignidad. El virus de la gripe es peculiar en el sentido de que tiene su material genético no en una sola pieza sino en ocho piezas diferentes. Estas ocho piezas codifican la información para las once proteínas del virus. Y si ahora cogemos el virus humano, lo ponemos aquí, y al lado ponemos el virus de la gripe aviaria, que tiene también esos ocho segmentos separados: si se produce una infección doble en una persona, en un ser humano, de estos dos virus, estos ocho segmentos pueden quedar prácticamente mezclados y el virus progénico puede contener siete segmentos de aquí y uno de allá, y cualquier otra combinación. Ahora imagínate: cada uno de estos virus progénicos tiene la capacidad de transmisión del virus humano de la gripe normal y al mismo tiempo la capacidad patológica del virus de la gripe aviaria. Y este es el panorama que tememos que aparezca, que una persona de Vietnam o de Tailandia o de cualquier otro sitio quedara infectado por el virus de la gripe aviaria y al mismo tiempo le llegara el virus humano, que infectara la misma célula, y en esa célula se produjera el intercambio de información genética, y entonces el nuevo virus tiene prácticamente la patogénesis del virus de la gripe aviaria y la capacidad de propagación del virus humano.


Punset:
Y aparece una especie de Frankenstein...


Klaus:
Esta es quizá una de las explicaciones.


Punset:
Pero los virus no tienen la capacidad de... saben obtener las instrucciones genéticas pero en realidad no saben cómo reproducirse a sí mismos, de forma que tienen que penetrar en el interior de una célula y apropiarse de su sistema de reproducción. ¿Todavía tendrían la capacidad de hacerlo?


Klaus:
Sí. Lo interesante de los virus es que no son en realidad seres vivos, no poseen su propio sistema reproductivo. Necesitan a una célula; y lo que hacen, como tú has dicho, es apropiarse del metabolismo de la célula viva y cambiar su producción en la práctica, de manera que la célula no produce ingredientes celulares sino virus: la célula ha cambiado y ahora produce virus. Cada célula pulmonar que queda infectada por un virus pulmonar produce un millar de virus de la gripe, y esos mil virus infectan a otras mil células, y esto es lo que hace que sea tan rápido y tan agresivo. El virus de la gripe tiene otras características peculiares: no posee un mecanismo de reparación, y cuando se reproduce a sí mismo produce errores; normalmente cuando hay una mutación los resultados no son viables; aquí en cambio sí que lo son e incluso son competitivamente mejores. Esta es la razón por la que no es predecible la aparición de una pandemia. No sabemos cuando se producirá este acontecimiento tan raro, pero al mismo tiempo tan importante. La realidad hoy en Asia es que se dan los ingredientes necesarios para una pandemia. Estos ingredientes son: un virus de la gripe aviaria y un virus humano que circulan al mismo tiempo y producen una infección dual en los seres humanos. Lo que necesitamos hacer para evaluar el riesgo es considerar cuatro cosas: en primer lugar entender con qué frecuencia se da el virus en las aves; y este no ha sido eliminado en estos países, sino que todavía prevalece, aunque escondido. ¿Tenemos un buen sistema de seguridad para detectarlo? ¿Tenemos la transparencia suficiente para que se informe sobre su presencia? Ese es el primer elemento. El segundo es saber cuántos virus humanos circulan. ¿Tenemos un buen sistema de detección? ¿Tenemos los laboratorios para hacerlo? El tercer elemento es con qué frecuencia se da el contacto de las personas con estas aves, y si se produce ¿están protegidas? Y el cuarto elemento es si entendemos bien la propensión de estos dos virus a confluir. Esta es una gran zona gris, relativamente grande. Sabemos que se produce dicha recombinación, pero no sabemos con qué facilidad se da en estos dos virus. Esto es algo que sólo puede comprobarse en los laboratorios. Pero hoy día la evaluación del riesgo requiere de todos estos componentes y por lo tanto seguimos estando preocupados por la situación que se da en Asia.


Punset:
Mientras hablabas estaba pensando que quizás si se evitara el contacto, digamos entre la población de esos pollos infectados... esto se podría hacer fácilmente, o al menos se podría hacer. Pero ¿qué se puede hacer con las aves migratrorias? ¿Qué se puede hacer con esto, ya que ellas también transmiten el virus?


Klaus:
Para los que les gusta ir a situaciones complejas, la gripe es el lugar idóneo; y tienes mucha razón, Eduardo, las aves migratorias juegan un papel importante, pero esperemos que estos virus aviarios muy patógenos no se encuentren en ellas: lo que se encuentra es que son prácticamente pre-estados de estos virus muy patógenos. Sólo encontramos estos virus menos patógenos en aves migratorias que están siempre en circulación. A veces estos virus saltan a los pollos, circulan un poco y se convierten en altamente patogénicos, y los pollos enferman de tal forma que mueren – un 50% muere – y después excretan tanto virus que los humanos se infectan. O sea que las aves migratorias juegan un papel, pero afortunadamente sólo con virus menos patógenos. Tenemos que eliminar la reserva de virus que hay en los pollos, y por tanto estamos pidiendo a los países que hagan todo lo que puedan para identificar cada animal enfermo, y cada granja, y para eliminarlos, y de esta manera eliminar el riesgo para los seres humanos.


Punset:
Y esto es algo muy cruel: quiero decir que las soluciones son de choque. Lo que pides es que se eliminen las importaciones, lo que significa que las personas que viven de estos animales se arruinan porque se mata a los pollos. Esto – parece ser – es lo que salvó la situación en Hong Kong hace dos o tres años, en 1997. Y caramba, a veces creo que es como el terrorismo moderno, perdona la analogía, es una situación que de alguna manera es nueva, y quizá es porque todo ha cambiado. Estaba mirando las cifras y somos unos 6 billones de personas en el planeta, y parece ser que hay un número similar de pollos...

 


Klaus:
O quizá hay más.


Punset:
Es fantástico. ¿Está relacionado con la cría intensiva, o con el aumento de la población? ¿Qué ha sucedido? ¿Crees que se puede evitar?


Klaus:
Lo que hemos visto en realidad es que hay una proximidad entre los sistemas ecológicos. Uno es el de los humanos, pero no estamos solos. Hemos vividos con aves, con microbios, con animales en el entorno durante toda nuestra presencia evolutiva, y lo que estamos viendo es que ha habido un cambio en los factores que nos rodean: ahora somos más personas. En 1918, cuando hubo la gran pandemia, éramos 1,8 billones de personas, de las que entre 40 y 50 millones murieron, es decir el 2,2% de la población mundial. Ahora somos 6,2 billones y ¿sabes cuánta gente vuela cada año? 1,6 billones de personas vuelan cada año, y esto por sí mismo cambia la tendencia de transmisión de los virus. En 1918 se tardó 6 meses para que el virus de Europa o Eurasia – no sabemos dónde comenzó – llegara al punto más lejano del planeta. ¿Cuánto crees que se tardaría hoy? Sólo podemos hacer predicciones, pero sabemos que sería mucho más rápidamente. Además hace 100 o 200 años se criaban los animales en el patio de casa; ahora tenemos granjas industrializadas, con miles de animales bajo un mismo techo y muy apretados, lo que por una parte facilita el control de la enfermedad, y por otra hace que sea peor; y lo que hemos visto en Asia es que se ha cambiado la forma de criar las aves. Los hábitos de alimentación son también diferentes: tenemos unas grandes cadenas de alimentación que hacen que se controle la calidad, pero si se introduce un problema en la cadena – como ya hemos visto en el pasado reciente – éste llega hasta el final. Sólo hay que ver el BSC para darse cuenta de cómo han cambiado las cosas.


Punset:
Y las personas todavía no se han dado cuenta, la opinión pública no se ha dado cuenta todavía de que la situación es nueva, ¿no? ¿Qué crees?


Klaus:
Creo que las personas se han dado cuenta de que las cosas han cambiado, y son conscientes de que hay que ser más responsables, y también de que los gobiernos deben tomar más responsabilidades para con los ciudadanos: las enfermedades infecciosas no respetan las fronteras. Necesitamos medidas que fortalezcan la vigilancia, la información de los casos, la detección; que verifiquen; necesitamos un seguimiento de la enfermedad que se haga a nivel nacional y que informe por regiones, pero que esté respaldado por un sistema global que pueda recoger la información lo más rápido posible y pueda proporcionar respuestas. El ejemplo que tenemos es el de la gripe aviaria en Tailandia, donde se detectaron casos de seres humanos infectados por los pollos: estos virus no vienen del cielo, vienen de los pájaros, pero la vigilancia no fue suficiente para detectarlos, o no se informó de su existencia. De manera que necesitamos invertir en una infraestructura sanitaria y necesitamos ajustar nuestro sistema a los cambios del mundo. Déjame que vuelva a un tema que has tocado antes: ¿Por qué tenemos que hacer todo esto a los pobres pollos? ¿Es apropiado? ¿Es proporcionado?


Punset:
Es proporcionado al riesgo.


Klaus:
Y este es el equilibrio que tenemos que buscar. Todo el mundo racional sabe que existe esta posibilidad de una pandemia, de que haya una emergencia sanitaria global sin precedentes; y por otra parte estamos confundidos porque vemos que les quitamos el pan a las personas que viven de esto. Y en mi opinión lo que es inapropiado es la forma en que se ha llevado a cabo el sacrificio. Hemos visto fotos que no ayudan: se ha visto la manera en que se han sacrificado a los animales en Asia, que no es la adecuada.


Punset:
Es algo chocante, ¿no? Porque con todo el desarrollo de la ciencia y la genética, y con los expertos diciendo que tenemos casi el mismo ADN que los pollos, y de repente vemos estas matanzas... Pero volvamos al tema principal: la posibilidad de que se unan el virus de la gripe humana con el virus patológico de la gripe aviaria, que es el verdadero peligro. Pienso en los cerdos, y me gustan tanto.


Klaus:
Sí, tienen un buen sabor.


Punset:
Saben muy bien, y además son muy inteligentes de alguna manera. Viví en un pueblo durante muchos años – mis primeros 10 años – y se decía por ejemplo que los cerdos sabían cuándo se les iba a matar. Resulta que los cerdos parece que pueden ser un laboratorio intermedio donde analizar si estas uniones letales pueden producirse o no. ¿Hace falta analizarlo?


Klaus:
Es un punto muy importante. Lo que hemos dicho antes es que lo que no debe suceder es una infección simultánea en una célula de los virus de la gripe humana y de la gripe aviaria: que no suceda la mezcla de información genética. Hasta 1997 siempre se había pensado que el lugar para que sucediera la mezcla era el cerdo, porque el cerdo tiene algo muy peculiar, es muy próximo a los humanos en relación al sistema inmunológico, a la estructura anatómica de los nódulos linfáticos: hay muchas cosas en las que somos muy cercanos a los cerdos. Los cerdos tienen en las células pulmonares unos receptores para mezclar de forma natural el virus aviario y el virus humano, lo que quiere decir que tienen la precondición natural para actuar como un lugar de mezclas. Por lo tanto los cerdos siempre han sido unos buenos indicadores de la unión entre los virus humanos y los aviarios. Y hasta 1996 y 1997 sólo se había visto esta unión en los cerdos, pero ahora hemos visto que el virus de la gripe aviaria puede entrar directamente en los seres humanos: se vio en 1997 en Hong Kong, y este ha sido uno de los doce episodios de pandemia potencial que ha habido en los últimos 36 años. Es interesante saber que durante el año pasado se han producido cinco de estos episodios de pandemia, y la mayoría de ellos han sido causados por H5 y 1: de manera que el virus lo tenemos acechando detrás de la esquina: está llamando a la puerta, y cada vez es más fuerte, y por el aumento que se ha dado durante los últimos años vemos que la situación se está convirtiendo cada vez en más tensa, cada vez está más preparada y más cercana a la pandemia.


Punset:
Vamos a hablar de los posibles remedios. Bueno, primero de los síntomas, que son bastante conocidos: infección de los ojos, incluso en los humanos, dolor de cabeza, aumento de la temperatura, y... ¿qué más?


Klaus:
Muy bien: así es como empieza, está bien descrito.


Punset:
Y luego, ¿qué hay que hacer? Hemos tomado todas estas medidas, pero ahora hablemos de los fármacos, de las terapias. Los fármacos tradicionales parece ser que no funcionan.


Klaus:
Así es. Lo que veremos, en un caso de pandemia como este, es una enfermedad con un espectro muy amplio, igual que el que vemos ahora con la gripe. Hay personas que la duermen: les duelen las articulaciones, tienen dolor de cabeza, tienen mocos durante unas horas o días, y ya está; pero otros mueren, después de una enfermedad muy grave que se agudiza rápidamente, con una fiebre muy alta y dificultades de respiración, con infecciones bacterianas secundarias y complicaciones en los pulmones y el sistema cardiovascular, y una infección sistémica en todo el cuerpo...


Punset:
¿No sólo en los pulmones? ¿Puede afectar a otros órganos?


Klaus:
Sí. Estamos ante una enfermedad de amplio espectro. El virus pandémico de la gripe producirá el mismo espectro de enfermedades que vemos ahora, pero se darán casos mucho más graves. Con respecto al número de casos actual, sería más pequeño en proporción, pero sería mucho mayor el número de los que padezcan una neumonía primaria muy grave (lo que significa que el virus alcanza la parte inferior del pulmón, y produce una inflamación en los alvéolos situados en el mismo final del pulmón). Lo que dicen los informes respecto a 1918 es que personas que tenían buena salud salían de casa y al cabo de dos horas a sus familias las llamaban desde el hospital, donde se encontraban ya en una situación muy crítica y a las pocas horas morían y el cuadro clínico patológico era principalmente una neumonía en la que los pulmones quedaban encharcados de sangre, lo que hacía prácticamente imposible la respiración.


Punset:
En esa época esa gripe mató a 40 o 50 millones de personas. ¿Y las vacunas? Sabemos que la OMS está colaborando con algunos laboratorios para intentar conseguir una vacuna, pero ¿qué posibilidades hay de conseguirla, y cuánto tardará en llegar?


Klaus:
El auténtico dilema es que tenemos la herramienta, pero no la tenemos con suficiente rapidez ni en cantidad suficiente para poderla distribuir. Si este virus apareciera hoy, primero habría que aislarlo, caracterizarlo, para estar seguros de que estamos ante el auténtico, y después necesitaríamos entre 4 y 6 meses para desarrollar la cadena tipo de la vacuna (vaccine prototype string) y lo que deberíamos hacer a continuación sería dar el virus a las empresas farmacéuticas, que empezarían a producir. Pero como hemos dicho antes, sin duda el virus se habría transmitido globalmente con mucha más rapidez y no se esperará a que tengamos preparado el prototipo de vacuna: se propagará con relativa rapidez a países que no poseerán la vacuna. ¿Pero qué otras posibilidades tenemos? Entre tanto, hay los fármacos antivíricos; los hay de dos clases: una se llama inhibidores neuromanydays (¿) y la otra amantedents (¿). Los primeros son muy buenos, pero se producen en pequeñas cantidades, y poca gente podrá pagarlos porque son muy caros, un tratamiento cuesta entre 40 y 50 dólares, y si se tenemos en cuenta de que el gasto medio anual en sanidad en Vitnam es de 5 dólares, este fármaco resulta completamente fuera de su alcance. Por lo tanto tenemos por un lado una vacuna que aparecerá relativamente tarde, y por otra parte tenemos antivíricos que son muy caros y pueden ser producidos en cantidades muy pequeñas. Los otros antivirus son los amantedents(¿): que no son caros, producen efectos secundarios (este es su lado negativo) y además los virus que ahora circulan se vuelven completamente resistentes a ellos. Por lo tanto, las herramientas que tenemos si las tuviéramos con la suficiente rapidez y cantidad son buenas, pero en la fase inicial de la pandemia no estarán a nuestro alcance. Y hay otra cosa que es muy importante éticamente, y muy importante para OMS: y es el hecho de que algunos países productores de vacunas no quieran compartirlas con otros países. Esto sucedió en 1976: apareció el virus del cerdo que causo la enfermedad en EEUU y la sociedad americana decidió que la vacuna disponible debía usarse para los ciudadanos americanos, lo que es perfectamente razonable, pero los canadienses pidieron la vacuna y los americanos dijeron que no, que no podían compartirla en ese momento. Pero esto es un ejemplo del tipo de cuestiones cruciales que hay que resolver antes de que aparezca la pandemia. Por consiguiente los países tienen que ver ya ahora cuáles son las opciones que tienen: ¿quieren producir ellos mismos las vacunas? ¿de dónde pueden a obtenerlas? ¿cuánto costarán? ¿a quién van a vacunar? O lo que es más importante: quienes no van a ser vacunados. Estas son preguntas éticas, y económicas y médicas sobre las que hay que pensar antes de que se produzca la pandemia. Antes de que la gente inunde los hospitales, antes de que se les pida a los políticos que tomen sus decisiones, antes de que algunos empiecen a pensar en el cierre de fronteras. Ahora es el momento de prepararse.

¡¡¡ PREPARAD@S, LIST@S ... YAAAAAA !!!



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