Fue tan solo una fracción de tiempo,
que como ráfaga de viento
a tu casa yo llegué, te dí un beso
y regresé, yo volaba libre,
otras veces
a ras del suelo caminaba,
tu nombre grité sin pensarlo,
afligido en un desierto de cactus,
desesperado te busqué
por todos lados entre las espinas,
pasaron los días y de sed
yo a ti no te encontré,
¿donde estas?
Al cielo le pregunté,
esas fueron mis últimas palabras
antes de emprender el vuelo,
y desde el cielo
preocupado por ti me quedé,
al final
mirando de lo alto del cielo,
y caminando por la tierra
como un alma en pena,
a ti no te hallé, solo me quedé.
El Caminante... |