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General: Fábulas de Samaniego
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Resposta  Missatge 1 de 85 del tema 
De: Mae 1 0  (Missatge original) Enviat: 18/08/2009 20:04
El asno y el cochino
 
Oh jóvenes amables,
que en vuestros tiernos años
al templo de Minerva
dirigís vuestros pasos,
seguid, seguid la senda
en que marcháis, guiados,
a la luz de las ciencias,
por profesores sabios.
aunque el camino sea,
ya difícil, ya largo,
lo allana y facilita
el tiempo y el trabajo.
Rompiendo el duro suelo,
con la esteva agobiado,
el labrador sus bueyes
guía con paso tardo;
mas al fin llega a verse,
en medio del verano,
de doradas espigas,
como Ceres, rodeado.
A mayores tareas,
a más graves cuidados
es mayor y más dulce
el premio y el descanso.

Tras penosas fatigas,
la labradora mano
¡con qué gusto recoge
los racimos de Baco!
Ea, jóvenes, ea,
seguid, seguid marchando
al templo de Minerva,
a recibir el lauro.
mas yo sé, caballeros,
que un joven entre tantos
responderá a mis voces:
no puedo, que me canso.
Descansa enhorabuena;
¿digo yo lo contrario?
Tan lejos estoy de eso,
que en estos versos trato
de daros un asunto
que instruya deleitando,
los perros y los lobos,
los ratones y gatos,
las zorras y las monas,
los ciervos y caballos
os han de hablar en verso,
pero con juicio tanto,
que sus máximas sean
los consejos más sanos.
deleitaos en ello,
y con este descanso,
a las serias tareas
volved más alentados.

Ea, jóvenes, ea.
Seguid, seguid marchando
al templo de Minerva,
a recibir el lauro.
pero ¡qué! ¿os detiene
el ocio y el regalo?
Pues escuchad a Esopo,
mis jóvenes amados:

Envidiando la suerte del Cochinos,
un Asno maldecía su destino.
«Yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza, y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfia.»
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo Cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
«si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos.»


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Resposta  Missatge 56 de 85 del tema 
De: Comando G Enviat: 11/12/2009 01:19
Tú te chutas.

Resposta  Missatge 57 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 11/12/2009 01:22
Tu crees?????
 
jijijijijijiji

Resposta  Missatge 58 de 85 del tema 
De: Comando G Enviat: 11/12/2009 01:22
Si quieres hablar, aquí puedes hacerlo, que lo sepa todo el mundo, no sé de qué hablas pero si algo tienes que decir, dilo, no te cortes, no tires la piedra y escondas la mano que eso es tu vicio.
 
P.D. También puedes dar las buenas noches e irte a dormir, para variar.

Resposta  Missatge 59 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 11/12/2009 01:27

Respuesta  Mensaje 58 de 58 en el tema 
De: Comando G Enviado: 11/12/2009 03:22
Si quieres hablar, aquí puedes hacerlo, que lo sepa todo el mundo, no sé de qué hablas pero si algo tienes que decir, dilo, no te cortes, no tires la piedra y escondas la mano que eso es tu vicio.
 
P.D. También puedes dar las buenas noches e irte a dormir, para variar.

Yo??????

q tengo q decir?

Tu sabras, yo no tengo porque cortarme, solo digo q no me fiaria de ti, ni por tu trabajo ni como persona.

Yo no tiro la piedra y escondo la mano, quizas es lo q haces tu... q mucho decir, pero al final, na de na...

Las buenas noches, las doy cuando me voy, no antes...

O quizas quieres q me vaya ya??????

 


Resposta  Missatge 60 de 85 del tema 
De: Comando G Enviat: 11/12/2009 01:30
No puedes ser juez aunque lo quieras ser, sólo tienes una oreja y, además, eres mala persona.

Resposta  Missatge 61 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 11/12/2009 01:34
Nunca he querido ser juez, asi q no me achaques lo q no he dicho nunca.
Q soy medio sorda, lo saben los q me conocen, aunque no entiendo esa discriminacion hacia los sordos...
 
Q tu me creas mala persona, sinceramente, para mi es un honor.

Resposta  Missatge 62 de 85 del tema 
De: Comando G Enviat: 11/12/2009 01:35
A mí me entristece.

Resposta  Missatge 63 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 11/12/2009 01:38
A mi no, porque tu no me conoces realmente, al igual q tus amigüitos.
 
Ademas, en te basas para decirme eso?
 
Solo es curiosidad banal, o sea, q me da lo mismo q me lo digas o no...

Resposta  Missatge 64 de 85 del tema 
De: Comando G Enviat: 11/12/2009 01:44
Sobran datos.

Resposta  Missatge 65 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 11/12/2009 01:46
Tu tienes tus datos y yo los mios...

Resposta  Missatge 66 de 85 del tema 
De: cascabell canario Enviat: 11/12/2009 08:02
A mí me entristece.
 
 
Que noble el alma del Comando...

Resposta  Missatge 67 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 26/12/2009 21:02
Las cabras y los chivos

Desde antaño en el mundo
Reina el vano deseo
De parecer iguales
A los grandes señores los plebeyos.
Las Cabras alcanzaron
Que Júpiter excelso
Les diese barba larga
Para su autoridad y su respeto.
Indignados los Chivos
De que su privilegio
Se extendiese a las Cabras,
Lampiñas con razón en aquel tiempo,
Sucedió la discordia
Y los amargos celos
A la paz octaviana
Con que fue gobernado el barbón pueblo.
Júpiter dijo entonces,
Acudiendo al remedio:
«¿Qué importa que las Cabras
Disfruten un adorno propio vuestro
Si es mayor ignominia
De su vano deseo,
Siempre que no igualaren
En fuerzas y valor a vuestro cuerpo?»

El mérito aparente
Es digno de desprecio;
La virtud solamente
Es del hombre el ornato verdadero.

Resposta  Missatge 68 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 26/12/2009 21:03
El caballo y el ciervo

Perseguía un Caballo vengativo
A un Ciervo que le hizo leve ofensa;
Mas hallaba segura la defensa
En veloz carrera el fugitivo.
El vengador, perdida la esperanza
De alcanzarlo, y lograr así su intento,
Al hombre le pidió su valimiento
Para tomar del ofensor venganza.
Consiente el hombre, y el Caballo airado
Sale con su jinete a la campaña;
Corre con dirección, sigue con maña,
Y queda al fin del ofensor vengado.
Muéstrase al bienhechor agradecido;
Quiere marcharse libre de su peso;
Mas desde entonces mismo quedó preso,
Y eternamente al hombre sometido.

El Caballo que suelto y rozagante
En el frondoso bosque y prado ameno
Su libertad gozaba tan de lleno,
Padece sujeción desde ese instante.
Oprimido del yugo ara la tierra;
Pasa tal vez la vida más amarga;
Sufre la silla, freno, espuela, carga,
Y aguanta los horrores de la guerra.
En fin perdió la libertad amable
Por vengar una ofensa solamente.
Tales los frutos son que ciertamente
Produce la venganza detestable.

Resposta  Missatge 69 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 28/12/2009 00:06
El águila y el cuervo

En mis versos, Iriarte,
Ya no quiero más arte
Que poner a los tuyos por modelo.
A competir anhelo
Con tu numen, que el sabio mundo admira,
Si me prestas tu lira,
Aquélla en que tocaron dulcemente
Música y Poesía juntamente.
Esto no puede ser: ordena Apolo
Que, digno sólo tú, la pulses solo.
¿Y, por qué sólo tú? Pues cuando menos,
¿No he de hacer versos fáciles, amenos,
Sin ambicioso ornato?
¿Gastas otro poético aparato?
Si tú sobre el Parnaso te empinases,
Y desde allí cantases:
Risco tramonto de época altanera,
«Góngora que te siga», te dijera;
Pero si vas marchando por el llano,
Cantándonos en verso castellano
Cosas claras, sencillas, naturales,
Y todas ellas tales,
Que aun aquel que no entiende poesía
Dice: Eso yo también me lo diría;
¿Por qué no he de imitarte, y aun acaso
Antes que tú trepar por el Parnaso?
No imploras las sirenas ni las musas,
Ni de númenes usas,
Ni aun siquiera confias en Apolo.
A la naturaleza imploras solo,
Y ella, sabia, te dicta sus verdades.
Yo te imito: no invoco a las deidades,
Y por mejor consejo,
Sea mi sacro numen cierto viejo,
Esopo digo. Díctame, machucho,
Una de tus patrañas; que te escucho.


Una Águila rapante,
Con vista perspicaz, rápido vuelo,
Descendiendo veloz de junto al cielo,
Arrebató un cordero en un instante.
Quiere un Cuervo imitarla: de un carnero
En el vellón sus uñas hacen presa;
Queda enredado entre la lana espesa,
Como pájaro en liga prisionero.
Hacen de él los pastores vil juguete,
Para castigo de su intento necio.
Bien merece la burla y el desprecio
El Cuervo que a ser Águila se mete.
El viejo me ha dictado esta patraña,
y astutamente así me desengaña.
Esa facilidad, esa destreza,
Con que arrebató el Águila su pieza,
Fue la que engañó al Cuervo, pues creía
Que otro tanto a lo menos él haría.
Mas ¿qué logró? Servirme de escarmiento.
¡Ojalá que sirviese a más de ciento,
Poetas de mal gusto inficionados,
Y dijesen, cual yo, desengañados:
«El Águila eres tú, divino Iriarte;
Ya no pretendo más sino admirarte:
Sea tuyo el laurel, tuya la gloria,
Y no sea yo el cuervo de la historia!»

Resposta  Missatge 70 de 85 del tema 
De: Mae 1 0 Enviat: 28/12/2009 21:39
Los animales con peste

En los montes, los valles y collados,
De animales poblados,
Se introdujo la peste de tal modo,
Que en un momento lo inficiona todo.
Allí, donde su corte el León tenía,
Mirando cada día
Las cacerías, luchas y carreras
De mansos brutos y de bestias fieras,
Se veían los campos ya cubiertos
De enfermos miserables y de muertos.
«Mis amados hermanos,
Exclamó el triste Rey, mis cortesanos,
Ya véis que el justo cielo nos obliga
A implorar su piedad, pues nos castiga
Con tan horrenda plaga:
Tal vez se aplacará con que se le haga
Sacrificio de aquel más delincuente,
Y muera el pecador, no el inocente.
Confiese todo el mundo su pecado.
Yo, cruel, sanguinario, he devorado
Inocentes corderos,
Ya vacas, ya terneros,
Y he sido, a fuerza de delito tanto,
De la selva terror, del bosque espanto.»
«Señor, dijo la Zorra, en todo eso
No se halla más exceso
Que el de vuestra bondad, pues que se digna
De teñir en la sangre ruin, indigna,
De los viles cornudos animales
Los sacros dientes y las uñas reales.»
Trató la corte al Rey de escrupuloso.
Allí del Tigre, de la Onza y Oso
Se oyeron confesiones
De robos y de muertes a millones;
Mas entre la grandeza, sin lisonja,
Pasaron por escrúpulos de monja.
El Asno, sin embargo, muy confuso
Prorrumpió: «Yo me acuso
Que al pasar por un trigo este verano,
Yo hambriento y él lozano,
Sin guarda ni testigo,
Caí en la tentación: comí del trigo.»
«¡Del trigo! ¡y un jumento!
Gritó la Zorra, ¡horrible atrevimiento!»
Los cortesanos claman: «Éste, éste
Irrita al cielo, que nos da la peste.»
Pronuncia el Rey de muerte la sentencia.
Y ejecutóla el Lobo a su presencia.

Te juzgarán virtuoso
Si eres, aunque perverso, poderoso;
Y aunque bueno, por malo detestable
Cuando te miran pobre y miserable.
Esto hallará en la corte quien la vea
Y aún en el mundo todo. ¡Pobre Astrea!


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