Siete formas de
bajar de peso
sin hambre ni
esfuerzo
Varios factores inciden
en los cambios del metabolismo;
cómo lograr
quemar calorías
Por Emma Young | New Scientist
Sábado 07 de enero de
2012 | Publicado en edición impresa
LONDRES.- Las vacaciones son un
tiempo de excesos. Comer, beber y ser complaciente con uno mismo, para más
adelante hacer dieta. O quizá no. Desafortunadamente, no todos tenemos la
autodisciplina y la determinación necesaria para abandonar los dulces e ir al
gimnasio. Pero a no temer: existen otras formas de combatir la grasa y
mantenerse delgado.
Sólo para tenerlo presente, si
uno come de más y hace poca actividad física, entonces uno subirá de peso. Aun
así, cada vez hay más evidencias de que otros factores también contribuyen con
el exceso de adiposidad. Identificar esos factores nos podría dar nuevos caminos
para combatir la panza, y la buena noticia es que los investigadores están
comenzando a hacerlo.
1) Vacunarse
Se ha identificado una decena de
microbios que han sido asociados a la obesidad. Uno de ellos es uno de los virus
del resfrío común: el adenovirus-36. Investigadores norteamericanos descubrieron
que ese adenovirus aumenta el número de células grasas dentro del organismo e
incrementa la cantidad de grasa que se halla en esas células. 'Si algunas
infecciones contribuyen a la obesidad, podríamos tener una forma potencialmente
muy sencilla de prevenirla: vacunando', dijeron los investigadores.
2) Relajarse
Mientras que el estrés extremo
puede hacer que la gente pierda peso, el estrés cotidiano puede tener el efecto
opuesto. Estudios de neuroimágenes realizados en la Universidad de Yale muestran
que el estrés activa regiones cerebrales asociadas con los hábitos y las
recompensas. 'Aumenta el deseo por alimentos hipercalóricos en las personas que
suelen consumirlos', dijo Rajita Sinha, de Yale, que recomendó aprender técnicas
de meditación y de control del estrés.
3) Bajar la temperatura
Estudios de la Universidad de
Turín, Italia, hallaron que aquellas personas que viven en hogares con
temperaturas más altas tienen el doble de riesgo de desarrollar obesidad. Si
bien temblar de frío quema calorías, tampoco hace falta llegar a ese extremo.
Cuando la temperatura se ubica por debajo de los 18°, un tipo de grasa corporal
llamada grasa marrón comienza a quemar energía para calentar el cuerpo.
Desafortunadamente, si uno no está expuesto habitualmente al frío, los depósitos
de grasa marrón -que son minoritarios en comparación con la grasa blanca- se
reducen y también su capacidad de quemar calorías. Entonces, a bajar el
termostato del hogar.
4) Comer proteínas
Las dietas con alto contenido de
proteínas quizá sean una moda, pero con algo de sustancia. Existen estudios que
indican que las proteínas ayudan a mantener la saciedad por más tiempo. Es más,
estudios dinamarqueses hallaron que una dieta con alto contenido proteico, pero
con bajo índice glucémico, permite que las personas coman hasta llenarse, pero
sin engordar.
5) Mirar el envase
No sólo para ver la composición
nutricional de los alimentos, sino también para ver en qué vienen envueltos.
Algunos envases plásticos y metálicos contienen químicos que alteran el normal
funcionamiento de hormonas como la tiroidea, que regula el metabolismo. Los
ftalatos y el bisfenol A son unos de ellos, y hay estudios que mostraron que
hombres obesos tenían una mayor concentración de ftalatos en su organismo. Un
dato: los envases reciclables de PVC 'tipo 3' suelen contenerlos.
6) Apagar la luz
Estudios en ratones muestran que
aquellos expuestos a la luz durante la noche son un 10% más gordos. ¿La razón?
De noche, la luz puede alterar nuestro reloj biológico (circadiano) e interferir
en nuestro metabolismo. Expertos recomiendan mantener un patrón lumínico
consistente a lo largo de la semana, y evitar las luces LED, que afectan
especialmente los ritmos circadianos.
7) Dormir
Si necesita una excusa para
permanecer más tiempo en la cama, aquí hay una: dormir demasiado poco puede
volverlo gordo. La privación de sueño reduce la producción de la hormona
leptina, que suprime el apetito, e incrementa la de la ghrelina, que lo
estimula. Entonces, una hora más de sueño puede ganarle al gimnasio..
Link: http://www.lanacion.com.ar/1438614-siete-formas-de-bajar-de-peso-sin-hambre-ni-efuerzo
LA NACION
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