28/5/2012 Madres
Coraje
Primero golpearon todas las puertas posibles, las de las
comisarías,
las de la intendencia, las de la gobernación y las de la Casa
Rosada.
Nadie las abrió. Había sólo algún político que en tiempos de
campaña,
enfatizaba con micrófono en mano y una buena retórica, que haría
todo
lo
que estuviera a su alcance
Por Eugenia Plano
Corresponsal en Argentina –
www.vidapositiva.com
28 de mayo 2012.
Después, venía en silencio y la sombra de sus
hijos, empalideciendo cada vez más. Las madres del paco, son una organización de
mujeres que no encontraron respuestas y decidieron unir sus fuerzas para
combatir el flagelo de un estupefaciente, que en la Argentina aumentó su consumo
en un 500%. Es la droga de los pobres y de los jóvenes. La edad de consumo es
cada vez menor, en los hospitales bonaerenses y porteños, han tenido casos de
adictos al paco de niños de tan sólo 8 años y un tercio de los internados tiene
14 años .
Es una droga de muy bajo costo ya que está
elaborada con residuos de cocaína y procesada con ácido sulfúrico y con
queroseno. Una dosis cuesta 8 pesos argentinos y su efecto dura entre 2 y 5
minutos, y por ello se presenta como extremadamente adictiva. Se estima que un
adicto al paco puede fumar diariamente de 10 a 15 cigarrillos, sólo en Argentina
se consumen unas 400.000 dosis por día. Estas frías estadísticas tienen un
rostro, el de millones de jóvenes y niños que hoy sufren las consecuencias de
una droga que puede producir muerte cerebral en tan sólo 6 meses, según datos
aportados por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Las madres de cada uno de estos jóvenes en su gran
mayoría viven en villas miserias, como Ciudad Oculta, 11-14, Bajo Flores y
Fuerte Apache, en dónde la adicción no ha dejado de crecer. Allí, según informa
la organización Red de Madres contra el Paco y por la Vida, mueren alrededor de
dos adolescentes por semana por causas vinculadas al paco.El contexto de estas
madres antes de reunirse en una organización era de extrema soledad y
desesperación. Quizá la indignación más grande, era saber dónde se vendía la
droga, conocer a cada dealer del barrio y ver que nada ocurría. Sus denuncias,
sus advertencias o sus gritos desesperados por frenar un flagelo, no recibía
respuestas, palabras o acciones de las autoridades.
Se cansaron del miedo, la indiferencia y la
desidia. Un día fueron 150 las madres que se reunieron bajo el denominador común
del dolor y decidieron fundar una ONG que hiciera visible la problemática a
nivel social. Rompieron el silencio, abrieron sus propias puertas, son quienes
hoy salvan las vidas de miles de jóvenes sumidos en la adicción.
Su coraje tuvo consecuencias. Ellas no sólo
visibilizan la adicción en sí misma, su valentía se extiende a combatir a los
que venden drogas en sus barrios. Por ejemplo, en 2007 el narcotraficante Isidro
Ramírez fue denunciado y condenado a 8 años de prisión por comercialización de
estupefacientes agravado por la utilización de menores de edad y tenencia ilegal
de armas de guerra. A pesar de las amenazas, ellas continúan en la misión de
combatir el mayor flagelo de los jóvenes en las villas miserias de la
actualidad. Para reforzar y efectivizar su lucha, las madres de juntan una vez
por semana. En los encuentros suman fuerzas y evalúan estrategias para exigirle
al Estado que combata seriamente el tráfico ilegal y realice campañas efectivas
de prevención.
Pero mientras tanto, ellas son las que realizan el
trabajo. Son las que salen por la noche y recorren los pasillos para hablar con
los chicos que se encuentran sumidos en la adicción. Los contienen, los escuchan
y los ayudan. Son mujeres que cada día tienen más hijos. Están en donde la
presencia de los responsables es invisible. Hoy las noticias vinculadas al paco,
además de las estadísticas que crecen, son las consecuencias de una droga que ha
generado mayor cantidad de delitos y crímenes. Las madres son conscientes de
ellos, y por esta razón también se ocupan y preocupan por la vida de los otros:
“Soy conciente de que si mi hijo consume paco está arriesgando su vida, pero
también la vida de los demás porque quizás, para conseguir la plata para
comprarlo, roba y puede llegar a matar a alguien. Y detrás de esa persona hay
una familia que, como la mía, también es víctima. Con nuestra lucha no solamente
estamos cuidando la vida de nuestros hijos, sino la de los demás”, afirma María
Rosa, una de las madres que desde el 2003 se viene movilizando para pelear
contra el consumo del “paco, en declaraciones al diario Clarín.
Red de Madres contra el Paco y por la Vida, ya no
sólo tiene presencia en Argentina, sino que las madres de Chile, Brasil y
Uruguay han seguido el ejemplo de valentía y coraje de estas grandes mujeres.Con
sus pañuelos negros podrán verlas caminar los jueves por la Plaza de Mayo. Todos
los días las verán dando paso firme en las villas miserias argentinas. Ellas son
las heroínas de nuestro tiempo, un grupo de mujeres humildes que hoy salvan las
vidas que se hicieron invisibles para el poder.
www.vidapositiva.com
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
|