Tienen trabajo, y no
sólo uno. Son millones de personas que cada día de sus vidas cumplen jornadas
laborales de doce horas o bien, tienen dos empleos para poder llegar a fin de
mes. A pesar de todo el sacrificio, estas personas son los pobres de la
Argentina
Eugenia Plano
Corresponsal en Argentina www.vidapositiva.com
21 de julio 2012.
Imagen: Marc van der Aa
En el país se experimenta un fenómeno impensado en otros tiempos. Trabajar
incansablemente era sinónimo de movilidad social. Es decir, “comenzar de abajo”
no sólo era un enorme mérito sino que era la garantía y la posibilidad de ir
creciendo de a poco. Existía el progreso personal. Un trabajador de clase media
baja o de los estratos más pobres podía proyectar a largo plazo, tenía el sueño
de ver crecer sus oficios, sus profesiones o sus habilidades laborales. Hoy la
movilidad social es casi una utopía. Las villas miserias de la Argentina no se
encuentran conformadas por personas desocupadas, la exclusión no es por ausencia
de voluntad de trabajo, sino todo lo contrario, son personas que ocupan la
mayoría de su tiempo en la vida laboral. Y así y todo, hoy son quienes no pueden
cubrir sus propias necesidades básicas o las de su familia.
La deuda social en el país es tan enorme como dolorosa. La última medición
del Barómetro de la Deuda Social Argentina del la Universidad Católica
Argentina, así lo confirma. Sólo en los centros urbanos hay 10,8 millones de
pobres y un 2,1, millones de ellos se encuentra por fuera de la línea de
pobreza, son indigentes. La evolución de la pobreza en la Argentina es un drama
social que no para de crecer. En la actualidad, millones de argentinos no tienen
acceso a la alimentación, la salud, la vivienda, la seguridad y la participación
ciudadana. Están fuera de todas las áreas que conforman la supervivencia y la
dignidad humana. Entonces, ¿cuál es el único beneficio que le permite su
trabajo? Hablar de beneficio ya casi es un atropello a la razón, ya que a lo
único que los pobres argentinos pueden acceder a través de sus salario es a la
canasta alimentaria básica, pero a ningún otro servicio. Ante este cuadro de
situación, los números a nivel estatal se relativizan, se ningunean, se
bifurcan. Según el INDEC el índice de pobres es cinco veces menor al difundido
por las entidades privadas. Es decir, millones de personas son invisibles para
el Estado.
Los planes de ayuda social, como la asistencia universal por hijo, no
alcanzan para remediar la pobreza estructural. Hombres y mujeres hoy padecen la
miseria, trabajando y observando como el esfuerzo no es garantía de crecimiento,
progreso o al menos, de la satisfacción de las necesidades básicas para si
mismos y para sus familias. Además, existe una realidad que es imposible de
evitar. Los millones de pobres trabajadores de la Argentina padecen día a día el
contexto de sus barrios. Si la clase media y la clase alta se encuentra
atemorizada por la inseguridad, en las villas de emergencia del país se sufre a
cada minuto la convivencia con el tráfico de drogas, las bandas armadas y el
delito a la vuelta de la esquina. Ellos no tienen seguridad de ningún tipo. Ni
siquiera, forman parte de las estadísticas, no los cuentan, no los tienen en
cuenta. Son los argentinos invisibles. Se los oculta debajo de la alfombra, y
ellos cada día se levantan muy temprano, tienen más de un trabajo, casi no ven a
sus familias, pero el poder anda ciego y no los ve.
Según la ONU, es el país de la que más redujo la pobreza.
Lo indicó la secretaria de la CEPAL, que resaltó la incidencia de las políticas de inclusión implementadas desdel 2003.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, consideró que la Argentina es uno de los países de la región que “más logró disminuir la pobreza”. La funcionaria elogió las políticas implementadas en nuestro país desde el 2003 y dijo que “el empleo iguala oportunidades” y pidió una convergencia productiva para superar el atraso.
Al ser consultada sobre la pobreza en la Argentina, dijo que “los salarios de los trabajadores tuvieron un desempeño muy bueno en 2008 y 2009, y lo mismo sucedió con las transferencias monetarias, lo cual fue clave para que la pobreza bajara de una manera significativa. En este período es uno de los países que más logró disminuir la pobreza”.
“En materia social, vemos que hay avances muy importantes en los programas que ha emprendido la Argentina, sobre todo en los relacionados con la crisis, donde el país tiene una robusta política social”, continuó.
Respecto de la lucha contra la pobreza, la funcionaria de la CEPAL consideró que “la clave está en fortalecer las diferentes áreas productivas para lograr una mayor convergencia en grandes y pequeñas localidades, teniendo como resultado la mayor creación de empleo. El objetivo que perseguimos es un nivel de empleo con derechos”, aseguró.
En el capítulo de la educación, en cuanto a formación de capacidad para insertarse, “la Argentina es uno de los países que más invierte por estudiante, sin embargo todavía tenemos una brecha digital importante: creo que debemos intentar llegar a todos los hogares”, opinó.
“La Argentina, en particular, tiene un sistema educativo potente, es de los mayores en cuanto a tasas de matrícula y escolaridad. Pero creo que hay un desafío de lograr que los hogares más pobres completen los estudios y logren llegar a la parte superior de la curva, que es donde se desarrollan las capacidades más importantes”, indicó.
A su criterio, “el objetivo es apropiarse de la innovación tecnológica” y afirmó: “tenemos que ser cada día más capaces de desarrollar nuestra propia tecnología. De todas maneras, vale destacar que en el período 2006-2008, la inversión argentina en materia educativa supuso casi un 4,9% del PBI”.
Consultada sobre la inversión que se destina para sostener el crecimiento, dijo que “tenemos una enorme oportunidad de trabajar en conjunto y crear mecanismos para que estas ganancias de la región puedan invertirse en temas de largo y mediano plazo. La Argentina está en el camino correcto para hacerlo. Pero no hay que descuidar otro tema fundamental como el energético, es decir, cómo logramos una mayor eficiencia. La Argentina tiene una matriz energética relativamente limpia en la región”, concluyó.
LA verdad...que no quiero desatar una polemica al responder, solamente queiro exponer mi punto de vista.
Mi punto de vista en la cuestion de la llamada pobreza, la tomo en base a mi trayectoria laboral, a mis experiencias, a lo que yo he observado en nuestra sociedad, por ello que muy brevemente voy a decir que yo he comenzado a trabajar a los 14 años de edad por decision propia y no por necesidad, tambien en esa edad estudiaba el secundario (Tecnico Industrial).A los 18 años me enrole en la Prefectura N.Maritima para poder seguir estudiando y ademas cumplir con el servicio Militar. Me recibi de tecnico y siempre trabajando y para ser breve voy a decir que deje de trabajar a los 58 años y no fue por decision mia si no por decision de los desastrosos gobiernos que se venian sucediendo (año 2002). En resumen puedo decir que mi vida fue de trabajo y estudio.
Por ello que me cuesta comprender y creo que nunca voy a llegar a convencerme cuando leo articulos sobre el hambre y la pobreza.
Veo que se habla de hambre, pero me canso de ver en barrios realmente humildes, comercios de venta de Carne vacuna o avicolas, he llegado a contar hasta 4 locales de venta en una cuadra, todos venden y al contado, en las carniceria no hay fiado y los dias Viernes esos locales estan ya preparados con las vitrinas con todo para el asado de fin de semana.
Los locales de Comidas preparadas el dia viernes y sabado trabajan sin Parar, con los delibeys que van y vienen con pedidos, por ejemplo una Pizza tiene un costo de 40$ aprox. Una gaseosa grande 12 $ aprox.
Al lado de mi casa hay una Panaderia y confiteria y el domingo al mediodia se quedan sin Facturas y una docena de factura tiene un valor de 20 $.
Conozco varios Barrios de viviendas construidos por el Municipio con esos planes "Argentina Trabaja", esas casas son para familias que no poseen vivienda y que nunca tuvieron la "Suerte" de poder comprarse un terrenito y unos ladrillos, entonces el estado construyó miles de esas viviendas, que las entregan con todas las instalaciones, Estufa, cocina, Termo, asfalto, alumbrado publico red de gas natural Cloacas y agua corriente; me han comentado que deben abonar entre 50 y 200 $ por mes por esas viviendas, no se por cuantos años, pero lo que he visto que en un 80% ya tiene el garage en un costado de cada casa y alli ya guardan el auto, en muchos casos nuevos y otros casos han construido un Local para negocio.
Cada vez hay mas locales de venta de telefonos celulares y un telefono regular cuesta aproximadamente 700 $ y si se recarga con tarjeta el costo minimo de tarjeta es de 30 $ y no dura nada.
En los Barrios llamados cabeza de Partidos de la periferia de de la Capital Federal de Buenos Aires, pongo algun ejemplo Moron , Lomas de Zamora, San Martin, hay una gran cantidad de locales de venta de Zapatillas en su mayoria son porductos de marcas famosas, cuyo costo oscila entre los $500 y 700 $ y no es que no las venden, pues en muchos de estos locales hay pedidos de vendedores.
Asi podemos seguir observando y analizando esta sociedad de consumo....de consumo desprogramado, yo pienso que en nuestro pais nadie se muere de hambre por falta de alimentos, mas bien tendriamos que decir que no hay una cultura de alimentacion, tampoco hay una cultura de consumo en terminos generales.
Pero esto no podemos decir que es un tema que el Gobierno de turno debe solucionar ¿Se pueden imaginar que sucederia si el Gobierno dijera....No vayan a comer en MC Donals? y si la carne o los productos de Almacen valieran 30 % menos, no comprarian mas cantidad para alimentarse mejor, pues se comprarian mas Cds. de Peliculas, o el super Telefono celular.
Puedo seguir analizando mucho mas sobre el tema, pero quiero terminar con un relato Real que me sucedio en una oportunidad.-
Yo trabajaba en una empresa multinacional de Origen Aleman; periodicamente teniamos visitas de la empresa Madre de Alemania o de alguna otras plantas; en una oportunidad vino una persona de Alemania porque debiamos realizar un trabajo coordinado y debiamos trabajar juntos, él me pidio si lo llevaba a conocer lugares de Buenos Aires, obviamente que lo he llevado por infinidades de lugares; desde lugares turisticas, lugares agrarios, villas de emergencia, barrios de trabajadores clase media y barrios clase alta, estaciones terminales de transporte etc...etc...
El dia que Partió para su pais lo acompañe hasta el Aeropuerto, cuando fue el momento de embarcarse, nos despedimos, me agradecio mi hospitalidad y me hizo esta Pregunta ¿Me podras explicar porque hay tanta gente que en este Pais Vive mal ?, me dijo...."Respondeme por un mail".-
Claro que le respondi; no es necesario que detalle mi respuesta porque ya lo he expuesto aqui, que como dije al inicio, esto es mi punto de vista.-
Papiyo, había pensado no contestarle más porque no me gusta su manera agresiva y ofensiva de expresarse, pero aquí me veo obligada a decirle, que usted se ha ensañado conmigo, me persigue, y me critica.
Aquí sacó fuera de contexto frases solo para tener algo que decir en mi contra, y usted sabe muy bien que en este artículo se habla de la gran inflación y demás cosas que hacen que los que tienen la suerte de trabajar, no les alcance para vivir, ok?, de todas maneras le pegaré debajo nuevamente el artículo.
En cuanto a que quiero darle palos al gobierno, pues no hace falta, se los dan solos con los papelones y contradicciones de la presidente, que luego las tiene que remediar con terceros, porque no tiene cara, por las barbaridades que hace que afecta tanto a nuestro país, que saben como lo llaman ya en el mundo?: TITANIC, no es para reír, es para llorar.
No quiero discutir más con usted señor, pensamos diferente en política, y yo lo respeto pero usted a mi no, y nunca llegaremos a un acuerdo obviamente.
Tienen trabajo, y no sólo uno. Son millones de personas que cada día de sus vidas cumplen jornadas laborales de doce horas o bien, tienen dos empleos para poder llegar a fin de mes. A pesar de todo el sacrificio, estas personas son los pobres de la Argentina
Eugenia Plano
Corresponsal en Argentina www.vidapositiva.com
21 de julio 2012.
Imagen: Marc van der Aa
En el país se experimenta un fenómeno impensado en otros tiempos. Trabajar incansablemente era sinónimo de movilidad social. Es decir, “comenzar de abajo” no sólo era un enorme mérito sino que era la garantía y la posibilidad de ir creciendo de a poco. Existía el progreso personal. Un trabajador de clase media baja o de los estratos más pobres podía proyectar a largo plazo, tenía el sueño de ver crecer sus oficios, sus profesiones o sus habilidades laborales. Hoy la movilidad social es casi una utopía. Las villas miserias de la Argentina no se encuentran conformadas por personas desocupadas, la exclusión no es por ausencia de voluntad de trabajo, sino todo lo contrario, son personas que ocupan la mayoría de su tiempo en la vida laboral. Y así y todo, hoy son quienes no pueden cubrir sus propias necesidades básicas o las de su familia.
La deuda social en el país es tan enorme como dolorosa. La última medición del Barómetro de la Deuda Social Argentina del la Universidad Católica Argentina, así lo confirma. Sólo en los centros urbanos hay 10,8 millones de pobres y un 2,1, millones de ellos se encuentra por fuera de la línea de pobreza, son indigentes. La evolución de la pobreza en la Argentina es un drama social que no para de crecer. En la actualidad, millones de argentinos no tienen acceso a la alimentación, la salud, la vivienda, la seguridad y la participación ciudadana. Están fuera de todas las áreas que conforman la supervivencia y la dignidad humana. Entonces, ¿cuál es el único beneficio que le permite su trabajo? Hablar de beneficio ya casi es un atropello a la razón, ya que a lo único que los pobres argentinos pueden acceder a través de sus salario es a la canasta alimentaria básica, pero a ningún otro servicio. Ante este cuadro de situación, los números a nivel estatal se relativizan, se ningunean, se bifurcan. Según el INDEC el índice de pobres es cinco veces menor al difundido por las entidades privadas. Es decir, millones de personas son invisibles para el Estado.
Los planes de ayuda social, como la asistencia universal por hijo, no alcanzan para remediar la pobreza estructural. Hombres y mujeres hoy padecen la miseria, trabajando y observando como el esfuerzo no es garantía de crecimiento, progreso o al menos, de la satisfacción de las necesidades básicas para si mismos y para sus familias. Además, existe una realidad que es imposible de evitar. Los millones de pobres trabajadores de la Argentina padecen día a día el contexto de sus barrios. Si la clase media y la clase alta se encuentra atemorizada por la inseguridad, en las villas de emergencia del país se sufre a cada minuto la convivencia con el tráfico de drogas, las bandas armadas y el delito a la vuelta de la esquina. Ellos no tienen seguridad de ningún tipo. Ni siquiera, forman parte de las estadísticas, no los cuentan, no los tienen en cuenta. Son los argentinos invisibles. Se los oculta debajo de la alfombra, y ellos cada día se levantan muy temprano, tienen más de un trabajo, casi no ven a sus familias, pero el poder anda ciego y no los ve.