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De: leonor555 (Mensaje original) |
Enviado: 25/12/2014 13:35 |
Un tema que nos dara para comentar mucho, para exponer nuestras ideas y creencias y tambien talves para aprender, con logica, con experiencias, con todo lo que podamos aportar.
¿LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD PERMANENTEMENTE?
¿DE QUE DEPENDE LA FELICIDAD TUYA?
¿HAY UN ADENTRO Y UN AFUERA QUE NOS HACEN FELICES O INFELICES?
¿CUAL ES PARA VOS EL SENTIDO DE LA VIDA??
SEGURAMENTE SE NOS OCURRIRAN MUCHAS IDEAS, PENSAREMOS, DESGLOSAREMOS ESTE TEMA TAN IMPORTANTE, Y PONGO ESTO AQUI, POR ESO, PORQUE AL MENOS PARA MI, MAS EN LOS ULTIMOS TIEMPOS FUE UN TEMA MUY IMPORTANTE.
CUANDO MIRE PARA ATRAS...VI MI PASADO, MIS VIVENCIAS, MIS LOGROS Y FRACASOS...CUANDO ME VEO COMO ESTOY...TODO ME HIZO SURGIR AUN MAS LA PREGUNTA DE CUAL ES EL SENTIDO DE LA VIDA...PORQUE PARA MI DESDE HOY, CREO TIENE UNA RESPUESTA UNICA...
LES DEJO EL TEMA Y ESPERO LO DISFRUTEMOS, ME HACE MUCHA FALTA SUS RESPUESTAS, SU COMPAÑIA Y COMPRENDER JUNTOS ESTE TEMA QUE ES ACTUAL HASTA PARA LOS MICROBIOS..
LEO |
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De: viajero |
Enviado: 26/12/2014 10:10 |
DE TODOS LOS SERES EL UNICO QUE HACE ESTA PREGUNTA ES EL HOMBRE.ES TAN IMPORTANTE QUE ESTA PRESENTE EN TODAS LAS FILOSOFIA Y RELIGIONES.
NOS PREOCUPA. SI TODO EN EL UNIVERSO TIENE UN POR QUE LA EXISTENCIA Y LA CONCIENCIA DE LA EXISTENCIA DEBIERA TENER UN SENTIDO.
PARA MI EL UNIVERSO ES UN SER Y ESE SER EVOLUCIONA GRACIAS A LA VIDA CONCIENTE. CUANDO DESPUES DE HABER VIVIDO VOLVEMOS A EL LLEVAMOS CON NOSOTROS ESA CARGA DE EXPERIENCIA QUE NOS DIO LA VIDA. NO HAY NADA ASI COMO VENIR AQUI A SER FELICES. TODOS LOS SERES SUFREN EN LA VIDA Y LUCHAN POR SOBREVIVIR. TAMPOCO CREO QUE EL HOMBRESEA UNA ESPECIE ESPECIAL. SOLO ES UNA ESPECIE MAS.
ES DURO PENSAR ASI, PERO ES MI REALIDAD.
EL VIAJERO. |
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De: Ceciomi |
Enviado: 26/12/2014 11:57 |
Un tema muy actual y ya uds lo an desglosado en todos los tonos me encanto leerlos y me falta tiempo para leer el que aporto Ruben seguro que lo hare cuando se acabe todo el alboroto a mi alrededor. Una cosa solo sabría agregar a las preguntas de Leo, y es lo siguiente cada ser tiene una forma particular de ver la vida de encararla Pero todos tenemos las mismas necesidades necesitamos casa, comida y compañía por eso luchamos todos a nuestra manera, Luego debemos encarar la edad cuando se va avanzando se van presentando nuevas metas una de la mas difícil es aceptar que al no ser joven no podemos vivir oh decidir como queremos llegar a un buen puerto sin muchos inconvenientes: Bueno como dice Leito es un tema que dará mucho que pensar y que comentar ... Por ahora me despido dejando les a todos mis deseos por buen fin de semana y muchas cosas gratas para disfrutar, en eso se me va el tiempo en tratar de disfrutar de las pequeñas cosas que la vida me da ... Ceci
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Me conmueven y me maravillan las opiniones dadas por Manuel y por Leonor porque son salidas del alma y son como la concreción de lo que ha sido su trascurrir por esta vida .... En esas dos concepciones trata de haber como una separación entre Naturaleza y Dios ...dejándole el cuerpo a Natura y confirmando aquello de que " Polvo eres y en polvo te convertirás "...pero dejando a salvo de la descomposición la parte inmaterial ...la espiritual ...el alma ....que seguirá tal vez creciendo en espiral ...valiéndose de otros cuerpos .... de otros mundos ...
Yo por mi parte creo que el alma o mi parte espiritual viene de mi cerebro que en el fondo es materia evolucionada con el paso de siglos o milenios ...partiendo de nuestros ancestros los simios .....y que en definitiva nuestra " alma " desaparece tambien cuando se produce la muerte cerebral de la cual tanto se habla hoy en día ...y que tiene una casi total aceptación .- |
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De: LuchoG |
Enviado: 26/12/2014 12:24 |
¿LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD PERMANENTEMENTE?
La felicidad es el estado de ánimo que en una persona causa satisfacción por algo. Así, siempre buscaremos la forma de cómo sentirnos felices, porque es placentero, agradable. Materialmente, en disfrutar por ejemplo un delicioso plato, en recibir un regalo agradable... espiritualmente, compartiendo un abrazo, recibiendo compensaciones por actitudes buenas, entregando incondicionalmente lo mejor de cada quien para beneficio de los demás...
¿DE QUE DEPENDE LA FELICIDAD TUYA?
Mi felicidad depende de la felicidad de los demás. Es como una norma. Por eso, la inequidad, la desigualdad, la injusticia generada por la ambición del hombre, trata de desfigurarla.
¿HAY UN ADENTRO Y UN AFUERA QUE NOS HACEN FELICES O INFELICES?
Sí creo que hay un adentro y un afuera que noa satisface o al contrario, nos desagrada. Adentro, algo intangible, espiritual. Afuera, lo matarial, lo del cuerpo. Pero son un complemento y cuando emigremos a otra dimensión, el valor, el ánimo, el "espíritu" seguirá eternamente causando felicidad o aprendizaje, de acuerdo con el comportamiento en vida.
¿CUAL ES PARA VOS EL SENTIDO DE LA VIDA?
Para mí, el sentido de la vida es "vivirla". Ya nací, subsistí y debo aceptarla y llevarla lo mejor posible, o renunciar a ella y eso me parece cobardía. Día a día, debería actuar y obrar de acuerdo con todo aquello que me satisfaga y que no me cause dolor o arrepentimiento.
Es mi sentir, sin haber leído los aportes de Rubén, los cuales a continuación miraré. Porque a veces, pueden inducir y así, el aporte personal se puede desdibujar algo.
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En estos últimos tiempos he empezado a creer que yo, el ser que habita en mi cuerpo, ya es sabio, ya es divino, lo puede todo....Puede hasta experimentar todo lo que quiera, consciente o inconscientemente. La verdad es que a lo largo de mi vida pensé mucho en esta cuestión, y ahora estoy llegando a la conclusión de que simplemente estoy aquí para VIVIR, o sea que me apunto a la opción de Brisita y Lucho....Estoy abierta a todo, puedo aceptar todo lo que el universo me tiene preparado y crea que yo pueda gestionar.Es mejor no hacer muchos planes, ya saben eso de ..."El hombre propone y Dios dispone". Doy gracias por mis hijos, ellos son una parte importante del sentido de mi vida. Pero no el único sentido, si no mi vida terminaría si la de ellos los lleva lejos de mi a vivir la suya. El sentido de mi vida también es ser compañera y complemento de mi marido, pero no solo eso, si no, mi vida no tendría sentido si, como ocurre en tantos matrimonios, el nuestro no fuera bien, o terminara. El sentido de mi vida debe estar en mi misma, solo siendo así de "egoïsta" puedo darlo todo de mi.
"Si te haces amigo de ti mismo,
nunca estarás solo."
(Maxwell Maltz)
Mejorana pensativa... |
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HERMOSOS COMENTARIOS LOS DE TODOS, COMENTARIOS QUE ME HACEN FELIZ, PORQUE SE HA LOGRADO REUNIR EN ESTE GRUPO UNA GENTE MUY ESPECIAL, EXQUISITA, PENSANTE...No crean que esto es facil jajajaja y encima mantenernos unidos desde hace tantos años.
Como ven Viajerito y yo pensamos bastante igual, pero pòr diferentes caminos, pero en esta vida nos hemos ayudado a crecer y creo eso es lo que mas vale de nuestra union.
Los amo tremendamente
Leo |
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De: viajero |
Enviado: 27/12/2014 10:38 |
SEGUN LAS RELIGIONES Y LA TEOLOGIA SE HA LLEGADO A LA CONCLUSION QUEDIOS ES INFINITO, ENTRE OTROS ATRIBUTOS. POR LO TANTO ME TRASCIENDE, NO HAY UN HASTA AQUI DIOS DE AQUI EN MI PIEL YO. POR LO TANTO YO ESTOY INTEGRADO EN EL, SOY PARTE DE EL. UNA CHISPA DE EL. ESO HACE QUE LO QUE ME OCURRE A MI ES TAMBIEN SU EXPERIENCIA. EL EVANGELIO DICE; EN DIOS VIVIMOS Y TENEMOS EL SER (PABLO), ESTO BIEN LO EXPLICA. POR LO TANTO SIENDO NUESTRA CONCIENCIA MAS EVOLUCIONADA..DIOS VIVE A TRAVEZ NUESTRO. GOZA Y SUFRE CON NOSOTROS Y CON TODO LOS SERES VIVIENTES.
ESTA NO ES UNA CONCEPCION RARA TEOLOGICA SINO UNA CONCLUSION VALIDA.
UN BESO DE
EL VIAJERO. |
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También nos sirve este escrito para meditar sobre el sentido de la vida y por eso lo traje .....
Coplas por la muerte de su padre; Jorge Manrique
Literatura medieval española. Siglo XV. Poesía. Poemas. Versos de pie quebrado. Ubi sunt. Brevedad de la vida (tempus fugit). Autor. Tema. Género. Estructura. Estilo
Coplas a la muerte de su padre
1. El autor y el contexto histórico
Jorge Manrique nació en siglo XV. Llevaba uno de los apellidos más ilustres y antiguos de Castilla. Era hijo de don Rodrigo Manrique, uno de los hombres más poderosos de su época, y el personaje principal de la obra, Comendador de la Orden de Santiago, gran guerrero, político tenaz, noble turbulento, como los de su tiempo y emparentado con la familia de los Mendoza (a la que pertenece el Marqués de Santillana).
Su familia siempre estuvo enemistada con la corte de Enrique IV, sucesor de Juan II y hermanastro de Isabel la Católica. Enrique IV quería rebajar los poderes de la nobleza para conseguir un mayor control monárquico. Algunos nobles (entre los que formaba parte Manrique) coronaron a su hermanastro, el infante don Alfonso, en 1465 en Ávila, a muy pronta edad. Murió tres años más tarde, con 14 años. Incluso en la obra de Jorge Manrique se pueden notar estas inclinaciones políticas; (Pág. 56-Copla XVIII) “... don Anrique, ¡qué poderes/ alcançaba!/.../Mas verás cuán enemigo, / cuán contrario, cuán cruel/ se le mostró; / habiéndose seido amigo, /...” (Pág. 57-Copla XX) “Pues su hermano el inocente/ qu'en su vida sucessor/ le fizieron, / ¡qué corte tan excelente/ tuvo e cuánto gran señor/ le siguieron!/...”
2. Temas
Las coplas abarcan una gran cantidad de temas; el tiempo, la muerte, la vanidad de las cosas y el menosprecio de la vida terrenal, la fortuna y tópicos medievales como el Ubi Sunt.
El tiempo. Es el tema más importante a lo largo de la obra. Manrique reflexiona sobre la caducidad de la vida terrenal. Esta es vanitas y sin poder evitarlo conduce a la muerte. La vida terrenal para Jorqe Manrique(que a partir de ahora llamaré JM para abreviar) es un periodo de tiempo transitorio que conduce a la vida eterna. (Pág. 49-Copla V) “Este mundo es el camino/ para el otro, qu'es morada/ sin pesar;” (Pág. 51-Copla VIII) “Ved de cuán poco valor / son las cosas tras que andamos/ y corremos, /que, en este mundo traidor, / aun primero que muramos/ las perdemos./ Dellas deshaze la edad, / dellas casos desastrados/ que acaecen, / dellas, por su calidad, / en los más altos estados/ desfallecen.”
La muerte. Se da a lo largo de todo el libro. JM hace una reflexión profunda sobre la inexorable llegada de la muerte, cómo nacemos inevitablemente para morir y cómo la muerte se lleva de igual forma a reyes y campesinos. Este igualitarismo hacia la muerte es muy característico de las Danzas Macabras. Además se puede ver una constante personificación de la misma a lo largo de las coplas como justiciera suprema. (Pág. 48-Copla III) “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar al mar, / qu'es el morir;” “allí los ríos caudales,/ allí los otros medianos/ e más chicos;/allegados son iguales/ los que viven por sus manos/ e los ricos.” (Pág. 59-Copla XXIII) “Tantos duques excelentes,/ tantos marqueses e condes/ e varones/ como vimos tan potentes,/ di, Muerte, ¿dó los escondes/ e traspones?” (Pág. 54-Copla XIV) “...Assí que no hay cosa fuerte,/ que a papas y emperadores/ e perlados,/ assí los trata la Muerte/ como a los pobres pastores/ de ganados.” (Pág. 53-Copla XIII) “Los plazeres e dulçores/ desta vida trabajada, /que tenemos,/ non son sino corredores,/ e la muerte, la çelada/ en que caemos.”
La vanidad de las cosas y el menosprecio de la vida terrenal. JM está enlazando con la tradición estoica grecolatina que en España encarna el pensador Séneca. Alega que hay que prescindir de cualquier tipo de vicios para alcanzar la vida eterna, que hay que alejarse de lo mundano y ser un `mejor cristiano'. Además, expresa que todos esos lujos, propios de los reyes y los ricos, no sirven de nada cuando llega la muerte. Esto es muy relativo cuando la única clase social que poseía dinero alguno para tener lujos era la de la nobleza, de donde provenía JM, ya que los demás sobrevivían ya a duras penas como para tener suntuosidades. (Pág. 53-Copla XII) “e los deleites d'acá/ son, en que nos deleitamos,/ temporales,/ e los tormentos d'allá,/ que por ellos esperamos,/ eternales (Pág. 65-Copla XXXVI) “<>” (Pág. 47-Copla I) “...cuán presto se va el plazer,/ cómo, después de acordado,/ da dolor;/ cómo, a nuestro parecer,/ cualquiere tiempo passado/ fue mejor.” (Pág. 48-Copla II) “Non se engañe nadi, no,/ pensando que ha de durar/ lo que espera/ más que duró lo que vio,/ pues que todo ha de passar/ por tal manera.”
La fortuna. JM ve a la casualidad como una rueda que gira llamada Fortuna, que puede ser o buena o mala. También la compara con “una señora inestable que se muda”. Ésta puede darlo y quitarlo todo a su antojo ( por ejemplo, los bienes materiales o la clase social ) y no se puede pedir que sea siempre buena, hay que esperar que la rueda gire. Este tópico medieval está tratado por otros autores de la época, como el Marqués de Santillana o Juan de Mena. (Pág. 52-Copla XI) “Los estados e riqueza,/ que nos deseen a deshora/ ¿quién lo duda?,/ no les pidamos firmeza/ pues son d'una señora/ que se muda:/ que bienes son de Fortuna/ que revuelve con su rueda/ presurosa,/ la cual non puede ser una/ ni estar estable ni queda/ en una cosa.” .”
Los tópicos medievales; Ubi Sunt...A lo largo de la segunda parte de las coplas ( de la XIII a la XXIV ) se puede ver el tópico del Ubi Sunt en todas las estrofas. Podríamos definirlo como "¿qué fue de aquello?". Es una serie de preguntas retóricas sobre el destino de las personas que nos han precedido, e incluso de todo aquello que vivieron un día (galas, amores, músicas, bailes). Muy característico de las coplas es que JM deja atrás la tradición popular de recurrir a grandes personajes de siglos anteriores cuando hablando del tópico del Ubi Sunt, y utiliza personajes más actuales de su época, una recurrencia muy usual del Marqués de Santillana o Gómez Manrique. Además dice que todos los reyes y poderosos sucumbieron de igual forma ante la Muerte que un humilde campesino. (Pág. 54-Copla XV) “Deseemos a los troyanos,/ que sus males non los vimos,/ ni sus glorias,/ deseemos a los romanos,/ aunque oímos e leímos/ sus hestorias;/ non curemos de saber/ lo d'aquel siglo passado/ qué fue d'ello;/ vengamos a lo d'ayer,/ que tan bien es olvidado/ como aquello.”
La fama. Se puede ver una transición entre el espíritu medieval y el renacentista con este tópico, que ya se desarrollará mas adelante en el Renacimiento. JM fundamenta que la fama es la segunda mejor vida, después de la eterna, y la finalidad de este tópico es que se perdure el nombre del maestre don Rodrigo a lo largo de los siglos. (Pág. 60-Copla XXV) “Aquél de buenos abrigo,/ amado por virtuoso/ de la gente,/ el maestre don Rodrigo/ Manrique, tanto famoso/ e tan valiente;/ sus hechos grandes e claros/ non cumple que los alabe,/ pues los vieron,/ ni los quiero hazer caros,/ pues qu'el mundo todo sabe/ cuáles fueron.”
3.Género y subgénero
Las coplas de JM son de género lírico. Esto es evidente por la escritura en verso y la rima. (Pág. 47-Copla I) “Recuerde el alma dormida,/ avive el seso e despierte/ contemplando/ cómo se passa la vida/ cómo se viene la muerte...”
JM expresa elogio hacia su padre, don Rodrigo, por sus cualidades como persona y luchador, y además siente nostalgia por su muerte. Esto convierte a las Coplas en una elegía a su padre. (Pág. 60-Copla XXVI) “.../ ¡Qué enemigo d'enemigos!/ ¡Qué maestro d'esfroçados/ e valientes!/...”
4.Estructura
4.1 Externa
Las coplas están compuestas en sextillas octosílabas de arte menor, cuyos versos se reparten en dos semiestrofas iguales con pie quebrado en cada una de ellas y con tres rimas consonantes continuas; abc : def. Esta estrofa fue muy utilizada a partir de mediados del siglo XV. Dada la fama de las coplas se ha llegado a llamar a este tipo de estrofa `copla manriqueña'.
El pie quebrado suele ser tetrasílabo, aunque en veinte de las sextillas los dos encabalgamientos o uno de ellos cuenta con cinco sílabas, y como compensación una sinalefa respecto al octosílabo anterior. Solo puede ocurrir esta compensación cuando el octosílabo anterior es agudo y no se aumenta en una el número de sílabas métricas, quedando (7+5). (Pág. 47-48-Copla II) “.../pues todo ha de passar/ por tal manera.” Además, la sinalefa puede unir el final del verso octosílabo con el pentasílabo. (Pág. 52-Copla X) “.../ se pierde su gran alteza/ en esta vida!/...”
4.2 Interna
Las coplas se pueden dividir en tres partes: la primera, desde la copla I hasta la XIII; la segunda, desde la copla XIV hasta la XXIV y la finalmente la tercera desde la copla XXV hasta XL. Decimos que la obra está dividida en tres partes por la semejanza del tema principal de las estrofas que componen cada una. Además, tres son las facetas de la vida que se presentan en esta obra: la vida terrenal, la vida de la fama y la vida eterna.
a)Primera parte de las coplas. Tiene un carácter filosófico y universal, en el que JM llama al hombre para que recuerde su mortalidad, la inexorable llegada de la muerte y su futuro divino, sin importar la clase social, a cambio de la muerte. También asienta cátedra sobre el tema del tempus fugit, o la caducidad de la vida y bienes materiales. (Pág. 47-Copla I) “Recuerde el alma dormida,/ avive el seso e despierte/ contemplando/ como se passa la vida,/ como se viene la muerte/ tan callando,/ cuán presto se va el plazer,/ cómo, después de acordado,/ da dolor;/ cómo, a nuestro parecer,/ cualquiere tiempo passado/ fue mejor.” (Pág. 48-Copla III) “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar al mar,/ qu'es el morir;/ allí van los señoríos/ derechos a se acabar/ e consumir;/ allí los ríos caudales,/ allí los otros medianos/ e más chicos;/ allegados son iguales/ los que viven por sus manos/ e los ricos.”
b)Segunda parte de las coplas. JM utiliza el tópico del Ubi Sunt para hacer una exposición de la vida terrenal, una justificación del punto de vista que JM universaliza en la primera parte. Para ello utiliza hechos pasados, con una descripción de lo perdido, de lo olvidado. (Pág. 55-Copla XVI) “¿Qué se hizo el rey don Joan?/ Los Infantes d'Aragón/ ¿qué se hizieron?/ ¿Qué fue de tanto galán,/ qué de tanta invición/ que truxeron?/ ¿Fueron sino devaneos?/ ¿qué fueron sino verduras/ de las eras,/ las justas e los torneos,/ paramentos, bordaduras/ e cimeras?” (Pág.56-57-Copla XIX) “Las dávidas desmedidas,/ los edeficios reales/ llenos d'oro,/ las vaxillas tan férvidas/ los enriquece reales/ del tesoro,/ los jaezes, los caballos/ de sus gentes e atavíos/ tan sobrados,/ ¿dónde iremos a buscallos?/ ¿qué fueron sino rocíos/ de los prados?”
c)Tercera y última parte de las coplas. JM hace referencia a la vida de la fama (característico del Renacimiento) a través de su padre (don Rodrigo), el personaje principal de esta última parte, conseguida a través del esfuerzo y la voluntad puesta por el protagonista en ser un `buen cristiano'(luchando en la Reconquista contra las taifas). Se puede ver en la copla XXXV una clasificación de las `tres vidas'en orden de importancia; en primer lugar la eterna, en segundo la de la fama y la última la terrenal. JM, con una clara filosofía cristiana, relaciona la vida terrenal con una de pecado, y esa vida de pecado no es el camino hacia la vida eterna. Asimismo, hay una conversación de don Rodrigo con la muerte, en la que JM posiblemente estuvo bajo la influencia de las Danzas Macabras. (Pág. 60-Copla XXV) “Aquél de buenos abrigo,/ amado por virtuoso/ de la gente,/ el maestre don Rodrigo/ Manrique, tanto famoso/ e tan valiente;/ sus hechos grandes e claros/ non cumple que los alabe,/ pues los vieron, / ni los quiero hazer caros,/ pues qu'el mundo todo sabe/ cuáles fueron.” (Pág. 65-Copla XXXV) “<<.../pues otra vida más larga/ de la fama gloriosa/ acá dexáis,/.../mas, con todo, es muy mejor/ que la otra temporal,/ perecedera.>>”(Pág. 66-Copla XXXVII)-Habla la Muerte-“<<...e con la fe tan entera/ que tenéis,/ partid con buena esperança,/ qu'estotra vida tercera ganaréis.>>” (Pág. 66-Copla XXXVIII)-Responde el maestre-“<>”
5.Estilo
Tradición y originalidad. Así es como Salinas calificó la obra de JM. Actualmente sigue pareciendo tradición lo que las Coplas tienen en común con la poesía de su época: la métrica, las alegorías de la Fortuna y la Muerte, el tópico del Ubi Sunt, la universalización de las Coplas, la voz de una sociedad feudal en declinación. Se sigue considerando muy original el sentido del tiempo, las ansias de inmortalidad y la consciencia de una nueva realidad social.
Recursos del lenguaje. JM recurre a la metáfora constantemente a ellas para aclarar y expresar sus ideas, a veces de forma alegórica o simbólica. Casi todos son elementos de la naturaleza para su mejor comprensión. (Pág. 48-Copla III) “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar en la mar,/...” (Pág. 57-Copla XIX) “.../ ¿qué fueron sino rocíos/ de los prados?” Asimismo, se puede ver una personificación de la Muerte y Fortuna-que ya he explicado en el apartado de los personajes. También hay una serie de antítesis, como en la copla XX; “.../ cuando más ardía el fuego,/ echaste agua.” Además utiliza la hipérbole para dar énfasis a las cualidades de su padre. Construye esa hipérbole utilizando signos de exclamación; (Pág. 60-Copla XXVI) “.../¡qué señor para criados/ e parientes!/¡Qué enemigo d'enemigos!/ ¡Qué maestro d'esforçados/ e valientes!/...” Siguiendo esta línea, recurre al encabalgamiento, por no poder contener la emoción ni sus pensamientos, para utilizar varios versos para concluir la frase.
Se ve un tono exhortativo en las oraciones de carácter imperativo intercalando un tono doctrinal y filosófico en las oraciones enunciativas, con la finalidad de universalizar el texto. Se ve como a lo largo de la obra juega con el tiempo verbal, con el pasado, presente y futuro.
La lengua. Compuestas en el último tercio del siglo XV, la lengua de las Coplas responde al modelo del español de la época, de 1474 a 1525. Se suceden las vacilaciones del lenguaje, como sofrimos, toviéramos, hestorias, edeficios, joventud, Portogal, fezistes, sofrir, afruenta, deciplina, etc. Además se alterna el uso de la f- con el de la h-, siendo la f- mas frecuente en la literatura y la h- mas frecuente en el habla, y no se generaliza en la escritura hasta el último tercio del siglo XV. Utiliza h- como un recurso para crear una sinalefa entre dos vocales, cosa que con la f- no se podría. Otra característica es la utilización de la z (dezir, hazer,...), la ç (çelada, caçar...), la ss (passa, passado...), o la utilización de la x en vez de la j (dexar, truxieron, vaxillas...). Alternan e e y como nexo copulativo (Pág. 54-Copla XIV) “... / assí que no hay cosa fuerte, / que a papas y emperadores/ e perlados/...” También alternan non, no, nin y ni, aunque al igual que con la alternancia de los nexo copulativos, su uso termina hacia el 1500. Otros términos característicos de la época y que duran hasta algunos siglos más tarde son las contracciones dell Espada, desta, dellas, desque, estotra, etc.
A pesar de tener 5 siglos, el lenguaje de la obra de Manrique es claro y sencillo para cualquier lector.
6.Personajes
En esta obra se pueden encontrar los siguientes personajes:
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Don Rodrigo. Es el padre de JM, al que está dedicada la elegía. Fue un noble muy importante de la época que luchó activamente en la Reconquista. Toma un papel importante en la tercera parte de la obra. Desde la copla XXV, se inicia un constante elogio hacia don Rodrigo. Se puede ver que JM utiliza diferentes recursos para destacar sus cualidades como persona y como soldado, el por qué de su fama o los méritos que hizo en vida para conseguir la vida eterna-que son los conseguidos a través de la guerra. (Pág. 60-Copla XXV) “Aquél de buenos abrigo, / amado por virtuoso/ de la gente, / el maestre don Rodrigo/ Manrique, tanto famoso/ e tan valiente; / sus hechos grandes e claros/ non cumple que los alabe, / pues los vieron, / ni los quiero hazer caros, / pues qu'el mundo todo sabe/ cuáles fueron.” (Pág. 60-Copla XXVI) “... /¡qué señor para criados/ e parientes!/¡Qué enemigo d'enemigos!/ ¡Qué maestro d'esforçados/ e valientes!/...” (Pág. 61-Copla XXVII) “En ventura Octaviano; / Julio César en vencer/ e batallar; / en la virtud, Africano; / Aníbal en el saber/ e trabajar; / en la bondad, un Trajano; / Tito en liberalidad/ con alegría; / en su braço, Aurelïano; / Marco Atilio en la verdad/ que prometía.”
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La Muerte. Hay una personificación de la muerte que se sucede a lo largo de las coplas de la muerte. Por eso se podría considerar a la muerte como un personaje. JM nos hace verla como un ser superior a cualquier hombre, algo demasiado poderoso para evitar incluso para los reyes o los papas. También aparece como la justiciera suprema que termina con el sufrimiento y nos lleva a otra vida mejor, la eterna. (Pág. 47-Copla I) “... cómo se passa la vida, / cómo se viene la muerte/ tan callando, /...” (Pág. 59-Copla XXIV) “... /Cuando tú vienes airada, /todo lo passas de claro/ con tu flecha. (Pág.57-Copla XX) “... / Mas, como fuesse mortal, / metióle la Muerte luego/ en su fragua./ ¡Oh, juicio divinal, / cuando más ardía el fuego, / echaste agua!”
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Personajes históricos. En gran parte de la obra se puede ver una referencia hacia personajes históricos de la época de JM y de la Edad Antigua. Entre ellos están:
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Personajes de la edad antigua; Octaviano, Julio César, Africano, Aníbal, Trajano, Aurelïano, Marco Atilio, Antonio Pío, Marco Aurelio, Teodosio, Aurelio Alexandre, Constantino, Camilo, los romanos y los troyanos (estos dos últimos aparecen de una forma menos explícita en la copla XV, los demás se encuentran en las coplas XXVII y XXVIII). Estos personajes se utilizan de forma alegórica o simbólica, sólo para comparar sus cualidades con las de don Rodrigo.
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Personajes de la época de JM; “don Joan” (el rey Juan II de Castilla), “los Infantes d'Aragón” (don Enrique y don Juan, hijos de Fernando de Antequera), “don Anrique” (Enrique IV, hijo y sucesor de Juan II), “su hermano inocente de Enrique IV” (hermanastro de Enrique IV, don Alfonso), “aquel gran Condestable” (don Álvaro de Luna, valido de Enrique IV) y “los otros dos hermanos” (el marqués de Villena, don Juan de Pacheco, maestre de Santiago, y a su hermano don Pedro Girón, maestre de Calatrava). Al contrario a la finalidad de la utilización de los personajes de la edad antigua, JM busca hacer una crítica social del momento en el que vive, haciendo clara su postura política. Por ejemplo, la familia de JM estaba enemistada con Enrique IV; (Pág. 56-Copla XVIII) “...don Anrique, ¡qué poderes/ alcançaba!/.../Mas verás cuán enemigo,/ cuán contrario, cuán cruel/ se le mostró;/ habiéndose seido amigo,/...” Otro claro ejemplo es el de los hermanos don Juan de Pacheco y don Pedro Girón, también enfrentados con la familia de JM; (Pág. 58-Copla XXII) “E los otros dos hermanos,/.../aquella prosperidad/ qu'en tan alto fue subida/ y ensalzada,/ ¿qué fue sino claridad/ que cuando más encendida/ fue amatada?”
7. Valoración personal
Esta obra, como ya he dicho en el estilo, me parece tradicional y original a la vez. Se puede ver en ella una perspectiva cristiana, ya que invita a una aceptación de la muerte como algo inexorable (dentro del la tradición estoica) y como tránsito a una vida mejor. Asimismo se puede ver como textos poéticos anteriores al suyo le habían influido en la perspectiva de la obra, como las Danzas Macabras, de las que se ve en la obra importante huella de ello (el diálogo del maestre con la Muerte, o el igualitarismo en el que la Muerte trata a las personas, sin importar la clase social); las obras del Marqués de Santillana, Juan de Mena o la Celestina con el tema y personificación de la fortuna de una forma inestable, azarosa.
En esta misma línea, utiliza el tradicional tópico medieval del Ubi Sunt. Hay que tener en cuenta que dentro de esa utilización del Ubi Sunt se ve el claro avance ideológico de JM en comparación con la poesía tradicional, utilizando a personajes actuales de la época en que la obra fue escrita en vez de recurrir a los personajes populares de la edad antigua, y no sólo de forma simbólica, sino también haciendo una profunda crítica social del declive estamental en que vivía. Asimismo, el tema de la vanidad de lo material y el menosprecio a la vida terrenal sólo lo podía tratar un noble, ya que el resto de población ya tenía bastante con luchar contra el hambre para sobrevivir como para permitirse lujos.
Por otra parte, se ve una gran originalidad en el texto poético su crítica social, su reflexión sobre el tema del tiempo y en el tópico de la fama. Actualmente, se sigue pensando en la inexorabilidad de la muerte, de como nuestra vida llegará a un fin tarde o temprano. Conjuntamente, el tópico de la fama, el querer perdurar en la memoria de las personas a lo largo de los siglos es una ideología renacentista del siglo XVI, lo que nos hace ver el periodo transitivo entre la edad medieval y el renacimiento en el que escribió la obra.
La finalidad principal del autor es el elogio a su padre, aunque detrás de eso se encuentra una denuncia social hacia la monarquía de Enrique IV, un elogio hacia la nobleza castellana del siglo XV a la que pertenecía y un propósito religioso cristiano, unas `pautas' para seguir los pasos de don Rodrigo hacia la inmortalidad.
Las Coplas me han parecido fantásticas por su reflexión sobre la muerte, por sus concisas, claras y elegantes metáforas y su preciosa métrica, casi perfecta, gracias a la cual el autor se ha ganado parte de su renombre
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El enigma de la muerte ..... escrito de un creyente ... |
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La muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes. Horacio
Viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra. Lope de Vega st1:*{behavior:url(#ieooui) }
Qué hacer con la muerte
Todos hemos visto pasar cerca —cuando no nos ha dado ya de lleno alguna vez— ese dolor tremendo que produce la pérdida de un ser querido. La mayoría de las veces casi no sabemos cómo consolar a esas personas. Les decimos unas palabras, procuramos darles ánimo, pero, al final, casi solo queda acompañarles con nuestro silencio.
Pensamos en su sufrimiento, en el vértigo que quizá sientan. A veces te dicen que su vida ha perdido ya todo su sentido, que no entienden, que no encuentran respuesta, que chocan contra ese misterio de la muerte, que nada les puede consolar.
—Es que a veces no es fácil darles una respuesta...
No es fácil, pero desde la fe hay algunas respuestas. Para quienes tenemos fe, la muerte es una despedida, a un tiempo dolorosa y alegre. Un cambio de casa, de esta casa de la tierra a la del cielo. No es que la fe haga desaparecer esa herida como por encanto, sino que la cicatriza por medio de la esperanza, porque sabemos que los muertos no se mueren del todo.
—¿Y los que no creen en nada?
Para quienes la muerte no es más que la ruina biológica definitiva, sin nada detrás, efectivamente la respuesta es bastante más difícil. Quizá pudiera ser este un motivo más de credibilidad: la vida sin fe es como una broma cruel que termina un día casi sin avisar. La vida sin Dios no sabe qué hacer con la muerte, no tiene respuesta al miedo a morir, no cuenta con ninguna palabra de esperanza que atraviese el temible silencio de la muerte.
A quienes no tienen fe, la muerte les recuerda desafiante que su forma de entender la vida no tiene para la muerte una explicación satisfactoria. Sin Dios, sin un más allá, ¿qué auxilio puedo esperar para la oculta herida abierta en mi corazón por la muerte, por mi egoísmo y el egoísmo de los demás?
Una criatura, antes de nacer, no sabe absolutamente nada de lo que le espera. Les sucede lo mismo a los no creyentes en relación con la muerte: no saben qué les espera. Sin embargo, la madre, como los que tienen fe, ante los dolores —tanto los del parto como los de la muerte— pone su esperanza en la nueva vida.
El hombre no puede atesorar su vida. No puede retenerla. La vida es una hemorragia. La vida se va. ¿Hacia dónde? ¿Hacia el vacío? ¿Hacia la nada? Es inevitable que el hombre se plantee la cuestión de su salvación. De lo contrario, la vida sería como un torrente que inevitablemente nos conduce al abismo. Creer en la salvación es creer que en alguna parte nuestra vida queda recogida.
Si todo se acabase con la muerte, es difícil encontrar sentido incluso al esfuerzo por ser buena persona. Algunos cifran sus afanes en trabajar por un mundo mejor, por lograr que fuera menos malo. Eso está bien, pero sería muy corto reducir nuestras esperanzas a un arreglo más satisfactorio de esta tierra. Todo ese sufrimiento, todo el esfuerzo de una vida, todas esas lágrimas —comenta André Frossard—, toda la sangre que empapa y desborda nuestra historia, ¿no habrían servido entonces más que para construir una ciudad terrena ideal, cuya inauguración se iría aplazando indefinidamente para una fecha posterior?
Qué hacer con el miedo a morir
Quizá recuerdes aquella escena de la partida de ajedrez de la película “El séptimo sello”, de Ingmar Bergman. Es la personificación de la Muerte, que juega con el hombre la partida decisiva.
Así, dramáticamente, como una lucha absurda y fatal contra un destino ciego, plantean algunos hombres su existencia, inmersa en una visión triste y angustiosa de la que no logran escapar. Cuando lo natural debiera ser asumir la muerte con serenidad, como una parte real y normal de la propia vida, como una certeza que nos lleva a redoblar nuestro esfuerzo para sacarle mayor partido a los años que nos quedan, esas personas se resisten a pensar en su origen y su destino. Han convertido la muerte en un tabú, en una cosa innombrable.
Hasta ahora, solo un verdadero sentido de la religión ha sido capaz de superar satisfactoriamente el temor a la muerte. El miedo a la muerte solo puede quedar contrapesado por la esperanza de una nueva vida. Para el creyente, la muerte es como tomarse una medicina amarga cuando uno está seguro de que con ella recobrará la salud.
—Pero, aun teniendo eso claro, mucha gente tiene miedo a morir. ¿Por qué crees que resulta tan difícil aceptar la vida en el otro mundo?
Es natural tener algo de miedo —o al menos algo de respeto— a la muerte. Pero la muerte es algo natural (entre otras cosas, sería enormemente aburrido levantarse todas las mañanas, lavarse los dientes, vestirse y desayunar, milenio tras milenio). Podremos controlar nuestro miedo a la muerte cuando comprendamos que nuestra alma, nuestra verdadera esencia, jamás morirá.
Cada minuto en esta vida es un paso a la eternidad, y si esa eternidad es el cielo, es un paso más hacia una bienaventuranza de dimensión tan extraordinaria que nadie sería capaz de describir. Así lo entendió finalmente —comentaba Martín Descalzo— aquella mujer afligida por el zarpazo de la muerte de unos seres queridos, cuando escuchó dentro de sí una voz que le decía: “Pero..., ¿ese es el modo que tú tienes de agradecer a Dios los padres y el hermano que disfrutaste durante tantos años?”. Desde entonces esa señora hace regalos, en cada cumpleaños de los fallecidos, a instituciones de caridad.
Hay una diferencia grande, de modo habitual, en la forma en que se recibe la muerte en familias sin fe y en familias con una verdadera fe. Un radical desgarro en unas, que contrasta con una honda serenidad en las otras. No saben cuánto pierden cuando pierden la fe. Si tuvieran fe —una fe hondamente vivida, se entiende—, en lugar de ver la muerte como el hoyo negro, fatal, donde toda vida humana se derriba y se hunde, como un final dramático de todo, la verían como el nacimiento a una nueva vida, como cuando la mariposa deja la crisálida de la que sale. El alma vive siempre y renace.
La muerte es el máximo enigma de la vida. El hombre sufre con el dolor y la enfermedad, pero el máximo tormento es el temor por la desaparición perpetua. El hecho de la muerte aparece como un misterio ante el cual la imaginación del hombre sin fe naufraga por completo.
¿Pensar en la muerte?
Los sabios de todas las épocas —comenta Alejandro Llano— han aconsejado meditar acerca de la muerte, para descubrir su oculto sentido y alcanzar así una paz profunda, sin la cual es imposible la felicidad. Rehuir el tema, jugar al escondite con uno mismo, no es una actitud muy digna, y menos en asunto tan capital.
Una de las cuestiones que más preocuparon a Platón fue el destino después de la muerte. Estaba convencido de que “el mal deja en el alma una cicatriz patente a la mirada insobornable del Juez”; que los culpables que aún fueran capaces de curación, serían conducidos por un tiempo a un lugar de purificación; y que, en cambio, los incapaces de curación sufrirían un castigo para siempre. Por eso aseguraba que la muerte ponía a las personas en la verdadera realidad. Cuando el tiempo apremia y el hombre se familiariza con la idea de la muerte, empieza a preocuparse por cosas que antes no le importaban.
Para algunos, uno de sus mejores argumentos contra Dios y contra la Iglesia es asegurar que a Misa asisten más los viejos que los jóvenes. Suponiendo que esto fuera cierto, también podría verse como un argumento a favor de la fe. Llegados a cierta edad, la muerte ya no es algo posible, sino probable. No hay tiempo para seguir orillando los grandes planteamientos de la vida, ni para despreciar los grandes interrogantes con una broma más o menos ingeniosa. Es la hora de la verdad. Y cuando llega la hora de la verdad, la gente suele acordarse de Dios.
La muerte nos mantiene encadenados como a un oso los titiriteros. Es una cadena que tiene, cuando más, tres, cuatro metros de longitud; cuarenta, sesenta, ochenta años, cuando se trata de los hombres. ¿Quién no siente en el tobillo la presión de esa cadena que nos retiene atados a la muerte? ¿Quién no ha sentido muchas veces pasar, más o menos cerca, su sombra temible? “El hombre que no percibe el drama de su propio fin —escribió Carl Jung, uno de los padres del psicoanálisis—, no estaría en la normalidad sino en la patología, y tendría que tenderse en la camilla y dejarse curar”.
Ante la cercanía de la muerte, la razón humana apenas tiene ninguna experiencia donde hacer pie. Por eso dice Miguel Delibes que, tantas veces, al palpar esa realidad, "vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales".
Para algunos, la muerte acaba con todo. Parece como si una persona no fuera más que una simple alta en el Registro Civil, que basta luego con dar de baja, y ya está. O un simple paquete de músculos y huesos, que luego se pudren, y ya está. O un Número de Identificación Fiscal, que también se da de baja después de haber cumplido con sus tributaciones, y ya está. Sin embargo, lo único seguro es que la muerte acaba con el cuerpo. Se derrumba todo el edificio biológico, es verdad. Lo que era carne se convierte en polvo y ceniza, de acuerdo. Pero ahí no acaba la persona. Si la persona tiene cuerpo y alma, detrás de la muerte ha de haber un destino para el alma.
¿Puedo comprobar si existe el alma?
Cuenta Viktor Frankl cómo un estudiante universitario le preguntó en una ocasión qué podía haber de realidad en el alma, siendo esta totalmente invisible. Como jamás había visto su alma, ni la de nadie, lo más sensato —concluía— es no creer en fantasías que no se pueden ver.
«Yo le confirmé —escribe Frankl— que era imposible ver un alma mediante una disección o mediante exploración microscópica. Después le pregunté que por qué razón buscaba el alma en esa disección o exploración microscópica. El joven me contestó que por amor a la verdad.
»Entonces le pregunté si no sería el amor a la verdad algo anímico, y si él creía que cosas como el amor a la verdad podían hacerse visibles por la vía microscópica.
»El joven comprendió que lo invisible, lo anímico, no puede encontrarse mediante el microscopio, pero que son cosas necesarias para poder trabajar con el microscopio.»
La ciencia experimental no agota las posibilidades de conocimiento. Si, por ejemplo, echamos en el mar una red de pesca cuyos agujeros son cuadrados de un metro de lado, será difícil, por muchas veces que lancemos esa red, que saquemos peces de menos de un metro de longitud. Si alguien concluyera, después de semejante experiencia, que en el mar no hay peces de menos de un metro de longitud, parece bastante evidente que se equivoca. Una cosa es que no existan, y otra, bien distinta, que con esa red no pueda capturarlos. Lo que se logra "recoger" con las redes de la ciencia experimental no es "toda" la realidad.
No lo veo, luego no existe
En muchas ocasiones creemos en cosas que no vemos, y creemos porque comprobamos sus efectos. Si oyes a un pajarillo que canta en la espesura, ¿pensarás que canta el matorral? No es serio decir: no lo veo, luego no existe. No ves el pajarillo, pero lo oyes. No ves el alma, pero hay muchas razones que hacen suponer la existencia del alma. No ves la electricidad, pero ves sus consecuencias. No ves el calor, pero lo sientes. No ves las bacterias ni los virus, pero notas sus efectos.
No encontrarás el alma diseccionando un cuerpo, de la misma manera que si echas abajo el matorral ya no estará el pajarillo, pero no por eso debes decir que el matorral ha dejado de cantar. Negar la existencia de lo que no es directamente perceptible por los sentidos es negar la existencia de la parte más importante de la realidad.
En la mente humana se dan dos fuerzas contrapuestas. Por una parte, la sensación de que en el hombre hay algo más que el conjunto de vísceras que componen su cuerpo. Por otra, la inicial negativa de los sentidos a admitir la existencia de algo que no pueden ver, medir, oír, oler ni tocar. No es fácil demostrar a los sentidos que el alma existe, pero no son ellos los que deciden si algo existe o no.
Podemos aplicar al problema del alma una analogía que propuso el biólogo británico Rupert Sheldrake y que encuentro particularmente afortunada.
Imagínate una persona que no sabe absolutamente nada sobre aparatos de radio. Piensa, por ejemplo, en un hombre de ciencia de hace unos cuantos siglos. Ese hombre ve uno de esos aparatos y se queda encantado con la música que sale de él, y enseguida trata de entender lo que allí sucede.
Está convencido de que la música procede totalmente del interior del aparato, como resultado de complejas interacciones entre sus elementos. Cuando alguien le sugiere que la música viene de fuera, a través de una transmisión por ondas desde otro lugar, lo rechaza argumentando que él no ve entrar nada en el aparato. Dice que eso sería una explicación ilusoria y cómoda de una realidad compleja que hay que investigar.
Nuestro hombre no termina de entender bien la procedencia de la música del aparato. Sin embargo, piensa que algún día, después de mucho investigar las propiedades y funciones de cada pieza, logrará entender los secretos de sus procesos y sabrá de cuál de sus elementos sale aquella preciosa melodía.
Quizá logre averiguar la composición de cada pieza, e incluso intentará hacer otro aparato lo más parecido posible, con sus hilos de cobre y sus cristales de silicio. Pero ya se ve que no comprenderá cómo funciona el transistor hasta que acepte que existen realidades, como las ondas de radio, que no se ven.
Volviendo al término de nuestra comparación, podemos decir que la ciencia como tal no puede alcanzar directamente a Dios, pero el científico experimental puede descubrir en el mundo las razones para afirmar la existencia de un Ser que lo supera.
¿Hablar de la muerte?
A la protagonista de aquella historia —una respetable mujer norteamericana—, le atormentaba por una parte la culpabilidad de haber abandonado su fe, y por otra el deseo de volver a ella.
«Sin embargo —decía—, me horrorizaba la idea de entrar en un confesonario. Una vida entera de pecado que me paralizaba.
»Hasta que un fin de semana de reunión familiar, mis hijos empezaron a hablar de en dónde deseaba cada uno ser enterrado. Y sentí el terrible impacto de la realidad, de la verdad. Me di cuenta de que, a pesar de no haber vivido como cristiana, quería morir como tal.
»Había logrado, aunque penosamente, racionalizar mi carencia de fe en la vida, pero no podía llevar la mentira hasta la muerte. Y tomé la decisión de confesarme. Y lo hice. En pocos instantes, experimenté el retorno de mi dignidad. Me sentía ligera y libre. Al descargar todo ese lastre, había dejado a Dios entrar de nuevo en mi vida. Y sentí una nueva suerte de libertad».
A veces cuesta mucho aceptar la verdad. Incluso cuando ya la conocemos con certeza. Incluso cuando la conocen también quienes nos rodean, y nosotros sabemos que lo saben. Aquella mujer plantó cara a la mentira gracias al pensamiento de la muerte, y se unió a esa gran cantidad de escépticos en materia de religión que dejaron de serlo en cuanto se presentó la callada cercanía de la muerte. Como ha escrito Lloyd Alexander, “una vez que tienes el valor de mirar al mal cara a cara, de verlo por lo que realmente es y de darle su verdadero nombre, carece de poder sobre ti, y puedes destruirlo”.
Siempre hay una mentira en la raíz de todo desánimo, un apartarse de la verdad, de la realidad. Cuando la enfermedad o un riesgo imprevisto hacen ver que estamos como colgados de un hilo sobre el abismo de la eternidad, aquel antiguo escepticismo —tan firme en esos días en que la muerte se veía como una eventualidad lejana— deja de ser una postura cómoda. La pregunta sobre qué hay después de la muerte deja de ser una cuestión ociosa y pueril. La desdeñosa seguridad de antes se trueca en una incertidumbre cruel que agita el alma.
"Para nosotros, los demonios —cuenta con gracia C. S. Lewis en sus Cartas del diablo a su sobrino—, resulta enormemente desastroso en los hombres ese continuo acordarse de la muerte. Lo ideal es que mueran en costosas clínicas, entre doctores que mienten, enfermeras que mienten, amigos que mienten prometiéndoles vida, estimulando la creencia de que la enfermedad todo lo excusa, omitiendo toda alusión a un sacerdote...".
Hablar de la muerte no tiene por qué ser una locura o una morbosidad. Incita a buscar significado a la existencia. Como escribió Séneca, “se precisa de toda la vida para aprender a vivir; y, lo que es más extraño todavía, se necesita toda la vida para aprender a morir”. Pensar en la muerte obliga a las personas a pensar en cómo llevan la vida.
¿Qué nos espera después de la muerte?
El entierro de la ex-emperatriz Zita en 1989 fue quizá el acto fúnebre más solemne y grandioso de la realeza europea de finales del siglo XX. Viena volvía a sentirse capital del Imperio: 400.000 visitantes, 600 periodistas, 64 archiduques y archiduquesas rigurosamente vestidos de negro, e infinidad de invitados procedentes de los antiguos dominios del Imperio —Hungría, Trento, Trieste, Bolzano, etc.—, acompañaban los restos de la antigua Princesa de Borbón Parma, Emperatriz de Austria y Reina de Hungría y de Bohemia.
El cortejo fúnebre se dirige a la Kapucinegruft, donde se encuentran las tumbas de doce emperadores y quince emperatrices de la familia Habsburgo. Cuando está ya frente a la entrada de la cripta, y siguiendo un antiguo ritual cargado de sentido, la puerta se encuentra cerrada herméticamente.
Un hombre golpea la puerta ordenando: "¡Abrid las puertas a la Emperatriz!" (y pronuncia a continuación todos los títulos de la fallecida). Desde dentro se deja oír una voz que contesta: "No la conozco". Por segunda y tercera vez se repite la orden para que abran las puertas al poderoso de la tierra, y vuelve a oírse la misma respuesta: "No la conozco".
A una cuarta llamada, esta vez en tono menos altivo, la voz del interior pregunta quién es, y se oye: "Abrid a Zita, pecadora que implora humildemente la misericordia de Dios". Inmediatamente se abren las puertas y entra el cortejo mientras suenan veintiún salvas de cañón y todas la campanas de Viena doblan a muerto.
En el gran teatro del mundo —comenta Ignacio Segarra—, todos desempeñamos papeles distintos. Pero cuando cae el telón, y nos quitamos la careta y el disfraz para volver a la vida de la calle, todos somos iguales. Y el premio o el castigo se nos dará, no en función del papel que nos haya tocado representar, sino en función de cómo lo hayamos desempeñado, en función de nuestras buenas obras, sea cual sea el papel. Por eso, como decía aquel poeta castellano, “al final de la jornada, el que se salva, sabe; y el que no, no sabe nada”.
¿No es Dios infinitamente misericordioso?
—¿Y cómo puede Dios, siendo infinitamente misericordioso, castigar con tanto rigor a los pecadores, condenándoles a las terribles penas del infierno?
Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo. Y la justicia exige que las almas sean juzgadas de acuerdo con la forma en que han elegido seguir esta vida. Cuando alguien se condena, es siempre por culpa suya: se condena porque se empeña, ocultándose detrás de múltiples excusas y justificaciones, en no tomar esa mano que Dios le tiende. No es tanto Dios quien rechaza al hombre como el hombre quien rechaza a Dios.
—De todas formas, he escuchado tantos relatos curiosos de las penas del infierno que me parecen casi ridículos... ¿No es una explicación un poco infantil?
Por fortuna, el dogma católico no tiene por qué coincidir siempre con las ocurrencias de cada predicador o cada disertante, y quizá no hayas tenido mucha suerte con los que tú has escuchado. Pero lo que la Iglesia dice es que las almas de los que mueren en estado de pecado mortal sufrirán un castigo que no tendrá fin. Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa la autoexclusión voluntaria y definitiva del premio del cielo. Y puesto que no sabemos ni el día ni la hora en que habremos de rendir cuentas a Dios, todo esto es un llamamiento a la responsabilidad con que usamos nuestra libertad en relación al destino eterno.
—Pero que un castigo sea eterno, podría no ser justo...
No hay que preocuparse por eso, puesto que Dios es justo. Dios no predestina a nadie a ir al infierno. No descarga sobre un hombre ese golpe fatal sin haberle puesto a la vista la vida y la muerte, sin haberle dejado la elección, sin haberle ofrecido mil veces la mano para apartarse del borde del precipicio. Si el hombre se esfuerza, con un esfuerzo serio y eficaz, por alcanzar su salvación eterna, no ha de tener miedo a la muerte, porque Dios no está esperando un descuido para cazarle en un renuncio.
—¿Y qué explicación das al hecho de que haya tantos creyentes a los que la amenaza del infierno no les hace cambiar de vida?
Es un antiguo problema. Algo parecido a lo que sucede a un estudiante perezoso que no se decide a ponerse a estudiar porque todavía le queda tiempo. Imagínatelo cuando el día del examen está allá, lejos todavía. Sabe perfectamente que cada vez le va a costar más enderezar la situación, pero se deja arrastrar por la pereza. La gran diferencia, en el caso de la muerte, es que se trata de un examen cuya fecha no se avisa y que no tiene segunda convocatoria.
O parecido al médico que conoce perfectamente las consecuencias de sus "excesos", pero todo su saber, si no cuenta con la debida fuerza de voluntad, es débil frente a esa seducción y no le hace abandonar esos errores.
A lo largo de los siglos, ha habido muchos hombres que han llegado a sacrificar la hacienda, el honor, la salud, incluso la vida, por la satisfacción de un momento. ¿Por qué? Es sencillo. El placer halaga el presente y en cambio los males que trae consigo suelen estar más distantes, y el hombre se hace la ilusión de que ya logrará luego de algún modo evitarlos.
Y a lo mejor lo hace sin siquiera perder sus antiguas convicciones. Solo las pone un poco a un lado. Quizá por eso algunos se ponen nerviosos al oír hablar de la muerte. Igual que sucede al estudiante de nuestro ejemplo cuando oye hablar de los exámenes, o al médico al pensar en las consecuencias de sus "excesos", pues en ambos casos la hora de la verdad se acerca inexorablemente.
En definitiva, habrá un juicio, en el que se hará justicia, y eso puede producir un sano sentimiento de intranquilidad, que nos haga sopesar lo que hacemos bien y lo que hacemos mal, que nos lleve a ser conscientes de que hemos de presentarnos ante un tribunal. Esto no es un mensaje de amenaza, sino una llamada a nuestra responsabilidad para no malgastar la vida, para no obrar mal, para hacer todo el bien que podamos.
—¿Y qué dice la Iglesia católica sobre los niños que mueren antes del alcanzar el uso de razón y, por tanto, no han podido cometer pecados, pero sin embargo no estaban bautizados? Hubo un tiempo en que se decía que iban al “limbo”.
El limbo nunca fue propiamente una doctrina de la Iglesia católica. Ha sido una hipótesis teológica que propusieron algunos teólogos a partir del siglo XIII para explicar el destino de las almas de los buenos creyentes que habían muerto antes de la resurrección de Jesucristo (limbo de los patriarcas), y el estado o lugar permanente de los no bautizados que mueren a corta edad sin haber cometido ningún pecado personal, pero sin haberse visto librados del pecado original por el bautismo (limbo de los niños). Pensaban que esos niños irían a un lugar donde gozaban de felicidad pero no de la visión de Dios.
Después del Concilio Vaticano II, el concepto del limbo fue abandonado. En el año 2007, Benedicto XVI aprobó un documento de la Comisión Teológica Internacional en el que explicaba cómo el concepto tradicional de limbo reflejaba una visión demasiado restrictiva de la salvación. El documento considera que hay serias bases teológicas para pensar que los niños muertos sin bautismo se salvarán y gozarán la visión beatífica.
—¿No resulta entonces que la doctrina de la Iglesia cambia con el tiempo?
Como hemos señalado, el limbo nunca fue doctrina de la Iglesia católica sino solo una hipótesis de diversos teólogos. Ahora se ha pronunciado diciendo que la teoría del limbo carece de fundamento bíblico y que no es una explicación adecuada.
Está claro que el camino de la salvación ordinaria pasa por el Bautismo, y por eso la Iglesia recomienda no retrasar el rito de su administración. Pero afirma también que existen serias razones para pensar que esos niños alcanzarán la salvación. La teoría del limbo queda por tanto desechada y la Iglesia invita a sus fieles a confiar en la misericordia divina y a orar por las almas de los niños que han muerto sin el Bautismo, con la esperanza de su salvación.
¿Salvarse en el último minuto?
—¿Y no es injusto que reciba el mismo premio del cielo uno que ha llevado toda una vida de esfuerzo y sacrificio, que otro que se ha convertido a última hora en el lecho de muerte?
La Iglesia afirma que el grado de felicidad en el cielo será distinto según la diversidad de los méritos alcanzados por cada uno en la tierra. Y lo mismo puede decirse sobre la desigualdad de las penas del infierno, según la gravedad y número de males cometidos. Se muere como se vive. Dios es justo y dará a cada uno según sus obras.
Hay gente —parece asombroso, pero es así— cuyo plan parece ser ese que dices: vivir egoístamente, olvidados de todo y de todos, y en su estupidez imaginan que en el último momento, rodeados de sus seres queridos, les bastará con disculparse elegantemente por haberles amargado la vida, y pedir, acto seguido, perdón a Dios.
Pero cuando se encuentren ante Dios, no cabrá el engaño. Toda la mentira con que han querido condimentar su vida se desplomará en un instante. Y —como ha escrito Jesús Arellano— si el camino del hombre hacia la verdad es, en un noventa por ciento, tarea de descubrir mentiras, esas personas se darán cuenta entonces de que en su vida esa tarea ha sido muy escasa. Y se lamentarán de haberse negado a reflexionar sobre la evidente realidad de la muerte. "Ahora —dicen— no tengo tiempo para esas cosas; cuéntamelo en el lecho de muerte, y quizá te escuche." Y ahí es donde se equivocan por completo. Cuando se cae en la mentira para evitar incomodos, la manta bajo la que pretenden esconderse se vuelve un poco más grande, hasta que acaba por ahogarles debajo. Cada momento en que cerramos voluntariamente los ojos ante nuestro destino en la otra vida es un momento desperdiciado de esta.
Alfonso Aguiló
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Leonor 555, ¿ que cuál es el sentido de la vida nos
estás preguntando?
Pregunta verdaderamente difícil es. Diría yo incluso
que es pregunta sin respuesta.
Cuantas respuestas podamos unos y otros dar, todas
se inscriben en los espacios de la abstracción y todas
están envueltas por la inseguridad. |
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Simplificando,amigos,100% de acuerdo con Mejorana,aqui decimos 'cortita y al pie'.Vivo la vida dia a dia,no dependo de afectos para ser yo ,me declaro afectiva independiente.Por supuesto amo hijos,nietos ,herman@s,amigos pero sin egoismo me amo YO .He leido con agrado aportes interminables ,pero soy simplista por naturaleza poco analitica tal vez ......hoy soy feliz,ma~ana no se,el domingo tendre la respuesta.
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Totalmente de acuerdo contigo mi querida amiga Vivi, besitos, Cris.-
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El sentido de la vida?
La vida no tiene sentido.
En un tiempo, hacer felices a los demás, me hacia feliz.
Entonces, ¿era la felicidad de los otros la que buscaba, o la mia?
Recibí tantas bofetadas que me cansé de poner la otra mejilla.
Estamos de paso por este mundo y debemos aprovechar la oportunidad
que se nos dá de "vivir". Vivir en paz con su consciencia.
Los hijos no son nuestros. También deben "vivir". Vivir a su manera.
Practico el "haz bién y no mires a quién", y " vive y deja vivir".
(Quién camina sólo, anda mas deprisa).
La visicitudes de la vida, nos hacen fuertes. Fuertes de cuerpo y alma.
La cantidad de momentos desde que nacemos, nos hacen "sabios".
Durante el periodo en el que pasamos en este mundo, nuestra alma
se fortalece. Y vuelve para seguir un perfecionamiento, que no la perfección
pues la perfección no existe.
Hoy me contento con despertarme cada mañana, ver amanecer. Las tonalidades que va tomando el cielo con la salidad del sol.
El canto de los pajarillos que llegan a mi ventana, que llegan para comer las
semillas que les pongo.
Ver crecer las las plantas que siembro en mis macetas, y verlas florecer.
Un paseo al borde del lago, que se vuelve como de plata con los reflejos del cielo.
Y quererme, quererme todo lo que no he hecho antes, quererme simplemente.
Aceptarme tal como soy. Mi interior y mi exterior, que va cambiando
con el paso de los dias.
Y luchar...seguir luchando y poder ganarme el pan de cada dia.
Es eso el sentido de la vida? |
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Tenes total razon,Sortilege,resumiste en pocas frases cual es el sentido de la vida.Nada mas simple.
Me gusta y me hace mucho bien leerte.
Que tengas un lindo dia,amiga
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(Quién camina sólo, anda mas deprisa).
La visicitudes de la vida, nos hacen fuertes. Fuertes de cuerpo y alma.
Me gusto mucho el comentario de Sortilege, resumio todo y ¿saben porque?. Yo que conozco algo de la vida que le toco a ella, confirma mi idea de que aqui, o sea vivir, es simplemente para aprender, para crecer, con lo bueno y lindo y con los sufrimientos, todo esto esta al alcance de la mano de todos..y al fin terminar SIENDO MAS SABIOS.
Los que llegan a ese estado, no solo logran su paz interior, sino la comprension de que todo es bueno, aun el dolor. Son los que tienen fe, sin tener religion, son los que saben que nada ocurre por casualidad, sino por causalidad...que finalmente depende de nosotros aceptar la ley Divina de crecer como almas y tratar de que cada cosa que nos ocurre, sea buena o mala nos es necesaria para entender el significado de la vida.
Pero tristemente hay una clase de gente que no aprende nada, esos deberan volver y partir desde el mismo punto donde estaban al morir. Esos son los que odian, los que matan sin necesidad, los que pisan al insecto, los que contaminan, los que tiran al perro, o lo tienen al sol atado a una cadena, creyendo que Dios puso al perro para el servicio de ellos..
Son los que por dinero traicionan a la misma tierra desbastandola y contaminandola.
Son los que no perdonan y se creen mas que nadie.
Leo |
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