Texto: Irina Kenigsberg
¡Qué placentero es cocinar utilizando hierbas propias! Nada mejor que salir al balcón o al jardín, y tomar lo que se necesite para la receta de ese día. En este caso, te contamos todo sobre una versátil hierba, muy popular en la cocina asiática y mexicana: el cilantro. Puedes utilizarlo para dar un sabor único a todo tipo de platillos: sopas, ensaladas, salteados, carnes, y hasta jugos y cócteles. Descubre cómo plantarlo, cuidarlo y cosecharlo.
Cómo plantarlo
El cilantro es una planta bastante fácil de mantener y no requiere mucha atención. Lo más importante para que crezca bien es que se encuentre en un lugar donde reciba suficiente sol. Además, es aconsejable enriquecer la tierra con compost o fertilizante.
El sitio Herb Expert indica que tu planta de cilantro debería recibir algo de sombra durante las horas más calurosas del día. Lo mejor es plantarlo directamente en la tierra, en lugar de comprar una planta y pasarla a otra maceta. Esto se debe a que es sensible y, si la trasplantas o sufre otro tipo de estrés, es posible que produzca semillas prematuramente.
Para plantarlo, deberías sembrar las semillas 1 cm (0,39 pulgadas) por debajo de la tierra, a mediados o hacia el final de la primavera. Las tasas de germinación son bajas, de menos del 50%. La temperatura ideal es de 27ºC (80,6° F).
¡Cuídalo!
Para cuidarlo de manera apropiada, sigue estos consejos del portal Herb Expert:
- Riégalo durante los períodos secos para que la tierra siempre esté húmeda.
- Si aparecen flores, quítalas de inmediato para que la planta ponga su energía en formar nuevas hojas.
- Vuelve a sembrarlo cada tres semanas durante el verano para asegurarte de tener un suministro continuo durante esa época.
- Si preparaste la tierra correctamente, no es necesario agregar abono. Sin embargo, si te parece que lo necesita, puedes suministrarle fertilizante líquido.
Es hora de cosechar
Desde el mismo sitio, se recomienda esperar a que la planta sea lo suficientemente grande para soportar la cosecha. Recorta hoja por hoja o toma un tallo entero, según la cantidad que necesites.
Si lo que te interesa son las semillas (coriandro) espera a que las flores se marchiten. Luego corta los tallos y guárdalos en una bolsa de papel, con la cabeza hacia adentro y el tallo hacia afuera. Ata todo y cuélgalo boca abajo en un lugar seco y fresco. Espera tres semanas y sacude la bolsa: las semillas secas estarán esperándote en el fondo.
Y tú, ¿tienes hierbas en tu hogar?
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