VESTIOS DEL SEÑOR JESUCRISTO.
Sigue a Jesus en el camino y no errarás; haz que tus pies pisen exactamente sobre sus huellas, y no resbalaras.
En toda relación, en el circulo domestico, en el mundo literario, en la esfera de la amistad o en las conexiones de negocios, he de “vestirme del Señor Jesucristo”.
Si estoy perplejo, estoy obligado a preguntarme:¿Qué haría Jesus?, y su ejemplo ha de guiarme. Si no puedo concebir que El hubiera actuado de una cierta manera, yo tampoco debo permitirme hacer eso; pero si percibo, partiendo de Su precepto, de Su espíritu, o de Su acción que El seguiría tal y tal curso, he de apegarme a esa línea.
No he de vestirme del filosofo, ni del político, ni del sacerdote ni del cazador de popularidad, sino que he de Vestirme del Señor Jesucristo, tomando su vida para que sea modelo sobre el cual he de moldear mi propia vida.
No es por el temor del castigo o por la esperanza de un sueldo que los creyentes sirven al Dios viviente; nosotros nos revestimos de Cristo, y el amor de Cristo nos constriñe.
Una fuerza mas potente que la ley se ha apoderado de ti: sirves a Dios, no como un siervo cuyo único pensamiento es la paga, sino como un hijo que tiene la mirada puesta en el padre y en su amor. Tu motivo es gratitud hacia Aquel por cuya sangre preciosa has sido redimido.
Vestios del Señor Jesucristo: esto es, encuentra en Jesus tu fortaleza. Aunque eres salvo y has sido vivificado por el Espiritu Santo para ser un hijo del Dios viviente ,con todo, no tienes ninguna fuerza para cumplir con tu deber celestial, excepto la que recibas de lo alto. Acude a Jesus para tener poder.
Has que Cristo sea tu fortaleza y no tu mismo, ni tus logros o experiencias. Vistete del Señor Jesucristo dia a dia y no pretendas que los andrajos de ayer sean la indumentaria del futuro. Obten una gracia siempre renovada.
Obten de Jesus todo tu poder para la santidad y para la utilidad y obtenlo únicamente de El.
No confies en resoluciones, promesas, métodos y oraciones sino apoyate únicamente en Jesus como la fortaleza de tu vida.
El mismo como un todo, ha de ser nuestro atavio. El ha de cubrirnos de la cabeza a los pies. No nos limitamos a copiar Su humildad, Su benignidad, Su amor, Su celo, Su entrega a la oración sino a El mismo.
Esfuercense por entrar en tal comunión con el propio Jesus que su carácter es reproducido en ustedes.
Ser revestidos por completo de El: sentir, desear y actuar como El sintió, deseo y actuo.
Vestios del Señor Jesucristo ,quiere decir: Reciban el carácter integro de Cristo, y que la totalidad del caracter de ustedes sea conformado a Su voluntad. Cubran todo su ser con la totalidad del Señor Jesucristo.
Que seamos mas y mas como Jesus a lo largo de nuestras vidas, para que sea cumplido el propósito de Dios por el cual fuimos “predestinados para que fuésemos hechos conforme a la imagen de su Hijo”.Spurgeon