Todos desean que sea la plaza Tahrir de Estados Unidos, que sea la Puerta del Sol, o Atenas, o Santiago, y todos -autoridades, medios masivos, izquierdistas- suponen que algo podría o debería estallar en este país ante las crisis, la avaricia empresarial, la severa desigualdad y el desempleo. Tal vez por esto ocurrió algo curioso en el camino para ocupar Wall Street esta última semana.