Al fin Rupert Murdoch recibió su merecido -debido al “hackeo” de sus empleados, no por contribuir al prolongado asesinato del periodismo en lengua inglesa. Guerras, revoluciones, hambrunas y desastres ocurrían y los “periodistas” de Murdoch yuxtaponían morbosas fotos “disolutas” de “Fulanas” medio desnudas que se divorciaron de “Fulanos” para casarse con “Menganos”. Las noticias acerca de la pobreza, el desempleo y las ejecuciones de hipotecas son eclipsadas por reportes de Lindsay y Britney realizando videos Clase X antes de de ingresar en la rehabilitación. Y millones compraban sus periódicos y veían -y creían– sus “noticias” en TV.