Cada vez con más frecuencia evito las presentaciones públicas y el dar entrevistas; pero hoy es distinto, porque estoy emocionado. Tengo plena conciencia de haber obtenido el reconocimiento más importante de mi vida literaria, por ser el único dedicado al conjunto de mi obra a lo largo del tiempo. El acta del jurado, donde cinco ilustres figuras de las letras cubanas me reconocen por unanimidad grandes virtudes, me lo aprendí de memoria y poco ha faltado para enmarcarlo y colgarlo en la sala de mi casa.