Ya en dos ciudades europeas el ex presidente norteamericano George W. Bush corre el peligro de ser arrestado por ser el máximo responsable de la aplicación de torturas durante y después de la guerra sangrienta que emprendió contra Iraq, con el apoyo de sus principales aliados, los ex primeros ministros de Gran Bretaña Tony Blair, y de España José María Aznar. Las acusaciones contra Bush en ese sentido le impidieron materializar un viaje que tenía previsto hacer la semana pasada a Ginebra, Suiza, donde organizaciones de derechos humanos han emprendido demandas legales contra el ex mandatario estadounidense por sus flagrantes violaciones de los derechos humanos.