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General: Eusebio Leal: No se presenta la Revolución ante la posteridad con las manos v
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Respuesta  Mensaje 1 de 78 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 16/04/2014 09:08

Eusebio Leal: No se presenta la Revolución ante la posteridad con las manos vacías

16 abril 2014 | +
Eusebio Leal Spengler (D), historiador de la ciudad de La Habana, interviene en el debate del informe de la Comisión Cultura, Educación y Sociedad, del VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en el Palacio de las Convenciones de La Habana, el 12 de abril de 2014. AIN FOTO/Roberto MOREJON RODRIGUEZ

Eusebio Leal Spengler (D), historiador de la ciudad de La Habana, interviene en el debate del informe de la Comisión Cultura, Educación y Sociedad, del VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en el Palacio de las Convenciones de La Habana, el 12 de abril de 2014. AIN FOTO/Roberto MOREJON RODRIGUEZ

Intervención del Historiador de La Habana, Eusebio Leal, en el VIII Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)

Quisiera felicitar mucho, ante todo, a todo el Consejo y particularmente a nuestro querido y admirado Miguel (Barnet). Siempre he creído que es una de las más brillantes figuras de nuestra intelectualidad de todos los tiempos, y con una de las más sólidas formaciones intelectuales: antropólogo, poeta, escritor brillante, novelista premiado, orador.

Eso se acerca mucho a ese ideal que magistralmente explicaba la doctora Graziella Pogolotti cuando señalaba el papel de los intelectuales cubanos en el siglo XIX y lo que hicieron y cómo contribuyeron a ir formando, en circunstancias tan difíciles y tan arduas, un ideal de nación; y cómo surgieron allí conflictos y contradicciones, aun entre ellos mismos.

Es inolvidable el sentimiento de pesar y tristeza de (José María) Heredia, que muere lejos de Cuba, y que fue incomprendido por los propios compañeros de generación cuando, por razones estrictamente personales, decidió volver a Cuba en una circunstancia difícil.

Otros cuestionaban a la Avellaneda porque había salido de Cuba y no había regresado; solo para recibir el imponente tributo de la intelectualidad cubana. Estamos celebrando su bicentenario.

Y, desde luego, aquí se ha evocado una serie de nombres que serían infinitos. Cuando uno de los más conspicuos partícipes del evento, nuestro amigo Esteban (Morales) hablaba de la necesidad del monumento a (José Antonio) Aponte, recordaba las palabras de José Martí a José Joaquín Palma, el poeta emigrado que viviendo en Guatemala y compositor críptico del Himno Nacional de aquella patria, fue el primer biógrafo de Céspedes: “Nosotros tenemos héroes que eternizar, heroínas que enaltecer, admirables pujanzas que encomiar. Nosotros tenemos agraviada a la legión gloriosa de nuestros mártires a los cuales debemos nuestros cánticos y nuestro signo, o nuestros trinos y nuestro signo”; quiere decir que serían muchos los monumentos a erigir e incontables las memorias. El subdesarrollo genera como mal terrible el olvido.

Es como si fuese necesario comenzar todos los días. Por eso la doctora Pogolotti, en admirable lección, explicaba la necesidad de la memoria.
Aquí en la sala ha estado sentado el primer Ministro de Educación de la Revolución Cubana, el Doctor Armando Hart. Lo fue porque, hijo de una estirpe de pensadores, de abogados, de hombres que creyeron en el derecho, puso su espalda al látigo, la frente alta al juicio, porque fue consecuente con la enseñanza de su padre, el primer magistrado, y primer cubano en llevar la Orden Nacional José Martí, porque puso por medio la sangre de su hermano y porque además durante muchos años, durante el tiempo vital de su acción como Ministro de Educación, tuvimos el privilegio –sobre todo los mayores– de participar en aquel magno acontecimiento que fue la alfabetización.

Los que fuimos alfabetizadores, los que asistimos a la concentración a la Plaza, con los lápices; los que fueron al campo o estábamos en la periferia agónica e infernal de las ciudades, enseñando a leer y escribir, sabemos cómo es esta historia.

No se presenta la Revolución ante la posteridad con las manos vacías, no.
Con razón se ha dicho que el magisterio cubano y los maestros cubanos fueron los depositarios del fuego; fueron los que guardaron la estrella radiante.

Eduardo Torres Cuevas, otro brillante intelectual, presidente de nuestra Academia, decía en una oportunidad que el sentimiento precede al conocimiento. Lo primero es el sentimiento. Nosotros no sabemos que nuestra madre es tal hasta mucho tiempo después. Lo primero fue el silencio sepulcral del claustro materno, luego el alumbramiento, luego alguien cuyo palpitante corazón no recordamos, pero que nos nutrió, nos dio vida. Finalmente, identificamos ese ser con la palabra madre.

El General Presidente requería y hablaba de la urgencia de la teoría revolucionaria, un pensamiento leninista, no hay Revolución sin teoría revolucionaria. ¡Pero qué suerte ha tenido este país, que ha tenido una pléyade tan destacada y gloriosa de intelectuales, pensadores, como también de científicos! “¡Cómo es posible!”, preguntaba yo a una persona el otro día. Cada vez me admiro más de Joaquín Albarrán, qué figura, qué extraño misterio el de ese pueblo, Sagua la Grande, que dio figuras tan extraordinarias. ¡Qué privilegio el de San Juan y Martínez, que dio a esas dos inteligencias extraordinarias, a esas dos almas puras y grandes y comprometidas cuyos padres conocí!
Entonces nosotros no podemos sentir el desaliento aterrador de que hablaba José Joaquín Palma. Nosotros tenemos que sentir que no es grave ni complejo que en una reunión como esta, más breve o más larga, se discuta o se batalle.

Hace 48 horas cuando esto comenzaba, daba la casualidad de que se conmemoraba aniversario de la gloriosa Asamblea Constituyente de Guáimaro, utopía cubana democrática. Pero no podemos ignorar que, aun allí, surgieron problemas y confrontaciones y visiones diferentes del mundo.

Fue Fidel el único que fue capaz de unir este país, después de haber enfrentado desde el nacimiento de la idea infinitas discordias. Para llegar a la concordia, hemos recorrido un largo camino de sangre, de sacrificio.

El Periodo Especial fue un momento duro del cubano. Salvar a una partida habría sido fácil; pero no lo fue salvar a una nación, hacer pasar a un pueblo por un camino tan angustioso como el paso de Termópilas, pasando trabajos infinitos, y lograr la victoria de podernos hoy reunir aquí de nuevo, con ciertas confortables condiciones que me parecen maravillosas. Ah, pero nos vimos en condiciones tan duras como aquellas que describió Ramón Roa en su criticado y duro libro: A pie y descalzo.

Yo me permito recordar el apasionante prólogo de José Martí a ese libro lindo: Los poetas de la guerra. Todos suscribieron sus versos con su sangre. Y recuerdo la incomprensión de un gran libertador, que no era hombre de cultura, más bien hombre de valor acerado y probado, que, viendo llegar al presidente Bartolomé Masó rodeado de la flor y nata de la intelectualidad, recibió del Presidente la siguiente interpelación: “¿Y a usted qué le pasa, General?”, porque vio que se puso rojo, y este le dijo: “Es que lo veo a usted rodeado de esos bandidos”. Y le dijo: “¿Cómo va a decir usted bandidos, si esto es lo mejor, este es el pensamiento?”. “Yo no sé. A mí me han dicho que son unos poetas”.

Y es que pensaba el adusto libertador que los poetas estaban solo al pie de la lira y el árbol, de la noche, de la estrella, de la rosa y no sabía que casi todos o todos los que ahí estaban fueron mártires y héroes de la revolución cubana.
Entonces, no se presenta la Revolución con las manos vacías. Aquí han pasado cosas terribles. Esta nación tuvo que enfrentar y enfrenta –y recientemente se ha denunciado una nueva y más sutil forma– ataque y agresión. Este país ha tenido que caminar recorriendo también sus propios extravíos, como toda Revolución verdadera.

Recuerdo que cuando el Presidente francés me cursó una invitación sorprendente para asistir a la conmemoración gloriosa de la Revolución Francesa y de la Batalla de Valmy, iba entrando el cuerpo diplomático, los eclesiásticos vistiendo su ropa, los embajadores, príncipes de las dinastía antigua que se encontraban allí, la princesa, Napoleón, etc. Y entonces dije yo a mis adentros: “Si alguna de las grandes figuras de la revolución, de los protagonistas de esta conmemoración, apareciera aquí de pronto, todo el mundo saldría corriendo, incluyéndome a mí”. Claro, se sentiría quizás aquella voz terrible que dijo al amigo: “Me precedes en la muerte”, que fueron las palabras terribles dichas por un amigo al otro.

Pero también recuerdo las de Robespierre cuando, en la enfermería con la mandíbula rota por el disparo, teniendo a Saint-Just por compañero, a aquel le dijo señalando los Derechos del Hombre que estaban sobre la pared de la conserjería: “Al menos pudimos hacer algo”.

Nosotros hemos hecho un poco más de algo. No hay un solo rincón de la Tierra donde no se sienta una y otra vez el nombre sonoro y breve de esta isla: Cuba.
Somos una isla y somos como aparecemos aquí en la sala: como decía yo hace un rato a mi amigo el Chino (Eduardo) Heras, qué mezcla somos, qué creación, qué fascinante creación se ha hecho sobre nosotros. “Se han vertido en ti cien pueblos”, como decía el poeta. África infinita, España infinita, la huella indígena en nuestra sangre, los que vinieron del país del loto, como dijo Dulce María Loynaz, y todos esos esclavos. Y crearon un pueblo que, como decía en un verso bello Martí, cantado como nadie por Miriam Ramos: “qué dulcísimo, qué dulcísimo nombre: Cuba”.

Entonces, en nombre de eso, diría, debemos salir porque ya se aproxima la hora, sabiendo que hemos logrado un éxito en el Congreso, que se ha escuchado la opinión, que se ha discutido, que ha habido momentos –como es lógico– de tensiones, que ocurren en el seno de la mejor familia, que han elegido a un granado Consejo donde están presentes mujeres y hombres de mucho mérito.

Tenemos un presidente de lujo…

Aquí a veces los compañeros no se han dado cuenta, también la educación y las formas obligan a saber cómo hay que comportarse en cada tiempo y lugar. Está sentado aquí el Primer Vicepresidente –y que conste que yo no soy de Las Villas–. Pero digo esto en gracia a la importancia, como él dijo esta mañana, de la presencia de los ministros del gobierno.

Ah, tú has dicho algo muy grande hace un momento. Has recordado a Fidel. Cuando hace seis años nos reunimos, recuerdo que dije: “Fidel no está porque no puede, no porque no quiere. Pero no ha estado ausente en ningún momento de nuestro espíritu ni de nuestro pensamiento”. Fidel es un hombre, un ser humano, una figura de la historia que ha recibido una luz profunda y sobre las sombras que proyecta tan grande figura tendrá mucho tiempo la Historia que hablar. Pero sin él no habría sido posible esta reunión, ni estas altas consideraciones, ni este sentido que tuvo siempre de cuidar el pensamiento, porque él mismo es un intelectual.

Y cuando tan alto magistrado está ausente y va a cumplir felizmente 87 años, lo vimos recientemente los que tuvimos el privilegio de estar en el acto inaugural de la exposición de Kacho, y entró la estatua que otra vez vive, con sus ojos brillantes, tomó la mano de algunos de nosotros y dijo estas palabras: “Estamos aquí porque hemos resistido”.

Cuando falten unas pocas decenas de minutos entrará por la puerta el que tiene que conducir a este país al umbral de la salida, porque quiero que se sepa que vamos a salir y que estamos saliendo, que el momento es solemne y decisivo, porque muchas cosas se saben y otras no; pero hay que timonear contra olas grandes, hay que pagar deudas, hay que trabajar mucho. El país tiene que producir para que se levante y viva; porque tan importante como pensar, es el pan. Hay que tener un pan para pensar. Hay que meditar si se tiene primero un pan o se hace filosofía. Es necesario tener un pan, y no hay escapatoria. Las mejores amistades, cuando se les debe un solo celemín, tuercen la sonrisa y reclaman el celemín.

Los cubanos no podemos vivir dependientes permanentemente de lo que otros nos dieron o de lo que en momentos determinados obtuvimos. Los cubanos tenemos que salir hacia delante unidos por nuestro propio esfuerzo, con nuestra propia fuerza. Dentro de un rato entrará el que lleva el depósito del fuego que le entregó aquel que, en el momento grave de peligro, dijo: “Lo que Raúl disponga”, y el que lleva lo más importante que ha impedido que nadie ponga un pie en este pueblo: la espada.

Muchas gracias.

 


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Respuesta  Mensaje 4 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:18

Bienvenidos a la Red Global de Restauración Ecológica

La Red Global de Restauración Ecológica (GRN, por sus siglas en inglés) provee a los investigadores, profesionales y practicantes de restauración una nueva base de datos y un portal de internet para acceder a recursos comprensivos y confiables en todos los aspectos de la restauración ecológica, desde los ecosistemas históricos y las causas recientes de la degradación hasta estudios de caso detallados y técnicas de restauración probadas. La misión de la GRN es unir los proyectos de restauración, las investigaciones y los practicantes trabajando en el campo para promover el intercambio creativo de experiencias, visiones y conocimientos.

La GRN es un proyecto que inició la Sociedad Internacional para la Restauración Ecológica (SER) en el 2007 para cumplir con su misión de “promover la restauración ecológica como una vía para sostener la diversidad de vida en la Tierra y restablecer una relación ecológicamente sana entre la naturaleza y la cultura.”  Apenas dos años después, la red ya se está convirtiendo en un recurso imprescindible para los responsables de políticas, los profesionales y las partes interesadas de la comunidad, bien sea que estén investigando opciones para la restauración de ecosistemas, escribiendo una propuesta de proyecto, o buscando programas educativos y financiación.

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Además de la GRN, la Sociedad facilita el intercambio de información entre los profesionales de restauración através de una serie de publicaciones. El manual Principios de SER International sobre la restauración ecológica ha establecido una definición ampliamente aceptada de la restauración ecológica y ha delineado un enfoque general para la realización de los proyectos de restauración. 

La revista académica evaluada por pares Restoration Ecology es una publicación bimestral de la Sociedad que enfatiza la investigación aplicada para aumentar la comprensión de los procesos de restauración y la divulgación de las técnicas que se están desarrollando para informar y guiar a los practicantes. SER también colabora con Island Press en la publicación de una serie de libros, “The Science and Practice of Ecological Restoration” (“La Ciencia y Práctica de la Restauración Ecológica”). Esta serie ofrece una base de conocimientos prácticos y perspicacia científica para asegurar que la restauración ecológica sea la herramienta de conservación y sostenibilidad que el mundo necesita.      

Desde que fue fundado en 1988, la Sociedad ha ido adquiriendo un papel cada vez más activo e influyente dentro de la comunidad internacional de restauración y ahora cuenta con miembros en 37 paises y 14 secciones distintas representando a varias regiones del mundo. La junta directiva une profesionales de restauración de todo el mundo y representa a las regiones desarrolladas juntas con las que se encuentran en vias de desarrollo. 

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Además de su membresía creciente, SER ha tenido la oportunidad ultimamente de tener una voz más alta en el diálogo internacional sobre algunos de los asuntos ambientales más críticos que enfrentamos y de involucrarse en la elaboración de políticas a nivel internacional para orientar el futuro hacia la restauración de nuestro patrimonio natural y la conservación de los recursos de biodiversidad. La Sociedad tiene el estatus de observador en el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención de Ramsar sobre los Humedales y es un miembro activo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La asociación con la UICN ha sido especialmente productiva y ha ayudado a avanzar más aún la posición de la restauración ecológica con respecto a las iniciativas internacionales de conservación. En el 2006, la Sociedad colaboró con la Comisión sobre el manejo de ecosistemas (CEM) de la UICN para publicar La restauración ecológica – un medio para conservar la biodiversidad y mantener los medios de vida, una llamada a la acción que elucida la importancia de la restauración ecológica para un futuro sostenible. Como parte de la celebración del Cuarto Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN en Barcelona en octubre de 2008, SER presentó su Documento de Políticas La restauración ecológica como herramienta para revertir la fragmentación de los ecosistemas.

En el mismo congreso, se adoptó una moción para solicitar a la Directora General de la UICN que produzca Directrices sobre mejores prácticas para la restauración ecológica en las áreas naturales protegidas. La Sociedad está colaborando actualmente con la Agencia Parques de Canadá para realizar un taller de especialistas sobre este tema en el Decimonoveno Congreso Mundial de SER en Perth, Australia, del 23 al 27 de agosto de 2009, con el fin de contribuir significativamente a la elaboración de estas Directrices. El enfoque canadiense elaborado en los Principios y Directrices para la Restauración Ecológica en las Áreas Protegidas Naturales de Canadá se usará de base para realizar este trabajo.

Queriendo aumentar su contribución a la comunidad de restauración en América Latina, SER ha apoyado las iniciativas de la Red Iberoamericana y del Caribe de la Restauración Ecológica (RIACRE), fundada en Cuba en el 2007. Esta red, compuesta por un grupo diverso de profesionales y practicantes representando a América Latina, el Caribe y España, publica un boletín trimestral y se esfuerza por promover la restauración ecológica en toda la región. Otra organización latinoamericana a que SER ha apoyado es la Red Colombiana de Restauración Ecológica (REDCRE). La REDCRE también está trabajando activamente por promover la restauración ecológica en América Latina, y está en proceso de organizar el I Congreso Colombiano de Restauración Ecológica & II Simposio Nacional de Experiencias en Restauración Ecológica en Bogotá del 27 al 31 de julio de 2009.

 
Tomado de google .-

Respuesta  Mensaje 5 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:20

arte rupestre conservacion Cuba - Rupestreweb

www.rupestreweb.info/cubano.html
 
En la década de los años 60 algunos arqueólogos e investigadores cubanos consideraron la posibilidad de llevar a cabo tareas de restauración en las ...
 

Respuesta  Mensaje 6 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:21
El patrimonio cultural cubano y su conservación
  • Beatriz Moreno
 
El centro histórico de Trinidad se encuentre entre los lugares declarados "Patrimonio de la Humanidad" El centro histórico de Trinidad se encuentre entre los lugares declarados "Patrimonio de la Humanidad" Archivo IPS Cuba
 
Recorrido histórico por el rescate patrimonial en Cuba.

El mundo vive una época convulsa, en la cual la invasión mediática domina las mentes de los seres humanos en los más apartados rincones. El poder hegemónico trata de instaurarse, arrasando con culturas, idiomas, canciones, formas de vestir y hábitos alimentarios. La riqueza de la diversidad humana corre peligro a nivel planetario. Por estos motivos, la conservación del patrimonio cultural de la nación es una preocupación fundamental del gobierno cubano.

Así está refrendado en la Constitución de la República de Cuba (1976), artículo 39, inciso h: “El Estado defiende la identidad de la cultura cubana y vela por la conservación del patrimonio cultural y la riqueza artística e histórica de la nación. Protege los monumentos nacionales y los lugares notables por su belleza natural o por su reconocido valor artístico o histórico”.

De acuerdo con Marta Arjona, quien fuera la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio en la isla, hasta su deceso en 2006, patrimonio es “… lo que se recibe de los padres y es de uno por derecho propio. Abarca el territorio del país y su historia, leyendas, tecnologías, conocimientos, arte y sistemas de producción y de organización”.

Para una mejor comprensión, clasificamos el patrimonio en tangible e intangible. El primero se refiere al de los objetos; o sea, al mueble e inmueble. El segundo comprende a las danzas, rituales, creencias y otras formas de la cultura humana que no pueden reducirse a un artefacto material. Ambos tipos de patrimonio se complementan y, en gran medida, lo material es una manifestación de lo inmaterial. Es imposible comprender una buena parte de nuestra obra plástica cubana si se desconocen los elementos de sincretismo que existen en la mente del cubano, debido a la fusión de las religiones cristiana y africana.

El patrimonio mueble se refiere a aquellos objetos que, en principio, pueden moverse, como esculturas, pinturas, documentos, cerámicas y pintura mural, entre otros. Las pinturas murales se desplazan mediante delicadísimas técnicas, sólo en caso de extrema necesidad. El patrimonio inmueble incluye aquellos objetos que, en principio, no pueden cambiarse de lugar. No obstante, el gobierno de Egipto trasladó los Monumentos de Abu Simbel cuando construyó la Gran Presa de Asuán, pero esto es algo excepcional.

La política establecida a nivel internacional, sobre la conservación del patrimonio tangible, se basa en el respeto al objeto y su materialidad. Nada debe modificarse innecesariamente. Las acciones que se realicen sobre la pieza estarán encaminadas a su conservación, bajo la premisa de controlar los factores externos y sin tener que restaurarla (intervenir). Esta es la esencia de la Carta de Venecia, de 1931. Pero como siempre suele haber daños que dificultan la lectura y disfrute de las obras, entonces y sólo entonces se restauran. El binomio conservación-restauración está indisolublemente unido.

Antecedentes en Cuba

En lo que respecta a los inmuebles, antes de 1959 no puede hablarse de políticas oficiales que reglamentaran activamente una conservación patrimonial. Hubo esfuerzos aislados, dignos de señalarse, tales como la restauración de la Catedral de La Habana en 1949, bajo la solicitud del Cardenal Arteaga. Esa obra fue dirigida por el arquitecto Cristóbal Márquez, según hace constar Emilio Roig de Leuchsering en el segundo volumen de Los Monumentos Nacionales de la República de Cuba, Vol. II, editado por la Junta Nacional de Arqueología y Etnología de La Habana, en 1959.

En esa ocasión se sustituyeron los techos de madera por los de piedra vigentes y se le dio la actual forma interior, con una amplitud aparentemente mayor. El gobierno hizo una discreta contribución monetaria, además del presupuesto eclesiástico.

La progresiva proliferación de tugurios y la construcción arbitraria en el Centro Histórico de La Habana, unida a la inexistencia de una cultura integral de la ciudad, permitió el desarrollo aberrante de edificaciones anacrónicas, como la construcción de un moderno edificio de oficinas, con terminal de helicópteros incluida, en el mismo centro de La Habana Vieja, por citar sólo un ejemplo.

Un lugar histórico como la casa natal del Héroe Nacional José Martí fue rescatada, a principios del siglo XX, por la decisión de un grupo de veteranos de la guerra, organizados bajo la Asociación de Señoras y Caballeros por Martí. Ellos recolectaron fondos para comprar la casa e instalar allí a la madre de Martí, Leonor Pérez. En 1921, el inmueble pasó a ser propiedad del pueblo cubano, pero no hubo apoyo oficial para mantenerlo y continuó destruyéndose. En 1925 se convirtió en museo. Estudiantes universitarios y pueblo, en general, evitaron que se desplomara. En ese empeño se destacó la labor del periodista Arturo R. Carricarte. Gracias a ellos, se cuenta hoy día con ese museo al que todos los cubanos, en la medida de las posibilidades, llevan a sus hijos.

En realidad, antes de 1959 no hubo una política de salvaguarda sistemática del patrimonio inmueble. Había una Junta Nacional de Arqueología y Etnología que, fundada en 1937, tenía por misión velar por la conservación del patrimonio, divulgar sus valores entre la población y otras funciones afines. Pero el presupuesto otorgado por el gobierno era irrisorio. Por esas razones, podía pasar casi cualquier cosa, antes y después de la fundación de la Junta.

Un ejemplo de los avatares a los que podía someterse un edificio histórico fue la fraudulenta compraventa del antiguo Convento de Santa Clara, en 1923. Los lectores interesados pueden encontrar los detalles de este incidente en la acuciosa investigación de Pedro A. Herrera López, El Convento de Santa Clara de La Habana Vieja, del Centro Nacional de Conservación, hecha pública en 2006. En ese estudio se hace una narración detallada del suceso y cómo se generó la llamada Protesta de los 13. También puede consultarse “Campanas al Viento. El Colegio Universitario de La Habana”, publicado por Árgel Calcines en la revista Opus Habana (Vol. X, No.1 junio/octubre de 2006). En este artículo se relata cómo el edificio sede de la Real y Pontificia Universidad
–aprobada y confirmada por el rey Felipe V, mediante Real Cédula de fecha 1728– fue destruido y, en su lugar, se erigió un edificio anacrónico –con terminal de helicópteros en el techo– que no tenía absolutamente nada que ver con el entorno. Y, por último, también se puede poner de “antiejemplo patrimonial” el parqueo que se erigió, en la etapa republicana, en la Plaza Vieja.

Referente al patrimonio del bien mueble en Cuba, al igual que en otros países, los primeros restauradores fueron pintores que, además de su profesión fundamental, reparaban cuadros, obedeciendo a intereses particulares. La inauguración de un taller para la restauración en el Museo de Bellas Artes, en 1954, fue el discreto inicio de un trabajo oficial en esta dirección, en el cual se destacan los nombres de José Zaldívar, en la especialidad de caballete, y el de Gregorio Orizondo, en la de marcos. En esta actividad, el fundamento científico no tenía desarrollo alguno.

La legislación protege al patrimonio

Un conjunto de leyes y decretos velan por la conservación del patrimonio cubano. En este epígrafe, entre otros aspectos, se tratará de aclarar algunas cuestiones de sumo interés, sobre todo a quienes compran o desean adquirir alguna pieza artística en la isla. El desconocimiento de las leyes, en ningún país, justifica contravenirlas.

Al inicio de este trabajo reconocí la importancia que el Estado da al patrimonio en nuestra constitución. Ahora, esta declaración sería huera si no estuviera acompañada de otras que dieran concreción a lo planteado.

Por ejemplo, la Ley No. 2, o de los Monumentos Nacionales y Locales (16 de agosto de 1977), define los conceptos de Monumento Nacional, Monumento Local, Sitio Histórico y otros; crea la Comisión Nacional de Monumentos, define su protección, las investigaciones arqueológicas y las restauraciones.

En tanto, el Decreto No. 77, con fecha 12 de noviembre de 1980, crea el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (Cencrem), subordinado al Ministerio de Cultura y radicado en el antiguo Convento de Santa Clara. El objetivo de esta institución es elaborar y aprobar los proyectos para la conservación y restauración de monumentos, controlándolo todo técnicamente. Además, formaría a los técnicos y especialistas de la materia, tanto en Cuba como en otros países de América Latina y el Caribe. Este proyecto recibió una gran ayuda de la Unesco en esa etapa. Gracias a todos estos esfuerzos se ha restaurado gran parte de ese convento y sólo falta el último claustro.

Otra Resolución es la 3/89, que aclara la situación de los objetos clasificados como “patrimonio cultural” en poder de personas naturales o jurídicas. Esas personas deben declarar la posesión de estos en el Registro Nacional de Bienes Culturales. Aunque a primera vista pudiera parecer extraño, pero es esencial. Tener una pieza clave de un pintor notable es una responsabilidad ante la cultura cubana. Además, si no consta quién la posee y algún ladrón la sustrae, se dificultan las medidas a adoptar.

La Resolución 4/89 en tanto, declara que las obras pictóricas realizadas por artistas cubanos o extranjeros, entre los siglos XVI y XIX, son Patrimonio Cultural de la Nación, así como las de los artistas cubanos nacidos hasta 1960. Para extraer una de esas piezas del país, se hace necesario un permiso del Registro Nacional de Bienes Culturales de la República de Cuba.

La Resolución 57 de 1994 profundiza más, y aclara los tipos de bienes que no pueden ser extraídos del país, a menos que lo autorice la Oficina del Registro Nacional de Patrimonio. También explica que se requiere permiso de exportación para documentos históricos, colecciones u objetos de interés científico, artefactos arqueológicos, objetos etnológicos y folclóricos, archivos en todo tipo de soporte, libros incunables, objetos numismáticos, filatélicos, vitofílicos, entre otros. Todas estas medidas son imperativas. Desgraciadamente, las carencias a que el pueblo cubano ha estado sometido en los últimos años han generado un mercado ilícito de obras de arte y otro tipo de piezas, fundamentalmente en poder de la población. Algunas personas han vendido piezas de la cultura nacional a comerciantes inescrupulosos, quienes han intentado o logrado burlar la vigilancia aduanal. Por la voracidad de los traficantes, sucede con cierta frecuencia que, en estos lances, se mezclan ciertas falsificaciones entre las piezas reales.

Estos problemas, en sus múltiples facetas, no son exclusivos de Cuba. Se trata de un fenómeno internacional, que tiene una connotación especial en los países en desarrollo. Los coleccionistas que deseen comprar un cuadro con garantías pueden acudir a las subastas que, periódicamente, convoca el Consejo Nacional de las Artes Plásticas; o comprar mediante el Fondo de Bienes Culturales. Es preferible hacerlo así.

Además, se asume que, si un extranjero compra un cuadro de esta forma, es para llevárselo, luego de ser evaluado por los especialistas competentes, y le será perfectamente posible obtener el permiso de salida para extraerlo, con todas las de la ley. El impuesto es razonable.

Por último, hay resoluciones que atañen a determinadas personalidades de la cultura, una vez fallecidas, de no existir herederos. De este modo, sus obras y colecciones pasan a ser protegidas por el Estado. Tal es el caso de la Casa Museo Lezama Lima, en la calle Trocadero, en La Habana.

No se debe pasar por alto que estas acciones comprenden también al patrimonio de las capas más humildes de la población y sus creencias. Arcadio, eminente representante de la santería cubana, poseía una importante colección de objetos y utensilios relacionados con las ceremonias religiosas de los cultos afrocubanos, celosamente guardada y protegida por el Estado, lo cual consta en la Resolución 2/87.

Detrás de todas estas leyes está la labor regidora, consciente, aguda y perspicaz de Marta Arjona, desde el Consejo Nacional de Patrimonio.

Sitios Patrimonio de la Humanidad en Cuba

La Declaración de la Unesco de esta categoría no es algo que se otorgue fácilmente, sino que está antecedida de un fuerte análisis y diversas acciones. Los espacios declarados “Sitio Patrimonio de la Humanidad” son fruto de un profundo estudio e intenso trabajo de recuperación por parte de las autoridades del Consejo Nacional de Patrimonio. Ello permite que, hoy por hoy, los cubanos se sientan orgullosos de tener tantos lugares reconocidos internacionalmente. Estos son:

1.- Centro Histórico de La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones, 1982.

2.- Valle de Viñales (categoría de paisaje), 1982.

3.- Centro Histórico de Trinidad y su Valle de los Ingenios, 1988.

4.- Castillo de San Pedro de la Roca, Santiago de Cuba, 1997.

5.- Parque Nacional Desembarco del Granma, 1999.

6.- Paisaje Arqueológico de las primeras plantaciones de café al sudeste de Cuba, 2000.

7.- Parque Nacional Alejandro de Humboldt, 2001.

8.- Centro Histórico de la Ciudad de Cienfuegos, 2005.

Con todos ellos se puede hacer un atractivo libro ilustrado o un excelente documental, pero lo más aconsejable es ir a conocerlos directamente.

Sólo deseamos añadir que son monumentos nacionales las siete villas que el Adelantado Diego Velázquez fundara a su paso por Cuba, en los albores del siglo XVI: Baracoa, Santiago de Cuba, Puerto Príncipe (actualmente Camagüey), Sancti Spíritus, Trinidad, Remedios y La Habana.

El binomio Consejo Nacional de Patrimonio–Oficina del Historiador

Es imposible hablar de conservación del patrimonio en Cuba sin mencionar a estas dos instituciones, cuyas funciones se complementan.

Por una parte, el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología rige la formación de los profesionales dedicados a la restauración–conservación en el plano nacional e, incluso, tiene una fructífera actividad internacional, sobre todo en el área del Caribe y América Latina. Los especialistas de este centro han acometido trabajos de rescate del patrimonio en el país. Entre los más recientes pueden mencionarse las labores dentro de la Finca Vigía, para la conservación de los bienes del escritor estadounidense Ernest Hemingway.

En la actualidad se trabaja intensamente en el rescate de las deterioradas pechinas de la iglesia de Santa María del Rosario. Esta iglesia fue declarada monumento nacional por su depurado estilo barroco, la historia del lugar y su grado de conservación general. El pintor Rodríguez Morey, antes de 1959, había trabajado en estas piezas originales del pintor Nicolás de la Escalera (1734-1804), que son la obra monumental pictórica más antigua e importante de Cuba. Las pechinas son triángulos curvilíneos de grandes dimensiones que, pintadas con imágenes, unen las columnas del crucero con los arcos de apoyo de la cúpula. Representativas de una época de la plástica cubana, tienen diversos valores notables, como el hecho de que, por primera vez en Cuba, aparece un negro plasmado en una obra pictórica. Este trabajo es la tesis de doctorado de la especialista Zaida Sarol.

También diversas casas en La Habana Vieja y piezas de todos los confines del país han sido restauradas y conservadas por los especialistas del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología. Allí realizan pasantías cubanos y extranjeros, en un plan que se convoca y publica cada año. Los precios para los aspirantes cubanos son módicos y los interesados del interior del país son albergados en las áreas del convento.

El centro cuenta con especialistas en bienes muebles e inmuebles. Sus laboratorios han sufrido los avatares del período especial, al igual que todas las instituciones del país. No obstante, allí se trabaja con el máximo rigor y responsabilidad. A la vez se realizan estudios microbiológicos, estratigrafías y otros análisis. Además, instituciones más favorecidas colaboran con el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología para que el trabajo no carezca del fundamento científico imprescindible, si lo requiere la pieza en cuestión. Un convenio con un país europeo ha facilitado a los investigadores del centro el acceso a Internet, así como equipamiento informático.

Por su parte, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana es la heredera de aquella que rigiera -entre 1935 y 1964- Emilio Roig de Leuchsering (1889-1964), Está presidida actualmente por Eusebio Leal Spengler, destacado orador y hombre de magnética personalidad. Leal ha sabido aunar esfuerzos y crear un equipo y organización, capaces de imprimirle a la recuperación de La Habana Vieja un dinamismo vertiginoso. Su principio es que “el arte de la restauración está en saber respetar el paso del tiempo en sucesivas etapas que puedan haber dejado huellas de valor, aquellas que conservan la identidad o personalidad de los edificios y las casas”.

En 1978, al ser declarada La Habana Vieja Monumento Nacional, el Estado proveyó recursos financieros centralizados para su recuperación. Posteriormente, en 1982, el Centro Histórico y su sistema de fortificaciones fueron reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. De esta etapa data la restauración de la Fortaleza de la Cabaña, construida entre 1763 y 1774 por Silvestre Abarca. Estas reparaciones se extendieron hacia el Castillo de los Tres Reyes del Morro, creado en 1589 y construido por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli.

Con la llegada de 1989 y de los sucesos relacionados con la caída del Muro de Berlín, se dificultó el desarrollo continuo de estos trabajos. Luego, en 1993, por el Decreto Ley 143, se dotó de ciertas facilidades a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, con vistas a autofinanciarse. Esto, unido a un concepto integral de la conservación y restauración del patrimonio mismo, ha permitido la transformación de ese entorno a la vuelta de unos años. La estructura de esta Oficina y su forma de trabajo, en general, puede consultarse en “Plan Maestro La Rehabilitación del Centro Histórico”, revista Opus Habana, Vol. X, No. 1, 2006.

La situación de La Habana Vieja, con sus problemas seculares de hacinamiento poblacional y sus consecuencias sociales, hacía y ha hecho del rescate de la ciudad algo más que un problema técnico. Las personas habitan en los centros históricos, en las casas que se precisan recuperar, y es imposible moverlas de lugar, sin una razón valedera. Este fenómeno de la “tugurización” (proliferación de tugurios) también engendra secuelas de delincuencia, prostitución y otros males incompatibles con una imagen correcta del patrimonio, no sólo para el turista, sino por lo que representa para la identidad nacional.

Por este motivo, en las agendas de los especialistas que transforman La Habana Vieja se han incluido los estudios sociales, que han rendido sus frutos y se han modificado en acciones concretas. Allí no sólo se restauran edificios para convertirlos en museos o centros de restauración. También se han creado hogares de ancianos, espacios de rehabilitación para discapacitados, centros de estudio y se hace un trabajo muy especial con los niños. Estos últimos rotan sus aulas por los museos, lo que les permite familiarizarse desde pequeños con un ambiente cultural diferente al de sus casas. Igualmente se han creado viviendas provisionales para quienes habitan en moradas que han de ser intervenidas. Todas estas tareas las coordina el Plan Maestro, que conduce los estudios del Centro Histórico desde el punto de vista geográfico, urbanístico y sociológico.

Las relaciones internacionales —establecidas de manera inteligente— también han desarrollado un valioso papel en esta empresa. Por dar sólo un ejemplo, cabe señalar el apoyo de la Junta de Andalucía para el proyecto de Rehabilitación del Malecón.

De este modo, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana ha sido la fuerza transformadora capaz de hacer de La Habana Vieja algo digno de admirarse. Castillos, fortalezas, plazas, palacios, conventos y casas notables han sentido la pujanza de la recuperación.

Pero este tema estaría incompleto si no se menciona el rescate de tradiciones y otras manifestaciones culturales que se llevan a cabo. La Oficina apoya el surgimiento de expresiones musicales de elevada calidad, tales como la Camerata Romeo y el conjunto Ars Longa. Por sus calles transitan, en medio de la algarabía general de sus trompetas y tambores, jóvenes en zancos con trajes multicolores, para alegría y disfrute de nacionales y foráneos. Hay un taller para la enseñanza de labores de lencería, en el cual se rescatan técnicas a punto de perderse. En apretado resumen, se trata de la obra de una institución que es ejemplo de lo que puede hacerse, cuando priman la decisión y el apoyo gubernamental.

Preciso es destacar también las transformaciones en el Museo Nacional de Bellas Artes, institución que depende directamente del Consejo de Estado. Anteriormente sólo se disponía del edificio de Trocadero entre Zulueta y Monserrate, lo que impedía exhibir y conservar adecuadamente todo un tesoro de arte cubano y universal que permanecía guardado en el museo. La inauguración de una nueva sede para el arte universal, en el antiguo Centro Asturiano —frente al Parque Martí—, permitió ampliar notablemente las exposiciones de ambas vertientes. Se restauraron los dos edificios en un trabajo verdaderamente impresionante del arquitecto José Linares. Entre todo lo realizado, el montaje de la colección del Conde de Lagunillas es digno de apreciarse (ver Ernesto Cardet y Ernesto Linares: “La colección de Lagunillas”, en Opus Habana, No. 3, 2001).

La formación de especialistas

Actualmente hay tres niveles de enseñanza para la formación de conservadores-restauradores en sus dos variantes: mueble e inmueble.

La escuela taller Gaspar Melchor de Jovellanos, de la Oficina del Historiador, forma a técnicos medio y obreros calificados en especialidades que corrían el riesgo de perderse, tales como maestros yeseros, carpinteros ebanistas, herreros y otros. Es interesante señalar que, muchos de sus alumnos proceden de sectores de la población con menos oportunidades para el desarrollo. Esta escuela aplica un régimen de estudio y trabajo, mediante el cual los matriculados reciben un estipendio, un módulo de ropa, almuerzo y, al finalizar, tienen trabajo garantizado en la Oficina del Historiador.

El nivel universitario está representado actualmente por el perfil de Conservación y Restauración de Bienes Muebles de la Carrera de Artes Plásticas, perteneciente al Instituto Superior de Arte. Estos estudios se imparten con la decisiva colaboración del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología y comenzaron en el curso 1996-1997. Se imparten en la modalidad de curso para trabajadores y ya hay cerca de 40 egresados. Las matrículas son pequeñas, dadas las circunstancias materiales en que se desarrolla el proceso docente educativo; no obstante, especialistas consideran que la calidad de los egresados es buena. Dos de sus licenciados realizan el doctorado en España y, según reportan, no han tenido dificultad alguna ante las exigencias pedagógicas europeas.

En el actual curso 2007-2008 comenzó a funcionar el Colegio San Jerónimo de la Habana, dentro de aquel anacrónico edificio de oficinas con terminal de helicópteros, naturalmente, ya modificado por el audaz trabajo del arquitecto José Linares Ferrera, proyectista general. No exento de detractores —que siempre los hay—, este inmueble ha sido rehabilitado material y moralmente, a nuestro entender (información sobre este centro puede encontrarse en el ya citado trabajo de Árgel Calcines: “Campanas al Viento. El Colegio Universitario de La Habana”, revista Opus Habana, Vol. X, No.1 junio/octubre de 2006). Pero aquí nos interesa destacar que en este centro se estudiará una carrera general sobre el patrimonio, con cuatro salidas: Arqueología, Ciencias Museísticas, Gestión Urbana y Gestión Sociocultural. Primero accederán a este recinto universitario los trabajadores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, luego los de toda la red de Patrimonio nacional y, por último, los egresados de la enseñanza media.

Los estudios de posgrado comenzaron desde 1990, con la maestría de restauración y rehabilitación del patrimonio inmueble, que empezó a impartirse en un esfuerzo conjunto del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología y la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Como resultado de estos cursos han egresado varias generaciones de ingenieros civiles y arquitectos. Se proyecta una maestría en Bienes Muebles y ya existe un diplomado en el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología para dicho perfil.

La actividad desplegada hasta el presente por las autoridades cubanas y trabajadores del ramo ha permitido rescatar y preservar, en gran medida, el patrimonio tangible del país, aun en medio de las carencias económicas que se hicieron sentir con más fuerza con la crisis iniciada en la pasada década del noventa. Aunque la labor realizada no puede considerarse perfecta, la isla cuenta con un legado que es orgullo para los cubanos y motivo de asombro para los extranjeros que la visitan.

La formación oportuna y sostenida de personal calificado y de profesionales, es un sostén sólido para, junto con las acciones del Estado, garantizar el empeño de la conservación y restauración de los objetos materiales que representan la identidad cubana.

El intercambio profesional de los especialistas cubanos

No se concibe una rama profesional de la ciencia, la técnica o el arte, en la cual los especialistas no compartan, discutan y presenten los resultados ante sus colegas nacionales y extranjeros. Las vías para ello son comúnmente la publicación de los trabajos —ya sea en forma de libros o artículos de revistas— y, por otra parte, la participación en eventos y congresos.

En lo que respecta a las publicaciones cubanas en el campo de la conservación-restauración, debemos señalar que existen, aunque no son tan abundantes como debieran ser. En ello inciden dos factores fundamentales, y el principal es la carencia de recursos financieros para la edición sistemática de una revista especializada, en la cual los expertos en la materia puedan publicar sus trabajos, obviamente después de un proceso de arbitraje. El otro factor es la falta de una tradición académica en el gremio de los restauradores, lo que conspira contra la aparición impresa de sus resultados. Hay excelentes trabajos que jamás se han llevado a letra impresa, por lo cual, quien no asistió a la conferencia ese día, no tuvo conocimiento de ello. En la medida de las posibilidades, el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología ha hecho varias ediciones de un boletín, Patrimonio y Desarrollo, que no por la modestia de su formato debe considerarse de bajo nivel. Todo lo contrario, los artículos allí publicados son, en términos generales, muy decorosos, y lo lamentable es la irregularidad de su salida. Existe además, dentro del campo del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural, una línea de publicación de libros de autores reconocidos, que con la ayuda financiera proveniente del extranjero, ha permitido dar a luz, recientemente, textos de tanto interés como El Convento de Santa Clara de La Habana Vieja, mencionado anteriormente, y la Historiografía Arqueológica de Cuba, del notable científico cubano Ramón Dacal Moure.

La Oficina del Historiador de la Ciudad edita la revista Opus Habana, ya referida en este escrito, donde aparecen, también, artículos sobre la conservación y restauración. Además, publica el boletín Gabinete de Arqueología, que incluye y tiene en cuenta restauraciones en el ámbito arqueológico.

Es inusual que especialistas cubanos accedan a publicar de manera sistemática en revistas extranjeras, aunque hay trabajos de conservadores y restauradores de la isla en publicaciones españolas, como Pátinas, entre otras.

La asistencia a congresos fuera de Cuba está naturalmente restringida por la situación económica y la carencia de recursos por la que atraviesa el país. No obstante, existe una amplia gama de congresos de mayor y menor envergadura, nacionales e inter-nacionales, que permiten dar a conocer el trabajo que se desarrolla en la isla.

El más importante de los eventos dentro de la rama del Consejo de Patrimonio es el Congreso Internacional de Patrimonio Cultural: salvaguarda y gestión. La VII edición será en marzo de 2008 y los resúmenes serán aceptados hasta diciembre de este año. Por su poder de convocatoria, este evento permite no sólo conocer los trabajos del patio, sino intercambiar con notables profesionales de América y Europa. Tradicionalmente es notable la presencia de especialistas españoles.

La Oficina del Historiador organiza, por su parte, otros eventos y citas. Los cursos asociados a estos congresos permiten incrementar el acervo técnico y cultural de los especialistas cubanos, dado el nivel de los conferencistas. Tales son los casos del Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos y el de Restauración y Rehabilitación del Patrimonio Construido.

Comentarios finales

El que concluya de lo anterior que se ha querido presentar una imagen idílica del trabajo de patrimonio en Cuba, y que el mismo transcurre sin tropiezos y en la mayor armonía de sus participantes, no está en lo cierto. Hay en nuestro ámbito, como en toda obra humana, rivalidades, críticas a veces acerbas, criterios divergentes y discusiones. Una actividad tan compleja como la restauración, donde es preciso recuperar la lectura de la obra o pieza y, al mismo tiempo, preservar la pátina del tiempo, no puede dar lugar a que todos los especialistas apoyen una misma y determinada variante. Siempre habrá opiniones divergentes acerca de si es correcto lo que se hizo con tal o más cual edificio, si la microlocalización de esta obra está mal, o si la casa esa no debió ser pintada de amarillo con las ventanas azules.

Pero, más allá de discusiones y divergencias, existe una determinación y un compromiso estatal y personal en el rescate patrimonial.

Beatriz Moreno es jefa del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Muebles, de la Facultad de Artes Plásticas del Instituto Superior de Arte

 


Respuesta  Mensaje 7 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:22
LA RESTAURACIÓN DE LA HABANA VIEJA

Un modelo humanista integral de rescate del Centro Histórico de La Habana, Patrimonio Cultural de la Humanidad

“Un pueblo no se funda como un campamento”.

José Martí

• Por Santos Urbina

El casco histórico de la ciudad de La Habana, Cuba, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)[1], mejor conocido como La Habana Vieja, vive una experiencia singular de restauración de su patrimonio cultural arquitectónico, misma que se ha convertido en una referencia para otros centros históricos del Continente.

Efectivamente, el trabajo de reconstrucción y rehabilitación de la Habana Vieja no se reduce a la actividad material de regeneración patrimonial, como tradicionalmente ocurre en otras latitudes; la experiencia de La Habana Vieja es en una propuesta creadora regulada por el interés humano, bajo una orientación multidisciplinaria de beneficio social.

A partir una visión integral del trabajo de restauración que incluye no sólo la recuperación física del patrimonio arquitectónico sino su adaptación a la condición económica, política y social del lugar; el proyecto de rehabilitación adquiere un carácter sustentable y humanista, para el desarrollo integral comunitario.

Este modelo restaurador del patrimonio cultural representa, además, una nueva experiencia de protección del medio ambiente asociada con las necesidades objetivas de la población. De esta manera, cada espacio recuperado es una conjunción de memoria histórica, arte, sociedad y naturaleza.

Otro aspecto interesante del plan de reconstrucción lo representa la visión innovadora de su financiamiento que lo convierte en un modelo de gestión autofinanciable que genera una derrama económica que se invierte en proyectos sociales y culturales del lugar.

Por su carácter innovador de trascendencia humana y cultural, por los excelentes resultados de su labor, el enfoque integral de restauración y conservación del patrimonio cultural de La Habana Vieja ha sido adoptado por la Oficina Regional de la UNESCO como un nuevo modelo de rehabilitación cultural urbana para aplicar en otras latitudes. Una experiencia de conservación del patrimonio histórico ajena al irracional criterio utilitario y mercantilista que, lamentablemente, domina en los planes reguladores de los centros históricos de la mayoría de ciudades en Latinoamérica.

ANTECEDENTES

Hace casi 490 años, un 16 de noviembre de 1519, a la sombra de una ceiba se fundó La Habana. Diego Velázquez con la asistencia de Narváez y Casas, dio principio a la fundación y establecimiento de la ciudad que entonces fue bautizada con el nombre de Villa de San Cristóbal.

El lugar, de forma natural ofrecía abrigo a las embarcaciones españolas que utilizaron el puerto como punto de apoyo para la conquista de la región continental. Pronto se edificarían las primeras construcciones que servirían de guarnición en la empresa, como una enorme muralla de piedra que acordonó los primeros edificios. De este puerto partiría el conquistador Hernán Cortés, que en 1521 derrotaría al pueblo azteca, tomando Tenochtitlán para fundar ahí el virreinato de la Nueva España.

En la original Haban, pronto surgirían sólidas fortificaciones militares que todavía hoy superviven, como el castillo de La Fuerza, con muros de 8 metros de espesor, y el Morro; una fortaleza de gran significado histórico para la soberanía de Cuba que tiene la forma de polígono irregular sobre un peñasco donde revienta furioso el mar, con olas de más de 40 metros de altura.

Ante el ataque de feroces contrabandistas, bandidos y piratas, estas fortificaciones militares protegerían el bullicioso auge comercial y la vida cotidiana de los comerciantes y familias adineradas que poblaron el lugar.

En los primeros tiempos habría de construirse la Parroquial Mayor y, luego, la catedral de La Habana. Alrededor de las plazas de Armas y de la Catedral, de las estrechas calles adoquinadas y los portales, se edificarían los primeros palacios de influencia morisca y barroca. Luego, en el siglo XVII, el lugar se poblaría con ostentosas mansiones y casonas, como la del Conde de Bayona, que es la más antigua; la Mansión de los dos Frentes, del Marqués de Arcos, con exquisito gusto artístico en la herrería de sus balcones; la casa del Conde de Lombillo o la vieja mansión del Marqués de Aguas Claras, en la Plaza de la Catedral, por mencionar algunas de las construcciones que representaron el máximo exponente de la arquitectura doméstica colonial.

El encanto del ambiente habanero se vería coronado con la atmósfera de sus patios engalanados con flores, macetas y enredaderas trepando por los gruesos muros, como una adaptación de los patios españoles de influencia árabe. La vida familiar cubana transcurriría en ellos, por más sencilla o modesta que fuera la casa.

Un perfume natural producto de la musgosa humedad de las construcciones, la vegetación y la flora tropical; sus palmas, sus ceibas, framboyanes, orquídeas, y jazmines en eterna primavera esparcido por el cálido aliento de la brisa habanera completaría el cuadro, inundando la ciudad con un aroma de sensual exhalación que hoy mismo todavía se respira recordando aquellos tiempos.

En La Flor de La Habana de Los Cantos del Siboney, recogidos por el poeta cubano José Fornaris, autor de La Bayamesa, depositaría el espíritu habanero en la flor más hermosa del Siboney, la tierra de gente preciosa:

Serán ¡oh cubana!
Flexibles los talles
Del verde juncal:
Nos brindan su sombra
Del mar en la orilla
Los frescos ramajes del alto yanal;
Serán, india bella,
Preciosas las flores
Que da el sabicú;
Gallardos los cedros,
Altivas las palmas;
Mas yo te lo juro, no son como tú.
Que viva la tierra
Del cedro y el mango,
La ceiba, el mamey;
Que vivan en sus valles
La flor de la Habana,
La flor más hermosa que vio el Siboney.

Las condiciones en que transcurrió la colonia, así como los sucesos políticos y sociales que llevaron a la independencia de los pueblos de América, vincularon a La Haban a distintos senderos. Las nuevas aristocracias y clases acaudaladas erigieron suntuosas construcciones y elegantes mansiones; paseos, parques, jardines, alamedas y vías de comunicación como el Paseo del Prado (Paseo Martí), la arteria que desde 1772 fue recorrido cotidiano de los habaneros, especialmente de la nobleza y los adinerados; vía donde se edificarían las más suntuosas mansiones.

Sin embargo, los palacios, las casonas, los portales empedrados, los estrechos callejones y las calles adoquinadas que conducen a las cinco plazas que conforman el casco viejo habanero resistieron los casi cinco siglos de historia conservando su perfil original. Una memoria urbana colonial resguardada por un fiel testigo omnipresente: el estoico Malecón centenario que desafía las vigorosas crestas del mar que estallan contra él y funde la azul bahía con el suelo caribeño. Un viejo muro de más de 6 kilómetros de longitud, símbolo de la ciudad que lleva al esparcimiento, la contemplación y al amor.

LA RESTAURACIÓN

El casco de La Habana, envejecido y deteriorado por el implacable paso de tiempo, abandonado en su preservación, sobresaturado en sus condiciones  de habitabilidad, con gran carencia de servicios, sujeto a un uso inadecuado de los inmuebles y víctima de modificaciones inadecuadas al carácter histórico de la zona, con una superficie total de poco más de 2 kilómetros cuadrados, concentra 242 manzanas y unos 3 mil 500 edificios donde habitan en condiciones precarias aproximadamente 70 mil personas distribuidas en 22 mil 500 viviendas, concentrando una alta densidad promedio de 625 habitantes por hectárea.

Lo anterior, aunado a la carencia de recursos para el financiamiento de la recuperación del patrimonio arquitectónico y urbanístico significó tremendo reto para la Oficina del Historiador de La habana, que es la entidad  encargada de rescatar ese valor histórico y de elevar la calidad de vida de sus pobladores. Institución fundada en 1938 como una dependencia del Ayuntamiento de aquella ciudad por el doctor Emilio Roig de Leuchsenring quien, hasta el momento de su muerte en 1964, representó el ejemplo de una infatigable lucha por la conservación del patrimonio histórico nacional de Cuba.

Continuando y acrecentando la obra de Roig de Leuchsenring, la Oficina del Historiador, bajo el encargo del Dr. Eusebio Leal Spengler, extendería su función socio cultural a otros inmuebles del Centro Histórico, acumulando prestigio y reconocimiento en Cuba y en el extranjero.

A partir de 1993, mediante la Ley-Decreto 143, expedida por el Consejo de Estado el 30 de octubre de ese año, además de las facultades de la preservación de la memoria material y espiritual de La Habana y la formulación y ejecución de los planes de restauración de la zona, de conservación de sus valores históricos, mediante estatuto especial  se le otorgaría respaldo legal para instrumentar métodos de apoyo financiero al trabajo de restauración; fiscalizar las actividades de las entidades enclavadas en el lugar; fomentar fuentes propias de financiamiento para la restauración y preservación de la zona priorizada para la conservación, al mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes, al sostenimiento de las funciones propias de la Oficina del Historiador y a los ingresos del país; así mismo, concertar contratos con entidades nacionales y extranjeras, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y otras personas naturales o jurídicas acreditadas, para los fines planteados; abrir y operar cuentas bancarias en moneda nacional y en divisas; además de conceder o denegar autorizaciones para obras y usos de los espacios urbanos en la zona para la conservación.

Así mismo, para llevar a cabo sus funciones, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana se le otorgó derecho a exportar e importar, comprar, vender y realizar otras operaciones mercantiles; formalizar convenios con organismos y entidades situadas en la zona priorizada para la conservación con el fin de garantizar el uso adecuado de sus valores patrimoniales; recibir y utilizar donaciones con destino a la restauración y a la propia Oficina.

En correspondencia al tamaño del desafío, la Oficina del Historiador del Centro Histórico de La Habana asumiría un Programa integral de gran envergadura que, como señalamos, no se reduce  al aspecto puramente material, como tradicionalmente ocurre regularmente en otras latitudes.

Plan Maestro

Con las amplias facultades legales otorgadas para impulsar el desarrollo auto financiado y sostenible se diseñó un Plan Maestro de Rehabilitación Integral de La Habana Vieja, donde se reestructura la organización institucional para continuar con la recuperación física del patrimonio e impulsar los programas de desarrollo social.

“El Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja sienta las pautas para la restauración, garantiza la continuidad de dicho proceso y la operatividad de la inversión, al tiempo que genera instrumentos de dirección eficientes que se recogen en el Plan Especial de Desarrollo Integral. Basa su cometido en la participación de todos los sujetos del patrimonio, o sea, ciudadanos y entidades con influencia en el territorio, a partir de la creación de espacios de concertación entre actores. Por eso, los planes elaborados con el consenso de los implicados, constituyen verdaderas herramientas al servicio de las autoridades que deben ejecutarlos. Conceptualmente, el modelo de gestión aplicado a partir de 1993, considera a la cultura como eje principal del desarrollo, y al ser humano, creador, portador y transmisor de patrones culturales, protagonista del proceso. A la visión sociocultural de la recuperación, se le sumó un enfoque de rentabilidad económica. En materia de desarrollo humano, se reconoce una importancia estratégica a la rehabilitación económica y social, estrechamente vinculada al rescate patrimonial. Entendidas las tres dimensiones con un enfoque integrador, se garantiza la implicación de los ciudadanos en el proceso.” [2]

Según lo señalado por este Plan, la rehabilitación se efectúa vinculando criterios de desarrollo integral, con mecanismos de recuperación autofinanciada y de desarrollo cultural, regidos bajo cinco políticas fundamentales:

1) Salvaguardar la identidad nacional a partir de la investigación, promoción y desarrollo de la cultura;

2) Proteger el patrimonio heredado, rehabilitando el territorio mediante un Plan Especial de Desarrollo Integral continuo y con fuerza legal;

3) Evitar el desplazamiento de la población local mejorando su calidad de vida.

4) Dotar al territorio de una infraestructura técnica y de servicios básicos en correspondencia con las necesidades contemporáneas; y

5) Lograr un desarrollo integral autofinanciado que haga recuperable y productiva la inversión en el patrimonio.

Este Plan, según lo puntualiza la Oficina del Historiador, contempla los siguientes aspectos:

I. Patrimonio cultural

Bajo la Dirección de Patrimonio Cultural, la Oficina del Historiador contribuye al conocimiento de la historia y la cultura cubana, orienta a la preservación de los símbolos y expresiones materiales y espirituales de la nacionalidad, así como a la recuperación y preservación de la memoria histórico-cultural de la ciudad, especialmente de su Centro Histórico.

a) Museología

Dentro de la Dirección de Patrimonio Cultural existe la Vicedirección de Museología, encargada de establecer las metodologías, planes y controles sobre la labor investigativa histórica, arqueológica y museológica, así como el control de inventarios, documentos, museología y museografía de todo el sistema. del Centro Histórico.

Desde ahí se dirige la política expositiva de los museos y se controla su calidad, rigiendo 11 museos, 13 casas y 8 salas históricas y 13 centros culturales, además del parque Infantil La Maestranza.

b) Proyecto sociocultural

La Oficina del Historiador se propuso involucrar a la comunidad del Centro Histórico como partícipe y protagonista de un proyecto sociocultural que ya tiene profundas raíces. El proyecto es materializado mediante tres grandes gestiones bajo la Vicedirección de Programas Culturales, Divulgación y Ediciones:

Gestión social dirigida a los niños. La presencia habitual en los museos de niños de diferentes niveles de enseñanzas, la existencia de talleres de creación, círculos de interés y, muy especialmente, el desarrollo de las aulas-museos, han distinguido el trabajo con el público infantil;

Gestión social dirigida a la tercera edad. Promover cambios en los estilos de vida del segmento de la población llamado «tercera edad» o adultos mayores, a partir de acciones educativas y culturales;

Gestión comunicativa. Dirigida a los principales medios de comunicación, con énfasis en la radio y la televisión y la prensa escrita, teniendo su máximo exponente en la redacción del tabloide Programa Cultural, de periodicidad mensual, y su versión digital.

Se organizan exposiciones de artes plásticas, conciertos, conferencias, cursos y eventos —nacionales e internacionales—, a la vez que asegura sus necesidades materiales. Una de sus iniciativas más relevantes es el proyecto Rutas y Andares, concebido como un acercamiento de la familia cubana a las colecciones museológicas a partir del trazado de rutas temáticas.

c) Conservación y Restauración

La Dirección de Patrimonio Cultural, a través de su Vicedirección de Conservación y Restauración, se encarga de valorar las afectaciones, dictaminar los tratamientos e intervenir de forma directa en la conservación o restauración de los bienes patrimoniales muebles y brindar atención a los inmuebles donde radican los centros culturales y comerciales. Para ello cuenta con especialistas de vasta experiencia que, unidos a jóvenes egresados de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, institución creada en 1992, cuya misión  es crear especialistas para  rescatar los oficios de la restauración de inmueble, laboran en talleres de restauración de madera y carpintería, orfebrería, papel, encuadernación, textiles, metales, cerámica, yesería, pintura, lámparas, relojería. Además, de los laboratorios de biología, química y arqueometría.

d) Sistema de información

Integrado por el Archivo Histórico de la Ciudad, la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, la Fototeca y las Bibliotecas Asociadas, además de contar con un Departamento de Informática.

Archivo Histórico de la Ciudad: Atesora documentos cubanos, especialmente relativos a la Guerra por la Independencia y de Familias Cubanas, grabados y planos, además de las Actas Capitulares de la Ciudad desde 1550 hasta nuestros días.

Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle: Cuenta con más de 30 000 volúmenes con selecta información, especialmente habanera y sobre La Habana. Brinda servicios de sala, búsquedas, préstamo externo, referencia, fotocopia y escaneo.

Fototeca: Cuenta con más de 10 mil imágenes fotográficas (ferrotipos, ambrotipos, imágenes sobre cristal, albúmina y papel, diapositivas y videos) referentes a la vida habanera en distintas etapas, familias, obras constructivas, figuras históricas y la memoria gráfica de la Oficina del Historiador en su quehacer cotidiano.

Bibliotecas Asociadas: Se trata de las bibliotecas pertenecientes a los museos y casas del Centro Histórico, como la Biblioteca Fermín Valdés Domínguez (Museo Casa Natal de José Martí), el Museo de Arqueología, el Museo Numismático. La Biblioteca Ibn Jaldún (Casa de los Árabes), la Casa de Asia, la Biblioteca Ada Elba Pérez (Casa de la Poesía), la Biblioteca Dora Alonso (Centro Estudiantil José de la Luz y Caballero), Biblioteca Alfonso Reyes (Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez), Biblioteca Simón Rodríguez (Casa Simón Bolívar), Biblioteca especializada en lengua alemana (Casa Alejandro de Humboldt), Biblioteca Pedagógica Félix Varela; así mismo Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, adscripta a la Oficina del Historiador de la Ciudad. 

e) Publicaciones

Bajo la Dirección de Patrimonio Cultural se encuentran las Ediciones Boloña, cuyo sello editorial identifica las publicaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Se edita también el Boletín del Gabinete de Arqueología, además del Programa Cultural y su versión digital, así como la página Web de  la Dirección (www.ohch.cu).

f) Investigaciones

Orientado a refrendar la restauración del patrimonio edificado y el rescate de la memoria cultural, el quehacer científico de la Oficina del Historiador incluye las investigaciones históricas, museológicas y arqueológicas. Como las que realiza el Gabinete de Arqueología, constituyendo el antecedente obligado a cualquier intervención arquitectónica en todo inmueble que pretenda ser restaurado; además de otras investigaciones útiles para el conocimiento y documentación de los bienes patrimoniales, como las realizadas por el Laboratorio de Arqueometría, además de estudios históricos que aportan informaciones útiles para la comunicación directa (visitas dirigidas, cursos, conferencias y eventos) y ediciones divulgativas y de rigor científico.

II. Proyectos sociales

Uno de los proyectos significativos lo constituye El aula museo, junto a la Armería 9 de abril, la Casa Simón Bolívar brinda una experiencia única en Cuba y en el mundo, donde los niños aprenden a respetar el patrimonio.

Al respecto, la Oficina del Historiador comenta que por lo general, en las visitas guiadas a los museos, el “mirar y no tocar” es la regla inflexible donde unas tras otras, se suceden las procesiones de vitrina en vitrina, con breves detenimientos ante lo que el maestro supone de mayor interés, convirtiendo la actividad en una tediosa jornada plagada de prohibiciones con cientos de preguntas por aclarar y una saturación de datos y conceptos nuevos, convirtiendo la intención educativa se convierte en una maniqueísta orden de cuidado y disciplina.

De esta manera, “con tal rigidez de formas, sólo se mutila la capacidad creadora del pequeño, su espontaneidad, su curiosidad por longevo, lo raro... su necesidad de inquirir y fantasear con los objetos en exhibición. Custodio de evidencias históricas, el museo comienza a aislarse del universo infantil desde sus primeros pasos en la escuela, en un proceso lamentable y difícilmente reversible.”

Por tanto, concluye “en la época actual, el museo no puede resignarse a la simple presentación del mensaje… El desafío consiste en superar los estigmas que le imponen nociones de estatismo y pasividad, para lograr corresponderse con el dinamismo que implica el concepto de educación. Sin embargo, la técnica más sofisticada y el proyecto más ambicioso ceden frente a la actitud natural del niño que permanece dentro del recinto expositor durante todo el horario docente. El deambular entre una y otra colección se convierte en una aventura diaria que, además de instrucción docente, deviene experiencia cultural enriquecedora.”

III. Obras en marcha

La Oficina del Historiador de la Ciudad ha ejecutado una labor de conservación y restauración del patrimonio arquitectónico, cultural y social del Centro Histórico de La Habana, centrando el proyecto en la actualidad en varias obras ejecutadas por diferentes direcciones de esa institución.

a) Dirección de Proyectos:

Iglesia Ortodoxa Rusa, Hotel Cueto III, Ampliación del Convento las Brigidinas, Ampliación del Centro de Niños Discapacitados, Laboratorio Software (Grupo Desarrollo Local), Mercaderes 317 (Café Escorial), Oficina de Proyectos (Nueva sede), Oficina de Diagnóstico (Nueva sede), Instituto Cubano del Libro, Centro Andaluz, Museo de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), Museo del Reloj Suizo (Oficios 212), Santa Clara 55 (Viviendas), Casa Verde, Parqueo Aguiar 364, Comercio Habaguanex (Los Paraditos), Tienda Habaguanex (Noble Habana)

b) Dirección de Arquitectura Patrimonial:

Mercaderes 13, Teatro Martí, Castillo de la Fuerza, Ampliación de RETAZOS, Amargura 65, Parque del Holocausto, Convento «Las Teresas», Iglesia «Las Teresas», Parque de Habana y Tte. Rey, Almacenes «San José», Casa de Prat-Puig, Museo de la Música, Convento de Belén,

c) Restauración del malecón de La Habana:

Universidad de Sto. Domingo (2da. etapa), Cuba y Obrapía (Oficinas), Escuela Taller #2 (Cuba #151), Museo de la Revolución y Palacio Matrimonio de Prado.

IV. Colaboración

Como se ha señalado, el modelo de rescate del Patrimonio Cultural de La Habana Vieja es una propuesta humanista integral que se contiene en el Método de Gestión, desde la etapa de programación participativa a través de encuentros en los barrios, talleres sectoriales, entre otros y utilizando diversas metodologías como son los Mapas de Riegos y Recursos se identifican los principales problemas de la localidad y la capacidad potencial que existe para enfrentarlos.

a) Prioridades

Así, se obtienen las Prioridades para el trabajo las cuales se desglosan en 7 Líneas Estratégicas fundamentales. Contando con la Cooperación Internacional, cada Línea Estratégica se divide en Ejes Estratégicos y Acciones en apoyo a la recuperación integral del Centro Histórico.

b) Líneas estratégicas:

Estas son: Servicios Comunitarios, Medio Ambiente, Gestión Local, Desarrollo Social, Patrimonio Cultural, Vivienda y Desarrollo Económico Local.

c) Proyectos de Cooperación

1) Multilaterales

Estas Iniciativas de cooperación se realizan a través de organismos internacionales como las agencias especializadas de Naciones Unidas. Entre este tipo de iniciativa se destaca el Programa de Desarrollo Humano Local (PDHL) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.

2) Bilaterales

Estas Iniciativas de cooperación se ejecutan directamente con las agencias de cooperación de los gobiernos nacionales.

3) Descentralizados

Estas Iniciativas de cooperación se efectúan directamente con alcaldías, gobiernos locales (municipales, provinciales y regionales), ONG y universidades, entre otros.

RESULTADOS

Con estos elementos, en una década, de 1994 a 2004, se lograría la recuperación del 33 por ciento del área del centro histórico, y la rehabilitación de tres mil 300 viviendas y edificado 437, en beneficio de 13 mil 200 personas.

Los magníficos resultados de esta experiencia serían reconocidos por el director de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe, el señor Herman van Hooff, quien manifestó su interés de que la experiencia de La Habana Vieja "sea sustentable a largo plazo", por ser un “modelo de gestión que genera sus propios ingresos, que se invierten a su vez en los proyectos sociales y culturales". [3]

El propio Van Hooff, en el libro titulado "Una experiencia singular. Valoraciones sobre el modelo de gestión integral de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad", considera la experiencia cubana como "un modelo inédito en la conservación del patrimonio" alcanzado "sin perder la autenticidad del legado, ni su disfrute público". [4]

Fernando Carrión, experto de la UNESCO, considera que “Más que un caso triunfante o un modelo que pueda ser replicable en otras ciudades, la renovación de La Habana Vieja es una política exitosa que muestra cómo en una situación de alta diversidad es factible encontrar soluciones propias a los propios problemas” y afirma: “El proyecto de renovación de La Habana Vieja es uno de los pocos de América Latina que está en correspondencia con el proyecto de desarrollo nacional”. [5]

Eusebio Leal, Director de la Oficina del Historiador, apuntó en relación con el aspecto financiero que partieron de la idea de que no podían buscar dinero en casi ningún lugar:

“La colaboración no alcanzó nunca un por ciento significativo, además de haber sido victimada” y subrayó que “el 99% del sector económico del Centro Histórico es propiedad de la Nación.

“Sin duda, un aspecto esencial del proyecto cubano de restauración es el cuidado con que aborda la cuestión social. ‘No es un proyecto sólo arqueológico, es más complejo, pues es una ciudad habitada. Lo fundamental es una restauración sin sacar a las personas, no convertirla (a La Habana Vieja) en una ciudad para turistas’”. [6]

El arquitecto cubano José Linares Ferrera, quien dirigió la rehabilitación del Antiguo Cuartel de Milicias, construido en 1764, y proyectista del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, señaló que la restauración del Centro Histórico de aquella ciudad "es un caso interesante de cómo se ha enfrentado el problema de reestructuración desde el punto de vista arquitectónico, urbano, humano, social, cultural y turístico, para garantizar la permanencia de la población dentro de esta zona y que realmente sea un lugar vivo y habitado". [7]

Sin duda, la restauración del centro histórico de la capital cubana representa un aporte al mundo actual por su significado como verdadero generador del desarrollo humano, social y cultural.

Eusebio Leal, abundaría:

"Hemos devuelto la vida a cada recinto en todas sus manifestaciones, como digno hábitat en que proliferan escuelas, instituciones culturales y de salud.

“Llamar la resurrección de lo que parecía como muerto, resultaría a miradas pueriles una cruzada romántica. Y si así fuera no nos desentendemos ni avergonzamos de ser románticos en tiempos señalados por acontecimientos apocalípticos.

“Nuestros menesteres proyectan otras formas de la esperanza: aquella que nace de la recuperación de la memoria, del sueño compartido por muchos de crear un nuevo orden”. [8]

Ciertamente, el modelo integral de preservación de la memoria material y espiritual de La Habana, se explica y se entiende como resultado natural de la visión social del Estado Cubano, orientado a satisfacer las necesidades de la población preservando su derecho a la autodeterminación.

Sin embargo, el modelo de reconstrucción y rehabilitación de la Habana Vieja, insertado en una visión integral de lo que debe ser el centro histórico de una ciudad, el cual debe vivir para su gente y donde sus habitantes son los dueños del patrimonio y de la ciudad, deja de ser un elemento típicamente nacional, para proyectarse como una experiencia inédita que debe servir como ejemplo a seguir en otras latitudes.

Siendo un proyecto estatal, la orientación humanista domina el modelo pero sin excluir fórmulas de financiamiento y de cooperación que lo hacen sustentable, despojadas estas de una visión meramente mercantilita. Por el contrario, todas las acciones se comprenden subordinadas al interés social del proyecto.

Sin entrar en complicaciones teóricas y técnicas en torno a la restauración, para la población de La Habana Vieja, ahora resulta mucho más agradable vivir ahí. Es el resultado tangible del proyecto materializado en su beneficio; un modelo que no les ajeno pues participa en su diseño y realización; es la comprensión clara de la asociación orientada de la cultura con desarrollo y bienestar.

Guadalajara, Jalisco., 6 de mayo de 2008.

Notas:

1. El 14 de diciembre de 1982, la UNESCO declaró al Centro Histórico de La Habana y al sistema defensivo colonial de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, con el número 27 en la lista del rango internacional.

2. Habana Nuestra. Portal de la Oficina del Historiador de La Habana. “Plan Maestro”. 5 de mayo de 2008. Disponible en:
http://www.habananuestra.cu/index.php?option=com_content&task=section&id=18&Itemid=43

3. Matos, Orlando. IPS. “La Habana, modelo para usar”. Caminos. Cuba. 30 de noviembre de 2007. Disponible en: http://www.ecaminos.cu/leer.php/4306

4. Ibíd.

5. Ibíd.

6. Ibíd.

7. Linares, José “Un centro histórico no debe ser una escenografía turística”. CONACULTA, 2002. Disponible en Caché:
http://www.google.com/search?q=cache:ZhiTJXdZXnoJ:www.conaculta.gob.mx/
saladeprensa/2002/12jun/mayer.htm+UN+CENTRO+HIST%C3%93RICO+NO+DEBE+SER+UNA+
ESCENOGRAF%C3%8DA+TUR%C3%8DSTICA:+ARQUIT%C3%89CTO+JOS%C3%89+LINARES&hl=
es&ct=clnk&cd=1&gl=mx

8. Leal Spengler, Eusebio. “Habana Patrimonial”. 5 de mayo de 2008. Cuba. Disponible: http://www.ohch.cu/


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De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:23

TEMA 6 - La Primera restauración (1875-1902) - YouTube

www.youtube.com/watch?v=-N0VUvkTXV0
16/10/2011 - Subido por Marcos Álvarez
TEMA 8- La Crisis de la Restauración (1902-1923)by Marcos ... GUERRA DE CUBA EN 1898by ...
 

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De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:23

Suman novedades a villa cubana Patrimonio de
la Humanidad

TRINIDAD. — La villa La Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad en el centro sur de Cuba, continúa hoy sumando restauraciones que glorifican los primeros siglos de su fundación en 1514 por el Adelantado Diego Velázquez.

Una de las iniciativas más singulares es la colocación de farolas coloniales en el alumbrado público de las principales calles empedradas del centro histórico, donde se conservan edificaciones, joyas arquitectónicas, de los siglos XVII, XVIII y XIX.

Para Eduardo Téllez las restauraciones de la iluminarías imprimen un sentido bohemio a las noches, mientras los nativos y extranjeros disfrutan de la arquitectura de las vetustas casas, palacetes, parques y plazoletas trinitarias.

De las manos de artesanos y estudiantes en herrería de la Escuela de Oficios de Restauración surgen los diversos tipos de las farolas que alumbrarán los espacios más íntimos de la localidad.

En el proyecto -que cuenta con financiamiento francés- interviene la Oficina del Conservador de la villa y del Valle de los Ingenios, también con el título patrimonial de la UNESCO.

La iniciativa debe concluir en 2014 cuando se cumpla el medio milenio de La Trinidad, tercera villa cubana.

Los adelantos urbanísticos de Europa llegaron a La Trinidad en las primeras décadas del siglo XIX y con ellos el alumbrado de aceite (1838), convirtiéndose en el suceso más significativo de la época.

Apenas dos décadas después aparece el gas como elemento para la iluminación de calles y plazas, iniciativas que años después da paso al empleo de la electricidad.

Entre otras acciones que se acometen sobresalen la reconstrucción del antiguo Palacio Brunet (Museo Romántico), el antiguo convento de San Francisco de Asís y el Palacio Iznaga, así como la reanimación de las calles Lino Pérez, Santa Ana, Encarnación y Gloria. (PL)


Respuesta  Mensaje 10 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:25

Cathedral under Repair por dozafar, en Flickr

 

Cuba 2011/2012: Baracoa por Steve Mynett, en Flickr



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Cuba: Baracoa vive tremendo ajetreo, lo dice su gente



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De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:27

Almonacid de la Cuba

 

Respuesta  Mensaje 12 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:28

Restauraciones en Santi Spiritus (Cuba)

El Puente sobre el Rio Yayabo

 

Nos llega este correo de Cuba. Como siempre, animar a los que quieran publicar cualquier trabajo.

 

El puente sobre el río Yayabo, desde hace más de una centuria facilita la comunicación de la ciudad de Sancti Spíritus con los otrora embarcaderos de Tayabacoa y Tunas de Zaza y la ciudad de Trinidad. Junto al Teatro Principal y la Parroquial Mayor forma un tríptico que identifica a Sancti Spiritus.

Su construcción fue un sueño anhelado por los pobladores de la villa pues desde el año 1771 se formulaban proyectos para su ejecución.                        

 Este proyecto no fue realizado pues el dinero recaudado fue empleado en comprar el primer reloj que tuvo la Parroquial Mayor del Espíritu Santo. Como todos conocemos el actual puente consta de 5 arcos y su baranda no es recta. La obra se comenzó en 1817 cuando se puso la primera piedra. Su dirección estuvo a cargo de los maestros albañiles andaluces Domingo Valverde y Blas Cabrera quienes materializaron un puente que contaba con cinco arcos con el central más peraltado y el resto disminuye en altura hacia ambos lados.

En su construcción se emplearon como materiales el ladrillo, la cal y la arena, todos de los ejidos espirituanos. En el caso de los revoques la arena utilizada es calcárea mientras que en los morteros de asiento para ladrillo este material es silíceo según las pruebas de laboratorio realizadas en el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología, quedando aún pendiente el análisis de la materia orgánica presente en la muestra para corroborar la tradición popular que atribuye el empleo de la leche como aditivo a la mezcla terciada.

La mano de obra fundamental que llevó a cabo esta construcción la constituyeron los presos del municipio. La fecha de culminación de la obra fue en el año 1831 y no en 1825 como se planteaba hasta el momento. El valor de su construcción se calcula en más de 30 000 pesos. Es el único exponente de su tipo que se conserva en el país y los espirituanos ven en él uno de sus más valiosos bienes, pues se integra de forma perfecta a un bello paisaje urbano que identifica a la ciudad.

A través de su historia diferentes intervenciones constructivas han tratado de frenar su deterioro.

Presentó grandes filtraciones a finales del siglo XIX que podían haberlo arruinado totalmente al estar relleno de tierra suelta. Su antepecho sufrió varias colisiones y fue debidamente reparado en cada ocasión.

Al alborear el siglo XX fueron efectivas diversas medidas constructivas: sustitución de ladrillos desgastados, repellos en las cortinas, blanqueo y pavimentación.

Justo reconocimiento ha obtenido de parte de los espirituanos pues el 28 de febrero de 1935 fue declarado Monumento Público, el 21 de febrero de 1995 proclamado Monumento Nacional y aprobado como símbolo socio cultural por la Asamblea Municipal del Poder Popular.

Actualmente se restaura en saludo al 490 aniversario de la fundación de la Villa del Espíritu Santo, en él los materiales y las técnicas que se emplean son las tradicionales para de esta forma postergar nuestro legado al futuro.

Msc. Ing. Marivi Cabrera Arrojo
marrojo@hero.cult.cu

Especialista en restauración de obras socio-culturales de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos. Sancti Spiritus. Cuba

I

Investigadora Adjunta del Centro de Investigaciones Culturales "Juan Marinello".

Cuba

Respuesta  Mensaje 13 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:29

El Capitolio de Cuba quiere recuperar su antigua gloria - BBC ...

www.bbc.co.uk/.../130921_cuba_capitolio_asamblea_...
24/09/2013
Tardó tres meses levantar los andamios, pero el mayor proyecto de remodelación en Cuba hasta la fecha ...
 

Respuesta  Mensaje 14 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:30

Brasil financiaría remodelación de aeropuertos cubanos con 150 mln dlrs: fuentes

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Brasil analiza extender a la constructora Odebrecht un crédito de 150 millones de dólares para remodelar los aeropuertos de La Habana y otras ciudades de Cuba, dijeron el viernes fuentes oficiales, profundizando su papel en la modernización de la avejentada infraestructura de la isla.

El crédito del banco estatal de desarrollo brasileño BNDES fue debatido en los últimos días durante una visita a Brasilia del vicepresidente cubano Marino Murillo, el hombre a cargo de las reformas económicas del presidente Raúl Castro.

"Está discutiéndose el financiamiento de los aeropuertos", dijo a Reuters una fuente del Gobierno brasileño que pidió no ser identificada por no estar autorizada a hablar del tema. "Está sujeto a la evaluación del cuerpo técnico del banco", agregó.

Los aeropuertos son vitales para la industria del turismo de Cuba, una de las principales fuentes de ingreso de divisas de la isla de gobierno comunista.

Cuba recibió en el 2012 un récord de 2,8 millones de visitantes extranjeros, aumentando la presión sobre sus anticuados aeropuertos de la era soviética.

Otro funcionario brasileño familiarizado con los planes dijo que el BNDES tiene encima de la mesa un pedido de financiamiento de 150 millones de dólares para varios aeropuertos cubanos, entre ellos los de La Habana y Santiago de Cuba.

Una tercera fuente dijo a Reuters que Odebrecht , la mayor constructora de Brasil, ya tiene personal en Cuba trabajando en el proyecto de remodelación del aeropuerto de La Habana y seleccionando proveedores de materiales. Las obras podrían comenzar en junio.

Consultado sobre los planes, un portavoz de Odebrecht en Sao Paulo dijo en una declaración por correo electrónico que su subsidiaria en Cuba "no ejecuta actualmente obras en aeropuertos de ese país".

Brasil se ha transformado en uno de los principales aliados económicos de Cuba, financiando obras y exportaciones de bienes de consumo desde zapatos hasta galletas. La relación se estrechó con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y ha continuado con su sucesora Dilma Rousseff.

Y las obras de Odebrecht son el aspecto más visible. La constructora trabaja desde el 2010 en la ampliación del puerto de contenedores de Mariel en las afueras de La Habana, un ambicioso proyecto de 900 millones de dólares de los que el BNDES financia unos 680 millones.

El proyecto causó sin embargo malestar en Estados Unidos, donde la constructora brasileña tiene importantes negocios. El estado de Florida, bastión de los exiliados cubanos, aprobó el año pasado una ley que prohíbe los contratos públicos con empresas que operan en Cuba. Odebrecht apeló argumentando que la medida era inconstitucional.

Para Cuba es un asunto estratégico. El tráfico de pasajeros se disparó cuando fueron levantadas las restricciones estadounidenses para que los exiliados cubanos visiten la isla y debe crecer aún más tras la reciente decisión de Castro de simplificar los trámites para que los cubanos viajen al extranjero.

El BNDES suele aportar hasta un 80 por ciento de la exportación de servicios de ingeniería y bienes de capital de empresas brasileñas, lo que colocaría el costo de las obras en los aeropuertos cubanos en casi 190 millones de dólares.

(Reporte de Esteban Israel; Editado por Damian Wroclavsky)

 


Respuesta  Mensaje 15 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:31

Cuba: Bahía de La Habana prepara su nueva cara para recibir turistas

Proyecto de remodelación de esta zona de la capital cubana contempla la construcción de un paseo marítimo flotante de madera y de parques que se conectarán con mercados artesanales

Cuba: Bahía de La Habana prepara su nueva cara para recibir turistas
Bahía de La Habana (Foto: AP / Archivo)
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La Habana (AP) . Las grúas que sacan gigantescos hierros retorcidos y escombros oxidados ofrecen la promesa de un nuevo amanecer para el puerto de La Habana, convertido desde hace tiempo en una sucesión de muelles carcomidos con una refinería que vomita humo las 24 horas del día.

La Bahía de La Habana tendrá un nuevo rostro cuando culmine el proyecto de rehabilitación de esta zona otrora portuaria, industrial y contaminada. Ya no será el principal puerto del país pero en cambio se convertirá en una zona atractiva y de gran desarrollo turístico, según los planes.

“La bahía es simbólica, fue lo que le dio origen a la ciudad y es parte de lo que somos hoy”, explicó a la AP el arquitecto Orlando Inclán, de la Dirección de Proyectos de Oficina del Historiador, la dependencia gubernamental que tiene a cargo la iniciativa. “Ahora le toca redefinirse”.

El proyecto es una continuación de un remozamiento que comenzó en la década de 1990 en La Habana Vieja, el casco histórico, en la entrada de la bahía y el sur de la misma, donde se ubicaba la infraestructura portuaria había quedado rezagada.

CAMBIO DE CARA
El plan, esperan las autoridades, revitalizará la economía, cambiará la imagen de barriada deprimida y atraerá más turistas, mientras las actividades comerciales e industriales tradicionales de la zona se mudarán al nuevo Puerto del Mariel, 45 kilómetros al oeste.

Inclán sueña con un espejo de agua recreativo lleno de gaviotas, pelícanos y veleros, con cubanos disfrutando del fresco salitroso al atardecer, niños jugando y turistas tomando una cerveza en espacios de sofisticado diseño.

Los deseos del arquitecto comenzaron a hacerse posibles luego de que en 2009 las autoridades reconocieron que la infraestructura de la Bahía de La Habana, en forma de bolsa con un pequeño canal de entrada poco profundo por debajo del cual pasa un túnel, no podría ser ampliada.

Desde entonces, sus días como el puerto industrial más importante del país estaban contados.

UN PROYECTO EN MARCHA
Ahora, el proyecto rehabilitador se encuentra ejecutado en un 50% y se espera para las semanas venideras la inauguración, como parte de este, de una cervecería artesanal en lo que fuera un galpón de depósito de tabaco.

Se contempla asimismo la creación de un paseo marítimo flotante de madera, el rescate de una antigua estructura para terminal de ferris y la construcción de parques que se conectarán con un mercado de artesanos remozado en años anteriores.

Esto se integraría con estructuras ya existentes como el atracadero de cruceros o la Aduana.

Arturo López-Levy, un economista cubano que se desempeña en la Universidad de Denver, calculó que un proyecto semejante podría superar los 100 millones de dólares, teniendo en cuenta la limpieza ambiental y el costo de trasladar la actividad industrial.

“Hay una apuesta por reanimar la inversión y el desarrollo en el turismo como una de las industrias más importantes”, comentó a la AP López-Levy.

Proyectada y supervisada por la Oficina del Historiador de la Ciudad, desde los 90 al frente de la exitosa restauración y gestión patrimonial de La Habana Vieja, la rehabilitación de la Bahía es también una apuesta a un futuro sin sanciones económicas de Estados Unidos.

APUNTA A ESTADOS UNIDOS
Cuba recibió en 2012 unos 2,8 millones de turistas, que generaron ingresos del orden de los 2.600 millones de dólares —un motor de las finanzas isleñas—; pero el gobierno de Estados Unidos prohíbe a sus ciudadanos visitar la isla so pena de ser sancionados.

“El puerto de Mariel modernizado y el de La Habana, acondicionado para más viajes, sería un catalizador para acelerar las relaciones comerciales ya permitidas o por permitir en Washington”, agregó López-Levy, avizorando una invasión de estadounidenses si se les permite venir a la isla sin restricciones.

Junto con la popular playa de Varadero, La Habana Vieja es actualmente el principal destino de los turistas y el levantamiento de las sanciones contra Cuba significaría, según analistas, una avalancha de entre uno y cinco millones de estadounidense anualmente, deseosos de conocer la fruta prohibida por décadas.

“La Habana está lista para un cambio sensible”, dijo a la AP el urbanista cubano Julio César Pérez, quien se desempeña como profesor visitante en la Universidad de Harvard.

NO A EDIFICIOS ALTOS
Los arquitectos del proyecto dicen que el plan de rehabilitación en marcha constituirá un cambio en la calidad de vida al sur de La Habana Vieja, la parte menos agraciada —debido al viejo puerto— en comparación con la entrada de la Bahía en la cual se concentró hasta ahora la labor de la Oficina del Historiador y el turismo.

“Tal como pasa con muchas ciudades que transformaron su zona marítima, La Habana está teniendo esta oportunidad y precisamente en el mismo centro de la ciudad”, dijo a la AP la arquitecta Claudia Castillo, quien como Inclán trabaja para la Oficina del Historiador.

Ambos arquitectos destacaron las facilidades que ofrece el hecho de que el suelo sea de propiedad pública.

“Todo el espacio alrededor de la Bahía pertenece al Estado. Es una de las grandes herramientas que tiene como controlador del suelo urbano”, explicó Castillo.

Para los especialistas La Habana y su Bahía, con su altura acotada y su estilo ecléctico, deben cuidarse del empuje ascendente.

“No creo que la construcción de edificios altos beneficie a La Habana… No sirve de nada parecerse a Hong Kong, ni a Toronto, ni a Nueva York”, expresó el urbanista Pérez.

 


Respuesta  Mensaje 16 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:36

Cultura

Cuba ratifica defensa a los derechos culturales

Por: Amelia Duarte de la Rosa

16 de abril de 2013

La política cultural cubana, desde su implementación en 1959 con el triunfo de la Revolución, promueve la integración de la población a los distintos procesos culturales, aun cuando han estado obstaculizados en el aspecto económico y de intercambio cultural.

Los objetivos siempre se han enfocado en salvaguardar los derechos culturales y, a la misma vez, promover el desarrollo de proyectos en defensa de la identidad, garantizar la conservación del patrimonio, así como la producción artística, literaria y creativa en todos los sentidos.

En consonancia con los principios de la Convención de la UNESCO sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales —rubricada en el 2005 y de la cual Cuba es signataria— en nuestro país se han venido activando medidas para promover y proteger dichas expresiones, según explicó en conferencia de prensa el viceministro de cultura, Fernando Rojas.

Una amplia red de instituciones culturales conformada por casas de cultura, librerías, museos, bibliotecas, entre otras; el acceso pleno a la enseñanza artística en los niveles elemental, medio y superior; atención especializada a los diferentes sectores poblacionales y a los grupos portadores de la cultura popular tradicional; exposiciones, festivales, coloquios internacionales y jornadas participativas en varias manifestaciones artísticas, son algunas de las acciones que suscitan el desarrollo de los diversos modos de expresión cultural en el país.

Lo que se persigue es acercar al ciudadano los servicios culturales y estimular su participación. Hemos estado apegados siempre a defender los derechos culturales y humanos de todos, declaró Rojas.

Para incitar la integración —añadió— existen más de 2 500 promotores culturales profesionales que se desempeñan en Consejos Populares y asentamientos poblacionales, en tanto se cuenta con 360 proyectos socioculturales.

Sobre la protección de las expresiones culturales, Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, comentó el trabajo de preservación que ha venido desarrollando la Comisión Nacional de Patrimonio Inmaterial de conjunto con la UNEAC, la AHS, la Fundación Fernando Ortiz, el Centro Memorial Martín Luther King Jr., el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y otras.

El país ha ratificado todas las convenciones internacionales sobre el patrimonio cultural y además cuenta con un instrumento legal sólido, importante en la creación y protección de la defensa y promoción de todas las actividades del ramo, precisó.

Fuente: GRANMA (http://bit.ly/Ztxvvs)

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Sobre derechos culturales en Cuba

Por Susana Méndez Muñoz

15 de abril de 2013

“Existe un grupo de resultados que ratifican los altos niveles de protección de los derechos culturales en Cuba,”, así expresó Fernando Rojas Gutiérrez, viceministro de Cultura, en encuentro sostenido con la prensa nacional. Cuba es uno de los pocos países que ha ratificado todas las convenciones que sobre el patrimonio ha adoptado la UNESCO; al respecto Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, comentó que la nación cubana es signataria, entre otras convenciones de la UNESCO, de la referida a la Diversidad Cultural, la del Patrimonio Mundial y Natural, la del Patrimonio Subacuático y la de la salvaguardia del Patrimonio inmaterial. Esta última fue aprobada en el año 2003 y al año siguiente se creó en la Isla una comisión nacional presidida por el Consejo Nacional de Patrimonio para instrumentar lo contenido en esta convención y que se refiere a la protección, conservación, investigación y difusión de todas las expresiones y manifestaciones culturales que se desarrollan en el país y que a la vez se ocupa de los temas de la diversidad cultural. Los objetivos fundamentales de esta comisión son diseñar la política referente a la atención, preservación, protección y promoción del Patrimonio Cultural inmaterial a partir de un enfoque multidisciplinario; identificar las expresiones y manifestaciones que forman parte del patrimonio cultural e insertar el propio tema del patrimonio cultural inmaterial en los diferentes tipos de enseñanza, entre otros empeños. Las declaratorias de El Tres, El Repentismo, El Son, La Rumba, Las lecturas de tabaquería como Patrimonio Inmaterial, y de manera esencial la promoción de los derechos de las personas que son los sujetos de esas prácticas, son ejemplos fehacientes del trabajo que se desarrolla en el país en este universo. Enfatizó Rojas Gutiérrez en que la gran red de instituciones culturales cubanas de base, está creada con el objetivo de acercar los servicios culturales, que en su mayoría son gratuitos o subsidiados, al ciudadano promedio, y estimular su participación. “que las personas sean protagonistas de los hechos culturales”. En el ámbito del Patrimonio vivo esta participación es una constante; en los proyectos de los grupos portadores las personas expresan sus costumbres, sus hábitos, no solo sus cantos y sus bailes, hacen de esa expresión musical y danzaria parte de su vida cotidiana; se destaca en este sentido La Tumba Francesa, Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial pero hay además centenares de agrupaciones de esta naturaleza en todo el país. Resaltó el funcionario la existencia en la Isla de un sistema de enseñanza gratuito donde el elemento definitorio para el ingreso es el talento que decide en igualdad de condiciones para todos los aspirantes, donde se forman además, los Instructores de Arte que garantizan que la apreciación del arte se convierta en materia docente curricular en todos los tipos de enseñanza lo cual propicia también el máximo acceso de las personas a la cultura. Por otra parte hay una voluntad expresa del estado en garantizar que elementos culturales tan esenciales como el libro estén al alcance de todos, a partir del subsidio del precio de los volúmenes, práctica que se repite en otros productos y servicios culturales de gran significación. “Yo creo que una expresión muy clara del apego a los derechos culturales en Cuba es la participación activa de las organizaciones de la sociedad civil en las decisiones de la política cultural y en su ejecución”, expresó el viceministro. Otro ejemplo de garantía de los derechos culturales de la ciudadanía es la atención a segmentos específicos como los niños y las niñas, los adultos mayores, las personas con limitaciones físicas o motoras, y enfermas y la población de los centros penitenciarios. “Para nosotros los temas asociados a la diversidad cultural y al patrimonio vivo son motivaciones durante todo el año. En este sentido fuimos de los primeros países que celebró el Año Internacional de los Afrodescendientes y tenemos un compromiso con una mayor promoción de la huella de África entre nosotros: existen grupos de trabajo que se dedican específicamente a cuestiones que tienen que ver con la igualdad racial, de género y con la eliminación de cualquier forma de discriminación”, aseguró Rojas para luego agregar: “A pesar de este apego a la promoción de los derechos humanos, en particular de los derechos culturales, de la diversidad cultural, no solo en términos de promoción y legislación sino a través de políticas concretas, fuera de Cuba existe el gran obstáculo que significa el bloqueo que se le impone a nuestro país, no solo por el daño económico y la imposibilidad de tener un comercio justo o de acceder al mercado natural de nuestro arte que son los EU sino por lo que se impide en términos del conocimiento mutuo entre nuestros pueblos”. Fernando Rojas calificó de “perversa coherencia” al hecho de que en correspondencia con el sostenido bloqueo contra Cuba, Estados Unidos no ha respaldado estas convenciones de la UNESCO, instrumentos que son tan esenciales para una verdadera promoción de los derechos de las personas y de los pueblos.

Fuente CUBARTE (http://bit.ly/18a6j5e)


Respuesta  Mensaje 17 de 78 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:38

Restauraciones en Santi Spiritus (Cuba)

El Puente sobre el Rio Yayabo

 

Nos llega este correo de Cuba. Como siempre, animar a los que quieran publicar cualquier trabajo.

 

El puente sobre el río Yayabo, desde hace más de una centuria facilita la comunicación de la ciudad de Sancti Spíritus con los otrora embarcaderos de Tayabacoa y Tunas de Zaza y la ciudad de Trinidad. Junto al Teatro Principal y la Parroquial Mayor forma un tríptico que identifica a Sancti Spiritus.

Su construcción fue un sueño anhelado por los pobladores de la villa pues desde el año 1771 se formulaban proyectos para su ejecución.                        

 Este proyecto no fue realizado pues el dinero recaudado fue empleado en comprar el primer reloj que tuvo la Parroquial Mayor del Espíritu Santo. Como todos conocemos el actual puente consta de 5 arcos y su baranda no es recta. La obra se comenzó en 1817 cuando se puso la primera piedra. Su dirección estuvo a cargo de los maestros albañiles andaluces Domingo Valverde y Blas Cabrera quienes materializaron un puente que contaba con cinco arcos con el central más peraltado y el resto disminuye en altura hacia ambos lados.

En su construcción se emplearon como materiales el ladrillo, la cal y la arena, todos de los ejidos espirituanos. En el caso de los revoques la arena utilizada es calcárea mientras que en los morteros de asiento para ladrillo este material es silíceo según las pruebas de laboratorio realizadas en el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología, quedando aún pendiente el análisis de la materia orgánica presente en la muestra para corroborar la tradición popular que atribuye el empleo de la leche como aditivo a la mezcla terciada.

La mano de obra fundamental que llevó a cabo esta construcción la constituyeron los presos del municipio. La fecha de culminación de la obra fue en el año 1831 y no en 1825 como se planteaba hasta el momento. El valor de su construcción se calcula en más de 30 000 pesos. Es el único exponente de su tipo que se conserva en el país y los espirituanos ven en él uno de sus más valiosos bienes, pues se integra de forma perfecta a un bello paisaje urbano que identifica a la ciudad.

A través de su historia diferentes intervenciones constructivas han tratado de frenar su deterioro.

Presentó grandes filtraciones a finales del siglo XIX que podían haberlo arruinado totalmente al estar relleno de tierra suelta. Su antepecho sufrió varias colisiones y fue debidamente reparado en cada ocasión.

Al alborear el siglo XX fueron efectivas diversas medidas constructivas: sustitución de ladrillos desgastados, repellos en las cortinas, blanqueo y pavimentación.

Justo reconocimiento ha obtenido de parte de los espirituanos pues el 28 de febrero de 1935 fue declarado Monumento Público, el 21 de febrero de 1995 proclamado Monumento Nacional y aprobado como símbolo socio cultural por la Asamblea Municipal del Poder Popular.

Actualmente se restaura en saludo al 490 aniversario de la fundación de la Villa del Espíritu Santo, en él los materiales y las técnicas que se emplean son las tradicionales para de esta forma postergar nuestro legado al futuro.

Msc. Ing. Marivi Cabrera Arrojo
marrojo@hero.cult.cu

Especialista en restauración de obras socio-culturales de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos. Sancti Spiritus. Cuba

I

Investigadora Adjunta del Centro de Investigaciones Culturales "Juan Marinello".

Cuba

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De: Ruben1919 Enviado: 16/04/2014 09:39

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Restauran emblemática iglesia católica en Cuba donde se guarda una cruz de Colón

LA HABANA, 17 Ago. 12 / 06:26 pm (ACI/EWTN Noticias).- El pasado 15 de agosto la Diócesis de Guantánamo-Baracoa (Cuba), celebró la restauración de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una de las más antiguas de la isla y donde se conserva una de las 29 cruces plantadas por Cristóbal Colón en América y que es conocida como la Cruz de la Parra.

La celebración estuvo presidida por el Obispo de Guantánamo-Baracoa, Mons. Willy Pino; y concelebrada con el Nuncio Apostólico, Mons. Bruno Musaró; el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Mons. Dionisio García; y otros cinco obispos y más de 20 sacerdotes.

“Baracoa tiene a partir de hoy una iglesia parroquial más bella, más acogedora, como Dios y los baracoesos se merecen. Una iglesia que deberá recibir a todos, amparar a todos y abrazar a todos bajo su sombra bienhechora”, expresó Mons. Pino ante los fieles y autoridades locales que llenaron el templo.

El Prelado destacó la restauración que tomó dos años y 11 meses; sin embargo, recordó a las “más de 200 comunidades que, en nuestra Diócesis, esperan aún el permiso para construir su pequeña capilla de tablas de palma y techo de guano”.

Mientras ese día llega, Mons. Pino animó a los fieles a seguir adelante, pues “tienen lo más importante: la iglesia de las piedras vivas que son ustedes mismos” y los sacerdotes que los acompañan. “Reuniéndose lo mismo debajo de una mata de mangos que junto a un río, que en la sala o el patio de una casa. Dios les premiará a todos estos sacerdotes y a ustedes su paciente, pero activa esperanza”, afirmó.

Asimismo, pidió a Dios que así como se renovó “este edificio de piedra”, se renueve y crezca la fe en cada uno de los cubanos, se fortalezca su esperanza y multiplique su caridad.

A la Misa también asistieron delegaciones de Camagüey, Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo y de las comunidades misioneras de Baracoa. Además, Mons. Musaró leyó un mensaje del Papa Benedicto XVI donde expresa su cercanía con la Iglesia en Baracoa.

Durante la ceremonia se inauguró también la Capilla del Santísimo Sacramento y se colocaron en el altar las reliquias de San Antonio María Claret, San Vicente de Paúl, Santa Catalina de Ricci, y los beatos José Olallo Valdés, Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.

Baracoa es la primera villa fundada por los españoles en Cuba y fue el lugar donde Fray Bartolomé de las Casas celebró la primera Misa en la isla ante la Cruz de la Parra, considerada actualmente Monumento Nacional y Tesoro de la Nación Cubana.

Esta villa también fue visitada por San Antonio María Claret. Tal como indicó Mons. Pino, el santo “llegó a Baracoa en 1853, luego de 60 años sin recibir ésta la visita de un obispo, y confirmó a 4,620 personas, hizo 62 matrimonios y repartió más de 3,000 comuniones”.

Sobre el templo, la historia indica que la primera iglesia parroquial se remonta a la fundación de Baracoa en 1511. Por ese tiempo se levantó en el norte de la ciudad la primera iglesia que luego se traslada en Matachín, donde fue saqueada y destruida en 1652 por un grupo de piratas.

Ya entre los años 1805 y 1807 la iglesia es trasladada al lugar que ocupa hoy por haberse encontrado allí la Santa Cruz de La Parra. Luego de continuas reparaciones, la reconstrucción del templo se inició en 1886 y culminó en 1905 con la instalación de las dos torres.

La actual restauración se inició el 14 de septiembre de 2009. Se sustituyó el techo de madera y tejas por hormigón y tejas. Se restauraron las paredes, se sustituyeron las columnas interiores y adicionaron otras dentro de las paredes para sostener el nuevo techo. También se sustituyó el piso y se instaló un nuevo reloj en una de las torres también restauradas.

Con respecto a la Cruz de la Parra, al ser descubierta tenía un poco más de dos metros de longitud, pero actualmente mide 67cm de largo por 57 cm de ancho; esto debido a que durante años los fieles desearon conservar pequeñas porciones del madero.

Etiquetas: Cuba, Templos, Restauraciones

 



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