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General: Muere Gabriel García Márquez....Luto en la Tierra y en Macondo
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De: Ruben1919  (Mensagem original) Enviado: 17/04/2014 20:52

Muere Gabriel García Márquez: genio de la literatura universal

Uno de los grandes escritores de la literatura universal ha fallecido en México DF a la edad de 87 años

El narrador y periodista colombiano, ganador del Nobel en 1982, es el creador de obras clásicas como 'Cien años de soledad', 'El amor en los tiempos del cólera', 'El coronel no tiene quien le escriba', 'El otoño del patriarca' y 'Crónica de una muerte anunciada'.

Nació en Aracataca y fue el creador de un territorio eterno llamado Macondo donde conviven imaginación, realidad, mito, sueño y deseo.

El escritor colombiano Gabriel García Márquez. / The Douglas Brothers

Bajo un aguacero extraviado, el 6 de marzo de 1927, nació Gabriel José García Márquez. Hoy, jueves 17 de abril de 2014, a la edad de 87 años, ha muerto en México DF el periodista colombiano y uno de los más grandes escritores de la literatura universal. Autor de obras clásicas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada,fue el creador de un territorio eterno y maravilloso llamado Macondo.

Nació en la caribeña Aracataca, un poblado colombiano, un domingo novelable a partir del cual el niño viviría una infancia a la que volvió muchas veces. Entró a la literatura en 1947 con su cuento La tercera resignación; la gloria le llegó en 1967 con Cien años de soledad, y su confirmación en 1982 con el Nobel de Literatura. Ahora, el ahijado más prodigioso de Melquiades se ha ido, para quedarse entre nosotros un hombre que creó una nueva forma de narrar; un escritor que con un universo y un lenguaje propios corrió los linderos de la literatura; un periodista que amaba su profesión pero odiaba las preguntas; una persona que adoraba los silencios, y con un encanto que cautivó a intelectuales y políticos, y hechizó a millones de lectores en todo el mundo.

Libros inolvidables

García Márquez ha vendido más de 40 millones de ejemplares en más de 30 idiomas.

Novelas: La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1957), La mala hora (1961), Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989), Del amor y otros demonios (1994), Memorias de mis putas tristes (2004).

Grandes reportajes: Relato de un náufrago (1970), Noticia de un secuestro (1996), Obra periodística completa (1999). Primer tomo de sus memorias, Vivir para contarla (2002).

Cuentos: Ojos de perro azul (1955), Los funerales de la Mamá grande (1962), La irresistible y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), Doce cuentos peregrinos (1992).

Gabriel no iba a ser su nombre. Debió llamarse Olegario. Acababan de sonar las campanas dominicales de la misa de nueve de la mañana cuando los gritos de la tía Francisca se abrieron paso, entre el aguacero, por el corredor de las begonias: “¡Varón! ¡Varón! ¡Ron, que se ahoga!”. Y nuevos alaridos enmarañaron la casa. Una vez liberado del cordón umbilical enredado en el cuello, las mujeres corrieron a bautizar al niño con agua bendita. Lo primero que se les vino a la cabeza fue ponerle Gabriel, por el padre, y José, por ser el patrono de Aracataca. Nadie se acordó del santoral. De lo contrario, se habría llamado Olegario García Márquez.

Aquel domingo 6 de marzo de 1927, Aracataca celebró la llegada del primogénito de Luisa Santiaga y Gabriel Eligio. Fue el mayor de 11 hermanos, siete varones y cuatro mujeres. En realidad, para los cataqueros había nacido el nieto de Tranquilina Iguarán Cotes y el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, los abuelos maternos con quienes se crio hasta los diez años en una tierra de platanales bajo soles inmisericordes y vivencias fabulosas. Era un pelaíto en una casa-reino de mujeres, acorralado por el rosario de creencias de ultratumba de la abuela y los recuerdos de guerras del abuelo, el único hombre junto a él. ¡Ah! y un diccionario en el salón por el que entra y sale del mundo.

Diez años que le sirvieron para dar un gran fulgor a lo real maravilloso, al realismo mágico.

Los cuentos fueron para él ese primer amor que nunca se olvida, el cine los amores desencontrados y las novelas el amor pleno y correspondido.

De todos ellos, creía que la historia que no embolatará su nombre en el olvido es la de sus padres recreada en El amor en los tiempos del cólera.

Fue uno de los escritores más admirados y traducidos: más de 40 millones de libros vendidos en 36 idiomas

Son las vísperas de su vida.

Donde todo empieza... Amor y amores deseados, esquivos y de toda estirpe en sus escritos.

 

ATLAS

García Márquez, que será conocido por sus amigos como Gabo, vive un segundo tiempo cuando a los 16 años, en 1944, sus padres lo envían a estudiar a la fría, helada, Zipaquirá, cerca de Bogotá. Descubre sus primeros escritores tutelares, Kafka, Woolf y Faulkner.

El zumbido de la literatura y el periodismo lo rondan.

Como su Melquíades, Gabo creó un nuevo tiempo y espacio en el que coexisten en el mismo instante, y como uno solo, realidad e imaginación

Allí, en el frío del altiplano andino, lo sorprende el cambio de destino del país y el suyo. Estudia Derecho, cuando el 9 de abril de 1948 es asesinado el candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán. Un suceso conocido como El bogotazo. Fue el antepenúltimo germen de un rosario de conflictos políticos y sociales, conocido como La violencia que habrán de germinar en sus obras.

Después de El bogotazo volvió a sus tierras costeñas con una mala noticia para sus padres: deja la carrera de Derecho. A cambio empieza en el periodismo. Primero en el periódico El Heraldo, de Barranquilla, entre otras cosas como crítico de cine bajo el seudónimo de Séptimus; luego en El Universal, de Cartagena de Indias, hasta volver a Bogotá, en 1954, a El Espectador, el diario que en 1947 había publicado, un domingo, su primer cuento.

García Márquez con una edición de 'Cien años de soledad' a finales de los sesenta / COLITA

Además de crónicas y reportajes escribía para las páginas editoriales y la sección Día a Día, en la que se daba cuenta de los hechos más significativos de aquella Colombia donde la violencia corría en tropel. En 1955 escribe la serie sobre un suceso que terminará llamándose Relato de un náufrago.

Ryszard Kapuscinski aseguró que, aunque lo admiraba por sus novelas, consideraba que “la grandeza estriba en sus reportajes. Sus novelas provienen de sus textos periodísticos. Es un clásico del reportaje con dimensiones panorámicas que trata de mostrar y describir los grandes campos de la vida o los acontecimientos. Su gran mérito consiste en demostrar que el gran reportaje es también gran literatura”.

Mientras trabaja como periodista escribe cuentos y no se desprende de una novela en marcha que lleva a todos lados, titulada La casa.

Ese mismo año aparece su primera novela, La hojarasca. Después viaja a Europa como corresponsal del diario bogotano y recorre el continente, e incluso los países de la “cortina de hierro”. En 1958 vuelve y se casa con Mercedes Barcha. Hasta que se instala en México DF, en 1961, donde hace vida con sus amigos, las parejas Álvaro Mutis-Carmen Miracle y Jomí García Ascot-María Luisa Elío (dos españoles exiliados de la guerra). Un día Mutis le da dos libros y le dice: “Léase esa vaina para que aprenda cómo se escribe”. Eran Pedro Páramo y El llano en llamas, de Juan Rulfo. Ese año publica El coronel no tiene quién le escriba.

El escritor durante la ceremonia de los Premios Nobel en Estocolmo en 1982

—“¿Fue tu abuela la que te permitió descubrir que ibas a ser escritor?”, le preguntó en los años setenta su amigo y colega Plinio Apuleyo Mendoza.

—“No, fue Kafka, que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los 17 años La metamorfosis, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: ‘Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Pero si es así, escribir me interesa”.

La escritura no le da para comer y trabaja en cine y publicidad. Llega 1965. Pronto terminarán cuatro años de sequía literaria. El embrión es La casa. Páginas que no terminan de coger forma. Hasta que un día, mientras viaja en un Opel blanco con su esposa Mercedes y sus dos hijos de vacaciones a Acapulco, ve clara la manera en que debe escribirla: sucedería en un pueblo remoto, y descubre el tono: el de su abuela que contaba cosas prodigiosas con cara de palo, y la llenaría de historias: las contadas por su abuelo en la Guerra de los Mil Días de Colombia. Y el comienzo de la novela: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

Ha sido el soplo divino de Kafka, Faulkner, Sherezada, Rulfo, Verne, Woolf, Hemingway, Homero… y sus abuelos Tranquilina y Nicolás.

Da media vuelta y regresa en el Opel blanco a su casa de San Ángel Inn, en México DF.

Una vez llega, coge sus ahorros, 5.000 dólares, y se los entrega a su esposa para el mantenimiento del hogar mientras se dedica a escribir. La Cueva de la Mafia es la habitación de su casa donde esa primavera se exilia con la enciclopedia británica, libros de toda índole, papel y una máquina Olivetti. Vive y disfruta ese rapto de inspiración al escribir hasta las ocho y media de la noche al ritmo de los Preludios de Debussy y Qué noche la de aquel día de los Beatles.

En otoño el dinero se acaba y las deudas acechan. García Márquez coge, entonces, el Opel y sube al Monte de Piedad a empeñarlo. Es una nueva tranquilidad para seguir escribiendo, aumentada por las visitas de sus amigos que les llevan mercaditos.

Al llegar el invierno de 1965-1966 pone un punto y aparte, y llora, llora como ni siquiera en sus novelas está escrito. Tenía 39 años Gabriel García Márquez cuando, esa mañana de 1966, salió de La Cueva de la Mafia, atravesó la casa y se derrumbó en lágrimas sobre la cama matrimonial como un niño huérfano. Su esposa, al verlo tan desamparado, supo de qué se trataba: el coronel Aureliano Buendía acababa de morir. Era el personaje inspirado en su abuelo Nicolás.

Muere orinando mientras trata de encontrar el recuerdo de un circo, después de una vida en la que se salvó de un pelotón de fusilamiento, participó en 32 guerras, tuvo 17 hijos con 17 mujeres y terminó sus días haciendo pescaditos de oro.

Un duelo perpetuo para el escritor que, el 5 de junio de 1967, ve recompensado al saber que esa historia comandada por el coronel, bajo el título de Cien años de soledad, inicia su universal parranda literaria en la editorial Sudamericana, de Francisco Porrúa, en Buenos Aires. Todos quieren conocer la saga de los Buendía.

La novela impulsa la universalización del boom de la literatura latinoamericana. “Verdaderamente fue a partir del triunfo escandalosamente sin precedentes de Cien años de soledad”, afirmaría José Donoso en Historia personal del boom.

En medio de la algarabía, García Márquez se va a vivir a Barcelona donde afianza su amistad con autores como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar. El éxito es rotundo y trasciende a otros idiomas. Luego empieza a escribir El otoño del patriarca (1975) como un ejercicio para quitarse de encima la sombra de su obra maestra. Para entonces ya es muy activo con la causa cubana y está más presente en Colombia. En 1981 publica Crónica de una muerte anunciada.

La noticia del Nobel lo sorprende en México en 1982. En la frontera del amanecer del 10 de octubre el teléfono lo despierta. Con 55 años se convierte en uno de los escritores más jóvenes en recibir el máximo galardón de la literatura. En diciembre rompe con la tradición al recibir el premio vestido con un liquiliqui, una manera de rendir homenaje a su tierra costeña y compartirlo con su abuelo Nicolás que usaba trajes así en el ejército. Una ausencia que acompañó al escritor desde los 10 años, cuando este murió, y convirtió en incompletas todas sus alegrías futuras, por el hecho de que el abuelo no las sabía, escribe Dasso Saldívar en la biografía Viaje a la semilla.

Tres años después culmina la historia de sus padres: El amor en los tiempos del cólera. Siguen El general en su laberinto (1989) y Del amor y otros demonios (1994).

Hace realidad uno de sus sueños, en Cartagena de Indias: la creación de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y se une a otros proyectos informativos. Son los años de su vuelta al periodismo. Al principio de todo.

En 1999 le detectan un cáncer linfático. Todo ello mientras termina de escribir sus memorias, Vivir para contarla, a las que cuando puso punto final se topó con la muerte de su madre, Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Un domingo lo trajo ella al mundo; y un domingo lo dejó ella. Fue la noche del 9 de junio de 2002. Dos años más tarde escribe su última creación: Memoria de mis putas tristes.

Sus recuerdos empiezan su peregrinación.

Hasta que se han ido del todo al encuentro de los Buendía.

Y de no haber sido escritor, lo que realmente hubiera querido ser Gabriel García Márquez también tiene que ver con el amor, presente en todas sus obras. Lo supo hace muchos en Zúrich cuando una tormenta de nieve tolstiana lo llevó a refugiarse en un bar. Su hermano Eligio recordaría cómo él se lo contó:

—“Todo estaba en penumbra, un hombre tocaba piano en la sombra, y los pocos clientes que había eran parejas de enamorados. Esa tarde supe que si no fuera escritor, hubiera querido ser el hombre que tocaba el piano sin que nadie le viera la cara, solo para que los enamorados se quisieran más”.

Entre realidades, deseos, sueños, alegrías, agradecimientos, imaginaciones y, sobre todo, por el paraíso irrepetible de su lectura, Gabriel García Márquez está ahora en el mismo lugar donde él llevó a Esteban en su inolvidable cuento El ahogado más hermoso del mundo, después de que a la gente del pueblo “se le abrieran las primeras grietas de lágrimas en el corazón”… Porque una vez comprobado que había muerto “no tuvieron necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni volverían a estarlo jamás”… El rumor del mar trae la voz del capitán de aquel barco, que en 14 idiomas, dice señalando al mundo, por encima del promontorio de rosas amarillas en el horizonte del Caribe: “Miren allá, donde el viento es ahora tan manso que se queda a dormir debajo de las camas; allá, donde el sol brilla tanto que no saben hacia donde girar los girasoles; sí, allá, es el pueblo” de Gabriel García Márquez

 


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De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 21:13
Gabo, un hombre que dejó huella en las letras del mundo
 
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Foto: AFP
Organización Editorial Mexicana
17 de abril de 2014
 
 
 
DPA

Bogotá, Colombia.- Los siguientes son los principales acontecimientos en la vida del escritor colombiano Gabriel García Márquez, que murió hoy a los 87 años en Ciudad de México.

1927: Nace el 6 de marzo en Aracataca, un pequeño municipio del departamento de Magdalena (norte), en el hogar de Gabriel García y Luisa Márquez. Tuvo 10 hermanos y su niñez la vivió con sus abuelos maternos Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, quienes fueron, en parte, inspiración de sus obras.

1936: Muere su abuelo y debido a la ceguera de su abuela tiene que irse a vivir con sus padres al poblado de Sucre, en el departamento de Sucre (norte), donde su familia tenía negocios farmacéuticos.

1937: Inicia formalmente sus estudios básicos en el colegio San José, un internado jesuita de la ciudad de Barranquilla, donde escribe sus primeros poemas humorísticos que fueron publicados en la revista escolar "Juventud".

1940: Gana una beca para estudiar en el Liceo Nacional del municipio de Zipaquirá, a 50 kilómetros de Bogotá, donde termina la secundaria.

1947: A petición de sus padres se traslada a Bogotá para cumplir sus estudios de derecho en la Universidad Nacional de Colombia, donde desarrolló una especial atracción por el realismo mágico. Logra la publicación de su primer cuento en la edición del diario local "El Espectador".

1948: Como consecuencia de los disturbios que vivió la capital colombiana tras el magnicidio del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, el escritor se traslada a la caribeña ciudad de Cartagena de Indias, donde continúa con sus estudios de derecho en la Universidad de Cartagena y comienza a trabajar de reportero en el diario "El Universal".

1950: Desiste de ser abogado y regresa a Barranquilla para trabajar como columnista y reportero del diario local "El Heraldo". Cinco años después publica su primera novela titulada "La Hojarasca".

1958: A los 31 años se casa con Mercedes Barcha y un año después tienen a su primer hijo, Rodrigo. García Márquez se traslada con su familia a Nueva York, donde el escritor es corresponsal de la agencia cubana de noticias Prensa Latina.

1961: Publica "El coronel no tiene quien le escriba", en la que relata la historia de un viejo coronel que espera la pensión que nunca llega. El protagonista de esta novela corta es considerado como uno de los personajes más entrañables de la literatura hispanoamericana del siglo XX.

1962: Nace su segundo hijo Gonzalo en Ciudad de México, donde se había instalado después de salir de Nueva York por las críticas que sus escritos recibieron de parte de los exiliados cubanos residentes en Estados Unidos.

1967: A los 40 años publica "Cien años de soledad", la novela con la que logró el reconocimiento internacional con premios como el Chianchiano Aprecia en Italia, Mejor Libro Extranjero en Francia, así como el Rómulo Gallegos y el Premio Neustadt, entre otros.

1982: En diciembre la Academia Sueca le otorga el Premio Nobel de Literatura. "Gabo" se encontraba para esa época exiliado en México, después de que el gobierno colombiano lo acusara de tener vínculos con el movimiento de izquierda M-19.

1985: El Nobel colombiano publica "El amor en los tiempos del cólera", historia que fue llevada al cine con la dirección del inglés Mike Newell y protagonizada por el español Javier Bardem.

2002: "Vivir para contarla" sale al mercado literario como el primero de los tres volúmenes que García Márquez anuncia como sus memorias y que relata su vida hasta 1955.

2007: Regresa a Aracataca para un sentido homenaje que el gobierno colombiano le rinde en su cumpleaños número 80, en el que además se celebraron los 40 años desde la primera publicación de "Cien años de soledad". También recibe un emotivo homenaje en el IV Congreso Internacional de la Lengua Española en Cartagena de Indias.

2014: Casi un mes después de haber celebrado su cumpleaños número 87, fecha en la que salió unos minutos de su casa para saludar a los fotógrafos y periodistas que lo esperaban, es internado en un hospital de la capital mexicana por una infección en los bronquios.

Ocho días después los médicos le permiten regresar a su casa, donde continúa con terapia de oxígeno. El escritor muere poco más de una semana más tarde.
 
 

Resposta  Mensagem 3 de 53 no assunto 
De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 21:59
La Vanguardia
  1. El Huffington Post ‎- hace 1 hora
    No importa el libro que se tome. Cualquiera de los tÃtulos que GarcÃa Márquez escribió a lo largo de su vida derrocha pura literatura, de la ...

Resposta  Mensagem 4 de 53 no assunto 
De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 22:00

Gabo y el cine, "La penumbra del escritor"

Fue crítico de cine, escribió guiones y amó el séptimo arte, sin embargo, el cine no le hizo justicia

PEPA BLANES   17-04-2014 - 22:16 CET

Muchos son los escritores descontentos con la adaptación a la gran pantalla de su obra. Gabriel García Márquez no es ninguna excepción. Sus novelas han obsesionado a muchos directores pero ninguno ha sabido captar la esencia y el estilo de su obra. Sin embargo, no es la única decepción de Gabo, como guionista pocas veces se sintió a gusto con el acabado de sus guiones. Gabo fue crítico de cine. Su veintena la pasó por El Universal de Cartagena y por El Heraldo de Barranquilla. Fue en El espectador de Bogotá donde una película captó, por encima de otras, su atención. El escritor quedó fascinado por la capacidad de la cinta de mezclar ficción y realidad de Milagro en Milán, de Vittorio de Sica. "Mezclados de manera genial lo real y lo fantástico, hasta el extremo de que en muchos casos no es posible saber dónde termina lo uno y dónde comienza lo otro". El cine abrió a García Márquez las puertas del realismo mágico.

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ENCUESTA - 2014-04-17 - (445 votos)

"El destino del escritor de cine está en la gloria secreta de la penumbra, y sólo el que se resigne a ese exilio interior tiene alguna posibilidad de sobrevivir sin amargura", decía el escritor en 'La penumbra del escritor'un artículo periodístico publicado en 1982. En ese texto definía su relación con el cine como la de un "matrimonio mal avenido". Gabriel García Márquez reconoce que no puede vivir sin el cine, pero tampoco con él. "A juzgar por la cantidad de ofertas que recibo de los productores, también al cine le ocurre lo mismo conmigo", decía.

Fue su abuelo, no el coronel Aureliano Buendía, sino el coronel Nicolás Márquez, el que le llevó, una tarde, a conocer el invento de los Lumière. En ese momento se enamoró de la imagen en movimiento. Fue crítico de cine, pero su libertad chocó con los intereses de distribuidoras y productoras. Se lanzó a realizar un cortometraje surrealista con dos amigos, La langota azul, en 1954. Estudio guion en Roma, con su admirado Cesare Zavattini y se dejó seducir por el neorrealismo italiano, que influiría en sus primeras obras y en los guiones que empezó a escribir ya afincado en México.

Con el también escritor del boom, Carlos Fuentes adaptó un texto del mexicano Juan Rulfo en El gallo de Oro (1964, cinta dirigida por Roberto Galvaldón. Escribió el guion de En este pueblo no hay ladrones, basada en un relato suyo, una cinta en la que el propio Gabo actuaba junto a Luis Buñuel, Juan Rulfo y Carlos Monsiváis. Firmó Lola de mi vida, dirigida por Miguel Barbachano y Tiempo de morir para Arturo Ripstein.

Un buen día empezó a escribir Cien años de soledad y el éxito de la novela fue tal que su tiempo de guionista empezó a flaquear. Hubo todavía algunos guiones como el de Presagio (1974), de Luis Alcoriza; El año de la peste (1978), de Felipe Cazals; María de mi corazón (1979), de Jaime Humberto Hermosillo; La viuda de Montiel (1979), de Miguel Littín, basada en un relato suyo; El mar del tiempo perdido (1979), de Solveig Hoogestejin y Eréndira (1983), de Ruy Guerra.

En 1986 Gabriel García Márquez se puso al frente de La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, una entidad que buscaba la unión de todos los cineastas latinoamericanos y, más tarde, de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, en Cuba, donde impartirá un curso de guion. De ahí surgirían nuevas películas como Un señor muy viejo con unas alas enormes (1988), de su íntimo amigo Fernando Birri, El verano de la señora Forbes (1989), de Jaime Humberto Hermosillo, Edipo Alcalde, o Milagro en Roma de Lisandro Duque Naranjo.

 

Lo que acabaría definitivamente con su trabajo en el cine sería la reflexión del escritor colombiano en Cómo se cuenta un cuento: taller de guion: "No sé cuántos guiones llevo hechos, unos buenos, otros malos, y al final lo que veo en pantalla nunca es lo que yo tenía en la cabeza". En ese momento en el que Gabo deja de escribir guiones, son otros los guionistas o directores interesados en plasmar su obra literaria con imágenes. Tarea difícil. Pocos han logrado agradar al escritor. Quizá el único haya sido su amigo Arturo Ripstein adaptando la más cinematográfica de sus novelas: El coronel no tiene quien le escriba, con Marisa Paredes y Salma Hayek.

 

Así se fueron sucediendo Crónica de una muerte anunciada de Francesco Rosi, protagonizada por Rupert Everett, Ornella Muti y Lucía Bosé. En 2006 el británico Mike Newell rueda en inglés El amor en los tiempos del cólera, de la que ni siquiera Javier Bardem salvó de la quema. Sin pena ni gloria, en 2010 se estrena Del amor y de otros demonios, por la directora costarricense Hilda Hidalgo. La última novela que se ha convertido en película ha sido Memoria de mis putas tristes, dirigida por Henning Carlsen, escrita por Jean-Claude Carrière y protagonizada por Geraldine Chaplin y Ángela Molina.

La falta de entendimiento entre el cine y la literatura del nobel colombiano es una constante decepción para el escritor y para sus acérrimos fans. La longitud de sus novelas, la complejidad de las tramas, la multiplicidad de aristas en sus personajes y la presencia de lo onírico hacen que sus novelas sean las más difíciles de adaptar de los escritores del boom. El realizador Lisandro Duque apunta a que es la alta expectativa del público la que hace fallar de antemano la adaptación cinematográfica; pero, al margen de la expectación del espectador, nadie ha sabido emocionar trasformando el universo de Gabriel García Márquez en imágenes.


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De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 22:01

Muere Gabriel García Márquez

El que ha sido uno de los escritores más influyentes del siglo XX fallece a los 87 años dejando al mundo una obra inmensa y el legado del realismo mágico

Cultura | 17/04/2014 - 21:54h | Última actualización: 17/04/2014 - 22:42h

Muere Gabriel García Márquez

El escritor colombiano en una imagen tomada en 1982 AFP / Ivan Garcia

Xavi Ayén

Xavi Ayén

Barcelona

 

Gabriel García Márquez ha muerto. A los 87 años, víctima del cáncer, al mediodía mexicano, en su casa del Pedregal de San Ángel, en el D.F. Sus millones de lectores dirán que se ha elevado para acompañar a Remedios la Bella.

Le ha vencido una enfermedad contra la que había batallado, en diferentes etapas, desde 1999. El escritor sufría Alzheimer desde hacía varios años, aunque la familia no lo había hecho público. El que ha sido uno de los escritores más influyentes del siglo XX deja al mundo una obra inmensa y el legado del realismo mágico.

Y deja también una novela inédita totalmente finalizada, que no publicó en vida al mantener dudas acerca de su final y sobrevenirle luego su enfermedad. Su familia ya había decidido que "En agosto nos vemos" –ese era su título inicialmente– se iba a publicar póstumamente. Es la historia de una mujer de 53 años, María Magdalena, que cada 16 de agosto viaja en transbordador a una isla caribeña donde está enterrada su madre. Lleva veintitrés años felizmente casada, pero, un día, en el hotel, aborda a un hombre y acaban en la habitación. Es la primera infidelidad de su vida y, al irse, el hombre le deja un billete en la mesita de noche. Solo se conoce ese primer capítulo, que el autor leyó en público en 1999 y publicó en algunos medios. La novela se compondría de cinco episodios protagonizados por María Magdalena, que vive cada año en continuo sobresalto esperando que el 16 de agosto le suceda algo.

Hoy, la página web de la Academia Sueca –que le concedió el Nobel de literatura en 1982– seguía asegurando que Gabriel García Márquez nació en Aracataca (Colombia) en 1928, cuando en realidad lo hizo el 6 de marzo de 1927. El propio escritor disfrutaba jugando a los despistes biográficos.
Fue el mayor de siete hermanos y cuatro hermanas, aunque su padre, Eligio, tuvo además cuatro hijos con otras mujeres, algunos de los cuales acabaron cuidados por la resignada madre de Gabo. El niño fue dejado al cuidado de sus abuelos entre 1929 y 1937. Gabito no tuvo memoria de su madre hasta que él ya tenía casi cumplidos siete años. El coronel Nicolás Márquez –su abuelo, pero, para Gabo, su "padre" real– tiene mucho que ver con su fascinación por lo militar y la constante presencia de hijos ilegítimos en su literatura, pues el viejo militar tuvo unos más de una decena fuera del matrimonio.

Gabito, dadas las ausencias paternas, justificadas por descalabros –y traslados– profesionales diversos, tuvo que asumir el rol de hombre de la casa a muy temprana edad. Fue un irregular estudiante de Derecho en Bogotá durante los años 1947 y 1948. El "bogotazo" de 1948 –protestas tras el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán– y el período de violencia que este inauguró lo asustaron y decidió continuar sus estudios en Cartagena de Indias, pero en realidad a lo que se dedicó allí, entre los años 1948 y 1949, fue al estimulante viaje iniciático que supone ejercer como aprendiz de periodista en un medio local, en este caso el diario liberal "El Universal".

En 1948 tuvo también su primer contacto con una Barcelona idealizada en los recuerdos de un exiliado, el "sabio catalán" Ramon Vinyes, a quien conoció junto a su grupo de contertulios "letraheridos" en un viaje a Barranquilla, localidad en la que viviría desde el 15 de diciembre de 1949 hasta 1951. Primero en un cubículo inserto en un hotel de lance, donde las prostitutas ejercían su oficio y él el suyo, de escritor y columnista, y más tarde en el elegante barrio de El Prado. El grupo, además del "sabio catalán" y Gabo, lo componían Germán Vargas, Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso y José Félix Fuenmayor. Fue Vinyes quien le dijo que no llamara Barranquilla a su territorio literario porque era un lugar demasiado reconocible y poco atractivo, lo que le haría ir buscando alternativas, hasta que vio el nombre de Macondo en una finca en 1952.

Pero su salto a Europa se produjo en 1955. Fue enviado a Ginebra para cubrir como informador una importante reunión en la ONU: la cumbre de los Cuatro –Estados Unidos, la URSS, el Reino Unido y Francia–. Viajó luego a Roma y Venecia, para empaparse de cine, luego a Viena, y de allí a Checoslovaquia y Polonia, sus primeras inmersiones en los países del Este. Pero, en fin, al poco volvió a Roma, donde fue alumno del cineasta Cesare Zavattini.

Vivió la bohemia parisina (1956 y 1957) y volvió a Latinoamérica en diciembre de 1957, a trabajar con Plinio Apuleyo Mendoza en la revista "Momento", de Caracas. La Venezuela que vio aterrizar al joven García Márquez en 1957 estaba regida por el dictador Marcos Pérez Jiménez, forzado a huir al exilio en Santo Domingo el 23 de enero de 1958. Gabo cubrió esos momentos como periodista y en aquella caída del dictador, ante una junta militar que entra y otra que sale, el joven García Márquez tuvo su “primera intuición del poder, del misterio del poder”, un tema sin el cual no es posible entender ni su obra ni su vida, y comentó: “Aún no se ha escrito la novela del dictador latinoamericano”. Gabo ha sido amigo de influyentes políticos y mandatarios, de Bill Clinton a Felipe González pero, sobre todo, del cubano Fidel Castro, con el que trabó una relación personal indestructible.

Gabo –que en marzo de 1958 se había casado en Barranquilla con Mercedes Barcha–, tras el triunfo de Fidel Castro en Cuba en 1959, regresó a su país natal para incorporarse, de nuevo junto a Plinio Mendoza, a Prensa Latina, la nueva agencia de noticias cubana nacida tras una conversación entre Fidel y Pablo Neruda, que quería ser un contrapeso a la orientación imperialista de empresas como la norteamericana Associated Press. Su trabajo periodístico al servicio de la revolución lo llevó, en 1961, a trasladarse a Nueva York, de donde huyó a México. Ahí encontraría la inspiración para alumbrar su obra más célebre, "Cien años de soledad", que publicaría la editorial Sudamericana en 1967.

Se trataba del libro más importante de su vida. Abandonó todos sus trabajos y se encerró a escribirlo, vestido con mono azul de mecánico, en una máquina Olivetti. Su amigo Álvaro Mutis coordinaba el capítulo financiero y consiguió reunir 5.000 dólares. A pesar de sus esfuerzos, los García Barcha dejaron a deber varios meses de alquiler. Fueron esos apuros económicos los que le hicieron aceptar, a finales de 1965, un cheque de 500 dólares que le ofreció el editor Paco Porrúa, de la editorial bonaerense Sudamericana, propiedad del catalán Antoni López Llausàs, por el libro que aún estaba escribiendo. Carlos Barral, en Barcelona, había rechazado los libros anteriores de García Márquez.

"Cien años de soledad" fue el mayor éxito comercial conocido de una novela en castellano, solo superado por el "Quijote". Los 8.000 ejemplares de la primera edición se agotaron en menos de un mes pero, sobre todo, se calcula que ha vendido desde entonces unos 40 millones de ejemplares en todo el mundo. El tsunami en ventas benefició por arrastre a toda una serie de autores –desde los precedentes, como Borges o Rulfo, a los contemporáneos y los más jóvenes–, despertó la curiosidad mundial por lo que se escribía en América Latina y dio pie al fenómeno del boom. De algún modo, esa obra devolvió la autoestima a los lectores latinoamericanos, que por primera vez se sintieron en la primera división de la literatura mundial, en un fenómeno literario que discurrió paralelo al auge de la Revolución Cubana.

Tras la publicación de ese libro en 1967, se mudó a Barcelona, donde escribió "El otoño del patriarca", obra centrada en un dictador solitario y grotesco. En 1975, volvió a México, donde reside desde entonces.

En 1982, un año después de "Crónica de una muerte anunciada", la Academia Sueca le otorgó el premio Nobel de literatura por haber “unido los límites de lo real y lo irreal”. Algunas de sus obras posteriores fueron "El amor en los tiempos del cólera" (1985), "El general en su laberinto" (1989), "Del amor y otros demonios" (1994) o "Noticia de un secuestro" (1996). Las dos últimas son sus memorias de infancia y juventud, "Vivir para contarla" (2002), que llega hasta los años 50, y la novela corta "Memoria de mis putas tristes" (2004).


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De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 22:03

Muere "Gabo" a los 87 años

Escrito por AGENCIAS el 17 Abril 2014. | Publicado en Cultura

 
El escritor y periodista colombiano falleció en su casa en el DF.
El escritor y periodista colombiano falleció en su casa en el DF.

Gabriel García Márquez falleció a los 87 años en su casa en la ciudad de México tras ocho días de haber salido del hospital.

 

El escritor y periodista colombiano fue internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán" el 3 de abril por deshidratación e infecciones en los bronquios y las vías urinarias.

El hospital indicó, tras ser dado de alta, que el estado de salud del Premio Nobel de Literatura 1982 era "delicado pero de acuerdo a su edad".

La familia del escritor reconoció el lunes, a través de un comunicado, que la condición del autor de "Cien años de soledad" era estable pero "muy frágil" y que podrían existir complicaciones debido a su edad.

Recientemente el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, había desmentido que el escritor de "El coronel no tiene quien le escriba" tuviera cáncer como un medio había difundido.

García Márquez había padecido un cáncer linfático, pero logró superarlo.

Plinio Apuleyo Mendoza, amigo de Gabo, dio a conocer que mostraba indicios de padecer Alzheimer.

La última vez que se vio a Gabo fue en su cumpleaños 87 cuando salió de su casa, al sur del DF, para saludar a periodistas y fotógrafos que desde temprano habían llegado para verlo. Escuchó y se unió al grupo de reporteros que le cantaron las tradicionales Mañanitas.

A unos días de este hecho, su hermano Gustavo García Márquez falleció en Bogotá.


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De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 22:05

Muere 'Gabo'

17 abril 2014

04:16 PM ET

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Muere Gabriel García Márquez a los 87 años

Por Fernando Ramos, para CNN

Bogotá (CNN Español) €“ Este jueves murió el Nobel colombiano Gabriel García Márquez. El escritor había estado recientemente internado en una clínica de Ciudad de México por una infección pulmonar y urinaria.

Si estás viendo esta nota en tu móvil, mira aquí la galería.

La vida de uno de los más grandes de la literatura universal

El 6 de marzo de 1927 nació en Aracataca, Magdalena, un niño como cualquier otro pero muy distinto a los demás: Gabriel García Márquez.

Aracataca es un pequeño municipio en el norte de Colombia que muchos confunden o asimilan con Macondo, un pueblo creado en la inagotable imaginación de Gabo, o Gabito como lo apodaron sus padres y amigos desde la infancia. Allí transcurrieron muchas de sus historias y obras literarias más conocidas, entre ellas la que le dio el reconocimiento mundial: 100 años de Soledad.

Historias que seguramente seguirán contándose por muchos años tras su muerte este jueves a los 87 años.

A García Márquez siempre le gustó que lo reconocieran y lo recordaran como el hijo del telegrafista de Aracataca, lo que revela parte de su carácter, humildad y grandeza.

Sus padres, Gabriel Eligio García y su madre, Luisa Santiaga Márquez, lo dejaron desde muy niño al cuidado de su abuelo el Coronel Nicolás Márquez y su esposa Tranquilina Iguarán. El veterano de guerra fue uno de los primeros en despertar en Gabo la pasión por las historias, los cuentos, el periodismo y la literatura.

Doña Tranquilina Iguarán tenía dificultades visuales. Pero las maravillosas historias, fábulas y leyendas que le contaba a su nieto, muchas de ellas imaginarias, inspiraron gran parte de la obra del más universal de los autores colombianos.

La infancia de Gabriel García Márquez transcurrió en la costa norte, en el caribe colombiano, en medio de las necesidades propias de una familia de escasos recursos que hizo todo lo posible por brindarle una buena educación. De esas festivas y calurosas tierras llenas de encanto tropical, pasó, gracias a una beca, a estudiar en 1940 a la andina y fría ciudad de Zipaquirá, en el centro del país.

Fueron tiempos difíciles para García Márquez que, sin embargo, forjaron su estilo y su prosa.

En 1947 llegó a Bogotá a estudiar Derecho en la Universidad Nacional. Fue en esa época, marcada también por la austeridad, cuando Gabo publicó su primer cuento en el periódico El Espectador: La tercera resignación. Allí empezaría su carrera como reportero, sin duda uno de los mejores en la historia de Colombia. Nunca se graduó de abogado, pero se inició entonces como columnista en el Periódico El Universal de Cartagena.

Fue en esa misma época que Gabriel García Márquez conoció a varios de los que serían sus mejores amigos, en el llamado Grupo de Barranquilla. Jóvenes inquietos devoradores de obras literarias, de los clásicos y los nuevos autores de la época que se reunían a hablar de lo que más les gustaba: los libros.

Vivían en eternas discusiones sobre la obra de William Faulkner, de Virginia Woolf y de Albert Camus, entre muchos otros, en un bar llamado La Cueva, que aún existe en Barranquilla. Esa época lo marcaría también como un bohemio amante de la buena música, asiduo visitante de antros de barrios y hoteles de baja categoría. Muchos de esos lugares son de común referencia en su obra literaria.

Pasada una década, a comienzos de 1950 comenzó a escribir su primer novela, que inicialmente se llamó La Casa y luego le cambió el título a La Hojarasca. Todo inspirado en su natal Aracataca, que poco a poco se iba convirtiendo ya en Macondo, y en el comienzo de una extensa producción literaria que incluye títulos como Relato de un náufrago, el Coronel no tiene quien le escriba, La Mala Hora, Los funerales de la Mamá grande, El amor en los tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada , El otoño del Patriarca, Vivir para contarla, entre otras.

Pero Gabo realmente llegó a su cúspide en 1967 con Cien años de soledad, su obra maestra traducida a 50 idiomas y de la que se han vendido más de 50 millones de ejemplares. En 2007, durante un homenaje de la Real Academia de la Lengua, García Márquez leyó el primer párrafo de su novela y contó una anécdota sobre cómo la escribió .

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar aquella tarde en que su padre lo llevó a conocer el hielo. No tenía idea sobre el significado y el origen de esa frase ni hacia dónde debía conducirme. Lo que hoy se es que no dejé de escribir un solo día durante 18 días hasta que terminé el libro", explicaba el escritor.

El novelista, periodista y creador del movimiento literario conocido como el Realismo Mágico, viajó por el mundo y conoció muchas culturas. Lo que le sirvió para nutrir de maravillosas historias sus escritos.

Refiriéndose a una la obra cumbre de García Márquez, el expresidente Alvaro Uribe decía que "la narración de hechos históricos, de costumbres y la descripción de nuestra manera de ser tomaron en 100 años de Soledad una dimensión épica. La obra de García Márquez nació porque existe el gran pueblo de Colombia que inspiró su creación".

El hoy presidente Juan Manuel Santos dijo que "los gigantes nunca mueren".

"Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos", dijo Santos.

García Márquez recibió el Nobel de literatura en 1982 en Estocolmo, Suecia. Un acontecimiento que se convirtió en uno de los momentos más sublimes de la historia reciente de Colombia.

Escucha aquí su discurso al recibir el Nobel

Gabo fue amigo de muchos poderosos, pero detestaba el poder. Su relación cercana al líder cubano Fidel Castro le valió muchas críticas. Pero también fue cercano a los presidentes de las últimas 6 décadas en Colombia, de expresidentes de Estados Unidos y de América Latina. De reyes y empresarios. Pero en especial fue amigo de sus colegas novelistas. Fue notoria su cercanía con el mexicano Carlos Fuentes y también sus desencuentros con el escritor peruano Mario Vargas Llosa que no pasaron del plano literario.

El rey Juan Carlos de España dijo de Gabo que €œes en sí mismo, en su trayectoria creadora un ejemplo vivo de la unidad del español en su diversidad. Una de las figuras más insignes de la literatura en español. Suyas son estas palabras: No hablemos más por separado de literatura latinoamericana y de literatura española. Sino simplemente de literatura en lengua castellana".

A Gabo le gustaba la música vallenata, de la cual disfrutaba en parrandas memorables siempre que volvía a Colombia. A donde no le gustó mucho volver fue a Aracataca, su pueblo. Quizá por las nostalgias que le provocaban los recuerdos de su infancia.

Siempre tuvo también un lugar especial para su país, aunque gran parte de su vida la pasó en México.

"En estos días he estado pensando una cosa, yo quisiera que Colombia fuera el siguiente país: La Colombia que es hoy sin las cosas malas que tiene", decía en 1992.

Gabriel García Márquez fue un hombre de pocas entrevistas. En 2004 Gabo publicó su última obra, Memoria de mis putas tristes. Ya el peso de los años y enfermedades propias de su edad le impidieron seguir publicando novelas. Sin embargo son muchos sus escritos inéditos que guarda consigo su eterna compañera y cómplice, Mercedes Barcha, su esposa que lo acompañó siempre a todos los lugares del mundo que visitó. Que lo conoció en la carencia y en la gloria. Y que estuvo a su lado hasta el último de sus días como una protagonista más de sus novelas. Como la más fiel y amada de sus personajes.

 

Temas: García Márquez


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De: Ruben1919 Enviado: 17/04/2014 22:06

Muere Gabo, 'genio de la literatura universal', 'gigante de la literatura del siglo 20'

Así describieron El País de España y The New York Times, respectivamente, a Gabriel García Márquez.

 

Así fue su historia, su vida

Antes de Macondo fue ‘Gabo’. Y antes de ‘Gabo’, sus padres Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez. A las 9 de la mañana de un 6 de marzo, nació Gabriel García Márquez en Aracataca. Era el año 1927.

‘Gabo’ fue criado por sus abuelos maternos, “un coronel retirado y una mujer supersticiosa”, dice Abc, Nicolás Márquez y de Tranquilina Iguarán. Ellos, con sus historias, fábulas y leyendas, marcarían su literatura.

Dice El Colombiano que de sus primeros ocho años de “infancia prodigiosa”, García Márquez ha llegado a decir: “Después todo me resultó bastante plano: crecer, estudiar, viajar... nada de eso me llamó la atención. Desde entonces no me ha pasado nada interesante”.

García Márquez estudió en Zipaquirá y en 1946 terminó el colegio, como indica Biografías y vidas. Entró a estudiar Derecho en la Universidad Nacional, mientras El Espectador publicó su primer cuento, ‘La tercera resignación’. Tenía 20 años.

En un viaje, ‘Gabo’ conoció al ‘Grupo de Barranquilla’, un círculo de amigos intelectuales formado por Germán Vargas, Álvaro Cepeda y Alfonso Fuenmayor. Con ellos, descubrió varios autores que influenciarían su trabajo: Kafka, Joyce, Faulkner, Virginia Wolf y Hemingway, relata El Colombiano.

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En 1955, García Márquez viajó a Europa como corresponsal de El Espectador, y al tiempo, fue editada ‘La hojarasca’, que por primera vez habla de Macondo, ese lugar inmortalizado en ‘Cien años de soledad’.

Conoció a Mercedes Bacha en Barranquilla y fue ella la mujer que lo acompañó hasta sus últimos días. Cuenta la historia que en enero de 1965, mientras conducía un carro en carretera mexicana, le dijo a Mercedes: “¡Encontré el tono! ¡Voy a narrar la historia con la misma cara de palo con que mi abuela me contaba sus historias fantásticas, partiendo de aquella tarde en que el niño es llevado por su padre a conocer el hielo!”.

Así, se encerró durante 18 meses a escribir ‘100 años de soledad’, una de sus obras más recordadas

Cuando salió al mercado, en 1967, fue un éxito. Aseguró El Colombiano: “en pocos días se agota la primera edición y en tres años se venden más de medio millón de ejemplares”. Pablo Neruda dijo que esta, “es la mejor novela que se ha escrito en castellano después del Quijote".

García Márquez fue a vivir en Barcelona, en donde permaneció hasta el 75, año en el que se publicó ‘El otoño del patriarca’. Según El colombiano, “desde esos años, tan difíciles para América Latina, García Márquez es consciente de su responsabilidad como intelectual de prestigio: estrecha lazos de amistad con mandatarios de tendencia progresista (Fidel Castro, Torrijos, Carlos Andrés Pérez , los sandinistas, últimamente, Hugo Chávez...), se convierte en embajador extraoficial del continente, lucha activamente en defensa de los derechos humanos... “.

Cuando ‘Crónica de una muerte anunciado’ fue publicado, en 1981, el escritor fue acusado de financiar al M-19 y tuvo que pedir asilo político en la embajada mexicana. Meses después, recibió el Premio Nobel.

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Según se supo, García Márquez “disputó el galardón con Graham Greene y Gunther Grass”, indicó Biografías y vidas. Con un vestido en lino blanco y un poderoso discurso, que es en sí mismo una pieza literaria, ‘Gabo’ recibió el premio en Estocolmo. Ya era una leyenda.

Luego del importante reconocimiento, promovió la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y fundó la Escuela de cine de San Antonio de los Baños, en Cuba. En 1989 escribió ‘El general en su laberinto’ y escribe semanalmente un artículo para distintos diarios.

Escribe en 1994 ‘El amor en los tiempos del cólera’ y en el 2002, publica sus memorias bajo el título 'Vivir para contarla'.

En el año 1999 empezaron sus problemas de salud, luego de ser diagnosticado con cáncer linfático. Vivió sus últimos años alejado de la prensa. Y su hermano dijo en el 2012 que ‘Gabo’ tenía demencia senil.

En los últimos meses su salud fue empeorando. Se dijo que tenía neumonía, que el cáncer había regresado.

Finalmente, el 17 de abril, Gabriel García Márquez murió.



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