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General: LAS ÚLTIMAS HORAS DE NISMAN CON VIDA
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 01/12/2015 12:21 |
La última llamada: sábado, 20.37
Las comunicaciones con la tía y la hermana del fiscal que se habían difundido días atrás en realidad habían sido realizados por la Sara Garfunkel.
La última llamada que habría realizado Alberto Nisman aparece registrada a las 20.37 del sábado 17 de enero, indicaron a PERFIL fuentes cercanas a la jueza Sandra Arroyo Salgado. En los últimos días, trascendieron llamados posteriores a ese horario desde el teléfono del fiscal a su hermana y a su tía, pero la querella dijo que “existe una confusión”.
Días atrás, Clarín dio a conocer un documento en el que se establecía que el último llamado de Nisman fue a las 23.07 a su tía Lidia Garfunkel y que la comunicación se extendió por 15 segundos. “Antes –publicó ese diario– Nisman marcó el celular de su hermana Sandra. A ella la llamó desde su teléfono fijo a las 22.52 y la comunicación duró 54 segundos”.
Los informantes señalaron que, en realidad, se trató de llamadas realizadas el domingo y que fue la madre del fiscal, Sara Garfunkel, quien marcó los números de su hija y hermana desde el teléfono de línea para comunicarles lo que había ocurrido en el departamento.
Tal como reveló PERFIL, el domingo 18 de enero, Nisman no realizó ninguna llamada telefónica durante el día. Una ausencia de actividad que contrasta con el intenso intercambio telefónico que había tenido Nisman los días anteriores.
Las computadoras y los equipos de comunicación secuestrados en el departamento de Le Parc la madrugada del último 19 de enero permanecieron cerrados durante semanas en los gabinetes del Departamento de Apoyo Técnico de la Policía Federal. Pese a que la fiscal Viviana Fein había advertido desde el primer día que el análisis sería clave en el esclarecimiento del caso, debió esperar a que la querella dispusiera los peritos de parte y eso atrasó una pericia clave para el caso.
Cuando Arroyo Salgado incluyó al forense informático Gustavo Presman, la pericia comenzó y, al igual que la autopsia y sus estudios complementarios, es objeto de controversias entre la defensa, la querella y los técnicos oficiales.
Luego de que la ex mujer de Nisman anunció que su equipo de peritos había determinado que la data de muerte ubicaba a Diego Lagomarsino en la escena de un presunto crimen, trascendieron datos relacionados con las pericias informáticas que contradicen esa hipótesis.
El abogado de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, se quejó de la interrupción de las pericias informáticas. Según la defensa, los peritos habían detectado que la computadora del fiscal se utilizó de forma “local” el domingo cerca de las 8 de la mañana, pero admitió a PERFIL que este dato “no consta en un acta, sino en un registro fílmico de la notebook de Nisman”. Este viernes, el abogado pidió que se preserve esa información.
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Y si no llamó fué porque ya estaba muerto o estaba agonizando lentamente .... Indicio aún más grave contra Lagomarsino que la Fein no puede seguir ignorando ...
El día de su muerte, Nisman no hizo llamados telefónicos
El fiscal habló dos veces con el espía Alberto Massino, director de Análisis de la ex SIDE, pero fue dos días antes de su fallecimiento.
- Por Emilia Delfino | 01/03/2015 | 20:45
El domingo 18 de enero, cuando perdió la vida, el fiscal Alberto Nisman no realizó ninguna llamada telefónica. La falta de actividad contrasta con la intensa actividad telefónica que el fiscal había exhibido los días anteriores, según los registros que actualmente están en manos de la Justicia.
Del primer análisis de las comunicaciones aparece otro dato significativo: dos días antes de su muerte, habló dos veces y durante alrededor de 18 minutos con el espía Alberto Massino, ex director de Análisis de la Secretaria de Inteligencia.
Massino deberá declarar como testigo en la causa por la muerte del fiscal. Se trata de uno de los hombres de confianza de Jaime Stiuso, ex director de Operaciones de la ex SIDE, que utilizaba uno de los 277 teléfonos a nombre del jefe de los espías y trabajaba en el caso AMIA.
Una de las conversaciones de ese viernes 16 de enero entre Nisman y Massino duró aproximadamente 15 minutos. La otra charla telefónica fue de alrededor de tres minutos, confirmaron a PERFIL fuentes judiciales. Ambas llamadas fueron realizadas por Nisman.
Massino deberá declarar ante la fiscal Viviana Fein como testigo y explicar de qué hablaron en ambas oportunidades, ya que Stiuso dijo que esa radio Nextel que se comunicó con Nisman estaba a su nombre pero era utilizado por su colega. Stiuso admitió haber recibido un alerta de Nextel de Nisman el sábado 17 de enero pero dijo que no atendió el llamado porque no lo advirtió. Al día siguiente, el domingo 18, Nisman no llamó a nadie con sus radios Nextel, agregaron las fuentes consultadas. La nula actividad telefónica del fiscal ese día –se estima que habría muerto cerca del mediodía– contrasta con el frenético intercambio de llamadas del viernes y sábado previo a la muerte.
Comunicaciones. Los teléfonos serán centrales en la causa a partir de ahora. Las pericias sobre los aparatos de Nisman, una agenda personal y las computadoras del fiscal comenzarán el lunes por la mañana. Fein ordenó que estén a cargo de la División de Apoyo Tecnológico de la Policía Federal, y con la participación de los peritos de parte.
Los llamados no sólo dirán con quién habló Nisman los últimos días de su vida. También se podrá saber parcialmente de qué habló. Los peritos rescatarán y analizarán los mensajes de texto y chats del fiscal. A su vez dispararán una larga lista de citaciones para que los interlocutores se presenten a declarar ante la fiscalía que encabeza Fein.
Los mismos peritos que peritarán los teléfonos y computadoras de Nisman también analizarán las imágenes de los DVR de las torres de Le Parc (grabadores de video digital de las cámaras de seguridad). Allí, la fiscal Fein quiere ver quiénes entraron y salieron del complejo de torres donde vivía Nisman, tanto el día de su muerte, el domingo 18 de enero, como los días previos al hecho. ( Ésta es prueba fundamentalísima que ha debido practicarse desde el primer día ....)
Hay ocho DVR para analizar, pero sólo se podrán peritar seis, ya que dos de ellos fueron fabricados por una empresa china que aún no entrega la contraseña para acceder a las imágenes albergadas en su interior.
Massino deberá declarar en circunstancias similares a las de Stiuso para proteger su identidad. El espía, como su colega, fue desplazado de la Secretaría de Inteligencia tras la llegada de Oscar Parrilli. Como director de Análisis, Massino ocupaba un lugar estratégico que servía como estación terminal de la información que recopilaban otros sectores de la Secretaría de Inteligencia.
Fein decidió que Stiuso declarara en secreto. El lugar y la fecha de su testimonio no se dio a conocer con anterioridad para preservar al espía. Lo mismo decidió hacer con el espía Massino.
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Lo de las comunicaciones de Nisman si que es cosa importante y no se le ha dado la importancia que merece ....
La última llamada: sábado, 20.37
Las comunicaciones con la tía y la hermana del fiscal que se habían difundido días atrás en realidad habían sido realizados por la Sara Garfunkel.
La última llamada que habría realizado Alberto Nisman aparece registrada a las 20.37 del sábado 17 de enero, indicaron a PERFIL fuentes cercanas a la jueza Sandra Arroyo Salgado. En los últimos días, trascendieron llamados posteriores a ese horario desde el teléfono del fiscal a su hermana y a su tía, pero la querella dijo que “existe una confusión”.
Días atrás, Clarín dio a conocer un documento en el que se establecía que el último llamado de Nisman fue a las 23.07 a su tía Lidia Garfunkel y que la comunicación se extendió por 15 segundos. “Antes –publicó ese diario– Nisman marcó el celular de su hermana Sandra. A ella la llamó desde su teléfono fijo a las 22.52 y la comunicación duró 54 segundos”.
Los informantes señalaron que, en realidad, se trató de llamadas realizadas el domingo y que fue la madre del fiscal, Sara Garfunkel, quien marcó los números de su hija y hermana desde el teléfono de línea para comunicarles lo que había ocurrido en el departamento.
Tal como reveló PERFIL, el domingo 18 de enero, Nisman no realizó ninguna llamada telefónica durante el día. Una ausencia de actividad que contrasta con el intenso intercambio telefónico que había tenido Nisman los días anteriores.
Las computadoras y los equipos de comunicación secuestrados en el departamento de Le Parc la madrugada del último 19 de enero permanecieron cerrados durante semanas en los gabinetes del Departamento de Apoyo Técnico de la Policía Federal. Pese a que la fiscal Viviana Fein había advertido desde el primer día que el análisis sería clave en el esclarecimiento del caso, debió esperar a que la querella dispusiera los peritos de parte y eso atrasó una pericia clave para el caso.
Cuando Arroyo Salgado incluyó al forense informático Gustavo Presman, la pericia comenzó y, al igual que la autopsia y sus estudios complementarios, es objeto de controversias entre la defensa, la querella y los técnicos oficiales.
Luego de que la ex mujer de Nisman anunció que su equipo de peritos había determinado que la data de muerte ubicaba a Diego Lagomarsino en la escena de un presunto crimen, trascendieron datos relacionados con las pericias informáticas que contradicen esa hipótesis.
El abogado de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, se quejó de la interrupción de las pericias informáticas. Según la defensa, los peritos habían detectado que la computadora del fiscal se utilizó de forma “local” el domingo cerca de las 8 de la mañana, pero admitió a PERFIL que este dato “no consta en un acta, sino en un registro fílmico de la notebook de Nisman”. Este viernes, el abogado pidió que se preserve esa información.
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Se conocieron las últimas llamadas de Nisman Escrito por El Reportero
En sus últimos días, el fiscal Alberto Nisman habló con un sinfín de personas desde sus líneas telefónicas.
Algunos de sus familiares, una diputada y varios de sus colaboradores integran el listado de llamados que hizo mientras se preparaba para presentar ante el Congreso la denuncia contra la presidente Cristina Kirchner por encubrir el atentado a la AMIA.
Según publica el diario Clarín, su tía, Lidia Garfunkel, es la última persona a la que llamó el sábado 17 de enero a las 23:52 desde su departamento en las torres Le Parc de Puerto Madero. Por lo menos, Nisman contaba con tres líneas de celular activas: una de Claro, otra de Nextel y una de Movistar, que es la que le dejó a su hija Iara en el aeropuerto de Madrid para comunicarse con su madre, la jueza Sandra Arroyo Salgado.
Según la declaración del ex espía Antonio Stiuso ante la fiscal Viviana Fein, esta última línea se la habría dado al fiscal, hace varios años, la Secretaría de Inteligencia (SI) para mantener contacto cuando viajaba al exterior. Arroyo Salgado tenía agendado ese número como "AA Viaje Gus", precisó el matutino.
El día antes de morir, Nisman utilizó la línea fija de su departamento para hacer dos llamados. A las 23:07 llamó a su tía Lidia y la comunicación se extendió por apenas 15 segundos. Al respecto, no se estableció aún si llegó o no a hablar con la mujer, ya que Garfunkel no mencionó este llamado en su declaración ante Fein. La hermana de la madre del fiscal sólo señaló cómo se enteró de la muerte de su sobrino, cómo llegó y entró al departamento la madrugada del 19 y cómo acompañó a Sara, su hermana.
Antes de llamar a Lidia, el fiscal del caso AMIA marcó el celular de su hermana Sandra. La llamó desde su teléfono fijo a las 22:52 y la comunicación duró apenas 54 segundos.
En medio de días agitados, el fiscal trabajaba en su departamento. Soledad Castro, secretaria letrada de la fiscalía y principal colaboradora de Nisman en esta denuncia, dijo que le comentó, inclusive, que debía trabajar con las cortinas cerradas. Declaró –tal como aparece en los registros telefónicos–, que habló con Nisman hasta el último día. El sábado 18 Nisman la llamó en varias oportunidades a la casa de sus padres, desde las 9 hasta las 19, y luego se comunicaron por el servicio de mensajería instantánea WhatsApp.
La tarde de ese día, a las 17:10 y a las 18:44, lo llamó a su móvil de Claro una de sus secretarias privadas, Marina Pettis, quien fue la que se contactó primero con Castro y luego con la ex mujer de Nisman para saber qué pasaba con el fiscal. Incluso, fue a ella a la que habían llamado los custodios para preguntarle qué sabía de Nisman, porque los había citado a las 11 y eran las 16:30 y no sabían nada de él.
De cara a la exposición ante el Congreso, que estaba prevista para el lunes, Nisman mantuvo una reunión con la diputada Patricia Bullrich antes de su muerte y habló con ella varias veces por teléfono. El 16 de enero, por ejemplo, la llamó en dos oportunidades desde su línea fija. Ese día también habló con su asesor informático Diego Lagomarsino y con su madre.
Hizo un llamado más el 17 de enero desde su teléfono fijo. Habló con un celular durante más de siete minutos, a las 14:03. El destinatario de la comunicación fue el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo, quien oportunamente declaró ante la fiscal Fein cuáles fueron sus contactos con el ex titular de la UFI-AMIA.
Fuente: infobae
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Confirman que Nisman llamó varias veces por celular a Stiuso antes de su muerte
09.02.2015
La fiscalía confirmó que los entrecruzamientos telefónicos mostraron “varios llamados” efectuados por el fiscal de la causa AMIA al móvil del ex jefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia.
El fiscal Alberto Nisman le habló con su celular en “reiteradas” oportunidades al ex espía Antonio “Jaime” Stiuso antes de su muerte, confirmó hoy la fiscal Viviana Fein, que investiga el caso. En un nuevo comunicado sobre el avance de la investigación, la fiscalía confirmó que los entrecruzamientos telefónicos mostraron “varios llamados” efectuados por el fiscal de la causa Amia al celular del hasta hace poco jefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE). Los llamados se efectuaron “desde la línea que pertenecía al fallecido fiscal Alberto Nisman” y las “reiteradas comunicaciones” fueron recibidas por el abonado “cuya titularidad se informó que corresponden al ingeniero Stiuso”. El dato, ahora confirmado, había trascendido la semana pasada tras un primer análisis de llamadas del Nextel que usaba Nisman y entonces se habló de las tres comunicaciones el día sábado 17 de enero, las tres originadas en el celular del fiscal. La última llamada habría tenido una duración aproximada de 12 minutos alrededor de las 5 de la tarde, es decir unas 15 horas antes del horario estimado de la muerte de Nisman en la baño de su casa con un tiro en la cabeza. A esa revelación correspondió la primera citación fallida a declarar al ex hombre fuerte de la Side como testigo sobre la “muerte dudosa”, según la carátula judicial, de Nisman, realizada el viernes pasado. "Necesito ver qué relación tuvo en vida (Nisman con Stiuso), cuáles fueron las comunicaciones previas, qué se han dicho mutuamente y qué se han solicitado hasta el día del fallecimiento", declaro hoy a radio La Red la fiscal Fein. El registro de las comunicaciones entrantes y salientes del celular analizado no refleja el contenido de la charla sino, solamente, su existencia, duración y sentido. El defensor designado por Stiuso, el también ex agente de la Side, Santiago Blanco Bermúdez, aseguró que el ex jefe operativo de la agencia estatal de inteligencia tenia “una flota” de teléfonos móviles a su nombre, dando a entender que Nisman podría haber hablado con otra persona. Fein indicó que se están evaluando las condiciones con las que llevará a cabo la declaración del ingeniero Stiuso, “para resguardar la integridad personal del testigo". La propia fiscal había indicado que conversó del tema con la juez Fabiana Palmaghini, luego de que el gobierno levantara todas las restricciones que el ex espía declare en la causa y sobre cualquier hecho del que haya participado en sus 42 años como agente. Fein dejó trascender que el día, hora y lugar de la declaración de Stiuso será conocido con anticipación únicamente por ella, la jueza y la secretaría de la fiscalía, y que trabajaban en la preparación del interrogatorio. En materia de pericias, comenzó en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) del Ministerio Público de Salta la segunda prueba de barrido electrónico de metales sobre los isopados realizados en la mano de la victima. Para ello viajó un secretario de la fisclaía y un perito químico en custodia de las muestras, que debería probar que Nisman gatilló la pistola Bersa 22 que le prestó el informàtico Diego Lagomarsino. El equipo funciona desde 2010, es automático y de mayor precisión que el usado en el primer barrido, en La Plata, que dio negativo, y los nuevos resultados serán analizados por los peritos de parte. La fiscal aguarda para el miércoles próximo los resultados del examen toxicológico practicado en sangre, orina y vísceras de Nisman. | |
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Por: Laureano Pérez Izquierdo
Crédito: Martín Rosenzveig
El fiscal especial para el esclarecimiento de la causa AMIA, Alberto Nisman, fue encontrado muerto el domingo a la noche por su madre, en su domicilio de Puerto Madero. Su cuerpo fue hallado sin vida en el baño de su vivienda. En su escritorio estaban los papeles de la investigación que encaró el fiscal en la que hacía referencia a un plan para encubrir a los acusados del peor acto terrorista de la historia de la Argentina.
Sobre esos papeles Nisman había trabajado todo el sábado. Conocía al detalle la denuncia que preparó durante dos años, pero no quería que el azar fuera a desperdiciar la oportunidad que tenía de contar ante el Congreso lo que él había oído en cientos de escuchas telefónicas.
"Estoy tapado de trabajo, ordenando papeles. No sabés lo que es esto. Todavía no sé si son preguntas o tengo que exponer primero", repetía cada vez que lo interrumpían el sábado. "No quiero que se arme un show de esto. No quiero que el martes la tapa de los diarios sea que la exposición fue un escándalo, sino que sea lo que tengo para contar, que es muchísimo". El fiscal temía que su exposición se viera "embarrada" por alguna jugada extraña. Transmitía nervios e impaciencia. Quería que fuera lunes.
Conocí a Nisman hace varios años. No recuerdo el contexto. Estuvimos meses hablando sólo por teléfono hasta que hubo un café de por medio. Era más delgado de lo que transmitían las fotos y la televisión. Daba la impresión de un hombre hiperactivo. Que intentaba contener los nervios que indisimulablemente le salían por cada poro. Charlamos muchísimo. Intercambiábamos pareceres sobre la causa: yo muy escéptico con la captura de los iraníes; él muy confiado en hallar la verdad.
Me comentó sobre todos los nexos que encontró en su investigación entre Irán y el grupo terrorista Hezbollah. Tenía todos los nombres en su cabeza. No sólo el de los implicados y con pedido de captura internacional y "circulares rojas". Todos. Su cerebro era un archivo repleto de información: identidades, locaciones, nombres de empresas fantasma, cruces de llamadas. Almacenó durante años esos datos, uno tras otro dándole forma. Para estar seguro de no dejar ningún punto fuera de sus dictámenes. La trama del ataque terrorista estaba estructurada en su cabeza perfectamente. Se le podía preguntar cualquier cosa referida al caso que la rapidez con la que replicaba los nexos entre uno y otro protagonista aturdía. Del derecho y del revés.
Hubo decenas de nuevos contactos a lo largo de estos años. Celebró las famosas "circulares rojas" de Interpol. Sintió el apoyo a la investigación cuando se hizo explícita la firmeza argentina ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Y se indignó con el memorándum firmado entre el Gobierno e Irán. "Es inconstitucional", me confió en otro café que compartimos antes de presentar su escrito ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral.
Y desde hacía dos años que trabajaba en este nuevo caso. "Tengo algo que es un escándalo. Están hasta la manija". Me lo adelantó hace más de un año, en noviembre de 2013, con otro café de por medio. Pero no podía decir nada más. Ni dar nombres. Sólo ese título. En ese momento creí que se trataba de una nueva prueba relacionada con la investigación del atentado. No sospechaba lo que vendría.
Pasaba el tiempo y la curiosidad crecía y con ella, los constantes llamados: ¿Y? ¿Algo para contar? Ya había pasado un año. "Todavía nada. Estoy más cerca. Muy cerca". Nisman era hermético.
En diciembre, se fue de vacaciones con su familia a Europa. Hablamos. Estaba feliz. Era un viaje que tenía prometido a una de sus hijas desde hacía tiempo. Siempre hablaba de ellas: eran su debilidad. "A la vuelta nos juntamos y vamos a almorzar". Sin embargo algo cambió el 7 de enero y decidió emprender -horas después- su retorno urgente a Buenos Aires. "Me están presionando. Me avisan que está escrito el dictamen de (Alejandra) Gils Carbó para apartarme", le comentó a un colaborador. Por eso concretó su vuelta y presentó ante la Justicia federal el escrito con la acusación por encubrimiento a los responsables del ataque terrorista a la AMIA que alcanza a la presidente Cristina Kirchner, al canciller Héctor Timerman y otros varios sospechados.
El miércoles a las 7 de la mañana hablamos por primera vez. Fui a verlo pocas horas después. Estaba con todo su equipo que iba y venía con carpetas. "Con esto me juego la vida", repetía a sus colaboradores. Me contó parte de la presentación que ya había hecho ante el juzgado de María Servini de Cubría, aunque me explicó que la causa recaería sobre el juez federal Ariel Lijo. Reconstruí los diálogos que habíamos tenido más de un año antes. Les encontré sentido. Sobre su escritorio tenía hojas y más hojas con apuntes. Frases marcadas con resaltado con los puntos más importantes de la investigación. "Necesito el dictamen. Las escuchas, algo", le rogué. "No puedo. Si hiciera eso estaría incurriendo en un delito. Hay nombres que por ley no puedo hacer públicos. Comprendeme. Es este, pero no podés leerlo. Ni tocarlo". Me mostró una carpeta con muchas páginas. "Son más de 300". Me enseñó la firma que probaba que ya había sido presentado y recibido en lo de Servini. Y nada más del expediente. "Es delito", insistía. Abandoné ante su firmeza.
Nisman estaba nervioso. Pero vivía nervioso. Era consciente del impacto que tendría su presentación. "Tengo todo probado. El pacto con Irán es la consecuencia del plan para asegurarle impunidad de los acusados". Sabía también lo que le esperaba. "Van a venir por mí", repetía a quien lo escuchara. "Van a decir cualquier cosa". También comentaba al pasar que estaba amenazado. "Hacé la denuncia", se le recomendó. No quiso. Decía que primero debía hablarlo con su ex mujer -en Europa con sus hijas- y que no quería que vivieran una pesadilla con custodia permanente hasta para ir al colegio.
Entre el miércoles y el viernes fueron constantes los llamados que mantuvimos de ida y vuelta. Impresiones sobre el avance de la causa. Su cita en el Congreso. Incertidumbre sobre qué lo esperaría. ¿Será televisada? Temía que un espectáculo mediático le impidiera dar un marco de seriedad al contenido que pretendía transmitir.
El sábado hablé tres veces con Nisman. La primera vez fue al mediodía. La segunda, a la tarde. Por último, a las 20:37. Ironizamos sobre intrascendencias y rió con ganas de un comentario. Nos saludamos. El domingo a las 7:54 le hice un típico reproche profesional por información que apareció en otro medio: el mensaje nunca fue leído.
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La bizarra investigación de la muerte del fiscal se lleva en secreto
El show Nisman y la laptop
Después de tanto anuncio insinuado pero no cumplido, la investigación manipulada busca “evidencias” en la computadora del técnico Lagomarsino. Es que si se quiere forzar que Nisman fue asesinado, hace falta un asesino...
La pseudo-investigación de la muerte de Alberto Nisman continúa realizándose a escondidas. De vez en cuando se publican dudas o conclusiones que va elaborando Gendarmería –bajo la responsabilidad política de Patricia Bullrich– o la fiscalía de Eduardo Taiano. Según el cronograma adelantado por el diario Clarín, en la semana que pasó debería haberse dado a conocer una pericia, hecha por Gendarmería de manera oculta, con la conclusión de que a Nisman lo mataron, contradiciendo así todas las pericias anteriores. No sólo no se publicó sino que las partes fueron convocadas el 10 de julio para hacer un estudio balístico y el 2 de agosto para hacer el análisis toxicológico. Además se le formuló a las partes cien preguntas vastas, como por ejemplo “cuándo fue la data de muerte”. Es decir, que al menos oficialmente, las cosas van para largo. Esto no quita, por supuesto, que se esté trabajando clandestinamente, a espaldas de la causa judicial. Clarín también adelantó que a principios de junio, con la presencia de las partes, se haría una reconstrucción de lo ocurrido en el departamento de Nisman. Se estaba construyendo –afirmaron– una maqueta a tamaño real del piso 13 de Le Parc. Por ahora, no hubo ni construcción ni reconstrucción.
Durante el fin de semana pasado se hicieron trascender dudas sobre el informático Diego Lagomarsino, a quien apuntan para involucrar de alguna manera. Como preparan todo para establecer que hubo homicidio, necesitan un homicida. Como nueva prueba, Clarín dijo que que no se encontró la computadora desde la cual el informático Lagomarsino, de manera remota, hacía el mantenimiento de las computadoras del fiscal. La lógica es que Lagomarsino mintió sobre su trabajo y por lo tanto es sospechoso. La explicación de la defensa es simple. Todos esos trabajos los hizo siempre el informático desde una laptop que lleva en su mochila y usando el programa TeamViewer licenciado a nombre del propio Lagomarsino. Cuando allanaron la vivienda del técnico –un domingo–, éste estaba con sus hijos en casa de un amiguito de ellos, y por lo tanto no se llevaron la laptop. Tan sencillo como eso.
Rebobinando
La guerra de guerrillas mediático-judicial-política, en la que cada tanto disparan con un aparente nuevo elemento o una supuesta prueba, tiene como objetivo instalar la hipótesis del homicidio, rechazada por las tres pericias que se hicieron en la causa bajo la conducción de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. La junta médica concluyó que “no hay certeza pericial de homicidio”. La junta criminalística sostuvo que “no se encontró ningún rastro que indique el desplazamiento de personas por el interior del baño”, es decir que Nisman estaba solo en el momento del disparo. Finalmente, el estudio del laboratorio químico y forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta dictaminó que “sobre (las manos del fiscal) se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”.
Todo ese curso adverso de los estudios científicos llevó al fiscal Taiano, que instruye la causa, y al gobierno nacional, que conduce la Gendarmería, a realizar de nuevo todas las pericias, pero al principio marginando a las partes, entre ellas a la defensa de Lagomarsino. También quedaron a un costado los forenses designados por la Corte Suprema y los peritos criminalísticos de la Policía Federal. En la versión de Clarín de fines de mayo se anunció que Gendarmería dictaminaría en 30 días, o sea en la semana que pasó, que lo de Nisman fue homicidio. Además, adelantaron la realización de una reconstrucción, una semana más tarde, a principios de junio, en que podrían participar los peritos de parte. Desde entonces no hubo novedades ni se hizo la reconstrucción.
Calendario
Ahora se notificó a los peritos que el 10 de julio se hará la pericia balística, es decir se volverá a determinar la distancia y el ángulo del disparo; se reiterará que el proyectil salió de la pistola calibre 22 y otros elementos que se trabajaron desde un principio. El 2 de agosto están convocados los especialistas para hacer el análisis toxicológico, una medida llamativa, tal vez orientada a tratar de introducir en el caso que Nisman murió el sábado 17 y no el domingo 18 de enero de 2015. Esto último fue lo establecido por trece de los quince forenses, en su gran mayoría designados por la Corte Suprema. Entre ellos intervino Fernando Trezza, una autoridad mundial en materia de establecer la data de una muerte. Todos coincidieron en que Nisman murió el domingo al mediodía. La querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja de Nisman– insiste en que el deceso del fiscal se produjo el sábado al atardecer, porque ese día estuvo Lagomarsino en el departamento del fiscal. Pero hay constancias muy claras de que Nisman habló por teléfono o chateó con tres personas después que el técnico abandonó el edificio Le Parc: habló con el custodio Néstor Durán, chateó con el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo y con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat. Con ésta última intercambió un último mensaje a las 21.17, mientras que las cámaras de seguridad verificaron que Lagomarsino salió de Le Parc a las 20.34 y las cámaras del complejo en Martínez donde vive el informático lo muestran ingresando en el garage a las 21.04.
En el equipo de Arroyo Salgado se produjo un cambio de importancia. El principal perito, el ex titular de la Bonaerense Daniel Salcedo, se fue a trabajar a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). O sea que revista ahora en el Poder Ejecutivo, algo que también revela su alineamiento anterior. En su lugar ingresó el ex comandante de Gendarmería, Eduardo Frigerio.
Técnico
De los nuevos trabajos, hechos a escondidas, la entente judicial-mediática-política va haciendo trascender supuestos resultados. El principal: que Gendarmería va a dictaminar que hubo homicidio. Pero el complemento de esa hipótesis es que Lagomarsino fue parte del plan criminal, algo poco entendible porque en el baño quedó la pistola registrada a su nombre. Por un lado se dice que intervino un comando ultra-sofisticado iraní-venezolano-kirchnerista y por el otro lado uno de los supuestos integrantes del comando cometió la super-torpeza de dejar un arma propia en la escena. Nada cierra.
Aún así, para instalar la sospecha se señala que no está claro cómo hacía Lagomarsino para concretar el mantenimiento, a distancia, de las computadoras de Nisman. En los aparatos del fiscal están las entradas del técnico para hacer los trabajos. Incluso figuran a nombre de Lagomarsino. Pero trataron de sembrar dudas sobre cómo lo realizaba el técnico porque en la computadora de mesa de su casa no se encontraron rastros de esos trabajos de mantenimiento. La defensa del técnico, a cargo de Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, explicó que el juzgado allanó el domicilio de Lagomarsino en un momento en que el técnico no estaba en su casa. En el procedimiento se llevaron todo, pero la computadora con la que trabaja Lagomarsino –una Dell Latitude– no estaba allí ya que la lleva siempre encima, en la mochila.
El programa para trabajar de manera remota en las computadoras de Nisman, el TeamViewer, estaba a nombre de Lagomarsino para darle más seguridad a la operación: no era ni una copia ni una versión gratuita. El técnico hacía el mantenimiento desde su laptop Dell y, por supuesto, se requirió la autorización de Nisman para instalar la aplicación inicial y operar de manera remota.
También se mencionó como sospechoso que en el allanamiento se encontró un CD con los dos comunicados, uno más largo y uno más corto, con el que Nisman difundió la denuncia que realizó contra Cristina Fernández de Kirchner cuatro días antes de morir. El tema central de la denuncia era el memorandum de entendimiento con Irán. Ese CD era de “sólo lectura”, o sea que no podía ser modificado, y fue como todos los que se entregaron a los medios. Las modificaciones que tiene se hicieron antes de grabarlos y por lo tanto antes de la entrega a los medios y a Lagomarsino. En su último encuentro, Nisman le dió el CD y un impreso de los comunicados y le dijo que los leyera. Era material público.
Finalmente se insiste como si fuera otro elemento de sospecha, con que en la casa del informático había un CD con escuchas del caso en el que fue denunciado Mauricio Macri, por el armado de una red de espionaje ilegal. Quien impulsó la causa contra el ahora presidente fue el propio Nisman y lo que le entregó a Lagomarsino no fue un CD con escuchas sino un CD con entrecruzamiento de llamadas, es decir listado de llamadas en los que se verificaba con quién se había comunicado cada uno de los protagonistas del espionaje: Macri, el Fino Palacios, el espía Ciro James y otros funcionarios del gobierno porteño imputados en la causa. Uno de los espiados era el cuñado de Macri, Daniel Leonardo, pero Mauricio dice que la operación la hizo Franco Macri, no él.
Nisman designó a Lagomarsino en 2007, o sea que estuvo años trabajando con cargo en la Unidad AMIA, aunque Lagomarsino ya trabajaba con él desde antes. Está el contrato de trabajo pedido al entonces procurador Esteban Riggi, con la firma de Nisman, y según declaró Lagomarsino, el fiscal se quedaba con la mitad de su sueldo todos los meses. El técnico debía devolverle el 50 por ciento de lo cobrado, en efectivo. Tras la muerte del fiscal, hubo varias investigaciones para tratar de establecer si Lagomarsino tenía vinculación con algún servicio de inteligencia. Por ahora no se le encontró nada. Lagomarsino jura y perjura que no tiene relación con ningún servicio y ni siquiera el macrismo que gobierna desde hace un año y medio, le detectó ningún vínculo extraño.
Mañana
Mientras a escondidas parece que Gendarmería hace su pericia, en la superficie están convocados mañana los peritos informáticos: Marcelo Torok por la defensa de Lagomarsino y Gustavo Presman por la querella de Arroyo Salgado. El tema es siempre el mismo: el ingreso a la computadora de Nisman el domingo 18 a las 7.30. En forma desesperada, la querella que encabeza la ex pareja de Nisman trata de plantar que esos movimientos en la computadora fueron hechos de forma remota porque si los hizo Nisman mismo, el domingo tempranito, se le cae su hipótesis de que la muerte fue el sábado 17. Las pruebas indican que fue Nisman el que hizo las operaciones desde su departamento, en Le Parc. A las 7.32 entró a ver a la nota escrita por este cronista en PáginaI12; después leyó Clarín, La Nación, Perfil –está probado que el diarero dejó los diarios de papel recién después de las 9–luego consultó los mails en su cuenta de Yahoo; chequeó en Instagram las fotos de una modelo con la que había dormido tres días antes, entró a un posteo en Infobae de Claudio María Domínguez sobre el regreso de la muerte, pasó el programa borrador CCleaner como lo hacía habitualmente y dejó la computadora en reposo. Todo está registrado y no hay registro de que alguien haya usado la computadora de manera remota.
A simple vista parece haber una investigación y una pericia clandestina, urdida entre Gendarmería, el gobierno y Arroyo Salgado. Nadie conoce su cronograma y lo cierto es que hasta ahora no se cumplió el calendario anunciado por Clarín. En la investigación oficial, la que se pretende que sea legal, mañana arrancan los informáticos, después la balística y la toxicológica. Quedan unas 100 preguntas a responder en el camino o sea que no habrá resultados a corto plazo. El temor y la sospecha es que lo oficial es una especie de show, mientras se cocina a escondidas la que querrán hacer valer política y mediáticamente.
raulkollmann@hotmail.com
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La bizarra investigación de la muerte del fiscal se lleva en secreto
El show Nisman y la laptop
Después de tanto anuncio insinuado pero no cumplido, la investigación manipulada busca “evidencias” en la computadora del técnico Lagomarsino. Es que si se quiere forzar que Nisman fue asesinado, hace falta un asesino...
La pseudo-investigación de la muerte de Alberto Nisman continúa realizándose a escondidas. De vez en cuando se publican dudas o conclusiones que va elaborando Gendarmería –bajo la responsabilidad política de Patricia Bullrich– o la fiscalía de Eduardo Taiano. Según el cronograma adelantado por el diario Clarín, en la semana que pasó debería haberse dado a conocer una pericia, hecha por Gendarmería de manera oculta, con la conclusión de que a Nisman lo mataron, contradiciendo así todas las pericias anteriores. No sólo no se publicó sino que las partes fueron convocadas el 10 de julio para hacer un estudio balístico y el 2 de agosto para hacer el análisis toxicológico. Además se le formuló a las partes cien preguntas vastas, como por ejemplo “cuándo fue la data de muerte”. Es decir, que al menos oficialmente, las cosas van para largo. Esto no quita, por supuesto, que se esté trabajando clandestinamente, a espaldas de la causa judicial. Clarín también adelantó que a principios de junio, con la presencia de las partes, se haría una reconstrucción de lo ocurrido en el departamento de Nisman. Se estaba construyendo –afirmaron– una maqueta a tamaño real del piso 13 de Le Parc. Por ahora, no hubo ni construcción ni reconstrucción.
Durante el fin de semana pasado se hicieron trascender dudas sobre el informático Diego Lagomarsino, a quien apuntan para involucrar de alguna manera. Como preparan todo para establecer que hubo homicidio, necesitan un homicida. Como nueva prueba, Clarín dijo que que no se encontró la computadora desde la cual el informático Lagomarsino, de manera remota, hacía el mantenimiento de las computadoras del fiscal. La lógica es que Lagomarsino mintió sobre su trabajo y por lo tanto es sospechoso. La explicación de la defensa es simple. Todos esos trabajos los hizo siempre el informático desde una laptop que lleva en su mochila y usando el programa TeamViewer licenciado a nombre del propio Lagomarsino. Cuando allanaron la vivienda del técnico –un domingo–, éste estaba con sus hijos en casa de un amiguito de ellos, y por lo tanto no se llevaron la laptop. Tan sencillo como eso.
Rebobinando
La guerra de guerrillas mediático-judicial-política, en la que cada tanto disparan con un aparente nuevo elemento o una supuesta prueba, tiene como objetivo instalar la hipótesis del homicidio, rechazada por las tres pericias que se hicieron en la causa bajo la conducción de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. La junta médica concluyó que “no hay certeza pericial de homicidio”. La junta criminalística sostuvo que “no se encontró ningún rastro que indique el desplazamiento de personas por el interior del baño”, es decir que Nisman estaba solo en el momento del disparo. Finalmente, el estudio del laboratorio químico y forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta dictaminó que “sobre (las manos del fiscal) se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”.
Todo ese curso adverso de los estudios científicos llevó al fiscal Taiano, que instruye la causa, y al gobierno nacional, que conduce la Gendarmería, a realizar de nuevo todas las pericias, pero al principio marginando a las partes, entre ellas a la defensa de Lagomarsino. También quedaron a un costado los forenses designados por la Corte Suprema y los peritos criminalísticos de la Policía Federal. En la versión de Clarín de fines de mayo se anunció que Gendarmería dictaminaría en 30 días, o sea en la semana que pasó, que lo de Nisman fue homicidio. Además, adelantaron la realización de una reconstrucción, una semana más tarde, a principios de junio, en que podrían participar los peritos de parte. Desde entonces no hubo novedades ni se hizo la reconstrucción.
Calendario
Ahora se notificó a los peritos que el 10 de julio se hará la pericia balística, es decir se volverá a determinar la distancia y el ángulo del disparo; se reiterará que el proyectil salió de la pistola calibre 22 y otros elementos que se trabajaron desde un principio. El 2 de agosto están convocados los especialistas para hacer el análisis toxicológico, una medida llamativa, tal vez orientada a tratar de introducir en el caso que Nisman murió el sábado 17 y no el domingo 18 de enero de 2015. Esto último fue lo establecido por trece de los quince forenses, en su gran mayoría designados por la Corte Suprema. Entre ellos intervino Fernando Trezza, una autoridad mundial en materia de establecer la data de una muerte. Todos coincidieron en que Nisman murió el domingo al mediodía. La querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja de Nisman– insiste en que el deceso del fiscal se produjo el sábado al atardecer, porque ese día estuvo Lagomarsino en el departamento del fiscal. Pero hay constancias muy claras de que Nisman habló por teléfono o chateó con tres personas después que el técnico abandonó el edificio Le Parc: habló con el custodio Néstor Durán, chateó con el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo y con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat. Con ésta última intercambió un último mensaje a las 21.17, mientras que las cámaras de seguridad verificaron que Lagomarsino salió de Le Parc a las 20.34 y las cámaras del complejo en Martínez donde vive el informático lo muestran ingresando en el garage a las 21.04.
En el equipo de Arroyo Salgado se produjo un cambio de importancia. El principal perito, el ex titular de la Bonaerense Daniel Salcedo, se fue a trabajar a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). O sea que revista ahora en el Poder Ejecutivo, algo que también revela su alineamiento anterior. En su lugar ingresó el ex comandante de Gendarmería, Eduardo Frigerio.
Técnico
De los nuevos trabajos, hechos a escondidas, la entente judicial-mediática-política va haciendo trascender supuestos resultados. El principal: que Gendarmería va a dictaminar que hubo homicidio. Pero el complemento de esa hipótesis es que Lagomarsino fue parte del plan criminal, algo poco entendible porque en el baño quedó la pistola registrada a su nombre. Por un lado se dice que intervino un comando ultra-sofisticado iraní-venezolano-kirchnerista y por el otro lado uno de los supuestos integrantes del comando cometió la super-torpeza de dejar un arma propia en la escena. Nada cierra.
Aún así, para instalar la sospecha se señala que no está claro cómo hacía Lagomarsino para concretar el mantenimiento, a distancia, de las computadoras de Nisman. En los aparatos del fiscal están las entradas del técnico para hacer los trabajos. Incluso figuran a nombre de Lagomarsino. Pero trataron de sembrar dudas sobre cómo lo realizaba el técnico porque en la computadora de mesa de su casa no se encontraron rastros de esos trabajos de mantenimiento. La defensa del técnico, a cargo de Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, explicó que el juzgado allanó el domicilio de Lagomarsino en un momento en que el técnico no estaba en su casa. En el procedimiento se llevaron todo, pero la computadora con la que trabaja Lagomarsino –una Dell Latitude– no estaba allí ya que la lleva siempre encima, en la mochila.
El programa para trabajar de manera remota en las computadoras de Nisman, el TeamViewer, estaba a nombre de Lagomarsino para darle más seguridad a la operación: no era ni una copia ni una versión gratuita. El técnico hacía el mantenimiento desde su laptop Dell y, por supuesto, se requirió la autorización de Nisman para instalar la aplicación inicial y operar de manera remota.
También se mencionó como sospechoso que en el allanamiento se encontró un CD con los dos comunicados, uno más largo y uno más corto, con el que Nisman difundió la denuncia que realizó contra Cristina Fernández de Kirchner cuatro días antes de morir. El tema central de la denuncia era el memorandum de entendimiento con Irán. Ese CD era de “sólo lectura”, o sea que no podía ser modificado, y fue como todos los que se entregaron a los medios. Las modificaciones que tiene se hicieron antes de grabarlos y por lo tanto antes de la entrega a los medios y a Lagomarsino. En su último encuentro, Nisman le dió el CD y un impreso de los comunicados y le dijo que los leyera. Era material público.
Finalmente se insiste como si fuera otro elemento de sospecha, con que en la casa del informático había un CD con escuchas del caso en el que fue denunciado Mauricio Macri, por el armado de una red de espionaje ilegal. Quien impulsó la causa contra el ahora presidente fue el propio Nisman y lo que le entregó a Lagomarsino no fue un CD con escuchas sino un CD con entrecruzamiento de llamadas, es decir listado de llamadas en los que se verificaba con quién se había comunicado cada uno de los protagonistas del espionaje: Macri, el Fino Palacios, el espía Ciro James y otros funcionarios del gobierno porteño imputados en la causa. Uno de los espiados era el cuñado de Macri, Daniel Leonardo, pero Mauricio dice que la operación la hizo Franco Macri, no él.
Nisman designó a Lagomarsino en 2007, o sea que estuvo años trabajando con cargo en la Unidad AMIA, aunque Lagomarsino ya trabajaba con él desde antes. Está el contrato de trabajo pedido al entonces procurador Esteban Riggi, con la firma de Nisman, y según declaró Lagomarsino, el fiscal se quedaba con la mitad de su sueldo todos los meses. El técnico debía devolverle el 50 por ciento de lo cobrado, en efectivo. Tras la muerte del fiscal, hubo varias investigaciones para tratar de establecer si Lagomarsino tenía vinculación con algún servicio de inteligencia. Por ahora no se le encontró nada. Lagomarsino jura y perjura que no tiene relación con ningún servicio y ni siquiera el macrismo que gobierna desde hace un año y medio, le detectó ningún vínculo extraño.
Mañana
Mientras a escondidas parece que Gendarmería hace su pericia, en la superficie están convocados mañana los peritos informáticos: Marcelo Torok por la defensa de Lagomarsino y Gustavo Presman por la querella de Arroyo Salgado. El tema es siempre el mismo: el ingreso a la computadora de Nisman el domingo 18 a las 7.30. En forma desesperada, la querella que encabeza la ex pareja de Nisman trata de plantar que esos movimientos en la computadora fueron hechos de forma remota porque si los hizo Nisman mismo, el domingo tempranito, se le cae su hipótesis de que la muerte fue el sábado 17. Las pruebas indican que fue Nisman el que hizo las operaciones desde su departamento, en Le Parc. A las 7.32 entró a ver a la nota escrita por este cronista en PáginaI12; después leyó Clarín, La Nación, Perfil –está probado que el diarero dejó los diarios de papel recién después de las 9–luego consultó los mails en su cuenta de Yahoo; chequeó en Instagram las fotos de una modelo con la que había dormido tres días antes, entró a un posteo en Infobae de Claudio María Domínguez sobre el regreso de la muerte, pasó el programa borrador CCleaner como lo hacía habitualmente y dejó la computadora en reposo. Todo está registrado y no hay registro de que alguien haya usado la computadora de manera remota.
A simple vista parece haber una investigación y una pericia clandestina, urdida entre Gendarmería, el gobierno y Arroyo Salgado. Nadie conoce su cronograma y lo cierto es que hasta ahora no se cumplió el calendario anunciado por Clarín. En la investigación oficial, la que se pretende que sea legal, mañana arrancan los informáticos, después la balística y la toxicológica. Quedan unas 100 preguntas a responder en el camino o sea que no habrá resultados a corto plazo. El temor y la sospecha es que lo oficial es una especie de show, mientras se cocina a escondidas la que querrán hacer valer política y mediáticamente.
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