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General: ll Cumbre de la CELAC ...victoria de Cuba sobre el imperio y la OEA
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 15/02/2014 09:18 |
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55 años de política exterior revolucionaria
Cuba acogerá la próxima Cumbre de la CELAC con un historial de más de 50 años defendiendo principios de justicia y soberanía en la arena internacional
Sergio Alejandro Gómez
Cuba es un país pequeño y pobre en recursos económicos, pero ha mantenido durante los últimos 55 años una política exterior con alcance e influencia global, basada en principios y valores revolucionarios.
Chávez y Fidel sellaron con el ALBA una alianza regional estratégica de nuevo tipo.
Esta opinión la comparten incluso sus pocos —aunque poderosos— adversarios, quienes no han podido evitar que se extiendan y diversifiquen los lazos forjados con pueblos y gobiernos del mundo entero.
En la propia esencia de la nación, en su insularidad y composición multiétnica, están algunas de las claves para comprender la activa relación que ha mantenido Cuba con el exterior a lo largo de su historia.
Ubicada en el Mar Caribe, una región que el dominicano Juan Bosh calificó de frontera imperial, nuestro país ha estado siempre sometido a los intentos de dominación de grandes potencias, desde España y Gran Bretaña, hasta los Estados Unidos.
En tales circunstancias, el principal interés nacional, más allá de cualquier coyuntura, ha sido y es garantizar nuestra soberanía, independencia y autodeterminación.
El triunfo de la Revolución el primero de Enero de 1959 fue el acontecimiento histórico que materializó esos objetivos, pospuestos por una república neocolonial dependiente de Esta-dos Unidos. La elección del camino de la construcción del socialismo a 90 millas de la principal potencia capitalista, hizo de la consolidación de una eficiente política exterior un asunto de vida o muerte.
ANTIMPERIALISMO, INTERNACIONALISMO, ANTICOLONIALISMO
Estados Unidos no podía permitirse el ejemplo que representaba Cuba para América Latina y el Caribe, así como para los países del Tercer Mundo. Su política de agresión se dirigió a intentar derrocar al nuevo gobierno por todas las vías posibles.
En Punta del Este, Uruguay, Estados Unidos reunió en 1962 a los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) para imponerle su política de aislamiento contra la Revolución. Allí, la mayoría de los gobiernos de las oligarquías locales se plegaron a los intereses norteamericanos.
"La OEA quedó desenmascarada como lo que es; un ministerio de colonias yanquis", le dijo Fidel al pueblo reunido en la Plaza de la Revolución el 4 de febrero de 1962, para escuchar la Segunda Declaración de La Habana.
Los combatientes y colaboradores cubanos protagonizaron una verdadera epopeya en África.
"Vamos a tener con nosotros la solidaridad de todos los pueblos liberados del mundo, y vamos a tener con nosotros la solidaridad de todos los hombres y mujeres dignos del mundo", afirmó entonces el líder cubano.
Cuba tuvo que mirar a miles de kilómetros hacia el este para encontrar aliados en la construcción de un nuevo tipo de sociedad, más justa y solidaria, sobre la base de una economía subdesarrollada y monoproductora.
Por razones políticas, económicas y de seguridad, las relaciones con el campo socialista, principalmente con la Unión Soviética, pasaron a ocupar un papel protagónico en la política exterior.
Sin embargo, jamás se cerraron las puertas a una mejoría en las relaciones con las naciones de América Latina y el Caribe, e incluso, con los Estados Unidos. De hecho, a medida que en las siguientes décadas las dictaduras militares y los gobiernos de derecha plegados a los intereses de Estados Unidos fueron dando paso a fuerzas menos retrógradas, la Revolución creó importantes espacios de intercambio con su espacio geográfico natural.
Además, Cuba no dio la espalda a la causa de los países del Tercer Mundo y fue miembro fundador, a la vez que un actor de peso, en el Movimiento de Países No Alineados, que presidió por primera vez entre 1979 y 1983, en pleno auge de la Guerra Fría.
Los combatientes y colaboradores cubanos, desde un inicio, ofrecieron su ayuda desinteresada a varias naciones que luchaban por su independencia, principalmente en África y América Latina, como prueba de los principios antimperialistas y anticolonialistas de la Revolución. Asimismo, decenas de miles de médicos, maestros, y asesores civiles de diversos tipos colaboraron con el desarrollo social y económico de los países del Sur.
La independencia de Angola y Namibia, el comienzo del fin del Apartheid, la formación de miles de profesionales que educaban, salvaban vidas o construían sus nuevos países, son solo algunos de los éxitos que se pueden contar en esta etapa.
La política exterior, como la Revolución misma, se movía por ideales. Esa realidad, aunque tardíamente, fue reconocida incluso en las filas enemigas. "Castro era tal vez el líder revolucionario en el poder más genuino de aquellos momentos", escribió en sus memorias el habilidoso político estadounidense Henry Kissinger.
ROMPER EL CERCO
A comienzos de los noventa, la desintegración de la Unión Soviética y la caída del campo socialista supusieron un duro golpe para Cuba, que de la noche a la mañana perdió sus principales mercados y fuentes de suministros esenciales.
La colaboración con la Unión Soviética dio frutos como el viaje del primer latinoamericano al espacio, Arnaldo Tamayo.
Los sectores más extremistas y anticubanos en Estados Unidos, ante la posibilidad de dar la estocada final, arreciaron el bloqueo con la aprobación de la Ley Torricelli, en 1992, y la HelmsBurton, en 1996, entre otras medidas. Al mismo tiempo, destinaron cientos de millones de dólares extras a la subversión y la creación de una supuesta disidencia interna.
Contra todos los pronósticos de quienes contaban los días finales de la Revolución, Cuba no solo logró resistir, sino que salió fortalecida en diversos frentes.
Adquirieron un renovado auge las relaciones con los países del Sur, en especial con América Latina y el Caribe, Asia y África. Con ello, se dio continuidad a nuestros principios y propósitos en los organismos internacionales, se privilegió la búsqueda de la paz, la voluntad de integración y colaboración.
Las políticas agresivas, ilegales y extraterritoriales de Washington resultaron ser tan arrogantes, que suscitaron un casi unánime rechazo internacional y llevaron a niveles exponenciales la solidaridad con Cuba, incluso dentro de países tradicionalmente aliados de los norteamericanos.
Prueba de ello son las votaciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que desde comienzos de los noventa condenan anualmente el bloqueo estadounidense: si en 1992, 59 países votaron a favor, tres en contra y la inmensa mayoría, 71, se abstuvieron; en 1997 (un año después de la aprobación de la Helms-Burton), 143 países votaron a favor, tres en contra y 17 se abstuvieron.
A pesar de las vicisitudes económicas, la solidaridad cubana se multiplicó. Incluso durante los años más duros del periodo especial, Cuba no vaciló en poner a disposición de los pueblos del mundo su ingente capital humano, y hasta sus magros recursos económicos. Ese fue el caso de la ayuda médica gratuita ofrecida a varios países centroamericanos que resultaron devastados por los huracanes George y Mitch en 1998.
Las escuelas continuaron abiertas no solo para los cubanos, sino para miles de estudiantes extranjeros que compartieron necesidades para convertirse en ingenieros, maestros e infinidad de otras profesiones.
ÉXITOS Y AMENAZAS DE UN NUEVO SIGLO
La primera década del siglo XXI iniciaba con un hecho que removió los cimientos de la nación: la lucha por el regreso del niño Elián González, retenido ilegalmente en Estados Unidos. Esta vez, el pueblo sacó la política exterior a las calles en masivas manifestaciones que no cesaron hasta que su padre, Juan Miguel González, tocó suelo cubano con su hijo en brazos.
Cuba asumió en Chile a comienzos del 2013 la Presidencia Pro Témpore de la CELAC.
La década traería también nuevas amenazas. Durante ocho años, el mundo tuvo que soportar el gobierno del republicano George W. Bush, quizás el peor presidente que ha tenido los Estados Unidos, quien inició una de las etapas más negras de la política exterior norteamericana.
Guerras preventivas, daños colaterales, cárceles secretas, torturas a prisioneros, se volvieron términos comunes en su mandato. El atentado contra el World Trade Center de Nueva York fue utilizado para desatar una paranoica guerra contra un nuevo y escurridizo enemigo: el terrorismo.
La política guerrerista emprendida por Estados Unidos constituyó una amenaza directa, ya que la Isla "pasó a formar parte del grupo de 60 o más "oscuros rincones del mundo" acusados de patrocinar el terrorismo, y por tanto sujetos a una "guerra preventiva".
Los argumentos resultaban risibles. Más de medio siglo de agresiones de Estados Unidos contra la Revolución, eran más que suficientes para probar que ese país practica con sistematicidad el terrorismo de Estado para lograr sus objetivos.
Los médicos internacionalistas cubanos se sobrepusieron a un duro ambiente para ayudar a los paquistaníes afectados por el terremoto del 2005.
Además, en territorio norteamericano se albergaron y protegieron organizaciones terroristas y declarados criminales que causaron muerte y destrucción en Cuba, como Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, entre muchos otros.
En lugar de apresarlos y condenarlos por sus crímenes, las autoridades estadounidenses se dedicaron a perseguir y apresar a un grupo de jóvenes cubanos cuya misión era obtener información sobre esas mismas estructuras terroristas que ponían en peligro la seguridad de los ciudadanos.
Desde entonces, Cuba libra una batalla por la liberación de Cinco declarados Héroes en el país, la cual se ha convertido en el centro del conflicto histórico con los Estados Unidos y en uno de los puntos más importantes de su política exterior.
La campaña internacional por la libertad de estos antiterroristas, que se extiende ya por más de 15 años, ha recabado muestras de solidaridad en todo el orbe, incluso dentro de importantes sectores de la sociedad civil norteamericana.
Por otro lado, y como ratificación de su protagonismo en las causas del Tercer Mundo, Cuba asumió en el 2006 nuevamente la presidencia del Movimiento de Países No Alineados.
A lo largo de la primera década del siglo, la Isla cosechó importantes éxitos en la esfera multilateral como las masivas condenas contra el bloqueo estadounidense en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Tras la supresión de la antigua Comisión de Derechos Humanos, fue electa como miembro pleno del nuevo Con-sejo de Derechos Humanos, en el que Estados Unidos no tenía asiento, lo cual echó por tierra la justificación que esgrimían para mantener su política de agresiones y subversión y dejó en evidencia sus verdaderos intereses y objetivos.
FIN DE LA LARGA NOCHE NEOLIBERAL
Durante los primeros diez años del siglo XXI, América Latina y el Caribe sufrieron una transformación radical que cambió la correlación de fuerzas, hasta entonces dominada por la derecha y el neoliberalismo.
En ese lapso de tiempo, como ha dicho el presidente ecuatoriano Rafael Correa, se terminó "la larga noche neoliberal" que había llevado a la miseria a las grandes mayorías, mientras enriquecía a unos pocos privilegiados.
La llegada de Hugo Chávez a la presidencia venezolana en 1999, y el posterior triunfo de movimientos progresistas y de izquierda en Argentina, Uruguay, Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Nicaragua, entre otros, crearon un nuevo ambiente de cooperación e intercambio entre los países de la región.
A comienzos de noviembre del año 2005, en la ciudad argentina de Mar del Plata, se produjo un punto de inflexión que evidenció los nuevos aires que corrían. Allí se desterró el ALCA que proponían los Estados Unidos para crear un espacio de libre comercio en todo el continente.
Algunos meses antes, se había producido otro hito en pos de la unión de los pueblos latinoamericanos. En diciembre del 2004 el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, y el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, firmaron la Declaración Conjunta para la creación del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América) y se realiza en La Habana la primera cumbre de este organismo.
En los años siguientes se sumarían a esta iniciativa Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Honduras. Este último abandonó el organismo en el 2009, luego del golpe de Estado que removió del poder al presidente constitucional Manuel Zelaya.
"Afirmamos que el principio cardinal que debe guiar el ALBA es la solidaridad más amplia entre los pueblos de América Latina y el Caribe, que se sustenta con el pensamiento de Bolívar, Martí, Sucre, O’Higgins, San Martín, Hidalgo, Petión, Morazán, Sandino, y tantos otros próceres, sin nacionalismos egoístas que nieguen el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina, según lo soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras", refiere su documento constitutivo.
SOLIDARIDAD: PRINCIPIO Y FIN
En este nuevo escenario y después de dejar atrás las más graves vicisitudes económicas, el alcance de la cooperación internacionalista cubana se convertiría en un ejemplo de lo que puede lograr un país cuando se mueve por principios de justicia.
Millones de personas han recuperado la vista en más de una treintena de países con la Operación Milagro.
Surgió el Programa Integral de Salud que buscaba extender los servicios médicos a un centenar de países, fundamentalmente en África y América Latina. Este incluía también la formación y capacitación de recursos humanos en las áreas don-de laboran los galenos cubanos como en la Isla. La Escuela Latinoamericana de Medicina, que en el curso 1999-2000 contaba con más de 3 000 estudiantes de 23 naciones, multiplicó sus matrículas para convertir a jóvenes pobres en doctores para sus propias comunidades.
En el 2005, las graves inundaciones provocadas por el huracán Katrina en Estados Unidos, motivaron que Cuba organizara la Brigada Médica Henry Reeve, bautizada así por Fidel en honor a un médico neoyorquino que luchó por la independencia de Cuba.
Esa brigada, rechazada por los norteamericanos, sería desplegada poco tiempo después en suelo paquistaní, afectado por un fuerte terremoto, considerado la peor catástrofe natural de ese país, con un saldo aproximado de 80 mil muertos y más de tres millones de damnificados.
La Henry Reeve sumó desde entonces más de una decena de misiones ante la ocurrencia de terremotos, inundaciones y otras situaciones de catástrofes en Guatemala, Paquistán, Bolivia, Indonesia, Belice, Perú, México, Ecuador, China, Haití, El Salvador y Chile.
Si bien el área de la salud ha sido el buque insignia de la cooperación internacional, en otras áreas como la educativa el aporte no ha sido menos importante. Mediante el método cubano Yo sí puedo, desarrollado por especialistas de la Isla a principios de la década, se han alfabetizado millones de personas adultas en todo el mundo.
Además, como parte del ALBA, Cuba y Venezuela han llevado a cabo misiones internacionales de manera conjunta, como es el caso de la Operación Milagro, que se planteó el objetivo de operar a seis millones de personas de diferentes padecimientos oftalmológicos en diez años. El plan que se inició en Venezuela, abarcó una treintena de países de América Latina, el Caribe, Asia y África.
Los profesionales se desplegaron también en territorio venezolano en Misiones sociales que han cambiado la fisionomía de ese país. Como es el caso de Barrio Adentro, que llevó salud a millones de ciudadanos pobres de esa rica nación.
La cooperación internacional cubana, por su alcance y trascendencia, ha devenido un elemento troncal en las relaciones de Cuba con el Tercer Mundo.
Sin abandonar los principios solidarios que siempre la han guiado, se ha ido transformando en un sistema cooperación Sur-Sur, que resulta beneficioso para ambas partes.
UNA CUMBRE HISTÓRICA
La II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se desarrollará en La Habana a finales de enero de este año, constituye un acontecimiento histórico. Con ella se culminará la presidencia Pro Témpore anual de nuestro país al frente del primer organismo que agrupa a las 33 naciones independientes de América Latina y el Caribe, sin el tutelaje de ningún factor externo.
En el 2008, respondiendo a un llamado del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, los países que hoy componen la CELAC se reunieron en Costa do Sauipe, Brasil.
Allí se decidió la incorporación de Cuba al Grupo de Río y se acordó formar una unión de América Latina y el Caribe sin los Estados Unidos.
Cuba participó activamente en la discusión para la creación de lo que hoy conocemos como la CELAC, que tuvo su cumbre fundacional en Caracas en diciembre del 2011.
Su constitución, calificada por Fidel Castro como el hecho institucional más importante del último siglo, demostró la madurez de la región para lograr un nuevo paradigma de integración con inclusión social, no solo basado en intereses mercantiles. El hecho de que Cuba haya sido el segundo país escogido para asumir la presidencia no es casual. Es el reconocimiento de la validez y permanencia de los principios, valores y objetivos de la política exterior cubana a lo largo de más de medio siglo.
También constituye un mensaje directo de unidad de la región en contra de las agresiones que sufre Cuba de parte de los Estados Unidos. Un país que se ha quedado totalmente aislado en su política de bloqueo y subversión.
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La América Latina y Caribeña ha echado a andar
Laura Bécquer Paseiro
Con la fundación hace tres años de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), nacía también la concreción de los sueños de una región que permaneció por años a la espera de su momento. Retos y esperanzas van de la mano en un joven esquema regional cuya principal fortaleza depende de la sabiduría con la que las 33 naciones independientes al Sur del Río Bravo enfoquen sus diferencias hacia la búsqueda de la tan anhelada unidad.
El tiempo ha demostrado que solo siguiendo la ruta trazada por los próceres, sin obviar la rica diversidad que nos diferencia, se podrá revertir la realidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y alcanzar así la verdadera y definitiva independencia.
Cuando en el 2008 los líderes regionales se sentaron a hablar de unidad y esbozaron las primeras ideas de lo que sería la CELAC, lo hacían convencidos de cambiar la fisonomía de la región más desigual del planeta, pero que, paradójicamente, posee las mayores reservas naturales del mundo y una riqueza cultural envidiable, que despertó el apetito voraz de naciones extranjeras y le costó dos siglos de luchas. Lo hacían también para cambiar el presente y el futuro de los 600 millones de latinoamericanos y caribeños que habitan esta extensa región de más de 20 mil millones de kilómetros cuadrados.
Decía nuestro Héroe Nacional, José Martí, en 1891 que "los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos". Pero esta pelea ya no es contra los colonialistas que vienen en bandada cruzando el Atlántico para imponer sus modos de vida, sino contra las desigualdades que nos lastran, contra el enemigo común que anda al acecho esperando la oportunidad para sumirlas de nuevo bajo su manto dependiente.
Estas 33 naciones situadas al Sur del Río Bravo, este grupo de "repúblicas dolorosas de Amé-ri-ca, levantadas entre las masas mudas de indios", como las describiera Martí, han apostado al reconocimiento de sus puntos en común para avanzar en la realización de una arquitectura propia.
Muchos son los logros alcanzados en el plano social y económico, apoyado por las políticas aplicadas por varios gobiernos y pensadas para mejorar la situación de los ciudadanos. Apoyadas también en las experiencias positivas de mecanismos regionales como el ALBA, PETROCARIBE, UNASUR, MERCOSUR, CARICOM, que han brindado un fuerte impulso en la promoción de la cooperación solidaria y en la complementariedad entre las naciones.
Sin embargo, a América Latina y el Caribe le queda todavía mucho por hacer para despojarse de su pasado neoliberal y dependiente. Es por ello, que la CELAC se propone planes de acción dirigidos al control soberano de los latinoamericanos y caribeños de sus recursos con el objetivo de lograr un desarrollo sostenible.
Esta región, que posee la tercera economía más grande del mundo, la quinta parte de las reservas mundiales de petróleo, y es el entorno de mayor diversidad biológica del planeta, es también la más desigual, con 164 millones de pobres, de los cuales 68 millones viven en la pobreza extrema.
La puesta en marcha en diciembre del 2011 de la CELAC cambió para siempre el equilibrio del mapa geoestratégico regional, enfocado bajo el concepto de fortalecer las relaciones internacionales desde un sistema multilateral con respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos.
La Comunidad ha hecho suyas el trabajo por el reconocimiento de la igualdad de los Estados, el rechazo a la amenaza y uso de la fuerza, las normas del derecho internacional, la promoción de los derechos humanos, la democracia y el impulso de una agenda regional concertada políticamente en los diversos foros internacionales. La misma se fundó también respetando la cooperación con los mecanismos de concertación actualmente existentes, sin desplazarlos, trabajando todos con un objetivo común.
Cuba, como Presidente Pro Témpore de la CELAC, ha fomentado el trabajo respetando cada uno de los principios esbozados en la Declaración de Caracas, y consciente de que es el instrumento político requerido para resolver las diferencias, tal y como expresara el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el General de Ejército Raúl Castro en la Cumbre fundacional del 2011 en Venezuela.
El surgimiento de la CELAC es apreciada como el hecho institucional más importante en América Latina y el Caribe en el último siglo, y la materialización de los sueños de unidad, justicia y soberanía de los grandes hombres y mujeres de estas tierras.
El hecho de que la región tenga una voz propia y se vaya ganando un espacio en el complejo escenario mundial, es de por sí un gran avance.
En momentos en los que la Comunidad de las 33 naciones independientes de la región se prepara para realizar una nueva cita en La Habana a finales de enero, se hace evidente la fortaleza alcanzada en los últimos años en diversos escenarios. Pero también los enormes desafíos a los que se enfrenta cada día, muchos de ellos herencia de un pasado que aún no se ha superado del todo.
El compromiso común de enfrentarlos, es una muestra del nuevo momento que vive Nuestra América. Parafraseando a un hombre de estas tierras, esta gran Latinoamérica ha dicho basta y ha echado a andar.
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Un nuevo paradigma de integración
“Tenemos que perseguir la integración, nuestro nuevo paradigma así lo exige (…), un nuevo paradigma con inclusión social”.
Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, al intervenir en la Cumbre fundacional de la CELAC en Caracas, 2011
La primera Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) tuvo lugar en Costa do Sauipe, en Brasil, en diciembre del 2008, a iniciativa del entonces presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
En la misma se decidió la incorporación de Cuba al Grupo de Río y la decisión de formar una Unión de América Latina y el Caribe, sin Estados Unidos.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) fue constituida el 23 de febrero del 2010 en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe en la Rivera Maya, México.
Luego, fue puesta en marcha el 3 de diciembre del 2011 durante la Cumbre de Caracas, en el contexto de la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo y la XXII Cumbre del Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política —Grupo de Río— culminando el proceso de convergencia entre ambas entidades.
La I Cumbre de la CELAC tuvo lugar en Chile en enero del 2013, mientras que la II se realizará en Cuba.
De esta forma, se estableció el foro que agrupa a las 33 naciones independientes latinoamericanas y caribeñas que busca profundizar la integración política, económica, social y cultural de la región, basado en el pleno respeto por la democracia y los derechos humanos.
(Fuente: Sitio oficial de la Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe en Cuba. MINREX) |
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Las cifras de América Latina y el Caribe
A pocos días de iniciarse en La Habana una nueva cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cuya agenda contempla, entre otros asuntos, la búsqueda de soluciones para los retos económicos y sociales de esta vasta región, la CEPAL presentó su anuario estadístico del 2013 que recoge los avances logrados hasta el momento, en materia económica, social y ambiental.
Acorde con el organismo de Naciones Unidas, el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) regional se estimó en 2,6 % el año pasado, tal como se anunció en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2013, difundido en diciembre.
El anuario reveló asimismo que la tasa de pobreza en el 2012 se ubicó en el 28.2 %, y la de indigencia en el 11.3 %. Este apartado incluyó datos como el referente a que la pobreza sigue afectando mayoritariamente al sector rural, y que la indigencia fue cuatro veces mayor en las áreas rurales que en las urbanas.
Otros datos recogidos en el anuario son la esperanza de vida, que se ubicó en los 75 años, y la tasa de alfabetismo de la población entre 15 y 24 años de edad es del 97 %. Igual-mente, se hace referencia a una notable disminución del desempleo regional.
La tasa neta de matrícula de educación primaria fue del 93.9 %, en el nivel secundario fue del 76 %.
La mayor parte del contenido de la información provino de oficinas nacionales de estadística, bancos centrales, organismos internacionales y otras instituciones oficiales.
El documento, estructurado en cuatro capítulos, abarca aspectos demográficos y sociales, como indicadores de población, empleo, género, educación y salud.
El Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe 2013 difundido por la CEPAL dedicó todo un capítulo a aspectos metodológicos, como fuentes de los datos, definiciones y cobertura.
Aunque durante la últimas década se ha avanzado mucho en cuanto a desarrollo social y económico en muchos países de la región, las cifras que aporta la CEPAL sobre América Latina y el Caribe permiten comprender la dimensión del reto que aún tiene la región para alcanzar un desarrollo sostenible con inclusión social.
Precisamente la Cumbre que celebrarán en La Habana los representantes de las 33 naciones independientes de la región, estará centrada en tomar decisiones para combatir el hambre y la pobreza que aún afligen a más de 50 millones de latinoamericanos y caribeños.
Pobreza (cifras del 2012)
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Tasa de pobreza |
28.2% |
Urbana |
23.2% |
Rural |
48.6% |
Tasa de indigencia |
11.3% |
Urbana |
7.1% |
Rural |
28.2% |
Mujeres |
33.7% |
Hombres |
14.3% |
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Educación en América Latina y el Caribe (cifras del 2011)
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Tasa de alfabetismo de la población de 15 a 24 años |
97.1% |
Mujeres |
97.3% |
Hombres |
96.8% |
Tasa neta de matrícula de educación primaria |
93.9% |
Mujeres |
94% |
Hombres |
93.6% |
Tasa neta de matrícula de educación secundaria |
76.1% |
Mujeres |
78.2% |
Hombres |
74.1% |
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Tasa de mortalidad infantil |
10.6 cada mil |
2010 |
Tasa de mortalidad materna |
81.0 cada mil |
2010 |
Proporción de niños de 1 año vacunados contra el sarampión |
93.0 cada cien |
2011 |
Tasa de mortalidad asociada al paludismo |
2.0 cada cien mil |
2010 |
Tasa de mortalidad asociada a la tuberculosis |
3.4 cada cien mil |
2011 |
Proporción de la población portadora del VIH con infección avanzada que tiene acceso a medicamentos antirretrovirales |
6.8 cada cien |
2011 |
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deuda externa según su porcentaje del PIB regional
PIB por sectores (en %)
Desempleo (en %)
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Rafael Correa llama a seguir luchando por la integración latinoamericana y caribeña
El Presidente ecuatoriano destaca los logros en siete años de la Revolución Ciudadana
Ecuador entrará a finales de enero en la troika de la CELAC, ya que se tiene previsto que asuma su Presidencia Pro Témpore en el 2015.
QUITO.— El pueblo ecuatoriano celebró es-te miércoles los siete años de Revolución Ciudadana, que comenzó su marcha con la asunción del presidente Rafael Correa al poder en enero del 2007.
El triunfo de Correa se tradujo en la llegada del pueblo al poder y la incorporación activa de Ecuador en las transformaciones políticas, económicas y sociales que se viven en América Latina y el Caribe desde principios de este siglo.
La Revolución Ciudadana ha logrado recuperar y fortalecer la soberanía sobre los recursos de la nación, lo que ha repercutido en una sensible mejora de la calidad de vida de los ecuatorianos.
Entre los logros alcanzados por la Revolución, y destacados por Correa, se encuentra que por primera vez en la historia de su país la pobreza ha disminuido en 15 puntos porcentuales gracias a los siete años de Revolución Ciudadana.
En una entrevista con Radio Pública, el mandatario ecuatoriano precisó que la cifra de pobreza se encuentra en menos de dos dígitos, entre 9 y 10 %. El madatario aseguró también que con el nivel de producción de riquezas que tiene América Latina en la actualidad y una mejor distribución, se eliminaría por completo la pobreza.
El imperativo moral de Ecuador, Latinoamérica y del resto del mundo es "vencer la pobreza", enfatizó, tras resaltar que por primera vez en la historia de la humanidad este fenómeno social no se debe a insuficiencia de recursos sino a "sistemas perversos excluyentes".
En materia educativa, durante el gobierno de Correa se ha invertido 30 veces más que en los últimos siete gobiernos juntos. Ejemplo de ello son los siete mil 348 millones de dólares destinados a la educación superior, según datos de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
En el año 2006, el Gobierno destinó mil cien millones de dólares a la educación, mientras que en el 2012 el monto superó los dos mil 800 millones. En ese sentido, la inversión se refleja en nuevas infraestructuras en todo el país, además de la gratuidad en escuelas, colegios y universidades públicas que ha permitido el acceso de personas de bajos recursos económicos.
Sobre la integración regional, Correa hizo un llamado a que América Latina y el Caribe continúen luchando por la integración regional.
En ese sentido, reiteró que el compromiso de su gobierno con la integración es grande, y estaremos, dijo, donde más se nos necesite. Queremos construir la Patria Grande, una unión integral, no neoliberal, que lo que busca es hacer mercados y consumidores, remarcó.
Como una prueba del prestigio internacional alcanzado por Ecuador, esa nación integrará la Troika Ampliada de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), ya que se tiene previsto que asuma su Presidencia Pro Témpore en el 2015. La II Cumbre del mecanismo regional fundado en el 2011 se realizará a finales de enero en La Habana, Cuba.
COSTA RICA SE PREPARA PARA PRESIDIR LA CELAC
Costa Rica se prepara para asumir la Presidencia Pro Témpore de la CELAC, que recibirá de manos de Cuba en la próxima Cumbre del mecanismo.
Acorde con un comunicado de la Cancillería de la nación centroamericana, la presidenta Laura Chinchilla destacó que durante un año Costa Rica será vocero de la región y espera representar la voz unificada de América Latina y el Caribe ante el mundo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Enrique Castillo, explicó que su país ya inició la preparación para alojar más de 30 reuniones importantes en el 2014 y la III Cumbre en enero del 2015. (SE)
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Cuba se prepara para una cita histórica
Alistan condiciones en Pabexpo para cumbre de Latinoamérica y el Caribe
A unos 10 días de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) se alistan todas las condiciones en el recinto Pabexbo, en La Habana, sede de la cita.
La televisión cubana destacó que se instala un moderno equipamiento técnico que garantizará las transmisiones en vivo de las reuniones en plenarias y otras actividades relacionadas con la importante reunión regional.
Para el trabajo de la prensa nacional e internacional acreditada se disponen de 100 computadoras y otras 160 posiciones con posibilidades de conexión con instrumentos propios, destacó la nota.
La logística de la Televisión Cubana, con salas de transmisiones y equipos remotos, ya recibe los toques finales para entrar en fases de pruebas, pues estarán a cargo de la difusión en el país y para el mundo de lo que acontezca del 25 al 29 de enero.
Apuntó que los salones de reunión y otros espacios se decoran basados en un diseño en el que predominan los colores blanco, rojo y azul de la bandera cubana.
El evento se desarrollará en el contexto de las celebraciones por el natalicio de José Martí —en su aniversario 161—, Héroe Nacional cubano, también de la independencia de Nuestra América.
La CELAC es la primera organización que agrupa a los 33 países independientes del área, sin la presencia de Estados Unidos; y su creación fue valorada por Fidel Castro, líder histórico de la Revolución cubana, como el suceso institucional más importante de la región en un siglo. (PL) |
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Un nuevo paso hacia el sueño de la Patria Grande
Patricio Montesinos
La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a iniciarse a nivel presidencial, el 28 de enero en La Habana, coincidirá con el aniversario 161 del natalicio del Héroe Nacional cubano, José Martí, quien junto a Simón Bolívar y otros próceres, fueron abanderados a lo largo de la historia por la ansiada independencia y la definitiva integración de la Patria Grande.
Un paso importante representará esta cita de 33 jefes de Estado y de Gobierno en aras de materializar lo que escribiera Martí: "¡los árboles han de ponerse en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!", en clara alusión a las posturas inseparables que deberían adoptar todos los países de nuestra América frente a Estados Unidos, al que denominó también el "Norte brutal y revuelto que nos desprecia".
El Apóstol de la nación caribeña subrayó, además, que "es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes".
El pensamiento martiano está hoy más vigente que nunca, en momentos en que Latinoamérica transita en busca de su unidad y cooperación de igual a igual en todas las esferas, a través de la CELAC y otras organizaciones integracionistas regionales, aunque sin obviar que el camino por andar hacia ambos propósitos todavía será abrupto dados los obstáculos que seguirá colocando Washington.
Son bien conocidas las conspiraciones de las sucesivas administraciones norteamericanas para hacer fracasar cualquier intento de materialización de la Patria Grande, en contubernio con viejas y frustradas derechas a su servicio, herederas de los anexionistas de los tiempos de Martí y Bolívar.
Washington trata con todo su poder y sus medios que los árboles, a los que se refirió el Héroe Nacional cubano, no se pongan en fila para detener el vuelo rasante del águila imperial que acecha sin tregua alguna a nuestra región.
El gigante de las siete leguas está herido, precisamente por los procesos revolucionarios y de integración que se escenifican actualmente en América Latina, y que teme se consoliden en todo el territorio del Bravo a la Patagonia.
Es una realidad que la correlación de fuerzas ha variado en favor de materializar el anhelo histórico de la Patria Grande, pero igual es cierto que Estados Unidos tratará de que no andemos en cuadro apretado.
La Cumbre de la CELAC de La Habana, en correspondencia con las ideas de Martí, del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y del desaparecido presidente venezolano Hugo Chávez, abogará con certeza absoluta por la marcha unida de todos, respetando la diversidad, para poner freno a quienes siempre han apostado por mantener dividida a nuestra América, para sojuzgarla.
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Elogian en Zambia celebración de cumbre de Celac en Cuba |
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Escrito por Osvaldo Cardosa Samón |
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15 de febrero de 2014, 03:02Lusaka, 15 feb (PL) Los logros alcanzados por Latinoamérica son esperanzadores hoy para África, aseguró el secretario general del gobernante partido Frente Patriótico de Zambia, Wynter Kabimba, al recibir a la vicepresidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Alicia Corredera.
Kabimba hizo tal afirmación al elogiar al gobierno de Cuba por la excelente organización de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en La Habana el 28 y 29 de enero último.
Durante el encuentro con el político zambiano y otros dirigentes de su partido, Corredera, quien cumple una breve visita a este país, expresó que su estancia en Lusaka ocurre en el año del aniversario 55 del triunfo de la Revolución cubana y 50 de la independencia de Zambia.
Explicó sobre las principales proyecciones de trabajo del Instituto para el presente año y esbozó, entre otras, la revitalización de la brigada internacional solidaria Primero de Mayo.
De igual manera mencionó el encuentro de la Comisión Internacional de Investigación en el caso de los antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos, que sesionará el 7 y 8 de marzo próximo en Londres, Reino Unido.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González fueron arrestados en Estados Unidos cuando monitoreaban acciones terroristas de grupos asentados en la Florida.
Hasta el presente solo René se encuentra en La Habana tras cumplir íntegramente su sanción.
La funcionaria cubana también expuso acerca de la III Jornada de Denuncia y Solidaridad "Cinco días de acciones por los Cinco (antiterroristas)", que se realizará del 4 al 11 de junio venidero en Washington, Estados Unidos.
Hizo énfasis en el III Encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba que se celebrará del 27 al 31 de octubre venidero en La Habana.
Corredera transmitió igualmente a Kabimba la intención del ICAP de realizar el VI Encuentro Regional Africano de Solidaridad con la isla en este país "al que nos unen relaciones de amistad desde que alcanzó su independencia".
Para nosotros los zambianos, pavimentar y fortalecer las relaciones de solidaridad con Cuba resulta algo importante y representa una prioridad para nuestro partido, dijo por su parte el secretario general del Frente Patriótico, fundado en el 2001.
Se comprometió a enviar una representación a la brigada Primero de Mayo y una delegación al foro mundial en La Habana, la cual tiene intención de encabezar, según dijo.
tgj/ocs |
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Preocupa a EE.UU. éxito de cumbre Celac, afirman en Guamtela |
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17 de febrero de 2014, 00:37Por Randy Saborit Mora
Guatemala, 17 feb (PL) Para el secretario general del partido guatemalteco Alternativa Nueva Nación (ANN), Pablo Monsanto, el éxito de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) preocupa al gobierno estadounidense.
No cabe duda que la II Cumbre de la Celac, donde participaron a fines de enero último en Cuba presidentes y cancilleres de la región, tiene preocupada a la administración estadounidense porque si se consolidan los procesos de integración, los intereses del imperialismo se sienten afectados, aseveró Monsanto en exclusiva con Prensa Latina.
Ellos (Estados Unidos), precisó el exguerrillero al mencionar los intentos desestabilizadores en Venezuela, van a hacer todo lo que esté a su alcance para tratar de impedir procesos de integración en América Latina.
A su juicio, resulta de vital importancia para Latinoamérica, la solidaridad desarrollada por Venezuela desde 1998, a partir del gobierno del fallecido líder Hugo Chávez y que ha continuado el presidente Nicolás Maduro.
Con la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) desde 2004 se han beneficiado todos los pueblos integrados a ese proyecto, "y eso es lo que le da el contenido internacionalista la revolución bolivariana, y concreta las ideas de (Simón) Bolívar".
El gran sueño de Bolívar (1783-1830) era la integración latinoamericana en un solo proyecto para ser fuerte y enfrentar las amenazas que ya desde el siglo XIX él veía se asomaban en el continente por parte del imperialismo estadounidense, puntualizó.
Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas pertenecen al ALBA en la actualidad.
Honduras también formó parte de esa organización hasta mediados de 2009, cuando el mandatario constitucional José Manuel Zelaya fue depuesto por un Golpe de Estado.
Casi un centenar de miembros de agrupaciones sociales y partidos de izquierda de Guatemala respaldaron este sábado al gobierno venezolano de Nicolás Maduro, quien ha denunciado planes de desestabilización en su país por parte de grupos opositores.
Integrantes del Comité de Unidad Campesina, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, ANN, el Movimiento Político Winaq, la Fundación Guillermo Toriello, el Comité Campesino del Altiplano manifestaron su solidaridad con Venezuela en la Plaza Bolívar de esta capital.
TGJ/rsm |
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Rafael Correa: “Fidel es una leyenda viviente”
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EE.UU. contraataca tras ser noqueado por la Patria Grande en Cumbre CELAC
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Cuba, Fidel y la CELAC: ¡cómo les duele!…
Jose Steinsleger
Cuando los historiadores liberales evocan la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA, Bogotá, abril de 1948) suelen subestimar el impacto de un par de acontecimientos simultáneos que tuvieron lugar en la capital de Colombia: la celebración del primer Congreso Continental de Estudiantes, y el estallido popular ocasionado por el asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán (el bogotazo), origen de la violencia política y social que continúa sacudiendo al país sudamericano.
Varios de los gobiernos asistentes a la novena de las conferencias panamericanas que Washington convocaba desde 1890, consintieron en erigirse como baluarte contra el comunismo . Pero en el encuentro de estudiantes convocado y organizado por el gobierno de Juan D. Perón, se abogó por la independencia de Puerto Rico, la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y la denuncia de los atropellos imperialistas en América Latina.
Dos lecturas chocaron en la naciente OEA: la de Estados Unidos, que pretendía hacer del organismo una suerte de superestado de las Américas , y la de Argentina, Guatemala o México, que neutralizaron la pretensión imperial de crear un Estado Mayor de las Américas . Luego, Washington pasó la factura a los remisos: invasión de la CIA a Guatemala, derrocamiento delcomunista Jacobo Arbenz (1954), y golpe militar contra el nazifascista Perón (1955).
Imbuida de ideales democráticos , la OEA expulsó a Cuba de la organización (Punta del Este, Uruguay, 1962), aprobándose en el primer punto de la resolución que “…el marxismo-leninismo es incompatible con el sistema interamericano y el alineamiento de tal gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y solidaridad del hemisferio”.
Sin embargo, en aquel infausto 1962 algunos poetas sintonizaron con los versos proféticos de Juan Gelman: Fidel es un país / yo lo vi con oleajes de rostros en su rostro / la Historia arreglará sus cuentas allá ella / pero lo vi cuando subía gente por sus hubiéramos / buenas noches Historia agranda tus portones / entramos con Fidel con el caballo .
Catorce países votaron en favor, uno en contra (Cuba), y seis se abstuvieron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México. Luego, Washington volvió a pasar factura: golpes contra el presidente Arturo Frondizi por aliarse con el proscrito Perón y haber recibido al Ch eGuevara, y contra Manuel Prado, en Perú, frente al eventual triunfo de Víctor Raúl Haya de la Torre (1962); contra el guatemalteco Miguel Ydígoras Fuentes para conjurar el avance electoral de Juan José Arévalo; contra Carlos Julio Arosemena y Juan Bosch, en Ecuador y República Dominicana (1963), y contra Víctor Paz Estenssoro y Joao Goulart, en Bolivia y Brasil (1964).
Animadas por el ejemplo de la revolución cubana (1959), la segunda Declaración de La Habana y la victoria de Playa Girón (1961), las juventudes de nuestra América tomaron las armas. Con hipócrita y displicente metodología , la historiografía liberal apunta: años de guerra fría. Pero las frustraciones democráticas databan de antes, de cuando Washington y Londres dinamitaron los ideales de integración bolivariana. (1830).
Decía el historiador argentino Jorge Abelardo Ramos: Somos un país porque no pudimos integrar una nación, y fuimos argentinos, mexicanos, bolivianos, venezolanos, cubanos o paraguayos porque fracasamos en ser latinoamericanos. Aquí se cierra todo nuestro drama y la clave de la revolución que vendrá .
Sesenta y seis años después, con una agenda que sin la presencia de Estados Unidos y Canadá obliga a tomar posiciones frente a los intereses geopolíticos del imperio y las derechas del continente, Cuba convocó a la segunda reunión de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac).
Allí, coincidiendo con el 15 aniversario de la revolución bolivariana, estuvieron todos. Con excepción delizquierdista presidente de El Salvador, quien no asistió al tiempo de aclarar que él era un buen socio de Estados Unidos. Y tampoco estuvo elderechista de Panamá, que continúa buscando armas de destrucción masiva de Cuba en la sentina de un buque norcoreano detenido por el Pentágono en el canal.
Hasta la insulsa OEA, encabezada por un tal Insulza, se hizo presente en el cónclave de la Celac. Y también el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien, paseando por La Habana colonial, se dejó peluquear por Josefina Hernández. “Es que por ambos lados de la cabeza estaba ‘peluito’”, declaró la ahora mundialmente famosa peluquera a la que muchos invitaron a bailar son y cha-cha-chá.
¿Y Fidel? ¿Qué habrá sentido Fidel? ¿Les habrá recordado a los invitados que a los 21 años estuvo en aquel Congreso de Estudiantes, y 80 por ciento de los gobernantes latinoamericanos de hoy eran niños o adolescentes en los decenios de 1950 y 1960?
Todos quisieron platicar con el conductor estratégico de la vieja revolución continental, y de los desafíos de la nueva que la Celac puso en marcha. O de cualquier cosa. Lo importante fue tomarse la foto con el caballo , y que sus nietos recuerden, para siempre, con quién llegaron a estar.
(Tomado de La Jornada)
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Cuba, Fidel y la Celac: ¡cómo les duele!…
José Steinsleger
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uando los historiadores liberales evocan la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA, Bogotá, abril de 1948) suelen subestimar el impacto de un par de acontecimientos simultáneos que tuvieron lugar en la capital de Colombia: la celebración del primer Congreso Continental de Estudiantes, y el estallido popular ocasionado por el asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán (el bogotazo), origen de la violencia política y social que continúa sacudiendo al país sudamericano.
Varios de los gobiernos asistentes a la novena de las conferencias panamericanas que Washington convocaba desde 1890, consintieron en erigirse como baluarte contra el comunismo . Pero en el encuentro de estudiantes convocado y organizado por el gobierno de Juan D. Perón, se abogó por la independencia de Puerto Rico, la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y la denuncia de los atropellos imperialistas en América Latina.
Dos lecturas chocaron en la naciente OEA: la de Estados Unidos, que pretendía hacer del organismo una suerte de superestado de las Américas , y la de Argentina, Guatemala o México, que neutralizaron la pretensión imperial de crear un Estado Mayor de las Américas . Luego, Washington pasó la factura a los remisos: invasión de la CIA a Guatemala, derrocamiento del comunista Jacobo Arbenz (1954), y golpe militar contra el nazifascista Perón (1955).
Imbuida de ideales democráticos , la OEA expulsó a Cuba de la organización (Punta del Este, Uruguay, 1962), aprobándose en el primer punto de la resolución que “…el marxismo-leninismo es incompatible con el sistema interamericano y el alineamiento de tal gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y solidaridad del hemisferio”.
Sin embargo, en aquel infausto 1962 algunos poetas sintonizaron con los versos proféticos de Juan Gelman: Fidel es un país / yo lo vi con oleajes de rostros en su rostro / la Historia arreglará sus cuentas allá ella / pero lo vi cuando subía gente por sus hubiéramos / buenas noches Historia agranda tus portones / entramos con Fidel con el caballo .
Catorce países votaron en favor, uno en contra (Cuba), y seis se abstuvieron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México. Luego, Washington volvió a pasar factura: golpes contra el presidente Arturo Frondizi por aliarse con el proscrito Perón y haber recibido al Che Guevara, y contra Manuel Prado, en Perú, frente al eventual triunfo de Víctor Raúl Haya de la Torre (1962); contra el guatemalteco Miguel Ydígoras Fuentes para conjurar el avance electoral de Juan José Arévalo; contra Carlos Julio Arosemena y Juan Bosch, en Ecuador y República Dominicana (1963), y contra Víctor Paz Estenssoro y Joao Goulart, en Bolivia y Brasil (1964).
Animadas por el ejemplo de la revolución cubana (1959), la segunda Declaración de La Habana y la victoria de Playa Girón (1961), las juventudes de nuestra América tomaron las armas. Con hipócrita y displicente metodología , la historiografía liberal apunta: años de guerra fría. Pero las frustraciones democráticas databan de antes, de cuando Washington y Londres dinamitaron los ideales de integración bolivariana. (1830).
Decía el historiador argentino Jorge Abelardo Ramos: Somos un país porque no pudimos integrar una nación, y fuimos argentinos, mexicanos, bolivianos, venezolanos, cubanos o paraguayos porque fracasamos en ser latinoamericanos. Aquí se cierra todo nuestro drama y la clave de la revolución que vendrá .
Sesenta y seis años después, con una agenda que sin la presencia de Estados Unidos y Canadá obliga a tomar posiciones frente a los intereses geopolíticos del imperio y las derechas del continente, Cuba convocó a la segunda reunión de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac).
Allí, coincidiendo con el 15 aniversario de la revolución bolivariana, estuvieron todos. Con excepción del izquierdista presidente de El Salvador, quien no asistió al tiempo de aclarar que él era un buen socio de Estados Unidos. Y tampoco estuvo el derechista de Panamá, que continúa buscando armas de destrucción masiva de Cuba en la sentina de un buque norcoreano detenido por el Pentágono en el canal.
Hasta la insulsa OEA, encabezada por un tal Insulza, se hizo presente en el cónclave de la Celac. Y también el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien, paseando por La Habana colonial, se dejó peluquear por Josefina Hernández. “Es que por ambos lados de la cabeza estaba ‘peluito’”, declaró la ahora mundialmente famosa peluquera a la que muchos invitaron a bailar son y cha-cha-chá.
¿Y Fidel? ¿Qué habrá sentido Fidel? ¿Les habrá recordado a los invitados que a los 21 años estuvo en aquel Congreso de Estudiantes, y 80 por ciento de los gobernantes latinoamericanos de hoy eran niños o adolescentes en los decenios de 1950 y 1960?
Todos quisieron platicar con el conductor estratégico de la vieja revolución continental, y de los desafíos de la nueva que la Celac puso en marcha. O de cualquier cosa. Lo importante fue tomarse la foto con el caballo , y que sus nietos recuerden, para siempre, con quién llegaron a estar.
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¿Cubanos genéticamente modificados por las redes? (+ Fotos)
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Lima: Capital subversiva de Latinoamérica contra Venezuela y la Patria Grande
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