Jesùs podìa..
Jesús podía haber dado respuestas contundentes y convincentes, podía haber pronunciado un gran discurso, podía haber puesto en ridículo a sus acusadores. Su opción no es el triunfalismo. No pronuncia una palabra contra nadie. El silencio de Jesús es paciente, elocuente, obediente, misericordioso... Clave para entender el aparente silencio de Dios. Nos enseña a ser libres, a practicar y valorar el silencio, a saber cuándo debemos hablar y cuándo callar, a confiar solamente en Dios.
(Pequeñas Semillitas)
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