Tengo en mi alma una pena, un inmenso dolor, se ha marchado para siempre mi abuela y ha dejado un gran vacío en mi corazón. Nunca la podré olvidar, ella ha sido mi inspiración, buena y sabia siempre fue, y aunque pase el tiempo, siempre la recordaré. El cielo se inunda de fervor,se inunda de alegría, se llena de vida, llegó Doña Segunda y sólo hay buenos ratos y muchas risas. Querida abuela, gracias por los momentos de armonía, gracias por ser abuela, madre, esposa e hija. Tu fortaleza admirable, tu respeto hacia los demás, el no querer ser una molestia para nadie. gracias por los abrazos que me diste, por tu amor, tu alegría, con tu gran saber de la vida. Permanecerás en nuestras vidas por los siglos de los siglos... "Doña Segunda López Izquierdo", a estas alturas, no te cambiamos por ninguna. |