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Obreros fieles y aprobados Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2 Tim. 2:15) Hoy en la actualidad se exige más a los trabajadores antes de ser contratados mediante estrictas evaluaciones. Incluso se plantea evaluar a los ya nombrados para ver si son o no competentes para mantenerse en el cargo. Pero es obvio que a la mayoría no le gusta LAS EVALUACIONES. Tal vez existe el temor de quedar desaprobado y perder el trabajo. En nuestro pasaje, Pablo le pide a Timoteo que procure estar aprobado, no ante los hombres, sino ante Dios mismo. Eso si es un verdadero reto para un ser humano, porque ante Él nada se le puede ocultar. Dios conoce las obras de todos los hombres, y en particular, vigila las obras de sus hijos. El adjetivo aprobado es en griego dokimos = probado y evaluado. En esto vemos que para toda aprobación es necesaria la evaluación o prueba. Y cada día es una prueba misma considerando qué hemos hecho y que omitimos hacer. Sabemos que tenemos obligaciones que cumplir ante Dios como, Orar, leer Su Palabra y compartirla con los demás. Un obrero aprobado no tendrá vergüenza ante su Patrón cuando esté cumpliendo fielmente su labor. Pablo usa el adjetivo anepaisjuntos (de an = sin, epi = sobre y aisjunomai = avergonzarse), para decir que un obrero fiel está librado de una grande vergüenza o escándalo que significaría ser desaprobado. ¿Estamos procurando quedar aprobados ante Dios o nos conformamos en quedar aprobados solo ante los hombres? Consideremos que a Dios no le podemos engañar con apariencias. El sabe incluso lo que lo más interior de nuestros pensamientos. Así que pidámosle en oración que nos ayude a serle fieles a Él.
Bendecido día para todos los hermanos
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
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