Hola mis amados:
Asi como para levantar un edificio lo primero que se hace son las bases, debemos tener la fe bien arraigada para que el edificio nuestro sea firme y pueda sostenerse por lo que esta en la profundidad, eso solo lo hace la fe que proviene del Señor Jesús y que si permanecemos con El vamos menguando y El creciendo para que se note Su obra.
LOS FUNDAMENTOS DE LA FE.
El mundo ofrece muchas filosofías de las cuales escoger. Se nos dice que mezclemos un poco de esto y de aquello y crearnos así una doctrina conveniente. Pero en Colosenses, Pablo hace una advertencia en cuanto a esta peligrosa actitud. Dice que debemos desarrollar nuestra relación con Cristo, y rechazar el engaño del mundo.
Imaginemos un terreno vacío, con solo unas bases de cemento en él. Así es nuestra vida después de la salvación. Todos los edificios viejos hechos por el hombre son removidos y se pone un nuevo fundamento: Jesucristo. El creyente que anda en el Espíritu basa toda acción, toda motivación y sus obras en la roca indestructible del Hijo de Dios. Cuando construimos una casa elegimos materiales de calidad, como teja de madera y ladrillos. Igualmente, nuestra vida cristiana debe construirse con buenos materiales: servicio, oración, testimonio de nuestra fe y obediencia. Los motivos equivocados, la desobediencia y las decisiones pecaminosas debilitan la construcción.
Construir una sólida casa de fe sobre el fundamento de Cristo, es un proceso largo. Cuando nos comunicamos con nuestro Padre celestial, confiamos en Su cuidado, y meditamos en las Escrituras, aumentamos nuestra provisión de materiales de construcción. Si somos sabios, no dejaremos de hacerlo hasta nuestro último día de vida.
Una casa de fe construida con acciones y actitudes correctas no puede ser derribada por la adversidad ni penetrada por los vientos de la falsa filosofía. La fortaleza proviene, no de nuestros esfuerzos, sino del fundamento sobre el cual hemos construido, que es Jesucristo.
NO TENEMOS NADA QUE DIOS NECESITE.
En una ocasión el pastor Rogers afirmo: “Nosotros no tenemos nada que Dios necesite. Piense al respecto.
Si yo fuera rico y quisiera dar mis riquezas a Dios, no lo haría más rico. Él es el dueño de todo.
Si yo fuera sabio, y le diera mi sabiduría a Dios, no podría hacerle más sabio. El es Omnisciente.
Si yo fuera poderoso, y diese mi poder a Dios, no podría hacerle más poderoso. Él es Omnipotente, Todopoderoso.
Dios quiere una sola cosa de sus hijos: nuestro corazón.
Si oramos a Dios sin haberle entregado nuestro corazón, nos estamos burlando de Él. Si predicamos sin haberle entregado nuestro corazón, estamos predicando en ignorancia.”
Dios te está diciendo hoy: “Dame tu corazón.” ¿Cómo responderás?
¿Qué es lo que te detiene para que rindas tu vida completamente a Él?
Y Dios no nos pide el corazón porque Él lo necesita, es porque nuestro corazón lo necesita a Él.
El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de Mí, la hallará” (Mateo 10:39
El Señor solo nos pide el corazón para que El lo haga Su morada, de nosotros no necesita nada porque El se basta a Si mismo, al ser el creador y nosotros las criaturas nos debemos a El y solo a Él, seámosle fieles y correspondamos a ese amor eterno e incondicional para que seamos llenos de El y vivir a plenitud.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
|