Hola mis amados:
La fe hace que no dependamos de lo que ven nuestros ojos carnales, saber que lo que no existe aún se hará realidad es lo que hace que la mano de Dios obre con poder, porque si somos como Tomas que por ver creyó, no le agradamos a Él, así que debemos ir convencidos de que El obrara a nuestro favor sea cual fuere la circunstancia y que hará grandes cosas, es un Dios Todopoderoso que para El no existen los imposibles, por tanto avancemos de Su mano para ver grandes resultados.
ÁRBOLES
Cuando Carlos llegó por primera vez a aquella zona árida del sur de la provincia de Buenos Aires (Argentina), es muy probable que su vastedad le haya hecho tragar saliva – reacción natural frente a situaciones en las que la propia finitud se hace evidente – y por unos momentos haya albergado la idea de abandonar su proyecto. Imagínate: arena (¡mucha arena!)… ¡hectáreas de médanos! Y el océano: una extensa costa cuyos ojos no alcanzaban a dimensionar.
“Cuando llegué, sólo se podían ver el cielo, el mar y la arena. El camino a recorrer era largo y la lucha ardua, pero limpia y llena de encantos. Cavé con mis manos en un valle del arenal y hallé agua fresca y deliciosa. Mi imaginación superó los años por venir y vi verdear las colinas, blancos chalets de rojos techos y arboledas”.*
Con estas palabras, don Carlos Idaho Gesell (1891-1979) solía relatar la génesis de su visión, la misma que lo había conducido en 1931 hasta ese sitio con el plan de forestar aquel paisaje dunar y así proveerse de materia prima para elaborar los muebles de su negocio familiar: Casa Gesell, dedicado a la fabricación y venta de artículos para bebés. La decisión estaba tomada: -“Sin pensarlo más” – escribió – “resolví comprar todo lo que mi dinero me permitiese”.*
Utilizando especies nativas de árboles como el esparto y el tupé, el 14 de diciembre de 1931 Carlos comenzó la fijación de las dunas marítimas para dar inicio luego a la forestación con especies exóticas provenientes de diversas partes del mundo.** Fue así como inició el derrotero cuyas peripecias y el heroísmo demostrado al transitarlo han sido objeto de diversas publicaciones y el reconocimiento público.
Porque luego de aplicar durante años la aritmética del esfuerzo (restando horas al sueño, sumando coraje al entusiasmo y multiplicando los intentos), el proyecto de Carlos no se redujo a la producción de madera para la confección de mobiliario infantil. Elevada a la potencia, su visión forjó una ciudad denominada “Villa Gesell” (en honor a su padre), residencia actual de una población estable de 30.000 habitantes y deleite vacacional de miles de turistas que año tras año llegan hasta allí durante la temporada estival.
Cuando uno visita el museo municipal, establecido en la casa original de la familia Gesell, no puede menos que emocionarse al contemplar las fotografías de los primeros años y contrastar aquel paisaje original con el frondoso bosque cuyo frescor invade la estancia por las mañanas.
Arboleda tras arboleda que comenzó con un hombre que se animó a plantar un primer árbol. El sueño concretado (¡en vida!) de una persona que no cedió ante la tentación del cortoplacismo y se aventuró – con voluntad resuelta – en un proyecto trascendente.
“Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos”.***
Fe para creer en los imposibles. Voluntad guiada por un espíritu decidido. Perseverancia para llegar a la meta.
Se dice que mientras abrazaba uno de sus árboles, Carlos Gesell expresó: -"Triunfó mi fe. Urbanicé un desierto".*
¿Qué desiertos urbanizarás tú?
CRISTIAN FRANCO
PARA SER FELIZ
-Si abrigas un bello pensamiento no te quedes con él, manifiéstalo.
-Si quieres pedir perdón y decirle a esa persona que la quieres, hazlo.
-Si tienes oportunidad de componer un poema, escríbelo y obséquialo.
-Si deseas cantar una canción, cántala y sé feliz.
-Si unas lágrimas asoman a tus ojos, déjalas brotar y desahógate.
-Si te viene el deseo de reír, ríe y contagia tu alegría.
-Si ansías tener algo y puedes poseerlo, adquiérelo y disfrútalo.
-Si puedes brindar ayuda a un semejante, dala toda y no te limites.
-Si vas a dar un consejo, mejor sugiere, para no equivocarte.
-Si tienes animales no los maltrates, protégelos.
-Si anhelas un mundo más hermoso, cuida la naturaleza.
-Si hay un niño a quien puedes educar, cuídalo hasta hacerlo hombre.
-Si tienes sueños, hazlos realidad esforzándote más y siendo digno.
Si en verdad quieres ser feliz, no te quedes con las ganas y:
-Sé autentico!
-Sé natural!
-Sé sincero!
-Sé bondadoso!
y
-Bríndate para que seas feliz!
El darnos a los demás es lo mejor que podemos hacer, por eso eres único en la tierra, Dios te hizo para que seas bendición a los demás, manifiesta Su amor para que le conozcan a Él y tú seas marcando las vidas con tu felicidad, con tu modo de ser, con tu personalidad y sobre todo con lo que tienes para ofrecer, vive intensamente y disfruta de cada día sobre la tierra.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA