Hola mis amados:
Las palabras muchas veces son como puñales o espadas que hieren muy profundo o que nos hacen mucho daño, si las hablamos sin pensar, sin medir las consecuencias, que este mensaje nos haga recapacitar para que desde hoy pensemos antes de abrir nuestra boca y que lo que digamos sea bien dicho, porque la forma en que lo digamos construirá o destruirá a quien escuche las palabras, que nos distingamos por ello siempre.
EL REY SIN DIENTES
Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un adivino para que interpretase su sueño.
"¡Qué desgracia, mi Señor!" exclamó el adivino, "cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad".
"¡Qué insolencia!" gritó el Sultán enfurecido, "¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!" Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó lo que había soñado. Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: "¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada... ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes!"
Iluminase el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: "No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
"Recuerda bien, amigo mío", respondió el segundo adivino, "que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse".
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
Que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños. Sal 34:13
La boca del justo imparte sabiduría y su lengua emite justicia. Sal 37:30
Su propia lengua será su ruina y quien los vea se burlará de ellos. Sal 54:8
EL ESCAPE PERFECTO
Y sucederá que quién quiera llame en el nombre de YHWH será salvo; Joel 2:32
Salvo – ¿alguna vez has escuchado este versículo en una cruzada evangelista? Si supieses que el verbo hebreo no significa “salvo” de la maldición eterna, ¿te sorprendería? ¿Te llevaría al contexto para examinar exactamente lo que dijo el profeta Joel?
Aquí el verbo es malat. Lo puedes encontrar en Job 4:19 y Génesis 19:17. Mira esas acepciones antes de decidir el significado del verbo. ¿Qué descubres? Esta palabra tiene que ver con escape, no con perdón. Es sobre huir del desastre, no de evitar el infierno. Claro que en Ester 4:13 y en el Salmo 89:48, es sobre el escape de la muerte, pero la muerte en ese contexto es la defunción inmediata y física. Quizás este pequeño análisis nos ayude a ver cuánta de la interpretación bíblica es filtrada por nuestra apreciación evangélica. Un judío jamás pensaría que la salvación fuese primero sobre la vida o castigo eterno. Para un judío, la salvación primero es sobre escapar del peligro inmediato aquí.
Aquí hay otra cosa que debemos considerar. ¿Quién es rescatado? ¿Quién escapa? Quienes llamen en el nombre de YHWH. Claro que llamar el nombre de YHWH no significa lo que creen los evangélicos. Veras, llamar en el nombre de YHWH regresa tiene sus orígenes en Génesis 4:26, mucho antes de la idea de la muerte sacrificial del Hijo de Dios. De hecho, “clamar el nombre” es una frase técnica de propiedad. En otras palabras, cuando los hombres comenzaron a clamar en el nombre de YHWH, esposaban su fidelidad a YHWH. Declaraban que le pertenecían. Él era Su amo y dueño. Ese significado no ha cambiado. Cuando Joel habla las palabras de Dios y utiliza la misma frase, quiere decir (y también Dios quiere decir) que quienes escapan serán quienes pertenecen a YHWH. El Amo cuida de los suyos.
Claro que existe una diferencia enorme entre declarar que uno pertenece a la casa del Amo y en realidad ser uno de Sus esclavos. ¿Cuál es la diferencia? El esclavo es obediente. Un esclavo depende plenamente en el Amo. Un esclavo no tiene agenda propia. Aquellos que meramente visitan la casa pueden parecer residentes, pero cuando llegan las órdenes e instrucciones del Amo, la diferencia es evidente. Algunos las ejecutan. Algunos no. Solo los que las siguen escaparan.
El versículo de Joel bien podría contener implicaciones más amplias. Kefa (Pedro) parece creerlo. Inició su gran invitación a los hombres devotos y temerosos de Dios justo con este versículo. Aplico este verso a un contexto diferente, algo frecuente entre rabinos judíos. Pero aun Pedro con se atrevería a sugerir que la obediencia es opcional. Escape, rescate o salvación – cualquier termino que prefieras utilizar – siempre implica clamar el Nombre y ese es una expresión idiomática para obediencia.
Yo necesito recordar esto. Necesito que grabarlo en mis patrones de pensamiento y en mis acciones. Dios salva. Dios rescata. Pero eso no elimina mi necesidad de obedecer. Tengo una parte que me corresponde – no en la gracia de Dios sino en demostrar mi fidelidad a Su propiedad. La fidelidad sin trabajos no funciona. “Señor, ayúdame. Quiero ser Tuyo. Deseo pertenecer. Agradezco el escape que provees. Pero nunca me permitas tomar las cosas como seguras. Te amo. Te sirvo.
Dr Skip Moen.
Seamos esclavos de Cristo, si nos dejamos llevar por Su voz, por Su voluntad, por Su Espíritu, nos ira mejor siempre, porque El conociendo nuestro futuro sabe que nos conviene y que no, así como lo hacen los esclavos, no reviran jamás las ordenes de sus amos y cumplen a cabalidad todo lo que se les ordena, que esto nos lleve por amor hacerlo, porque el Salvador se humillo haciéndose como uno de nosotros y murió en nuestro lugar en la Cruz del Calvario, esto hará que escapemos del infierno.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA