Que buenos consejos nos dan a continuación, así mantendremos a raya las emociones para que al frenar todo impulso obremos de una manera sabia, sabiendo que lo que hagamos o digamos en momentos de ira, de desespero o tristeza muchas veces, nos dará más dolor de cabeza y consecuencias funestas si lo hacemos sin sabiduría y templanza, que los demás noten que la sabiduría de lo Alto la que recibimos de nuestro Padre Celestial, es la mejor arma para poder actuar con la prudencia que se necesita.
RESOLVIENDO CONFLICTOS...
¿Vivir por vivir? o ¿Vivir en paz?
Éstas son algunas estrategias de Napoleón Hill, divulgadas en su libro "La magia de pensar en grande".
El empleo apropiado de estas técnicas te ayudará a mejorar la calidad de tus relaciones y, por lo tanto, la calidad de tu vida.
1. Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.
2. Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los demás enriquecerás tu propio punto de vista.
3. Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las opiniones.
4. Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en todos los sentidos.
5. Busca el lado positivo y agradable, aun de las situaciones más complicadas y dolorosas.
Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.
6. Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las respuestas.
Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para tratar de entender.
7. No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona. Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la que lo haces.
8. Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva.
Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.
9. Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.
10. El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad.
No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias. Pensar positivamente es una disciplina que, ejercitada con constancia, te dará el poder de cambiar tu entorno y por consiguiente, tu vida.
Napoleón Hill
PERSEVERAR
Filipenses 1.6
Nadie está exento de enfrentar obstáculos. Aun cuando éramos unos bebés, todos tuvimos que superar la falta de equilibrio y de fuerzas para estar de pie y dar ese primer paso. Y el aprender a poner un pie delante del otro implicó algunas caídas. Pero para poder caminar bien, teníamos que levantarnos e intentarlo de nuevo.
Piense en las dificultades que enfrentó el Señor cuando seguía adelante con su objetivo de salvar a la humanidad: Jesús fue ridiculizado, rechazado y malinterpretado. Sin embargo, Lucas 9.51 aclara Su meta: “Cuando se cumplió el tiempo en que Él había de ser recibido arriba, afirmó Su rostro para ir a Jerusalén”. El Señor, sabiendo que sería condenado a muerte en esa ciudad, no dejó que nada le impidiera ir allá.
Hay varias cosas que podemos hacer para tener esta actitud. Lo más importante es fijarnos metas bajo la dirección de Dios: metas desafiantes que exijan lo mejor de nosotros y que requieran Su ayuda. Luego, el desarrollar una pasión por hacer realidad el objetivo nos llevará con toda probabilidad al logro del resultado deseado.
Además, debemos negarnos a dar oídos a las críticas; debemos, más bien, rodearnos de personas que nos alienten. Algunas cosas que hagamos pueden fallar, pero debemos sacar una lección personal de cada derrota. Por último, debemos creer que podemos alcanzar la meta, y luego confiar en que Dios nos dará el poder para hacerlo.
El éxito según la Biblia significa dos cosas: lograr lo que el Señor nos llama a hacer, y convertirnos en las personas que Él quiere que seamos. Busque con ahínco los propósitos específicos que Él tiene para su vida. Perseverar en medio de los obstáculos será una aventura que desarrollará su fe y que le enseñará a depender del Padre Celestial.
Esta palabra es clave en la vida, porque muchas veces no lograremos lo deseado, no saldrán las cosas como queríamos, pero si con perseverancia avanzamos, con fe y sin dudar, con seguridad lograremos aquello por lo que hemos luchado, Jesus como nuestro mejor amigo, camina con nosotros para esto precisamente, no hay nadie que nos pueda asistir como El y que haga posible aquello que para los hombres no lo es.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA