Hola mis amados:
Que todo lo que h agamos sea con amor, pensando siempre en si es del agrado del Señor y si haremos bien al prójimo, porque debemos hacer todo como si fuera a nosotros mismos, de esa forma no ofendemos a nadie y la actitud de nuestro corazón será agradable a Dios, por tanto que nos distingamos por esto mismo y los demás puedan tener un buen concepto nuestro y el Señor sonria desde Su Trono por ser hijos obedientes.
ACTITUD
"Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús." Filipenses 2:5
La versión Reina Valera traduce esta palabra como sentir. Y por lo general se interpreta como una emoción. Las personas consideramos las emociones, como sentimientos difícilmente gobernables. Las personas irritables, justifican su enojo diciendo que es su carácter. Los agresivos justifican sus arrebatos diciendo que no pueden controlar sus sentimientos.
Por eso Pablo nos ilustra, al utilizar esta bella palabra, para hablar de Jesucristo. Actitud, es una decisión de la voluntad. No es un sentimiento, o una emoción pasajera, no es la sensación producida por efectos o circunstancias externas. Es una decisión de la razón.
Nos pide que tengamos la misma actitud de humildad. No de pobreza, ni de lástima, ni de resignación. De humildad. Jesucristo sabía que Él era Dios mismo, que tenía toda la Gloria y el Poder, que era Eterno y Majestuoso, y a pesar de eso Cristo estuvo dispuesto a sacarse esa ropa de gloria, para vestirse como un hombre mortal. Tenía todo el derecho de ser Dios, y para salvarnos eligió vestirse de hombre. Jamás dejó de ser Dios, pero se humilló para ser obediente hasta la muerte. Y no cualquier muerte, fue obediente hasta morir en una terrible cruz.
Actitud, no fue por la emoción de salvarnos, ni fue una situación inesperada. Él sabía perfectamente cada costo y problema que su decisión le iban a ocasionar. Y la tomó igual. Un grande, que fue humilde.
Actitud. Cuando vas a la iglesia, en tu grupo de amigos, en tu familia, tal vez te creas muy importante, te creas el mejor, el que tiene el derecho de juzgar las actitudes de los demás y tiene la autoridad para señalarlos. Aprende de Jesús, quien teniendo toda la autoridad, tuvo una actitud de humildad, solo por amor. Nos creemos con la atribución de menospreciar al otro por el dinero, la educación, la nacionalidad, los gustos, la familia o las influencias que tiene.
Cristo jamás menospreció a nadie, al contrario, trató a todos como personajes importantes, por grandeza de su humildad. Hoy perdimos esta gracia divina. Las instituciones, la religión, la costumbre y los ritos nos hicieron pensar que podemos ser más buenos que Dios y que eso nos da el derecho de tener otra actitud, de juzgar a los demás, de sentirnos o creernos superiores. Piensa bien. Has como Jesucristo.
AVARICIA
Un administrador de las granjas de la provincia de Languedoc, había acumulado, en el año 1762, una inmensa fortuna explotando a los pobres granjeros. Requerido por el Gobierno para pagar cierto impuesto dio excusa de pobreza; pero temeroso de que, denunciado por aquellos de quienes había abusado se hiciese un registro en su casa construyó un profundo compartimiento subterráneo al que bajaba por una escalera secreta.
Algún tiempo después se halló que el Sr. Fosque, había desaparecido. Se le buscó por todas partes en vano. Al cabo de algunos meses, su casa fue vendida y trabajando en la reparación de la misma, fue descubierta la puerta secreta del subterráneo con la llave en la parte de afuera. El nuevo dueño de la casa la abrió y allí fue hallado el cadáver del antiguo administrador con un candil en la mano.
Tan profundamente había ido a enterrar sus tesoros que cuando la puerta se cerró accidentalmente no pudo hacer oír su voz. Y Allí murió, miserablemente el avaro, en medio de su mal adquirida riqueza, sin que pudiera serle de utilidad alguna.
Salmos 119:36 Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.
Proverbios 28:16 El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
Éxodo 18:21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
No hay nada mas hermoso que compartir, que servir a los demás y eso es lo que espera nuestro amado Salvador de cada uno de nosotros, que no nos suceda como a este señor que por su avaricia murió solo y desventurado y no disfruto de su secreto, no hay nada como vivir en plena libertad reconociendo que lo que poseemos ha venido de Dios a nosotros.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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