Hola mis amados:
Que el cajón de nuestra memoria siempre este lleno pero de cosas buenas, de aquellas que nos proporcionan alegría, aliento, esperanza y sobre todo mucha paz, porque si echamos mano a lo primero que encontremos nos puede traer consecuencias y no es lo más aconsejable, por tanto hagamos limpieza del cajón frecuentemente para no encontrar lo que no se debe.
MEMORIA
Y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí." 1 Corintios 11:24
La memoria es como un gran cajón. Cuando éramos chicos, mi papá nos hizo un cajón blanco de madera para guardar los juguetes. El cajón tenía más de un metro de largo por 60 cm. de ancho y 60 cm. de alto.
Cuando estaba vacío podíamos meternos adentro y jugar a las escondidas. Pero rápidamente se llenó. Y muy ocasionalmente vaciábamos cajón para ver que había adentro. ¡Las cosas que encontrábamos en ese cajón! Por lo general, solo sacábamos los juguetes que usábamos con mayor habitualidad y que estaban más arriba. Eran los que estaban más visibles y al alcance de la mano.
Pero los del fondo, los que estaban tapados, casi nunca los sacábamos.
Nuestra mente es igual. Tiene una enorme cantidad de espacio para almacenar recuerdos. Y los tenemos bien guardados. Recuerdos de todo tipo hermoso, triste, agradable, tormentoso, dulce, rencoroso, más recientes, más antiguos. Y cada vez que necesitamos, vamos al cajón de nuestra memoria para buscar algún recuerdo. Y por lo general, sacamos siempre los que tenemos más a mano.
¿Cuáles son las cosas que traes a la memoria con mayor frecuencia?
¿Cuáles son los pensamientos que te dan más vueltas por la cabeza?
Difícilmente sean pensamientos alegres, positivos o de cariño. El ser humano tiene una tendencia destructiva a mantener en su memoria el rencor, el enojo, la lascivia, la envidia, el desprecio, el orgullo y la avaricia. Fíjate cuales fueron tus pensamientos de la última semana.
Por eso Jesucristo al instituir la Cena del Señor, nos dejó pan y vino. Para refrescar nuestra memoria. Para traer bien arriba en el cajón de nuestros recuerdos, el acto supremo del amor de Dios. ¿Te acordabas de eso? ¿O solo es una reunión más del domingo? Jesucristo nos ordenó hacer memoria de Él. Tenerlo presente, bien cerca de nuestra mente y de nuestro corazón.
Para tener conciencia todo el día de su gran sacrificio. El pan como símbolo de su cuerpo lastimado, golpeado y partido por nosotros. El vino como símbolo de su sangre que hoy nos sigue limpiando de todo pecado. ¿En qué estabas pensando? Tal vez, con tantos recuerdos, este, que es el más importante, quedó escondido en tu cajón. Hoy es tiempo de recordar.
ESTRATEGIA
"Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros." Santiago 4:7
Estrategia es una metodología que se utiliza para alcanzar los objetivos propuestos. Los técnicos tienen una estrategia para cada partido de football. Le criticaron a Basile, la falta de una estrategia sólida para que la Selección Argentina, pueda potenciar las estrellas individuales que tiene en su equipo y pueda plasmar esa supuesta superioridad en el resultado final de cada partido.
Los generales tienen siempre estrategias para cada batalla y las modifican según quien sea el enemigo de turno. La ductilidad y adaptabilidad del general al armar su estrategia, es lo que determina el éxito de las batallas.
Dios también tiene estrategias, porque como buen General, también tiene una guerra por pelear. En esa guerra, nosotros somos apenas unos soldaditos que solos estamos condenados al fracaso absoluto, pero combinados con el Gran General, y siguiendo su estrategia, nos convertimos en los campeones de la lucha, y en vencedores garantizados.
El diablo es nuestro gran enemigo externo. Es quien maneja y domina este mundo de mentiras, presiones, corrupción y lujuria. Y es un estudioso de tus debilidades y flaquezas. El sabe donde está tu talón de Aquiles y va a emplear todas sus artimañas para dañarte y hacerte caer. El diablo siempre ataca a tu mente, te presiona con conflictos, angustias, problemas, dificultades y fracasos para ponerte de rodillas.
Los problemas que te asechan, que te hacen dudar del poder de Dios para solucionarlos, que te hacen dudar del amor de Dios para ti, que te hacen pensar que Dios se olvidó de ti, es el arma que con mayor frecuencia el diablo usa en tu contra para ganarte la batalla.
El sabe que si presiona mucho, finalmente vas a comenzar a dudar de Dios. Si el problema es pesado y a largo plazo, tu confianza se comienza a resquebrajar. Por eso nos dice Santiago que al diablo hay que resistirlo. Esa es la estrategia divina para vencer la batalla. No te dejes debilitar por pensamientos poco felices. No dejes que la tristeza de tu problema te quite la confianza en Dios.
Hoy tenemos que resistir. Y para resistir debemos recordar permanentemente quien es Dios. Recordar que Dios es amor y que Su amor no se limita o condiciona por nuestros problemas. Tienes una estrategia para vencer a tu enemigo. Hazlo huir.
Que sea este nuestro lema, resistir siempre al enemigo para que huya de nuestro lado, el que si debe permanecer es nuestro amado Jesús que nos ama y pelea por nosotros, El nos indica el camino, nos muestra la perfecta voluntad de nuestro Padre y nos guía con Su Espíritu para que sigamos gozosos y triunfantes cada día.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA