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De: Ceciliak59 (Mensaje original) |
Enviado: 14/05/2010 12:59 |
LA IDENTIFICACIÓN
Esta noche hablaremos sobre la identificación. En este momento es preciso que todos pensemos intensamente sobre ese estado. Todos tenemos que luchar contra el estar identificados y todos tenemos que resistir a la vida. Para empezar haré esta pregunta a cada uno de ustedes: "¿Dónde coloca su sensación de "Yo"?" Es lo mismo que colocar la voz. Ahora bien, el lugar donde coloca la sensación de "Yo" más mecánicamente es el lugar donde uno más se identifica. Si pudiera colocar la sensación de "Yo" plenamente en el recuerdo de sí, y todo lo que esto significa, no se identificaría. Pero esta es una colocación consciente, porque nadie puede recordarse a si mismo mecánicamente. El recuerdo de sí es un acto consciente, una colocación consciente del "Yo", que para empezar requiere atención. Por eso consideremos la atención. Cuando presta atención, ¿está usted identificado? Empiece con la identificación interior. Un hombre debe estar plenamente identificado con su estado interior; puede sentirse deprimido o tener miedo o estar herido o furioso, etc. —y ser sencillamente su estado. Entonces su sensación de "Yo" y su estado son una y la misma cosa. Esta es identificación interior. El hombre está identificado consigo mismo. Su sensación de "Yo" está colocada en su estado de ánimo. Supongamos ahora que observa su estado. Esto requiere atención. Como lo saben, la atención nos pone en la parte más consciente de los centros. Es preciso comprender claramente que nadie puede observarse a sí mismo mecánicamente. Una persona puede imaginar que se está observando a sí misma, pero no lo hace, y no aprende nada sobre sí misma sino que da vueltas en redondo. De hecho, la observación de sí mecánica es uno de los hábitos mecánicos que es preciso observar. Ahora bien, hagamos otra vez esta pregunta: Cuando está prestando atención ¿está usted identificado? Contestar a esta pregunta en relación con la identificación interior, significa: "Cuando está identificado con su estado interior y lo observa, ¿está todavía plenamente identificado?" ¿Cómo puede estarlo usted? En el Trabajo todos tenemos en nosotros un muy poderoso instrumento llamado no-identificación. Pero se necesita mucho tiempo para que alguno de nosotros entienda lo que significa y sea capaz de usarlo. Si un hombre está siempre identificado con su estado interior momentáneo, con sus pensamientos y estados de ánimo, etc., en tal caso no puede cambiar. Para que un hombre pueda salir de la posición en que está, es preciso primero que se divida a si mismo en dos. Es decir, es preciso que sea capaz de observar su estado. Si él es su estado, entonces nada puede tener lugar. Si se divide a si mismo en un lado observante y en un lado observado —es decir, se convierte en dos— en tal caso empieza a ser capaz de cambiar de posición, de cambiar internamente. ¿Comprenden ustedes la profundidad de esta idea? Es la manera de liberarse de la prisión de sí mismo. Ahora bien, en lo que respecta a estar identificado con la vida, tomemos el siguiente ejemplo: Si está prestando cuidadosa atención a los caballos en una carrera, a uno de los cuales ha apostado, ¿está usted identificado? La respuesta es: Sí y No. Hasta el punto en que está prestando atención no está identificado. Hasta el punto en que está ansioso por ver ganar su caballo, está identificado y no puede prestar atención. Así los dos estados —el estado de atención y el estado de identificación— luchan el uno con el otro. Tomemos un segundo ejemplo: Si tiene mucha prisa por terminar una carta importante, en tal caso está identificado. Pero después de varios intento? que no dieron resultado alguno, se da cuenta de que es preciso prestar la mayor atención a lo que está escribiendo; no está identificado mientras está en ese estado de atención, si bien puede permanecer identificado, por así decir, en el trasfondo —esto es. puede estar todavía identificado en las partes mecánicas de los centros, pero ya que tuvo que trasladarse a las partes más conscientes de los centros para escribir la carta en debida forma, mientras está en ellos no está identificado. En estos ejemplos, el hombre es consciente dentro de la mecanicidad. No dejaremos de observar que cabe también la posibilidad de ser mecánico dentro de la conciencia. Ahora hablaremos de un modo general del estado de identificación con la vida. ¿Qué es la vida? No me propongo hacer esta pregunta en un sentido filosófico o teórico, sino en un sentido práctico. La vida es una serie de eventos en diferentes escalas. No son las cosas, la gente, los objetos, sino los eventos los que ubican a estas cosas y gente y objetos en diferentes relaciones con usted en tiempos diferentes. La lapicera que está sobre su mesa no es un evento por sí misma pero deviene parte de un pequeño evento cuando la toma para firmar un cheque. En este evento, la pluma, la libreta de cheques, la mesa, la tinta y usted mismo y la persona para quien firma el cheque, etc., de pronto están todos en relaciones recíprocas. Este es un evento. Un momento después la pluma, la libreta de cheques, etc., se separan, y todo permanece silencioso e inmóvil. El grifo de su baño no es un evento para usted excepto cuando necesita bañarse o a menos que pierda agua. Su cama no es un evento a menos que se acueste. Hay un clavo sobre una repisa. Esto no es un evento. De súbito, desea colgar un cuadro. Entonces el clavo ingresa en un evento. Su vecino de la casa contigua es quizá una persona a quien usted no conoce. Él no es un evento. Pero oye decir que lo ha llamado tonto y de súbito tiene lugar un evento entre usted y su vecino. En otoño las hojas caídas están inmóviles en un camino y de pronto se produce una ráfaga de viento que las incorpora a un evento. Un evento reúne las cosas, las pone en movimiento, y pasa. Consideremos el evento mundial de la guerra. Este es un evento en la escala de la humanidad. Los países —Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, etc.—, no son eventos en sí mismos, pero cuando la guerra de súbito se produce como un remolino de viento y los lleva de un lado para el otro, poniéndolos violentamente en ciertas relaciones recíprocas, entonces constituyen un evento. La guerra pone en contacto a la gente, la lleva de un lado para el otro: cuando ha pasado, los objetos, las cosas de la guerra, la gente, se separan, y todo, vuelven a su casa. Ahora bien, si se empieza a estudiar la vida como una sucesión de eventos, lo que en realidad se estudia es la Ley de Tres Fuerzas, que dice que cada manifestación es el resultado de tres fuerzas. Una cosa no es un evento a menos que sea conductora de una de las tres fuerzas de una tríada: y cualquier cosa o persona puede conducir a una u otra de las tres fuerzas en tiempos diferentes y así estar en diferentes relaciones con un evento particular. ¿Comprenden ustedes lo que esto significa? Tenemos un bastón y dos personas. No hay evento. Son meramente tres cosas. Luego las dos personas se pelean y una pega a la otra con el bastón. Ahora todo ello conduce las fuerzas de una tríada y tiene lugar una manifestación —es decir, un evento. Alguien abre un viejo armario y ve una muñeca de paño. Esa muñeca estuvo en el pasado implicada en muchos pequeños eventos. Ahora es sencillamente una cosa. Cierra el armario: sigue siendo una cosa, que no está implicada en evento alguno. Haremos la siguiente acotación: La vida puede y debería ser vista como una serie de eventos, no como un conjunto de cosas y personas, de meros objetos visibles. Si uno puede contemplar la situación en que está enredado como una clase particular de evento, para lograrlo se precisa un acto de atención, y esto posibilita el no identificarse demasiado con ello. Todos los eventos se repiten. Hay sólo un número determinado de eventos. Todos los eventos posibles en la tierra fueron creados, por así decir, con el Hombre. El Hombre fue creado con su vida —con todos los eventos posibles que pudieran sucederle. Los eventos están en diferentes escalas. Ahora hágase la siguiente pregunta: "¿En qué evento estoy yo? ¿Y estoy yo totalmente identificado con él?" Esto lo pone en atención, le impide que se identifique. demasiado con el evento. La vida mantiene al Hombre dormido y extrae de él toda su fuerza, por medio de eventos muy gastados con los cuales siempre se ha identificado. Pero una persona debe entrar en el gran circo de la tierra llamado vida como si lo hiciera por primera vez y debe pasar por tantos dramas y comedias diferentes como le sea posible, de modo de acumular gran cantidad de material en los centros, una plenitud de experiencias, porque de otra manera el contraste necesario entre la vida y este Trabajo no es posible —es decir, una persona que no conoce nada de la vida ve escasa diferencia entre ella y el Trabajo y carece de base de contraste o de tensión de contrarios en ella. Es decir, toma la vida y el Trabajo en la misma escala. Si le es posible retirarse internamente de cualquier evento con el cual se haya identificado en la vida, y tratar de formular el evento —de este modo: "Esto se llama ser censurado por algo que yo no hice", "Esto se llama perder los estribos", "Esto se llama ser insultado", "Esto se llama ser dejado a un lado", "Esto se llama perder algo", "Esto se llama estar desencantado", 'Esto se llama estar en una situación difícil", "Esto se llama llegar tarde", etcétera, etcétera— en tal caso no se identificará demasiado. |
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Al leer este
texto de apoyo, me surge una duda. La cual describo a continuación:
Al ir leyendo, cuando empiezo a tener nuevos entendimientos, me identifico
con un yo haragán, vago, que trata de sabotearme por medio de la
auto-justificación diciendo: "Es muy difícil", pero logro observarlo y
en cierta medida me separo de él. En este caso, relacionado con la Ley de Tres Fuerzas, la fuerza activa sería
el leer y buscar entender, la fuerza pasiva el yo al cual me identifico,
y la fuerza neutralizante el yo observador. En este caso podría decir:
"Esto se llama auto-justificarse"
Quería saber. ¿Es correcto el análisis que hago de este evento? Muchas gracias. Saludos.
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Querido OctavoLatido:
La Ley de Tres es un elemento central de esta enseñanza, muy amplio, que es preciso ir estudiando y, sobre todo, ir experienciando en uno mismo. El lugar adecuado para ello es el curso de Fragmentos de una Enseñanza Desconocida (con liga en el menú vertical izquierdo), el cual seguramente volverá a estar activo en un futuro cercano, sería sin duda muy conveniente que lo cursaras.
Para llegar a ser capaz de observar las fuerzas en uno mismo, es imprescindible alcanzar cierto nivel en el grado de no identificación. No es muy difícil tener un sabor claro de lo que es estar identificado, si se tiene una referencia apropiada de hacia donde observar. Voy a tratar de explicarme. Para ello, te propongo que realices lo siguiente...
Es un ejercicio de atención activa, el cual retomo de uno similar al que hace algún tiempo Jqino aplicó... Antes que nada, colocate en una posición relajada, con tu espalda bien recta, y los pies en pleno contacto con el suelo. Vas a llevar tu atención a tus pies. Ten toda la intención de meterte en tus pies, tan sólo presenciado la sensibilidad que existe en ellos. Siente el contacto que hacen con la Tierra. Ya que hayas hecho contacto, mantén tu atención en ellos por unos segundos. Nota la diferencia con respecto a la situación que había antes de haber contactado tus pies. Ahora olvidate de ellos, y lleva tu atención a ambas piernas, siéntelas, sin permitir ningún tipo de imaginación en ello. Después de unos segundos de haberlas contactado, olvídate de ellas, y lleva tu atención a todo el tronco del cuerpo. Y haces lo mismo después para ambos brazos a la vez, y finalmente a la cabeza junto con el cuello. Al terminar con éstos, te regresas a los pies, y continúas de manera ininterrumpida con este ciclo, que lo estarás ejecutando mientras lees lo que te escribo abajo. Listo?...
Quizá la forma más simple de describir si uno está identificado o no, es si me estoy dando cuenta o no de lo que estoy haciendo en este instante. Ello precisa un acto de atención activa, manteniéndola en donde haya decidido ponerla, sin permitirme distracción alguna. Algo mucho más fácil de decir, que de hacer!!! Pero para saber si realmente me estoy dando cuenta de mi mismo, necesito tener una referencia lo más objetiva posible. De no contar con esa referencia, es muy fácil que me engañe, y tomar a la imaginación como algo real. Por ejemplo, es muy común que se confunda el darse cuenta con el acto de recordar cosas ya sucedidas. Podré, por ejemplo, recordar algún exabrupto emocional que tuve en el día, pero sin estar dándome cuenta en ese preciso momento de que lo que estoy haciendo es recordar, no observar. De tal manera, en lugar de aprender algo nuevo sobre de mí sobre las bases de la observación objetiva, la información viene distorsionada por la lente de mi mente, reafirmando mi condición actual, y todo eso sin darme cuenta de que está sucediendo. La parte más objetiva con la que contamos es el cuerpo. Si estoy inmerso en una actividad, y estoy a la vez sintiendo mi cuerpo (ya sea todo el cuerpo, o al menos una parte de él), y recordando mi objetivo de observarme a mí mismo, entonces puedo confiar en que no estoy completamente perdido o identificado en el evento. Pero resulta que la mayor parte del tiempo no nos damos cuenta de él, lo tenemos completamente olvidado, lo cual implica que el cuerpo tiene una forma de funcionar (un tipo de mente, digamos) con amplia independencia de mi mente intelectual o emocional. (...Por cierto, ¿como va el recorrido por tu cuerpo?...).
Regresando a tu pregunta inicial, en tanto menos identificado esté, mayor será la posibilidad de observar las fuerzas en acción. En un estado ordinario de funcionamiento, a duras penas podemos darnos cuenta de la primera ley, la activa. Nos identificamos con nuestros deseos (o nuestas aversiones). Mi sensación de "yo" está completamente depositada en la atracción o repulsión que me mueve. Uno de los múltiples "yo" que me componen se está manifestando temporalmente con más intensidad que los otros, y bajo esas circunstancias no es posible darse cuenta que está preponderancia fue accionada por un estímulo externo, de igual manera que una máquina responde de una manera definida si se le aprieta un determinado botón. Después de un cierto tiempo (a veces al siguiente instante), cambias los factores externos, estimulando otra parte diferente de mi máquina, otro "yo" se vuelve "dominante", pero como sigo igual de identificado, no me doy cuenta de que ahora mi sensación de "yo" está puesta en otro mecanismo, a veces completamente opuesto al que estaba hace un momento.
(...¿Cuántas veces has recorrido tu cuerpo hasta este momento?... ¿Has perdido la atención sobre él? Si es así, te has perdido en este escrito, eso es identificación... ).
La segunda fuerza es bien conocida por la ciencia, pero sólo para los fenómenos físicos y químicos. Es la ley de acción y reacción. A toda acción le corresponde una reacción exactamente de la misma magnitud, pero con dirección opuesta a la primera. En cambio, la ciencia desconoce casi por completo que esta ley también opera con igual precisión en el plano psicológico. Significa que si yo deseo algo, estaré generando su contrario con la misma intensidad. Pero a diferencia de los fenómenos físicos o químicos, las reacciones psicológicas a veces tardan cierto tiempo en manifestarse. Así que puedo en cierto momento estar identificado con una aversión, perdiendo de vista que ella fue generada por un deseo que tuve con anterioridad. Esta es una de las razones por las cuales se nos dice que debemos de ser cuidadosos con los retos que nos ponemos a nosotros mismos, pues si son muy ambiciosos, la reacción que generan nos pueden terminar revolcando (...¿seguimos manteniendo la sensación del cuerpo?...). Para observar la segunda fuerza en nosotros, requerimos no estar completamente identificados. Por ejemplo, como para darme cuenta de que mis cambios de ánimo están relacionados con estímulos externos, y que yo no soy ni el uno ni el otro. Finalmente, la tercera fuerza es la más difícil de observar. Se dice que no la observamos no por que no ocurra, si no porque estamos dormidos "La tercera fuerza es una propiedad del mundo real". No obstante, a través de las cosas que se nos recomiendan podemos empezar a tener algunos atisbos de lo que es la manifestación de la fuerza neutralizante, es decir, una fuerza que no es ni la activa, ni la pasiva, pero que las concilia para generar algo que es diferente a ambas. En el ejercicio que te propuse de atención hacia tu cuerpo, puedes encontrar un ejemplo tangible de la Ley de Tres. Tu atención o mente (fuerza activa) se posó en tu cuerpo (fuerza pasiva), dando origen a una sensación completamente diferente (resultado de la acción de las dos primeras fuerzas, más de la fuerza neutralizante), que previamente no estaba presente. Algo también muy interesante de observar, es que en ausencia de las dos primeras fuerzas, es imposible la manifestación de la tercera. En el momento en que quitas tu atención del cuerpo, la sensación desaparece... El ejemplo que pones de la lectura es correcto en cuanto a que la mente juega el papel activo, mientras que el cuerpo se resiste a la acción, jugando el papel pasivo. Ahora, de acuerdo a lo comentado arriba, ¿te parece que el observador está jugando el papel de tercera fuerza? ¿está conciliando a las dos fuerzas? ¿esa tercera fuerza puede ser actualizada por mí, o será que proviene de algún otro lugar? Espero haberte ayudado. Si no es así, dímelo, y le intentamos por otro lado. Ojalá y esto te pueda servir también de retroalimentación para tu primera tarea... Si escuchas tu voz, surge la división observador/observado, y eso da paso a una situación completamente diferente al funcionamiento mecánico ordinario. Un abrazo Kiki
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Mi querido Kiki, si hubiera existido alguien que me pudiera haber ayudado con sus consejos o sugerencias, de la manera tan considerada en que tú compartes de tus propias experiencias, estoy seguro que yo hubiera acelerado el camino de mi propia transformación, y no haberme tantas veces extraviado inutilmente siguiendo mis propias elucubraciones... y querencias perniciosas...
Y ni modo, tuve que aprender de la manera SALVAJE, es decir, no tanto por prueba y error, sino más bien como nos lo indicó José Alfredo Jimenez en su popular canción: "El Rey", donde nos comparte...: "Una piedra en mi camino...., me enseñó que mi destino..., era rodar y rodar..., también me dijo un arriero..., que no hay que llegar primero..., pero hay que saber llegar..." Es decir, tropece en inumerables piedras, y vaya que nunca aprendí nada con esos golpes, pero me enseñaron eso sí, que debo observar muy bien por dónde voy caminando y ver así los obstáculos que se interponen en mi caminar..., sobre todo: "antes de volverme a golpear en ellos".
Y leyendo muy detenidamente lo que compartes aquí en la Comunidad, sin importar que tu escrito parece sólo ser dirigido a un determinado miembro de ella, hasta yo salí beneficiado; parecido a ese "arriero" que tan drásticamente me comparte eso de que no hay que llegar primero...., etc...
Y recordé de mis propias experiencias, que eso de las tres fuerzas es tan sutil. que pasaron muchas lunas antes de empezar a entenderlo, y eones de días y años para lograr comprenderlo...
Siempre hay una fuerza que siempre desea "llegar primero", y es la fuerza de lo que es habitual en mí... Nunca sabe y mucho menos espera que esté presente otro tipo de fuerza diferente a la que me hace sentir como siendo "yo mismo". Y así fue aprendiendo nuestro charro cantor, su deseo era "ir para allá", sin importar nada de lo que existe en ese camino que "disque decidió" recorrer... Pero tú y yo Kiki querido, sabemos que en los caminos existen tantas cosas, parecido a aquel cuento donde el caminante levanta una piedra del camino, y de repente aparece una viborota descomunal que se lo quiere comer..., y de ahí se deriva toda una sarta de peripercias para ir mostrando la verdadera esencia y función de cada actor de ese cuento... Así que un caminante real debe tomar en cuenta y mantenerse atento a todo aquello que existe en el camino que va recorriendo, no como habitualmente se hace, de que "voy derecho y no me fijo"...
Pues al parecer entonces, el caminante que decidió caminar, no a Ixtlán por cierto, pero digamos que camina sin meta fija, representa la fuera habitual, ya sea de lo que nos gusta hacer o algo nos fuerza a hacerlo... (no externo por cierto) Y la piedrota en el camino, defiende su propia manera de ser, es decir usa su fuerza para manifestarse como piedra en el camino, esa es su función y la cumple cabalmente...
Si así, de acuerdo con nuestro charro cantor, podemos empezar a distinguir ya Dos Fuerzas, la del Caminante, y la de la Piedra...
¿Pero qué con respecto a la Tercera Fuerza, esa que llaman Reconciliadora???
Y hace muchos años luz atrás, como te lo comparto, de repente se hizo la luz en mi, quizá porque bebi más caballitos de tequila que el mismísimo charro cantor, y tuve un vislumbre extrordinario, es decir, una visión desde más allá de mí mismo... Y logré Comprender que tanto el Caminante, como la Piedra, no podrían ejercer su Función correspondiente en el esquema de todo lo viviente, sin esa sutil Tercera Fuerza que está representada POR EL CAMINO MISMO, razón de ser de la funcionalidad de esas dos cosas o seres...
Esto que te comparto mi querido Kiki, está mucho más allá de aquello pregonado por el mismísimo Catalán Serrat, cuando según él, deduce: "Caminante no hay camino..., se hace camino al andar...".
Jajajajaja.... vaya pendejada descomunal..., pero siendo Catalán de abolengo, como decimos acá en mi tierra: "AGARRÓ PAL SUMBIDO".
El Catalán imagina que los caminantes hacen los caminos... Y a mí un Serafín Chingón me enseñó que los Caminos son primeros, existen antes que aparezca cualquier caminante... No se puede llamar a un hombre: "Caminante", sin que exista primero un Camino... Tú no puedes ser chofer sin que primero exista el auto... Es como decir que la Tierra fue primero que dios, o cosas de ese tipo...
Y ya vez Enrique querido, tú y yo ni nos conocíamos, y de repente un día nos conocimos, pero no porque tú o yo lo hubieramos decidido o elegido conocernos, sino porque un CAMINO existente, desde antes de que nacieramos, fue esa Tercera Fuerza que nos contactó el día que pudimos empezar a caminar ambos en él...Y poco a poco hemos ido descubriendo nuestra Función dentro de ese Camino preciso...
Y recordé lo que me enseño mi madre amada cuando me decía: "Hijo mio, mi más apreciada y amada Joya..., en esta vida siempre busca RETOS, es decir, al igual que el maestro le indicó al mismísimo Gurdjieff, de que en esa Escuela o Monasterio debería de estás Trabajando, hasta que se volviera Real una fuerza en su propio interior..., y que luego debería salir al mundo exterior para ponerla a prueba..., y así encontrar su lugar en el esquema de las cosas vivientes".
Y agregó mi madre amada: "... y sabes bien hijo amado mio que el único lugar donde pueden establecerse los RETOS REALES, es en la ARENA, es decir, donde dos contrincantes pueden LUCHAR...; sin un RING O ARENA, no pueden existir ni lucha ni luchadores..."
Y yo anonadado, le suplicaba a mi madre amada: "Madre... socórreme... no entiendo".
Y mi madre de inmediato, como buena mujer del campo metropolitano, me dijo: "Alza tus brazos hacia arriba y ahí mantenlos sin moverlos...". Y yo obedecí, porque nunca he podido contradecir a la mujer amada, y entre dolores y sollozos, al pasar los minutos y mi madre inflexible frente a mí, como dicíendome: "NO TE ME RAJES JARRITO DE PORCELANA", me infundabla tal fuerza para poder seguir ahí petrificado (aquí Kiki no me refiero a la piedra del camino).
Y despues de 27 minutos mi madre grito: "DESCANZA"...
Y con esos ojos tan lindos como azules de mi madre, clavados en mí, me pregunta: "QUIÉN ERAS TÚ EN ESE MOMENTO DE SUFRIMIENTO"
¿ERAS ACASO EL QUE DESEABA RESISTIR LA PRUEBA Y RETO QUE TE IMPUSE?
¿O ACASO ERAS EL QUE DESEABA BAJAR CASI DESDE EL INICIO SUS BRAZOS PARA YA NO SUFRIR MÁS?
No pude contestarle a mí madre sobre esas interrogantes tan puntuales, así que ella al ver mi desason y división tan confusa, agregó: "No importa si captas lo encerrado en esas interrogantes mi querida y amada joya, y no importa porque el resultado de conciliación de eso ya esta dentro de ti y forma parte intrínsica de ti mismo..., aún antes de que te hice enfrentar ese reto".
Pues hasta el día de hoy Kiki querido, trato y trato infructuosamente de llegar a comprender ese lenguaje tan "esotérico" de mi madre amada...
Y tuve un vislumbre entre todo lo que nos indicaste en tu escrito, mi madre hubiera contestado tajantemente: "Joven miembro de la Comunidad..., sólo tú puedes sentir ambas fuerzas tirando de ti, cual "Nudo Gordiano" cuando es tirado hacia lados opuestos por caballos briosos..., y ahí precisamente es donde reside la Tercera Fuerza, que es la razón de que aparezcan las otras dos..."
Jajajaja, fíjate mi amado Kiki, yo aquí compartiendote anectotas de y con mi madre, y en términos judios ya está eso muy claro..: "Primero era dios, estaba solito y su alma, nada existente había llegado a la existencia..., semejante al Camino, y después ese mismo dios comenzó a Crear y Separar y a darle una Función a cada cosa creada..."
Y Gurdjieff le llamo a esa Tercera Fuerza: Termomentalogos..., como la fuerza primera del Absoluto.
Un abrazotototeeeee para ti mi querido Kiki, y ya te lo planataré muy bien plantado allá en tierras lejanas dentro de poco..., y disculpa si te sientes usado por mi para difundir y hacer famosilla a mi propia madre..., pero de una u otra manera sigo pagando por todo el amor que vertió en mi propio corazón...
Carlos de la Garza P.
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De: amoluna |
Enviado: 15/01/2011 16:12 |
Muchas gracias a los dos, ¡desde lejanas tierras! por explicar con tanta belleza y consideración la Sagrada Tercera Fuerza.
Que ganas tengo de volver a caminar juntos, en breve, por este maravilloso Camino de Vuelta.
Me ha parecido que hoy es el cumpleaños de Simple, sería un bonito regalo para él y para muchos compartir el Caminar "en persona" con vosotros en Marzo. por tierras catalanas.
Lo dicho, un abrazote bien grande a los dos y un besote a Simple por su cumpleaños
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De: Simple |
Enviado: 15/01/2011 18:17 |
Gracias Guadalupe, eres muy atenta.
Un abrazo, Jaime. |
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Mi querida Lupe, cuando las tierras están lejanas, los corazones con su palpitar se acercan y contactan... Personalidades apartadas y esencias muy cercanas y en contacto eterno...
Enrique escribe en auténtico Nahuatl, idioma oficial del centro de méxico legado a ellos por los Aztecas... En cambio yo, acá por el Norte como a 1,000 Km. de Enrique, hablamos otra lengua, lo más cercana a lo Salvaje a lo atravancado, a gritos y risotadas...; no nos llegó ningun tipo de cultura ancestral... Enrique usa la lengua cultural y de abolengo, y yo como una simple Abubilla que entre trinos, entre rizos de su volar, en golpeteo de sus alas, va formando como poemas o versos naturales, orgánicos y muy ecológicos...
Es mucho lo que en mi ser se siente y adquiere presencia cuando estoy en el Trabajo, todo adquiere vida real y el espacio y el tiempo ordinario es trascendido para comulgar con total libertad contigo y con todos los demás...
Y claro que caminaremos juntos, por calles citadinas, por senderos y veredas de la campiña, y hasta podremos entrar en la mágia en la mismísima plaza de cataluña..., o en cualquier lugar por extraño que sea...
Y ahora a Simple le podremos hacer sentir un algo de lo real, ya que a dejado atrás esa etapa de neófito preguntón cuando arribó a la Comunidad... Ya no está tan crudo como antes, y ahora podrá abrazarme y sentir quién soy, pero sin que me pida un curriculum o dossier para imaginar conocer sobre mí... ¡Simplemente soy Carlos!!!
Y brindaré con Simple por este su cumpleaños, ahí en cualquier bar de Barcelona y sus derredores, simplemente porque he logrado palpar su Trabajo en él mismo...
, digamos que ha ido pagando su precio...(antes quería recibir de gratís)
Cecilia me quiere junto a ella por 15 días completos para llenar mi agenda de encuentros notables y extrordinarios con cada uno de los miembos de su Grupo, pero ustedes róbenme y llévenme a respirar a lugares maravillosos como lo fue para mi en Montserrat... Y si comulgamos a plenitud durante esos días, quizá nos rencontremos 20 días después, al robarle yo unos 10 días a mi apretada agenda italiana, para dedicarselos totalmente a ustedes.... Pero eso sólo es una posibilidad, ya vez cómo son las italianas, y como yo soy un "hombre muy fácil", quizá me atrape alguna con su canto operístico y desee hacerme conocer y saborear lo que es el deleite de una auténtica Venus del Nilo..., o el calor de Pompeya... o la ropa interior de Milan... Porque será un conocimiento muy valioso para mí, saborear el aroma de mujer de otros lares, y así ya poder ser capaz de compararlos con el sabor exquisito de las "majas desnudas" de tu linda tierra...
Y como dice una canción de acá de mi región del norte: "Que no quede huella... que no... y que no...". Así lo será con ustedes, caminaremos sutilmente, como flotando, para no dejar ninguna huella visible sobre todos los Caminos catalanes que recorreremos juntos... Quizá hombres de buen olfato puedan sentir las emanaciones que quedan de nuestro ser por donde pasamos, pero sin dejar huellas visibles... El que tenga nariz... pues que huela...
Y sí mi Lupe querida, caminaremos juntos tú y yo, pero ahora ya existe carga real en tu interior, digamos que has Trabajado sobre ti misma como grumete marina, y el sol marino ha curtido tu piel, y sientes como ampollas y hasta quemaduras, y así podras pedirme qué tipo de unguento de mi extenso botiquín de remedios deseas que te aplique con plena ternura...para paliar tus dolores internos.
Besotes y abrazotes para ti mi querida Lupe, y que no se entere Cecilia de esto que te comparto, ya vez que tiene sangre argentina y nunca quiere ser segundona...; porque si se entera seguro me forma todo un Tango con puñal y me mete en tugurios arrabaleros.... Y a Simple ya lo agasajaremos...
Carlos de la Garza P. |
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Uffff... la verdad que me dejan sin palabras, ya hacía demasiado tiempo
que no me pasaba, algo fue tocado en mi de una manera muy especial.
Mientras todavía estaba tratando de entender lo que me decía Kiki, el aporte de
Don Carlos me dio un complemento muy bueno que por un momento rompió todas mis
estructuras mentales. Pero que pifiada me mandé al preguntar lo que pregunté,
cada vez me doy cuenta más de lo poco que sé, soy como un niño en este camino,
todavía tengo tanto por aprender.
Mis mas sinceros agradecimientos por guiarme y enseñarme el rumbo.
Gracias Kiki, por el ejercicio, empiezo a entender un poco más el tema de la
identificación, me doy cuenta que la identificación me acompaña todo el día en
mayor o menor medida, y lo que yo creía que era identificación en realidad ya eran
la mayoría de las veces emociones negativas expresadas. Voy a tomarme un tiempo
para tartar de entender mejor todo lo que me decís, y cualquier cosa vuelvo a
preguntarte.
Gracias Don Carlos, por ese toque maternal al explicar las tres fuerzas, me
conmoviste.
El aporte de ambos sobre las tres fuerzas me resulta muy valioso como punto de
partida.
Muchas gracias de nuevo. Saludos.
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Perdón por meterme en donde no me llaman y en un curso en donde no estoy pero no puedo dejar de agradecer estos comentarios que nos ayudan muchisimo.
Gracias a Todos.
Patricia. |
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