Tema 9: Los Celos
Práctica realizada del 29 de Noviembre al 8 de Diciembre del 2010
Pauta de trabajo:
Durante la semana, observen en qué circunstancias sienten celos y procuren definir la causa y el Complejo que pueda afectarlos
Frase que me ha impactado:
Sólo les volveré a decir que algo ha salido de ustedes y que ustedes lo han dejado ir y los tortura y que es ustedes mismos y así ustedes están celosos de sí mismos. Todo esto no sucedería si nos recordáramos a nosotros mismos, porque esto nos sella.
Centro Emocional y su poder sobre nosotros para el bien y el mal
Porque es sabido que una emoción sólo puede ser conquistada por otra y más fuerte emoción.
El Centro Intelectual no lo puede realizar por sí mismo. El razonamiento suele ayudar, pero no es suficiente.
¿Cuáles son las clases de celos que se pueden observar y arrastrar lentamente, por así decir, luchando como serpientes, a la luz de la conciencia que las mata?
Estos son los celos del sexo. Esto nos lleva a la cuestión de la relación de los celos con la violencia. Los celos y la violencia coexisten.
Los celos de la ambición, los hombres que buscan empleo pueden estar intensamente celosos unos de otros, y la rivalidad suele llevar al crimen, como nos los muestra abundantemente la historia.
Los celos de las posesiones —la casa más grande, el coche más amplio, más joyas, el lujo insolente—. A primera vista no parece llevar tan fácilmente a la violencia, pero donde tiene que ver con el dinero, no deja de hacerlo.
El Trabajo enseña que todas las emociones negativas llevan por último a la violencia, y los celos son una emoción negativa.
Todos los estados negativos nos llevan al infierno y dejan fuera todo lo demás. Las influencias que descienden por el Rayo de Creación y son recibidas por los Centros Superiores, capaces de cambiarnos, no pueden pasar
Ponerse a limpiar los establos de Augias de las emociones negativas haciendo correr el río de la verdad de la enseñanza del Trabajo es dar prueba de una verdadera inteligencia.
Esta tarea nos hace ver un ángulo completamente nuevo sobre la vida y lo que se tiene que hacer. Los resultados, hablando idealmente, estriban finalmente en erradicar la violencia.
Durante estos diez días he intentado con intensidad ver en mí los celos, no lo he conseguido. He viajado en el tiempo, en mi primer mundo no lo observé. Soy la hermana menor de dos hijas y recuerdo que mi hermana siempre decía que a mi me habían permitido más cosas que a ella, era cierto, con mi hermana fueron más estrictos que conmigo. Durante mi adolescencia no tuve conocimiento de esta emoción. Leí Otelo y me pareció algo muy dañino para el personaje y para el resto. Con mis parejas me di cuenta de esta emoción porque yo les causé este sentimiento sin proponérmelo, lo supe cuando me lo reprocharon.
Una querida amiga me recordó que a veces no ves lo que más oculto tienes. He puesto mayor energía en los ínfimos detalles para intentar cogerme en la observación de esta emoción en mí.
Sigo sin obtener este fruto.
He asistido a un curso sobre violencia de género y observé que la raíz de muchos actos de violencia contra las mujeres nacía en los celos. La violencia implica siempre el uso de la fuerza para producir un daño, violencia política, violencia económica, violencia social.
La historia nos recuerda grandes conflictos que costaron la vida de millones de seres humanos, tal vez se fraguaron en unos celos por algo que los otros tenían. El reparto colonial de África dejó a los alemanes un rencor hacía Francia y Gran Bretaña que añadió un ingrediente más a las causas que posteriormente desembocaron en la primera guerra mundial.
El pueblo alemán con el tratado de Versalles se sintió humillado y este sentimiento fue el campo de cultivo de la violencia desatada durante la segunda guerra mundial.
Una nueva voluntad purificada de toda violencia.
El camino de la felicidad de Paramhansa Yogananda
Página 49 (Evita a los ladrones de la felicidad)
Las enfermedades que deterioran el cuerpo nos dan miedo. Pero al contraer la terrible enfermedad psicológica de los celos, son muy pocos los que buscan realmente un remedio para curarla. Shakespeare la llamaba el cancro que devora las raíces del amor. Pero es aún peor.
La epidemia de los celos parece extenderse en la mente de cualquier persona, sea cual sea su nacionalidad. Los celos son la tuberculosis matrimonial. Corroen una vida matrimonial feliz y sana y acaban destruyéndolo a través de las hemorragias de la desconfianza. Unos continuos y mutuos ataques de celos son como episodios de bronquitis, afectan a los pulmones de la felicidad.
También son como la tuberculosis de los negocios. Al atacar una empresa, los tejidos de la cooperación y la unidad, que son la vida de una organización, empiezan a decaer con lentitud o rapidez. Todas las organizaciones políticas y religiosas sanas deben tener cuidado con esta devastadora enfermedad. Protege tu felicidad de ella.
Tal vez lo que me llevo de esta tarea es un fuerte despertador de atención por lo sutil que es este tipo de energía. Y el firme propósito de sellarme por completo a los celos.