LENGUJE PARA PODER COMPARTIR ESTADOS
Intentemos incrementar la luz para percibir con mayor claridad esas cosas Superiores de nuestro Ser… Aunque es también algo
contradictorio, ya que a mayor intensidad de luz mayor la ceguera y confusión perceptiva en la que habitualmente vivimos…
Pero estará de acuerdo con el dicho tríptico y enigmático Persa, que dice:
"Pégale al Perro para que entienda el León"
"El León no come las sobras del Perro"
"El León debe romper con sus propias garras la jaula que lo aprisiona"
El Perro y el León en mí mismo.., quizá estén o esté alguno ya presente en nuestro Ser, o quizá alguno de ellos sólo se refiera a una Potencialidad por llegar a Ser...
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La conexión entre la Consciencia y el Alma es parecida a la conexión entre el Sol y el rayo de luz. El rayo es formado por la actividad del Sol disparando hacia adelante esa luz. La actividad de la consciencia dispara hacia adelante ese rayo, que es llamado el Alma. La actividad en una cierta parte de la consciencia hace que esa parte se proyecte por sí misma hacia la manifestación. El rayo de luz es del Sol, pero nosotros distinguimos el rayo como algo aparte, distinto en sí mismo, largo o corto, fuerte o débil, de acuerdo al estado de actividad en él.
El yo externo, la mente y el cuerpo, han confinado a una porción de la Consciencia Total y Única; esa misma porción es en realidad el Alma. Es como si una línea fuese dibujada sobre una prenda de ropa, haciendo como si una parte de ésta estuviera separada de la totalidad.
El Alma y el cuerpo son de la misma esencia; el Alma ha formado el cuerpo a partir de ella misma, el Alma siendo fina, y el cuerpo grosero. Lo que en el Alma puede ser llamado vibración (energía), en el cuerpo llega a ser un átomo (materia). El Alma ha llegado a ser mente en orden de experienciar más; y la mente ha llegado a ser cuerpo para experienciar todavía más concretamente. Y a su vez, la mente es independiente del cuerpo, y el Alma es independiente tanto de la mente como del cuerpo.
El Alma ve a través de la mente y el cuerpo; el cuerpo es el anteojo de colores de la mente, y la mente es el telescopio del Alma. El alma es la que ve, pero nosotros atribuimos la visión y la escucha a los ojos y a los oídos. Ante la ausencia del Alma ni el cuerpo ni la mente pueden ver. Cuando una persona está muerta sus ojos están ahí, pero ellos no pueden ver; los oídos están ahí pero no pueden escuchar.
Es el trabajo del Alma conocer y ver, y es el trabajo de la mente y del cuerpo actuar como un lente magnificador para ella. Y su vez, ellos también ven y oyen lo que es externo a ellos, y así la Consciencia trabaja a través de ellos también.
El Alma ve el juego de los pensamientos en la mente; la mente percibe los dolores y sensaciones del cuerpo; el cuerpo es consciente del calor, el frio, y el tacto del mundo externo. Es esta conciencia que puede ser vista, cuando algo accidental va a sucederle al cuerpo. Antes de que la mente pueda pensar en un plan de seguridad o de contingencia, la parte expuesta del cuerpo instintiva e instantáneamente busca una escapatoria.
El cuerpo sólo ve lo externo a él, la mente ve solamente al cuerpo, pero el alma ve tanto a la mente y al cuerpo; ni el cuerpo ni la mente son capaces de ver el alma. El alma se ha acostumbrado a ver lo que está ante ella, así que ella no puede verse a sí misma. Nuestra alma ha sido siempre un espectador externo, y es porque nuestros ojos, oídos, y todos los órganos de percepción están siempre volcados hacia el exterior. Es nuestra mente y nuestro cuerpo los que atraen y jalan nuestra alma hacia el exterior. Y ahora sucede igual que con los ojos, que ven todas las cosas, pero necesitan un espejo para verse a ellos mismos, así el alma no puede verse a ella misma sin la ayuda de un espejo. Ahora el alma necesita de otra alma como espejo para verse y conocerse a sí misma.
El alma no puede fácilmente liberarse del cuerpo y de la mente. Y a pesar de que el alma se sentiría inmensamente feliz si lograra la paz al liberarse de la experiencia, se ha olvidado de ello.
La persona ordinaria sabe que después de un sueño profundo está calmada, se siente reposada, sus sentimientos son mejores, sus pensamientos claros. Igualmente la condición de un estado de Consciencia superior es parecido al sueño profundo, con la única diferencia, que este estado es experienciado a voluntad. La persona ordinaria experiencía inconscientemente y la persona desarrollada Conscientemente. La naturaleza nos provee a todos con las mismas experiencias, pero la mayoría de la gente es inconsciente de la experiencia, y esa es su única desventaja.
Cuando la mente está dispersa, ninguna impresión permanecerá en el alma.
Se ha dicho que somos parte de Dios. Pero eso no es así. En la existencia física cada individuo es distinto y separado, pero detrás de esa existencia física existe otra: la de una Consciencia Única. Si no fuera así, seríamos incapaces de conocer a otra persona, ni su cara ni su voz ni su lenguaje. Nosotros podemos conocer, si avanzamos espiritualmente, cómo es nuestro amigo. Si nuestro amigo estuviera en Japón, o en Arabia, y nosotros aquí, sabríamos si está enfermo o si es feliz. Y no sólo acerca de nuestro amigo, si que todo es conocido para el alma avanzada.
Esta también es una aportación de alguien que ha saboreado,
por medio de sus propias experiencias, una parte de la realidad
que ordinariamente permanece oculta para nosotros . . .
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Carlos de la Garza P