Por la mañana y por la noche, me dispongo a la práctica del sitting. Es una práctica dura en el sentido fisico. Al principio es imposible contener al cuerpo quieto. Incluso para mi que llevo diez años practicándolo y a veces puedo hacerlo por espacio de una hora o más , sobre todo en Salinas que me pierdo por el monte y me alejo del pueblo. Busco la sombra de una noguera o del banco a la sombra de las decenas de fuentes que me voy tropezando por el paseo y me siento ( hoy en día mi artrosis me impide hacerlo en otra posición distinta). Pero incluso para diez años de práctica, a veces las piernas a consecuencia de mi mala circulación sanguínea me boicotean la práctica. Es entonces cuando me levanto y dejo la práctica, pasando a observar lo que me rodea: árboles, flores, pájaros, halcones, si estoy muy alejada alguna águila, algún corzo, pinos, muchos pinos, su olor, el olor de la tierra, el olor de la vida. Y la observación se convierte en lo mismo que hago al practicar el sitting. Es una práctica de atención plena en el momento presente. Me esfuerzo por no pensar, pongo mi presencia en mi respiración, llamando a mi consciencia que siga a esa respiración acompasada. Llevo mi aire por la nariz, por la tráquea, por los pulmones, hincho mi barriga y un instante ... eso aquieta mi mente y tengo percepción de un nivel más profundo de consciencia. Me doy cuenta de que ese aire que entra ya no entra mecánicamente, mi barriga se convierte pués en un horno que transforma ese aire en algo lo suficientemente cocido para poder servir de alimento al resto del cuerpo, ( hay digestión en todo, ahora lo sé y lo compruebo ) . Vuelvo a la práctica de observación, intento vaciar la mente de todo pensamiento , es dificil mandar a paseo a ese intelecto, a ese ego, a ese yo disfrazado de mente. Es increible lo que nos parlotea sin cesar y es increible también conseguir ignorarlo. El sigue y sigue pero con la práctica acaba aceptando pasar a segundo plano. Hoy pude sujetar mi atención plena durante muchos tiempos presentes, sin permitir que ni siquiera ese inquisidor que me comanda siempre me distrajera . Sin olvidarme que en cualquier momento de flaqueza puede volver a mostrar su papel de distraerme, con cualquier cosa : que si tengo que ir a comprar, que si no he terminado esto o aquello, que si no me ha llamado mi padre, que si fulanita no me ha felicitado por mi cumpleaños......
La cosa es que su papel es no dejarme ir a esa paz que reside más alla de su actividad mental, y el mio anclarme en aquello que me permita vencerle. Por que si no le venzo, no podré contactar con mi esencia. Paciencia y disciplina son las bases y si se quiere se puede.
La práctica del sitting es la práctica por excelencia de este Grupo, creemos que cuando la hacemos entramos en nuestro propio Cielo. Yo lo consigo haciendo entrar por mi nariz el aire hermoso e incomprable de Salinas, pero siempre y cuando vacie mi mente de todo pensamiento y me entrege a disfrutar de lo que me aporta y me dá todo lo que me rodea . Otros lo consiguen anclandose en el dedo gordo del pie, o con el mantra Yo Soy, etc. Tras ello se abre una puerta y puedo encontrarme con migo misma, esa Mery que no tiene nada que ver con la Mery guapisima, altisima, delgadisima, simpatiquisima, popular e inteligente que mi ego quiere hacerme creer.
Un beso enorme a cada uno, con el mejor sabor de las mandarinas de mi huerto. Mery