PREPARACIÓN
Sólo podemos sentir la necesidad de una preparación para escuchar nuestro mundo interior. Ésta es esencialmente una experiencia de una relación nueva con nosotros mismos. Este mundo interior necesita la movilización de nuestra atención. Cuando ésta se despierta nos damos cuenta de que puede volverse más estable, menos parecida a un corcho que vuelve a subir sin cesar a la superficie del agua. En primer lugar, se hace hincapié en la mayor tranquilidad interior posible, vigilando a ése que se pone a conversar dentro de nosotros. En estas condiciones interiores, podemos descubrir dónde se alojan nuestras diferentes tensiones. Nuestras asociaciones mentales se vuelven menos invasoras. Después de esta primera limpieza, en ciertos momentos, tenemos la percepción de una vida más real en nuestro cuerpo. Sin modificar nada, nos volvemos sensibles al ritmo de nuestra espiración. Durante este intento de trabajo en calma, nos aproximamos a la posibilidad de conocer un estado de ser en el que no se trata de hacer algo sino de sentir silenciosamente unas impresiones ligadas a nuestra realidad Este estado es un estado de no—hacer.
No es una inmovilidad total; en ese caso sería el signo de una interferencia.
En ningún momento se trata de quitar esto o de traer
Por el contrario, todo en nosotros está atento, flexible y desconocido.
...La vida es real sólo cuando yo soy.
Texto de Henriette Lannes, Discípula de Mme. de Salzmann a su Alumna de Gurdjieff.