Estimado Cronos:
Estás pidiendo ayuda, al parecer de una manera sincera, y eso es raro de
encontrar en nuestra vida ordinaria. (Me pides: "CARLOS AYÚDAME A CAMBIAR
LA OPINIÓN DE MI MISMO, ¿que tengo que hacer?")
¿Cómo cambiar la opinión de mí mismo?, es una pregunta al parecer sencilla,
pero con un contenido muy profundo para mí.
Un día, yo, igual que tú ahora lo estás viviendo me plantee esa misma
interrogante. Y no se ni como sucedió, pero días después esa interrogante
inicial creció y creció, y de repente algo en mí percibió que mi interrogante
inicial estaba muy centrada en mí mismo. De repente, ese diagrama de la
enseñanza que conocemos como “El Rayo de la Creación” llegó en mi ayuda.
Comprendí que en ese Rayo yo mismo no tenía existencia, yo era un algo que no
nació por causa de esa creación primaria . En el mismo Rayo se menciona que el
hombre apareció a partir de una Octava Lateral que dio inicio a partir de la
fuerza creativa del Sol, una segunda creación contenida en la primera creación.
Estimado Cronos, quizá lo anterior aparezca tan teórico y tan enredado que
difícilmente pueda servirte de alguna ayuda. Pero a un amigo apreciable para mí
como lo eres tú, al que deseo serle de alguna ayuda en su pedido, trataré de
ser lo más directo posible.
Con todo ese esquema anterior lo que quiero decirte es que: “yo soy parte de
algo más grande que llamamos vida”. Y si logramos captar lo anterior, quizá nos
ayude para centrar con humildad nuestra interrogante inicial. LA OPINIÓN DE MI
MISMO.
Y trato de razonar por qué no es válida. “Yo soy parte de algo más grande que
llamamos vida”, y por lo tanto, la opinión de mí mismo la debo encontrar en la
opinión que yo mismo tenga con respecto a la vida misma en general. Ahora mi
interrogante más grande sería: ¿Cuál es mi opinión de la vida?
Pero tú y yo mi querido Cronos, debemos hacer un esfuerzo para que nuestro
lenguaje adquiera un significado auténtico.
¿Qué es para ti una opinión?
Siento que es una simple información o regla de conducta, adquirida o pillada
por ahí, que no nos conduce a nada práctico. Es como preguntarnos: ¿Cuál es mi
opinión sobre los homosexuales? ¿Para qué nos serviría conocer nuestra propia
opinión al respecto? ¡Para nada! Como diría Gurdjieff: simplemente para llenar
con más basura nuestro bote de basura que actualmente ya está hasta arriba de
mierda”
Con esto quiero decirte que si tu ni yo somos actualmente homosexuales , ¿de
qué nos sirve tener opiniones sobre algo tan alejado de nosotros? Todo eso no
tiene relación sobre nosotros mismos de manera directa.
Así que en vez de usar esa palabra :”opinión” ,¿por qué mejor no tratamos de
buscar la palabra justa de acuerdo a lo que buscamos entender?
Para mí la palabra justa sería: “Actitud”
¿Cuál es mi actitud ante la vida? ¿Cuál es mi actitud acerca de mí mismo?
Una actitud difiere de una opinión, al parecer porque es una manera de ser que
entra en todas nuestras actividades y siento que eso es precisamente lo que tu
andas buscando: ¿Cuál es mi actitud de mí mismo?.
Olvidémonos por lo pronto de tratar de brincar sobre algo que todavía
desconocemos, y me olvido de desear, “cambiar la actitud que yo tenga de mí
mismo”, y me centro en conocer cual es mi actitud actual, observarla hasta
conocerla plenamente.
Pero como lo mencionas, antes de intentar conocer algo relacionado con nosotros
mismos, es necesario primero conocer aquello más grande que nos contiene, y la
interrogante real que debemos adoptar a partir de este día es:
¿Cuál ES MI ACTITUD HACIA LA VIDA?
¡BRAVO!
Al parecer ya centramos nuestra interrogante o quimera inicial. Al parecer
ahora tenemos entre nuestras manos una interrogante real que nos puede conducir
a una comprensión justa.
Mi estimado Cronos, se que a partir de lo anterior, se despertará en ti esa
interrogante , y a partir de este día, de este día en que empieza la primavera
para el Hemisferio Norte, un día especial de un equinoccio, en que el día y la
noche son iguales en duración.
Fíjate Cronos, esa interrogante: ¿CUÁL ES MI ACTITUD HACIA LA VIDA?, es para mí
la más importante pregunta que podamos hacernos, porque detrás de ella, en sus
profundidades, está encerrado aquello que llamamos nuestro “Rasgo o Debilidad
Principal”, y aquel que logre verlo y algún día controlarlo será llamado
Maestro....
Y como me pediste ayuda, pues te la ofrezco, pero a mi manera, y mi manera es
muy ladina, para darte la posibilidad de que por tus propios esfuerzos y tu
propio pensar logres extraer lo que está encerrado en la ayuda que voy a poner
en tus manos a continuación:
Cronos, ¿conoces el cuentecillo del zorro y las uvas? Es un cuento simple que
dice más o menos :
Un día el zorro al ir caminando por la campiña chilena, de repente vio un
viñedo cargado de apetitosas uvas .De inmediato despertó su apetito y brincando
y brincando trató una y otra vez de apoderarse de uno de esos apetitosos
racimos de uvas. Falló una y otra vez en su intento , y ya sin fuerza alguna,
se detuvo y se puso a pensar. Rápidamente llegó a una conclusión: “las uvas
deben estar agrias” y al momento todo su deseo por las uvas se desvaneció, y se
olvidó de su deseo inicial, y partió campantemente...
Aquí se acaba el cuento. En ese cuento se puede encontrar algo muy profundo
sobre la interrogante final que nos planteamos...
Aportado por Carlos de la Garza P
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