LAS “RELACIONES DE PAREJA".
“TOCARSE LAS ESENCIAS…”.
(M.O.N.).
El reconocimiento de los “tipos” es una labor que debe interiormente
producirse en cada uno, importantísima en el Trabajo sobre sí. Y sobre
esto poco es lo que se puede decir, este conocimiento se “desvelará” a
cada uno gradualmente en la correcta “observación de sí” que el trabajo
nos pide, pues está relacionado al crecimiento de la “esencia”, que
para esto tiene que pasar a ser “activa”.
Solo una sutil comprensión intima del propio “tipo” nos arroja luz
sobre lo que debería ser nuestro “destino”, ya que el destino tiene que
ver con la esencia. Por todo esto, el trabajo mismo nos otorga algunas
ventajas en relación a la mayoría de los hombres para comprender el
sentido y proyección de las diferentes “relaciones de pareja”.
Todas estas “relaciones” con las características de que sean estables,
reales y sinceras, deberían basarse en la “complementariedad esencial y
mutua” según el “tipo”, pero rara vez esto sucede, pues es tal la
“ignorancia” en la cual vivimos de nosotros mismos y de los demás, que
hace que la mayoría de los hombres estemos mayormente a merced del
“accidente” y alejados de un verdadero “destino”.
Una relación
sincera y perdurable entre dos personas es aquella que permite el "mutuo
reconocimiento de lo esencial” de cada uno, por sobre lo que se ve en
la “apariencia”, en la personalidad. Es decir, esto solo es posible como
Gurdjieff lo decía, “tocándose las esencias…”. Pero tenemos tal
desorden interior que no podemos asignar nada a su justo lugar y
medida, siempre se interpone todo lo que ha sido “formado” en nuestra
personalidad, que cuando está activa, solo es arrastrada por la vida
misma y sus mentiras.
Si tenemos la comprensión necesaria tras
examinar nuestra propia experiencia en nuestras “relaciones”,
descubriremos que esto es así. Y uno de los errores frecuentes debido a
esta imposibilidad de reconocer “lo necesario” para una relación
verdadera, es la confusión que existe entre Sexo y Amor.
Sin
embargo uno debe llevar a lo otro, o más bien son diferentes escalas de
energías, una la energía creativa del Sexo, y la otra la energía unitiva
del Amor que es de un orden superior y que solo se “reconoce” mediante
el trabajo.