En Sí mismo el tiempo se convierte en eternidad y el espacio en
infinitud. Enredado en épocas pasadas todo en color azul se irá
mezclando, será otro traje en la misma persona, con otros ojos verás los
mismos días.
Estarás en paz vacío de ideologías, sin referencias,
desnudo y silencioso, en tranquilidad que abisma. Algunos de los que
liaron el tiempo, de los que combinaron las montañas, los sistemas, los
estilos y mecanismos, continuarán tramando sus enredos.
Que nosotros permanezcamos libres del ego programa y de todo aquello
con lo que podamos llegar a identificarnos es solo Ser existiendo. Los
apegos inestables se irán y tomarán otros rumbos, quedando lejos como
recuerdos forrados en papel crepe, marcados a fuego.
Ser
manifestado, Ser existiendo que se constata en el movimiento, no es
conocimiento ni conceptos separados o entrelazados. Igual que cáscaras
de frutas estrujadas, las ideologías se muestran como la realidad
fragmentada.
Ver sin juicios es estar en el presente activo que
como pan recién horneado alimenta, limpia, eleva y llena de fuego
interior, fuego consumidor; y no se jacta de nada.
En Sí mismo,
el tiempo se convierte en eternidad y el espacio en infinitud. Cuando
aceptemos profundamente el momento tal como es cuando tome la forma que
tome, estaremos serenos, estaremos en paz reconociendo la felicidad.
Como dije anteriormente, la mente es una función de la Conciencia vuelta hacia fuera, al mundo cotidiano.
Cuando aceptemos profundamente el momento tal como es, es cuando tome
la forma que tome, estaremos serenos, estaremos en paz reconociendo la
felicidad,
Por qué disculparme, nada está hecho, lo que viene se va, las olas de recuerdos están llena de espuma falsa.
Al volcarse desde Si mismo se conoce el modo que otros que han
experimentado por Sí mismos y en Sí mismos, enseñado sin proponérselo
expandiendo el perfume de paz y silencio.
R.Malak.