INTRODUCCIÓN A LA COMPRENSIÓN DE LO QUE ES UNA “ESCUELA DEL CUARTO CAMINO” Y LAS “TRES LÍNEAS DEL TRABAJO”.
(P.D. Ouspensky).
La idea de lo que verdaderamente es una “escuela del cuarto camino” es
difícil de comprender, pues necesariamente son escuelas que se mezclan
con el curso ordinario de las cosas.
En un principio, cuando un
hombre se encuentra con el “Trabajo” y su enseñanza, esta idea deberá
tomarse de la forma más simple, es decir, debemos pensar de forma
general que una "escuela" de este tipo es un lugar en el que se aprende
algo. Pero deberá haber siempre cierto orden en las cosas, y no se podrá
aprender sin seguir este orden.
En tales escuelas se deberá
trabajar sobre el “ser”, al mismo tiempo que sobre el “conocimiento”,
porque de otro modo todo el conocimiento será absolutamente inútil y no
se extraerá provecho de él. Las ideas esotéricas que no logran
resultados “prácticos” se vuelven mera filosofía, una “gimnasia
intelectual” que en definitiva no puede llevar a ninguna parte.
Este “sistema”, el que se enseña aquí, podemos decir que pertenece al
“Cuarto Camino”, esto es, que tiene todas las peculiaridades y rasgos de
las escuelas del “Cuarto Camino”. En general una “escuela” depende del
nivel de las personas que estudian en ella, y de los propósitos
conjuntos en ella asumidos.
Cuando me encontré con el “sistema” que
el Sr. Gurdjieff enseñaba, me convencí muy pronto que este estaba
conectado de alguna manera con “escuelas” y que, de este modo ha pasado a
través de la historia documentada e indocumentada. Y que durante ese
tiempo se inventaron y se perfeccionaron “métodos nuevos”.
Las
escuelas en general pueden ser de diferentes grados y tipos, pero ahora
tomo como “escuela” a toda clase de “escuela preparatoria” que conduce
en cierta dirección, y una organización que se diferencia de otras y que
puede llamarse "escuela del Cuarto Camino” es una organización que
introduce, en su trabajo, "tres fuerzas".
Lo que es importante
entender es que hay una especie de “secreto” en el “trabajo de la
escuela”, no en el sentido de algo realmente oculto, sino de algo que ha
de explicarse.
La idea es ésta: si tomamos el trabajo de la
escuela como una “octava ascendente”, es decir en la única dirección del
desarrollo y evolución de los hombres, sabemos que en cada octava hay
dos intervalos o espacios: entre (mi) y (fa) y entre (si) y (do). Y, a
fin de pasar a través de estos “espacios”, sin cambiar el carácter o la
línea del trabajo, es necesario saber cómo “llenarlos”.
De modo
que, si queremos garantizar la dirección del trabajo digamos en una
línea recta, deberemos trabajar sobre tres líneas simultáneamente.
Si trabajo sólo en una línea, o en dos líneas, la dirección cambiará.
Si trabajo en tres líneas, es decir en “tres octavas” simultáneamente,
una línea ayudará a la otra a pasar estos intervalos, dando el “choque
necesario”.
Es importantísimo entender esto que acabo de decir. El
“trabajo de escuela” debe usar muchas ideas cósmicas, y las tres líneas
del trabajo son un ordenamiento especial para salvaguardar la dirección
correcta del trabajo individual y colectivo, para tornarlo exitoso.
La primera línea es el trabajo sobre uno mismo: el estudio de sí, el
estudio del sistema, y todas las tentativas de cambiar, por lo menos las
manifestaciones más mecánicas. Esta es la línea más importante.
La
segunda línea es el trabajo con las otras personas. Uno no puede
trabajar por sí mismo; cierta fricción, cierta inconveniencia y
dificultad de trabajar con otras personas crea los “choques necesarios”.
La tercera línea es el trabajo para la escuela, para la “organización”.
Esta última línea asume distintos aspectos para diferentes personas. El
principio es que las “tres octavas” de las tres líneas deberán seguir
simultánea y paralelamente una con otra.
Pero hay algo que se debe
comprender: no todas empiezan al mismo tiempo y, por tanto, cuando una
línea llega a un intervalo, otra línea entra en su ayuda, puesto que los
lugares de estos intervalos no coinciden. Si un hombre es igualmente
enérgico en las tres líneas, eso le conduce fuera de muchos sucesos
accidentales.
Naturalmente, la primera línea empieza primero. En
la línea del trabajo sobre sí usted toma: conocimiento, ideas, ayuda.
Esta línea le concierne solamente a usted, es enteramente “egocéntrica”.
En la segunda línea, uno no sólo debe "tomar para sí" sino también debe
"dar", mucho y continuamente. Esto incluye comunicar conocimiento e
ideas, servir como ejemplo y muchas otras cosas. Concierne a las
personas que están en el trabajo, de modo que en esta línea uno trabaja
mitad para sí y mitad para los demás.
En la tercera línea, uno debe
pensar en el trabajo en general, sobre la escuela o la organización como
un todo. Uno debe pensar sobre lo que es útil, lo que es necesario para
la escuela, lo que la escuela necesita, de modo que la tercera línea
concierne a la idea total de la escuela y a todo el presente y el futuro
del trabajo. Si un hombre no piensa sobre esto y no lo entiende,
entonces las primeras dos líneas no producirán su efecto completo.
He aquí cómo está ordenado el trabajo de la escuela y he aquí por qué
son necesarias tres líneas: uno puede obtener choques adicionales, y el
beneficio pleno del trabajo, solamente si trabaja en las tres líneas.
Ahora, si conectamos las tres líneas del trabajo con la idea de “lo
bueno” y “lo malo”, entonces todo lo que ayude a la primera línea, esto
es, al propio trabajo personal, será “lo bueno”. Sin embargo esta línea
necesariamente nos lleva a la comprensión de que no se podrá tener todo
para sí; de que hay que pensar en los demás que están en el trabajo, por
lo que hay que aprender no sólo a entender el trabajo sobre sí, sino
también a explicar a otro lo que se ha aprendido, es decir uno deberá
darse a los demás.
Pronto así se verá que es posible entender
ciertas cosas sólo explicándoselas a los demás. Entonces el círculo de
un verdadero “aprendizaje” se amplía, junto al “bien” y el “mal” que se
agrandan.
La tercera línea ya se relaciona con el mundo exterior, y
“lo bueno” y “lo malo” se convierten en lo que ayuda o estorba a la
existencia y al trabajo de toda la escuela, de modo que el círculo se
agranda aún más.
Este es el modo de pensar que deberíamos tener sobre esto.
Llamo particularmente la atención sobre el estudio y el entendimiento
de la idea de las tres líneas. Este es uno de los principios
fundamentales del “trabajo de escuela”. Si se lo aplica, se abrirán
muchas cosas. Este “sistema”, el que enseñamos acá, está lleno de tales
instrumentos. Si los usamos, abren muchas puertas.
EN TÉRMINOS
GENERALES EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL DEL TRABAJO ES QUE LOS ESFUERZOS DAN
RESPUESTA PROPORCIONAL AL ENTENDIMIENTO. Si no se entiende, no habrá
resultados; si no se entiende, los resultados serán de acuerdo a cuánto
se entienda.
De modo que la primera condición es entender, e
incluso antes de eso, uno deberá saber qué entender y cómo obtener el
entendimiento correcto. El “trabajo real” deberá ser “trabajo sobre el
ser”, pero este trabajo requiere entender los "objetivos", las
"condiciones" y los "métodos" del trabajo.
El objetivo del trabajo
es establecer una “escuela”. Para esta finalidad es necesario trabajar
según los métodos y las reglas de la escuela, y trabajar en las tres
líneas. Como ven, establecer una escuela, una “organización” de esta
índole significa muchas cosas.
En el trabajo hay dos condiciones
con las que uno deberá empezar: La primera, que uno no deberá creer
nada, deberá verificarlo todo. La segunda, una condición más importante
todavía, se refiere a “hacer”. O más bien a "no hacer". Uno no deberá
hacer nada hasta que entienda por qué lo hace y con qué finalidad. Estas
dos condiciones deberán entenderse y recordarse permanentemente.
Es
cierto que uno puede darse cuenta que no sabe nada y que no sabe qué
hacer. Entonces, uno siempre puede pedir consejo, pero si lo pide, tiene
que aceptarlo y seguirlo.
En la medida en que hayan estudiado en
la primera línea, han estudiado lo que se les dio y explicó, y si se
han esforzado por comprender, solo será el primer paso. Y si desean
continuar, deberán tratar de trabajar en la segunda línea y en cómo
enfocar el trabajo en la tercera línea. En la tercera línea, usted
trabaja para la escuela solamente, no para usted.
Sin la comprensión de estas facetas nuevas en el trabajo sobre sí, todo “estudio” ulterior no dará resultados.
Todo esto está conectado con que al principio del Trabajo todo depende
de la mente: la mente debe educarse, debe despertar. Pero después,
dependerá de la “emoción”.
Para todo esto, uno necesita una
“escuela”, uno deberá encontrarse con otras personas que sepan más que
uno mismo y deberá discutir las cosas con ellas. Ciertamente, si usted
se queda sólo, olvidará las cosas que aprende, porque en nosotros hay
tantos impulsos que las cosas desaparecen de nuestra mente. He ahí por
qué un hombre no puede trabajar solo, y únicamente el trabajo combinado
de muchas personas juntas puede producir los resultados necesarios.
Hay muchos obstáculos, muchos factores que nos mantienen dormidos y nos
hacen imposible despertar. Las cosas que aprendemos desaparecerán si
nada las ayuda, ¿y qué puede ayudarlas?... Sólo las demás personas que
nos rodean.
Primero, uno deberá trabajar sobre la adquisición de
conocimiento y material, luego la práctica. Cuando uno ha conseguido
cierta cantidad de todo esto, empieza a trabajar con otras personas, de
modo tal que una persona ayuda a otra, es útil a otra. En la segunda
línea, debido a cierta organización especial, uno está en posición de
trabajar para otras personas, no sólo para sí. Y después puede entender
de qué modo puede ser útil a la escuela.
En el trabajo todo es cuestión de entender, de comprender.
Si trabaja en esas tres líneas, luego de algún tiempo, esta
“organización” se convertirá para usted en una escuela; pero para las
otras personas, que sólo trabajan en una línea, no será una escuela.
Recuerda que dije que una "escuela del cuarto camino" es una
organización en la que no sólo podrá adquirir conocimiento sino también
podrá “cambiar su ser”. Pero una “escuela del cuarto camino” no es
siempre de las mismas características externas, y en cierto sentido
tiene ciertas “cualidades especiales” que es necesario entender, y puede
ser una clase de escuela para una persona, y algo muy diferente para
otra persona.
Sin embargo, empero todo lo dicho hasta acá, una
“escuela” no garantiza nada. Y esto es importante entenderlo. Tome una
universidad corriente donde se da sólo conocimiento e instrucción. Podrá
garantizarle cierta cantidad de conocimiento, solamente si usted se
esfuerza en aprender. Más aún es, cuando entra la idea de un “cambio
del ser”, no es posible ninguna garantía, de modo que dos o más personas
pueden estar en la misma escuela, en la misma "organización", pero en
niveles diferentes.
Tenemos muchas ideas fantásticas de las
“escuelas”, y otras que nos muestran un encuentro concreto con
intenciones conscientes, de modo que debemos separarnos de ese aspecto
“milagroso”, y hacer uso de ellas: eso nos ayudará más.
Por eso si nosotros no “intentamos” nada y solo charlamos sobre las escuelas, eso sólo creará imaginación y nada más.
Debemos sacar provecho de las ideas que hemos verificado en nosotros
mismos: si no sacamos provecho de ellas, las escuelas no existirán para
nosotros. En definitiva usted deberá tener su propio objetivo y éste
deberá coincidir con el objetivo de la escuela a la cual sienta
pertenecer, objetivo que reconocerá en su momento, y deberá entrar plena
y totalmente en él.