LA LIBERACIÓN CONDUCE A LA LIBERACIÓN
Charla de Gurdjieff
La liberación conduce a la liberación.Estas son las primeras palabras de la verdad. La verdad que puede ser actualizada en la práctica. El sentido de estas palabras se puede explicar de la siguiente manera:
Por liberación, queremos decir aquella liberación que es la meta de todas las Escuelas, de todas las Religiones, en todas las Épocas.
Todos los hombres la desean y se esfuerzan por lograrla. Pero no puede ser alcanzada sin la primera liberación, una liberación menor. La gran liberación es la liberación de las influencias que están afuera de nosotros. La liberación menor es la liberación de las influencias dentro de nosotros.
Para los principiantes es este trabajo evolutivo, esta liberación menor parece ser muy grande, porque un principiante depende de muy pocas influencias externas. Sólo un hombre que ya ha llegado a ser libre de influencias interiores cae bajo influencias externas.
Las influencias interiores impiden a un hombre caer bajo las influencias externas. Quizá sea para su bien.Las influencias interiores y la esclavitud interior surgen de muchas fuentes diversas y de muchos factores independientes, independientes porque a veces trata de una cosa y a veces de otra, ya que tenemos muchos enemigos.
Hay tantos enemigos que la vida no seria suficientemente larga si tuviéramos que luchar con cada uno de ellos y liberarnos de cada uno por separado. Así que tenemos que encontrar un método, una línea de trabajo, que nos permita destruir simultáneamente dentro de nosotros el mayor número posible de enemigos, de los que vienen estas influencias.
Dije que tenemos muchos enemigos independientes, pero los principales y más activos son: la vanidad y el amor propio. Una enseñanza hasta los llama: “Representantes y mensajeros del diablo mismo”.
Por alguna razón también se les llama: La señora Vanidad y el señor Orgullo o Amor Propio.
Hay muchos enemigos. He mencionado solamente dos como los más fundamentales. Seria difícil enumerarlos todos. Seria difícil trabajar directa y específicamente en cada uno de ellos, y tomaría demasiado tiempo ya que hay tantos. Así que tenemos que habérnoslas con ellos indirectamente para liberarnos de varios a la vez.
Estos representantes del diablo se mantienen incesantemente en el umbral (los dos guardianes del umbral tan mencionados como incomprendidos) que nos separa del mundo exterior, e impiden la entrada no sólo a buenas, sino también a malas influencias externas. Tienen un lado bueno, como también un lado malo.
Para un hombre que desea discriminar entre las influencias que recibe, es una ventaja tener estos guardianes. Pero si quiere que entren todas las influencias, sin importar lo que puedan ser –pues es imposible sólo elegir las buenas- debe liberarse lo más posible, y finalmente por completo, de estos dos guardianes, que algunos consideran indeseables.
Para esto hay muchos métodos y un gran numero de recursos. Personalmente, yo les aconsejaría que traten de liberarse y hacerlo sin teorizar innecesariamente, por simple razonamiento activo consigo mismos.
A través de un razonamiento activo,esto es posible, pero si alguien no tiene éxito, si no lo logra a través de este método, no quedan otros recursos para lo que vendrá después.
Tomen, por ejemplo, el amor propio, que ocupa casi la mitad de nuestro tiempo y de nuestra vida. Si alguien o algo ha ofendido a nuestro amor propio desde afuera, entonces no sólo en ese momento sino durante mucho tiempo después, esto, por inercia,cierra todas las puertas y por lo tanto impide que entre la vida.Cuando estoy conectado o en contacto con el exterior, vivo. Si sólo vivo dentro de mí, eso no es vida; sin embargo, todo el mundo vive así. Cuando me examino a mí mismo, me conecto con el exterior.
Por ejemplo, ahora estoy sentado aquí. S. está aquí y también R. Vivimos juntos. S. me llama idiota; yo me ofendo. Yo considero, estoy lastimado y no me calmaré ni volveré en mí por mucho tiempo.
Toda la gente es afectada de esta manera, todos tienen experiencias similares todo el tiempo. Nuestra máquina está diseñada de manera que no hay lugares separados en donde puedan experimentar se simultáneamente diferentes cosas.
Tenemos sólo un lugar para nuestras experiencias psíquicas, y si ese lugar está ocupado con tales experiencias, es indiscutible que no podemos tener las experiencias que deseamos. Y si se supone que ciertos logros o ciertas liberaciones nos conducen a ciertas experiencias, no podrán hacerlo si las cosas permanecen tal y como están.
S. me llamó idiota. ¿Por qué he de ofenderme? Tales cosas no me hieren, por lo tanto no me ofendo, y no porque no tenga amor propio; quizá tenga más amor propio que cualquiera de los presentes. Quizá sea precisamente este amor propioel que no me permite ofenderme.
Yo pienso, yo razono de una manera exactamente contraria a la habitual. Él me llamó tonto. ¿Ha de ser él necesariamente sabio? Puede ser que él mismo sea tonto o lunático. No se puede exigir sabiduría de un niño. Su razonamiento fue tonto. Ya sea que alguien le dijo algo acerca de mí, o que él mismo se formó su propia tonta opinión de que yo soy un bobo; tanto peor para él. Yo sé que no soy un bobo, por lo tanto no me ofende.Si un tonto me ha llamado tonto, no soy tocado por dentro.
Pero si en un momento dado yo fui un tonto y me llaman tonto, no me lastiman, porque mí tarea es la de no ser un tonto; supongo que esta es la meta de todos. Así, él me recuerda, me ayuda a darme cuenta de que soy un tonto y que actué de una manera estúpida. Reflexionaré sobre eso y quizá no actuaré estúpidamente la próxima vez.
De manera que, en ambos casos, no me han lastimado.
R. me lanza una mirada desdeñosa. No me ofende. Al contrario, lo compadezco a causa de la mirada torva queme lanzó, ya que una mirada torva debe tener un motivo oculto.¿Puede él tener tal motivo?
Yo me conozco. Puedo juzgar a partir del conocimiento que tengo de mí mismo. Él me lanzó una mirada torva. Posiblemente alguien lo ha dicho algo que le hizo formarse una mala opinión de mí. Lo siento por él, ya que es tan esclavo que me mira a través de los ojos de otras personas. Esto demuestra que él no es. Es un esclavo y por lo tanto no me puede lastimar.
Todo lo anterior lo digo como un ejemplo de razonamiento.
En realidad, el secreto y la causa de todas esas cosas estriban en el hecho de que no somos dueños de nosotros mismos, ni tampoco poseemos un genuino amor propio. El amor propio es una gran cosa. Si consideramos el amor propio como generalmente lo entendemos, como reprobable, entonces se desprende como consecuencia que el amor propio verdadero –que desgraciadamente no poseemos- es deseable y necesario.
El amor propio es señal de una elevada opinión de uno mismo. Si un hombre tiene este amor propio, eso demuestra lo que él es.
Como dijimos, el amor propio es el representante del diablo, es nuestro enemigo principal, el mayor freno a nuestras aspiraciones y a nuestros logros. El amor propio es el arma principal del representante del infierno.
Pero el amor propio es un atributo del Alma. Mediante el amor propio uno puede vislumbrar el espíritu. El amor propio indica y demuestra que un determinado hombre es una partícula del cielo. El amor propio es Yo; Yo es Dios. Por lo tanto es deseable tener amor propio.
El amor propio es el infierno y el amor propio es el cielo. Estos dos, que llevan el mismo nombre, son semejantes por fuera, pero totalmente diferentes y opuestos uno al otro en su esencia. Si seguimos mirando superficialmente, jamás podremos distinguir el uno del otro.
Existe un dicho: “Aquel que tiene amor propio está a medio camino de la libertad”. Sin embargo,entre los presentes, cada uno esta rebosante de amor propio. Y apesar del hecho de que estamos llenos de amor propio hasta el borde,no hemos logrado todavía ni una pizca de libertad. Nuestro propósito debe ser tener amor propio. Si lo logramos, podremos llegar a estar libres de estos dos enemigos principales: el señor Amor Propio y la señora Vanidad.
¿Cómo podemos distinguir entre una y otra clase de amor propio? Superficialmente es muy difícil. Esto es así cuando miramos a otros; cuando nos miramos a nosotros mismos es todavía más difícil.
Gracias a Dios, nosotros, los que estamos sentados aquí, estamos a salvo de confundir el uno con el otro. ¡Tenemos suerte!
El genuino amor propio está totalmente ausente en nosotros actualmente, por lo tanto no hay nada que confundir.
Al principio de la conferencia utilice las palabras: “razonamiento activo”.
El razonamiento activo se aprende con la práctica; debería ser practicado durante mucho tiempo y de muchas maneras variadas.
Legado por: G. I. Gurdjieff
Prieuré, 13 de Febrero, 1923