Las cosas más simples son también a veces las más difíciles de
conseguir. Cuando intentamos eliminar a todos los conflictos y fantasías
de nuestra mente.
Al escoger el motivo elegido para un propósito
definido, la mente se resiste al control el método de acuerdo a las
enseñanzas fundamentales es sumergirse en meditación.
Haciendo una impresión clara en la mente exterior de que el Yo real no
puede ser nada transitorio como el cuerpo, las emociones y la mente.
Cuando esta acción está firmemente establecido en la conciencia, trata
de llenar todo momento con la siguiente pregunta: ¿Quien soy yo?.
Cuanto más determinada sea la perseverancia mejor será el resultado.
Donde quiera que estuviese, ¿Quien soy yo?. esta conmigo: caminando por
la calle, sentado en el autobús y siempre que mi mente no estuviera
ocupada en otra actividad urgente.
Aprendí a llenar todo momento
con el ¿Quien soy yo? excepto los de habla o de ocupación mental
obligada, con el tiempo había aprendido a recordar de modo automático.
Entonces los resultados fue la paz de la mente, y el poder de usarla a voluntad como una fuerza aparte del yo o ego programa.
Se explica que Sí mismo está más allá de la mente y sin embargo la realización es con la mente.
La mente no puede pensarlo. No puede ser pensado con la mente y sólo la
mente puede realizarlo. ¿Cómo han de reconciliarse estas
contradicciones?
La persona supone en su ignorancia, que su cuerpo, emociones y mente, constituyen Si mismo.
El que está en el sendero guiado por un apuntador supera esta falsedad y
éste es el punto de inflexión en su desarrollo espiritual.
El aspecto espiritual significa auto atención, atención a la sensación de Ser, de presencia.
Al usarlo estáis buscando vuestra herencia legítima, apuntando directamente a la fuente de la vida.
Tal es la meta y el objetivo último. No hay otra cosa. Meditad acerca
de esto, y la verdad se volverá clara incluso para la mente exterior.
R.Malak.