DE TRACOLL-CHARLA INTERNA.
Debemos de tratar de auto-recordarnos todos los días porque estamos
intentando despertar a otro nivel de ser. Pero para despertar es preciso
tener fuerza y no mal emplearla o dilapidarla en todo momento. Cada
persona deberá hacer un estudio a través de la auto-observación, que le
dé luz sobre
las cusas de dicha pérdida. Debemos de vivir la vida, no ser devorado por ella.
Charla innecesaria
La charla innecesaria es uno de los mayores obstáculos para el
despertar. Si queremos estar en contacto con nosotros mismos,
necesitamos reducir la charla innecesaria o mecánica y para ello es
necesario saber qué es, en teoría y en práctica.
El hablar tiene
muchas utilidades. El ser humano es el único animal que tiene la
facultad de articular un lenguaje. Lo podemos utilizar para comunicar
grandes ideas, para preguntar, para expresar emociones en todas sus
formas, para saludar, etc. hay muchas utilidades para la charla
necesaria.
Por otra parte, también hay una charla que no tiene uso,
que no alcanza ninguna meta, que es hablar por hablar. No estás
interesado en si la otra persona tiene interés por escuchar lo que dices
o no y quizás ni estás consciente de lo que está ocurriendo de forma
paralela a la conversación.
Puede que después te sientas sin
energía, agotado y no recuerdes de qué estabas hablando, era trivial,
sin sentido. Esta forma de hablar nos roba gran cantidad de energía y es
un signo de inconsciencia.
Para la charla innecesaria no necesitas a
otra persona. Puedes hablarte a ti mismo (de hecho ocurre),
argumentando, teniendo una conversación imaginaria en tu cabeza. Puedes
estar haciendo notas mentales sobre todo lo que estás haciendo. Todo
esto se reduce con la auto-observación que envuelve todos los centros.
Si estás en una charla interna sobre todo lo que
haces o ves, probablemente estarás perdiendo gran cantidad de energía que podrías utilizar para mejores objetivos.
No existe una regla fija que nos diga qué charla es necesaria o innecesaria.
Debes observarte a ti mismo y ver si lo que estás diciendo tiene alguna
utilidad y cómo te hace sentir. Hay personas que tienen más tendencia a
la charla mecánica que otras y necesitarán trabajar más
concienzudamente sobre esto.
Hay gente que habla muy poco, que no expresa, por lo tanto deberá hacer un ejercicio práctico sobre ello.
Recientemente estaba caminando con un amigo por el parque, hablando
incesantemente. Mi amigo me dijo que me observara, que observara mi
charla.
Era casi imposible pararla y decidimos hacer el siguiente
ejercicio: no hablar hasta terminar el paseo. Esto convirtió el paseo en
algo muy interesante.
Comencé a ver lo que me rodeaba y a tener
otra visión sobre los árboles, las flores, todo lo que allí estaba. El
paseo apenas duró una hora pero lo sentí como una eternidad. La noción
del tiempo había cambiado. Había perdido menos energía.
Este
ejercicio no es válido para todas las situaciones porque necesitamos
hablar. Pero aprendí algo importante. A veces sentía que tenía algo muy
importante que decir y quería romper el silencio. Pero contando hasta
diez y diciendo "bien, voy a hacer una nota mental de ello y lo diré más
tarde", cuando
llegaba a diez, la cosa tenía menos importancia y, a veces, ni siquiera recordaba eso "tan importante".
Trabajar con la charla innecesaria requiere de auto-observación para
ser consciente de lo que perdemos o ganamos con dicha charla. Os
recuerdo que la charla innecesaria es tanto interna como externa. En
realidad, la externa es un reflejo de la interna.