21 noviembre de 2019.
Ahora bien, puesto que mantener la atención es tan difícil como lograr
que el humo de un bastoncillo de incienso se detenga, la experiencia
milenaria de la India, ha desarrollado ciertas técnicas para facilitar
la capacidad de mantener la atención en uno mismo.
Por ejemplo
el ayuno (yama), la disciplina del cuerpo (àsana), el ritmo de la
respiración (prnyma), la privación sensorial (pratyhra), la
concentración (dhàran, de la raíz dhr, “mantener apretado” en el sentido de “fijación del pensamiento en un único punto” (Yoga Sutras4 III, 1), etc.
Así, por ejemplo, la concentración sobre un objeto único, sea un
objeto físico (el entrecejo, la punta de la nariz, una fuente luminosa,
etc.) o un pensamiento (una verdad metafísica o versículo sacado de un
texto sagrado) o lo divino, tiene la finalidad: la suspensión
momentánea de la actividad de los sentidos (índriya), la actividad del
subconsciente (samskra) y de los pensamientos.
Al concentrarse o
adherirse a un único pensamiento, se facilita el alejamiento de los
demás pensamientos y poco a poco la mente deviene más atenta.
Igualmente, es por la disciplina de la respiración o prnyma, el
hombre profano deja de respirar de una manera arrítmica y se concentra
en un determinado ritmo de notables efectos psico mentales
(Brhadàranyaka-Úpanishad, por ejemplo.
Si uno lo ve en la
correcta perspectiva y recuerda que el objetivo de búsqueda es la
realidad y no sus aspectos o expresiones particulares todo se torna
razonable.
La búsqueda termina cuando se reconoce que no hay nada que buscar y que tampoco hay buscador, eso es lo fundamental.
Uno no es lo que se conoce, más bien es el conocedor; nada de lo que sobreviene es sin que lo esencial lo sepa.
En el nivel de la manifestación, se muestra que todas las divisiones
son irreales y que ninguna cosa tiene una naturaleza independiente,
certificando así que la realidad es no dual.
Todo lo demás, o sea lo conocido, ha de tomarse como algo contingente, como un residuo al borde del camino.
Se sabe que el mundo toma la forma de lo que uno piensa que es, y en
ello no hay límites, y el flujo de la energía se dirige a donde va la
atención.
Si se pudiera tener certeza de algo, esto es que lo que somos es conciencia que se refleja en Sí mismo.
La conciencia no desaparece, no se puede negar.
Quizás todo puede ser negado, pero siempre algo queda, así sea el
negador, siempre a alguien le ocurren las cosas, y siempre es a mi a
quien se ocurre.
R.Malak.