Page principale  |  Contacte  

Adresse mail:

Mot de Passe:

Enrégistrer maintenant!

Mot de passe oublié?

EL ESPACIO SALVAJE
 
Nouveautés
  Rejoindre maintenant
  Rubrique de messages 
  Galérie des images 
 Archives et documents 
 Recherches et tests 
  Liste de participants
  
 ⭐️Єl Єspacio §alvajє⭐️ 
 ❤️- Ä Řєiя .§є. Đijo -.❤️ 
 ⭐️♥♥♥♥.Mєmєs♥♥♥♥.⭐️ 
 ❤️♥Fotos Divertidas,❤️ 
 ⭐️*Cuαl Єs Tu Єxcusα? 
 ❤️Aprєndє A Bαilαя.❤️ 
 ⭐️..Chu Chu Pαmєlα.⭐️ 
 ❤️●--Řεlato Ĉяudo--●❤️ 
  
 ⭐️-.Ĉhistєs Picάиtєs.-⭐️ 
 ❤️Ĉhistєs Đε Ĵάimito*❤️ 
 ⭐️ .Ŋøticiaš .. ..Ļøcaš.⭐️ 
 ❤️Điccioиaяio.§alvajє❤️ 
 ⭐️.§olø Parα Adultos.⭐️ 
 ❤️Ġuєrrά Đє Los §єxos 
 ⭐️ ..*ζớna .Ćaliєntє* ..⭐️ 
  
 ⭐️*Tαgs By Řosa§alvajє. 
 ❤️Ģifs By: Řosa§alvajє❤️ 
 ⭐️ ₤ayouts & .ƒθņđоş .⭐️ 
 *Ofrєcimiєntos Dє ₣irмas* 
 ⭐️Ťus Prєmîos-Fîrmas⭐️ 
 ❤️Juєga y Ģana ₣irмas❤️ 
  
 ⭐️..Ήonoя ά lά Mujєя.*⭐️ 
 ❤️€ntrє Ŋiňos Tє Vєάs❤️ 
 ⭐️.Mєnsajєs Positivos.⭐️ 
 ❤️Mєиsajєs Dє Rєflєxion 
 ⭐️.*Mєиsajєs Dє Ắмor*⭐️ 
 ❤️ . Đє. Ţodo Uπ Рoco❤️ 
 ⭐️.*- Pớwεя Pớiиts-* ..⭐️ 
 ❤️. *Đάtos Ćuяiosos* .❤️ 
  
 ❤️*Ťutorialєs ßasicos❤️ 
 ⭐️Ťutorialєs Dє PSP. ⭐️ 
 ❤️Ťutorialєs Aniмados❤️ 
 ⭐️ * .Ģiƒš -Vαriαdos ..*⭐️ 
 ❤️ Mαtєяiαlєs Pαяα PSP 
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Outils
 
Єl Єspacio §alvajє: LA FERIA DEL DIABLO
Choisir un autre rubrique de messages
Thème précédent  Thème suivant
Réponse  Message 1 de 5 de ce thème 
De: Dulcinea-1  (message original) Envoyé: 20/10/2016 09:04

 



img15.imagefra.me/i7ah/mariajo/fhjn_879_ueoz2.png

LA FERIA DEL DIABLO


La gente se paseaba tranquilamente por la feria. Escudriñando los tenderetes,

observando las atracciones. Los más pequeños disfrutaban con ellas, y los no tan

pequeños también. 

Móra La Nova es la ciudad donde se celebraba dicha feria. Cada año se llenaban tres

calles enteras con atracciones y tenderetes. El poli deportivo era inundado con

tiendas de todo tipo. La escuela servía de concesionario improvisado. Todo el mundo

salía a divertirse: El muchacho que en la máquina del gancho intentaba cogerse un

reloj mientras hacía creer a su novia que intentaba conseguirle el osito de peluche…

El chico que se compraba petardos y los lanzaba en medio de la calle asustando a la

gente… El abuelo que paseaba nostálgico recordando el día en que nació la feria.

Probablemente habría miles de historias que contar. Dignas de rellenar un buen libro

repleto de cotilleos y curiosidades. Los chicos gamberros no se quedaban atrás, pues

también rondaban por la feria. Siempre hay gamberros pensará todo el mundo. No

obstante, lo que empezó como un juego para un chiquillo, terminó con la muerte de

todos los asistentes a la feria.

— 

Alfonso reía bajo la ventana. Su calle estaba inundada por la feria, y Alfonso lo

aprovechó para sus trastadas. 

Corría un día de sol intenso que se adhería a los ropajes de la gente. El suelo,

como de costumbre, estaba lleno de papeles, propagandas y basura en general. La

multitud pasaba por debajo de los perturbados ojos de Alfonso sin verlo.

¡pam! Se oyó. Una bolita diminuta de color blanco como la leche salió disparada de

una ventana. Se desplazó por los aires en línea oblicua hasta que impactó a toda

velocidad contra las gafas de un Anciano solitario. La bolita le dio en el reborde

que sujetaba el cristal y éste dio un saltito despojándose de las gafas. Cayó al

suelo agrietándose al instante. 

El anciano notó algo, como si le tiraran una piedrecilla, pero no le dio más

importancia. Recogió el cristal agrietado y siguió andando solitario. 

Agachado debajo de la ventana, Alfonso reía con una mueca cruel en sus labios. Sus

ojos mostraban unas diminutas venas de sangre que se extendían por las pupilas, el

lirio reflejaba un volcán en su interior.

Alfonso se hartó. Llevaba media hora usando la pistola y mucha gente había sido

herida. Pero sentía ansias de hacer más daño. La pistola con balas de plástico le

parecía un juego de niños.

>.

— Ellos, jajaja —rió jocoso— tengo que... hacer… algo ¿yo? Si claro que sí, jajaja.

Bajó. Bajó al piso de abajo. Se encaminó hacia la cocina. La escrutó al completo.

Abrió un armario de vidrio, su madre era una adicta al vidrio podría decirse.

Coleccionaba hasta calcetines de cristal. 

Sacó vasos y más vasos del armario. Los subió arriba, abrió la puerta de la terraza

y posó los vasos en el suelo. Cuando tuvo bastantes vasos dejó el armario cerrado y

volvió a subir.

— Yo… no puedo hacerlo. No puedo.

>.

Alfonso se convulsionó unos segundos y paró de repente. Erguido y con el rostro

apaciguado sus ojos habían perdido la rojez de las pupilas y el lirio. Ahora eran

los globos blancos de sus ojos los que enrojecían, estaban inyectados en sangre. Su

aspecto transmitía un aspecto de demente y psicópata.

Cogió un vaso y lo lanzó vertical con toda su fuerza. El vaso voló hasta confundirse

con el sol. Una estrellita reluciente se reflejó mientras caía a velocidad

estrepitosa. Cayó contra el suelo. Estalló en mil pedazos y los cristales salieron

dispersos en un radio de 15 metros. Cristales se hundieron en la carne de chicos y

chicas cortándoles el rostro, las piernas, los brazos y todo lo que se les puso por

delante. 

— Jua jua jua —emitió una carcajada que los heridos lo oyeron. Se estremecieron todos.

Alfonso agarró con tanta fuerza otro vaso que le explotó e la mano. Los vidrios se

le clavaron e incrustaron en la mano. La sangre chorreó con rapidez ensuciando el

suelo. No le importó.

Cogió otro vaso, esta vez no estalló. Se puso en cuclillas y se impulsó hacia

arriba. Dio un salto magistral a la vez que el vaso se le escapaba de las manos a

una velocidad estremecedora. Iba mucho más rápido que el anterior. 

Dio en el blanco. El Vaso explosionó contra un policía. Le atravesó la gorra que

llevaba posada con delicadeza y llegó a su cabeza. Allí estalló en mil pedazos.

Varios de ellos se clavaron en el cráneo del policía. Los trozos restantes

desgarraron la cara de miles de personas que aún seguían en el mismo lugar.

La gente comenzó a correr espantada, con el pánico haciendo palpitar su corazón a

diez mil por hora. Los humanos corrían. Se pisaban, caían unos encima de otros. Los

niños lloraban, las madres gritaban. Los que caían eran aplastados por los pasos

histéricos de las demás personas. Un ola humana intentaba huir.

— No, no señor, No lo permitiré

La terraza le escondía porque una pared se erguía un metro por encima de su cabeza.

Detrás de la pared un tejado se extendía un par de metros. 

Alfonso no se lo pensó.

—Es verdad

Saltó agarrándose a lo alto de la pared. Hizo fuerza, desgarrándose los pantalones y

la ropa hasta que al fin consiguió subir al tejado.

— ¡Maldita sea! ¡Los vasos!

>.

Extendió la mano. Movió los dedos invitando a que los vasos vinieran con él. Uno de

ellos le hizo caso y se acercó hasta caer al tejado junto a su lado. Se aferró a él

y se lo apretujó contra su pecho.

>.

— No lo harán

Se levantó. Apuntó con el vaso como si llevara un lanzagranadas. Lo lanzó con tanta

fuerza que impactó contra la multitud, atravesando la espalda de un hombre y

saliendo por su vientre golpeó la cabeza de un chiquillo y éste se desplomó casi

inerte al suelo. 

Murió aplastado entre gritos y lloros de la gente que huía aterrada.

— ¡Allí arriba! —chilló una mujer señalando a Alfonso.

Multitud de personas se volvieron para contemplar al muchacho. En él vieron un joven

con la mano envuelta en sangre. Con una postura psicópata, una mueca de ira homicida

y con los ojos poseídos por el diablo. Los gritos resonaron entre la multitud y

corrieron más y más. Golpeándose entre ellos, cayéndose encima los unos de los

otros. Cuatro niños fueron aplastados y murieron agónicamente.

>

— ¡No escapareis! —aulló.

Corrió hacia la ventana. La ventana que había utilizado para disparar con la pistola

de bolas. Golpeó el cristal y arrancó un buen trozó cortándose la mano con cortes

profundos. La sangre comenzó a colorearle sus pantalones.

Cogió el cristal como un vúmeran. Lo impulsó de atrás a delante. El cristal salió

disparado contra la multitud.


Testigo ocular 1, 1 de Diciembre de 2005

El cristal, con forma puntiaguda y alargada me pasó por encima de la cabeza. Era

una auténtica guillotina… Cortó cuanto encontró a su paso: cabezas, brazos, pies…

Fue una auténtica masacre.

Fin: (el sujeto no pudo continuar, se mordió la lengua en un ataque de epilepsia y

se murió al instante)



Victorioso alzó sus manos vociferando un grito de guerra. Sus pies se movieron.

Primero lentamente y después despacio. Su tejado estaba contiguo al de ocho casas

más. Sus pasos se movieron con más rapidez. Parecían un rastro borroso. Alfonso

corría por el tejado mirando a los humanos heridos. Corrió y corrió con una

velocidad infernal. Se desvió hasta el final del tejado y saltó. Saltó en dirección

al público. Se elevó por los aires y entonces fue cuando…








img16.imagefra.me/i9ah/mariajo/f_1d7_ueoz2.png




Premier  Précédent  2 à 5 de 5  Suivant   Dernier  
Réponse  Message 2 de 5 de ce thème 
De: Řosa§alvajє Envoyé: 20/10/2016 10:53

Réponse  Message 3 de 5 de ce thème 
De: Ŋando Envoyé: 20/10/2016 21:25
Image result for gracias

Réponse  Message 4 de 5 de ce thème 
De: Cάmpanita Envoyé: 20/10/2016 21:50
Image result for buen aporte gracias

Réponse  Message 5 de 5 de ce thème 
De: Amiga Envoyé: 21/10/2016 00:18


Premier  Précédent  2 a 5 de 5  Suivant   Dernier  
Thème précédent  Thème suivant
 
©2025 - Gabitos - Tous droits réservés