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۰۪۪۫۫●۪۫۰ Salud, Temas Varios ۰۪۪۫۫●۪۫۰: ۰۪۪۫۫●۪۫۰ Colon Irritable ۰۪۪۫۫●۪۫۰
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De: Roxana Tana (Mensaje original) |
Enviado: 26/09/2009 21:25 |
El
síndrome del intestino irritable (también llamado síndrome del colon
irritable) es un problema gastrointestinal que en los países
desarrollados, afecta hasta al 15% de los adultos en algún momento de
la vida.
Este
síndrome es un trastorno funcional, lo que significa que los exámenes
practicados no revelan una alteración o lesión en la estructura del
intestino, como por ejemplo una obstrucción o un tumor.
El
síndrome del colon irritable es un trastorno motor cuyas
manifestaciones clínicas son la alteración de los hábitos intestinales,
la presencia de dolor abdominal y la ausencia de un proceso patológico
detectable.
Aunque
comparte muchos de los síntomas con ella, el síndrome del colon
irritable difiere de la enfermedad inflamatoria intestinal en que no se
observan procesos inflamatorios en ninguna de las estructuras
intestinales.
El
síndrome del colon irritable es uno de los trastornos
gastrointestinales diagnosticados con mayor frecuencia: se estima que
entre el 10 y 15% de la población lo padecen, siendo las mujeres más
propensas que los hombres.
Algunos de los factores que pueden tener importancia en el desarrollo del síndrome del colon irritable son:
Infecciones:
existe
una cierta evidencia de que los sujetos que han experimentado una
gastroenteritis por Salmonella tienen un mayor riesgo de desarrollar un
colon irritable en los siguientes 12 meses
Inflamación:
también
existe una cierta evidencia de que algunos pacientes clasificados como
con síndrome del colon irritable muestran algún sutil componente
inflamatorio o pre-inflamatorio. Por ejemplo se ha observado un cambio
en los perfiles de citocinas periféricas (en particular una proporción
anormal de las interleukinas IL-10/IL-12. Igualmente en algunas
biopsias laparoscópicas de espesor total de yeyuno se han detectado
infiltraciones de linfocitos en el plexo mientérico y de linfocitos
intraepiteliales
Disregulación de la serotonina:
este
neurotransmisor está presente en abundancia en las células
enterocromafines del intestino y es el más importante regulador del
peristaltismo intestinal y de la transmisión sensorial. En la
actualidad existen dos líneas de evidencia que indican que en el
síndrome del colón irritable la regulación serotoninérgica está
alterada. En el síndrome del colon irritable con constipación
predominante, la liberación de la serotonina en el plasma está
reducida.
En
el síndrome del colon irritable, la motilidad intestinal en ayunas o en
respuesta a una inyección del octapéptido colecistokinina (CCK-8) o a
la comida está alterada en comparación con los voluntarios sanos. En
particular, en el síndrome del colon irritable las contracciones
intestinales son de gran amplitud, aumentando también la presión
intraluminal intestinal hasta 550 mm de Hg o más, coincidiendo en el
tiempo con el dolor abdominal, a diferencia de los 250 mm de Hg o menos
que se miden en los voluntarios sanos
Factores genéticos:
algunos
estudios realizados en hermanos gemelos y familias parecen indicar una
cierta predisposición genética, si bien hasta el momento no se ha
logrado identificar ningún gen asociado a esta enfermedad
Factores psicológicos:
los
factores psicosociológicos parecen tener una gran importancia en el
síndrome del colon irritable, aunque se desconoce como estos factores
pueden afectar la función gastrointestinal.
También es posible que ocurra lo contrario y que sea la disfunción digestiva la que module los procesos centrales.
Así,
la evidencia señala que los abusos sexuales en niños o adultos están
asociados al síndrome del colon irritable y, también suele ser
frecuentes la presencia de ansiedad y depresión.
Algunos
han definido el síndrome del colon irritable como un desórden somático,
si bien no existe una evidencia inequívoca de una relación
fisiopatológica
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Desde
el punto de vista clínico el síndrome del colon irritable puede ser
clasificado en cuatro subtipos según sea el comportamiento del
intestino:
- Colon irritable de caracterizado por constipación: supone el 37% de los casos, siendo predominante en las mujeres
- Colon irritable de componente diarreico: constituye el 25% de los casos, repartiéndose de igual forma entre ambos sexos
- Colon irritable alternando diarrea y constipación: supone el 27% de los casos, siendo predominante en las mujeres
- Colon irritable con comportamiento intestinal normal
El
diagnóstico del síndrome del colon irritable basado en los criterios de
Roma II es lo suficientemente robusto para que no sean necesarias otras
pruebas como la detección de sangre oculta en las heces, imágenes
abdominales, estudio de las heces o endoscopias. Sin embargo algunos
prefieren mantener un procedimiento de diagnóstico más tradicional (*)
e incluso para algunos casos raros en los que el síndrome de colon
irritable podría confundirse con la enfermedad inflamatoria intestinal
se ha desarrollado un procedimiento que implica dos gamagrafias
seriadas con factor de necrosis tumoral marcado con Tc99 y con
lactoferrina Tc99: el primer marcador es específico de la enfermedad de
Crohn, mientras que el segundo lo es de la colitis ulcerativa
Es
objeto de controversia si se deben hacer o no pruebas serológicas para
la determinación de la enfermedad celíaca que puede presentar los
síntomas típicos del síndrome del colon irritable. La prueba de la
transglutaminasa tisular parece ser bastante razonable en las áreas en
las que la enfermedad celíaca excede el 8%.
Algunas
enfermedades que pueden mostrar síntomas análogos de los del síndrome
del colon irritable son la intolerancia a la lactosa, a la fructosa o
al sorbitol, o la enfermedad celíaca (que tienen un componente
diarreico) y la disfunción del suelo pelviano cuyo componente principal
es la constipación
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A
la hora de diseñar un tratamiento para el síndrome del colon irritable,
el clínico debe tener en cuenta que aproximadamente el 40% de los casos
responde al placebo
Dieta
No
se sabe con exactitud como la dieta influye sobre el síndrome del colon
irritable, aunque muchos pacientes asocian algunos alimentos a un
empeoramiento de la sintomatología. Aunque aumentar la fibra
alimentaria en la dieta es la recomendación más, no hay demasiadas
evidencias que este medida sea efectiva. De hecho, una abundancia de
fibra soluble a menudo empeora al situación exacerbando la distensión
abdominal y el dolor. Así, algunos alimentos que pueden exacerbar los
síntomas del colon irritable son el cacao, el café y algunos sustitutos
del azúcar como el sorbitol o el isomalt. Los preparados comerciales de
fibras, que ayudan a evitar la constipación, producen probablemente
menos efectos adversos.
Cualquier
alimento sospechoso debe ser eliminado de la dieta, siendo aconsejable
que esta eliminación se lleva a cabo de uno en uno y por lo menos
durante un mes. Sin embargo la exclusión sistemática de alimentos
sospechosos es laboriosa y requiere mucho tiempo tanto del paciente
como del nutricionista.
Se
deben eliminar de la dieta los alimentos que fermentan en el tracto
digestivo produciendo gases: algunos de estos alimentos son las judías,
los puerros, la coliflor, el bróculi, las bebidas gaseosas
Probióticos
Los
probióticos son bacterias vivas que se administran en cápsulas o en
polvo, o incorporadas al yogur. Ayudan a restaurar el equilibrio de la
flora intestinal y posiblemente tienen efectos positivos sobre el
sistema inmunológico. Aunque muchas bacterias se utilizan como
probióticos, ninguna de ellas ha demostrado ser plenamente eficaz
contra todos los síntomas del colon irritable. El Lactobacillus plantarum y el B. infantis
han mostrado aliviar específicamente algunos síntomas como la diarrea,
los gases o la distensión abdominal, aunque solo hay estudios clínicos
limitados y casos anecdóticos que demuestra la eficacia de estas
bacterias
Otros
probióticos estudiados que muestran mayor o menor grado de eficacia son
mezclas más o menos complejas (p.ej. la mezcla probiótica conteniendo Lactobacillus rhamnosus GG, L. rhamnosus LC705, Bifidobacterium breve Bb99 y Propionibacterium freudenreichii ssp. shermanii JS). Por el contrario el probiótico Lactobacillus casei GG, es totalmente ineficaz
Fármacos
El
tratamiento farmacológico del colon irritable más frecuente consiste en
la administración de fármacos para paliar los síntomas de la
enfermedad. Tradicionalmente se han utilizado antiespasmódicos y
anticolinérgicos. Estos fármacos actúan bloqueando la despolarización
del músculo liso intestinal modulada por la acetilcolina. Los más
empleados con la hioscina (en dosis de 0.125 mg por vía oral o
sublingual) y la diciclomina . Sin embargo, estos agentes producen reacciones adversas como retención urinaria, visión borrosa, taquicardia y xerostomía.
El
dolor abdominal es tratado también mediante la administración de
antidepresivos tricíclicos administrados en dosis bajas antes de
acostarse. Estos fármacos actúa aumentando el umbral del dolor Entre
ellos, los más empleados son la imipramina y la amitriptilina
Los fármacos antidiarreicos incluyen la loperamida ,
el difenoxilato y el fosfato de codeína. La loperamida es especialmente
útil debido a que aumenta el tono del esfínter anal. La codeína es
también eficaz, pero su uso continuo puede inducir dependencia.
La simeticona , el carbón activo y la alfa-galactosidasa son eficaces para eliminar los gases y la distensión abdominal.
Entre
los laxantes empleados en el síndrome del colon irritable con
predominio de la constipación se incluyen el bisacodilo, el
polietilenglicol y la senna. Algunos de ellos pueden ocasionar
retortijones. Debe evitarse el uso de la lactulosa que produce gases y
distensión abdominal.
La cisaprida es un fármaco que actúa como agonista y antagonista de los receptores serotoninérgicos del tracto digestivo ,
siendo un agonista frente a los receptores 5-HT4 y antagonista de los
receptores 5-HT3, promoviendo la propulsión intestinal, ya no se
utiliza para el tratamiento del síndrome del colon irritable. Otros
fármacos que actúan sobre los receptores serotoninérgicos son el
Tegaserod con una eficacia modesta sobre la constipación ,(retirado por
la FDA en 2007 por sospecharse que produce un aumento del riesgo
cardiovascular) y el alosetrón, un bloqueante del receptor 5-HT3, un
receptor que produce las contracciones intestinales cuando se une a él
la serotonina. El alosetrón ,
previene las contracciones intestinales y la sensibilidad
gastrointestinal de los pacientes con el síndrome del colon irritable.
Sin embargo, el uso de esta fármaco ha sido limitado a casos extremos
del síndrome del colon irritable de componente diarreico ya que se han
descrito casos graves de diarrea isquémica y de constipación que han
requerido la hospitalización
La
lubiprostona es un activador de los canales de cloro que estimula la
secreción de fluidos intestinales reduciendo la consistencia de las
heces. Es utilizado en el tratamiento de la constipación idiopática.
Una serie limitada de estudios clínicos mostraría que este fármaco
sería parcialmente eficaz en dosis de 0.024 mg dos veces al día con las
comidas en el tratamiento del síndrome del colon irritable
caracterizado por constipación
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CRITERIOS DE DIAGNOSTICO
C. Désordenes funcionales del intestino
El
diagnóstico de un desórden funcional del intestino siempre presume la
ausencia de una explicación estructural o bioquímica de los síntomas
C1. Síndrome del intestino irritable
Al menos
12 semanas, no necesariamente consecutivas en los 12 meses anteriores
con dolor o molestias abdominales de las siguientes características:
- 1. se alivian al defecar y/o
- 2. su inicio ha estado asociado con un cambio en la frecuencia de la defecación y/o
- 3. su inicio ha estado asociado a un cambio de la forma o aspecto de las heces.
Otros síntomas que apoyan el diagnóstico de síndrome del intestino irritable
-
frecuencia anormal de la defecación (más de tres movimientos
intestinales por día o menos de deposiciones por semana);
- aspecto anormal de las heces (grumosas, duras, blandas, acuosas);
- paso anormal de las heces (estreñimiento, urgencia o sensación de una evacuación incompleta;
- paso de mucosidades;
- hinchazón o sensación de distensión abdominal.
C2. Distensión abdominal funcional
Al menos 12 semanas, no necesariamente consecutivas en los 12 meses anteriores de
- 1. sensación de hinchazón abdominal o distensión visible; y
- 2.
insuficientes criterios para el diagnóstico de una dispepsia funcional,
síndrome del intestino irritable u otros desórdenes funcionales
C3. Constipación functional
Al menos 12 semanas, no necesariamente consecutivas en los 12 meses anteriores de dos o más episodios de:
- 1. estreñimiento en > 1 /4 de las defecaciones;
- 2. heces duras o apelmazadas en > 1 /4 de las defecaciones;
- 3. sensación de evacuación incompleta en >1 /4 de las defecaciones
- 4. sensación de obstrucción/bloqueo anorectal en > 1 /4 de las defecaciones
- 5.
maniobras manuales para facilitar la evacuación en > 1 /4 de las
defecaciones (p. ejemplo, evacuación digital, apoyo del suelo pélvico)
y/o
- 6. < 3 defecaciones por semana.
No hay presencia de heces blandas y no hay criterios suficientes para el síndrome del intestino irritable
C4. Diarrea Functional
Al menos 12 semanas, no necesariamente consecutivas en los 12 meses anteriores de
- 1. heces blandas (pastosas) o acuosas
- 2. presentes en > 3 /4 de las veces y
- 3. no hay presencia de dolor abdominal
C5. Desorden funcional inespecífico del intestino
Síntomas
intestinales en ausencia de una enfermedad orgánica que se encuentra en
las anteriores categorías de desórdenes intestinales funcionales
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*OTRAS TÉCNICAS DE TTO * |
Fecha: 14.01.2009 - 19.36 Autor: rox_tana1 |
Hipnoterapia
La
hipnoterapia es reconocida como un tratamiento valioso para el síndrome
de colon irritable hasta el punto de que en el Reino Unido existen
desde 2002 unidades especializadas para ello. El 80% de los pacientes
muestran una mejoría sostenida de sus síntomas después de varias
sesiones de hipnoterapia, en particular en las mujeres. También se ha
demostrado que la hipnoterapia alivia los síntomas extracolónicos,
mejora la calidad de vida y ayuda a las pacientes a recuperar sus
actividades laborales. Los varones con síndrome de colon irritable
predominantemente diarreico son menos susceptibles a los beneficios de
esta técnica que las mujeres.
Yoga
Algunas
de las posturas y movimientos del yoga parecen ser beneficiosas para
los pacientes con el síndrome del colon irritable. Algunos estudios
clínicos controlados en pacientes jóvenes y adultos con síndrome del
colon irritable que practicaron yoga durante 2 meses con 12 asanas
(posturas de yoga) han demostrado que esta técnica de relajación es más
efectiva que la loperamida en el control de la diarrea. Las posturas
empleadas (Vajrasana, Shashankasana, Ushtrasana, Marjariasana,
Padhastasana, Dhanurasana, Trikonasana, Pawanmuktasana, y
Paschimottanasana) conjuntamente con Surya Nadi pranayama (respiración
por la fosa nasal derecha) ayudan a relajar los músculos abdominales,
expulsar gases, mejorar el peristaltismo, etc.
Hierbas medicinales
Aunque
existen en el mercado varios preparados de hierbas medicinales para el
tratamiento del síndrome del colon irritable, no siempre hay evidencias
clínicas que avalen su utilización. Los preparados a base de cúrcuma o
de Fumaria officinalis han demostrado ser ineficaces. Por el
contrario, una combinación compleja de 11 hierbas o extractos de
plantas (STW 5) producida en Alemania ha demostrado una cierta eficacia
en comparación con el placebo en el síndrome del colon irritable de
componente diarreico y también con predominio de constipación.
En
algunos pacientes las infusiones de menta tienen un efecto
antiespasmódico significativo. El aceite de pippermint encapsulado ha
demostrado ser bastante eficaz en más de 16 estudios clínicos
controlados, hasta el punto de que algunos investigadores consideran
este producto como fármaco de primera elección cuando el síndrome del
colon irritable no va acompañado de diarrea o constipación muy graves.
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