Si eres de los que religiosamente tiene que tomar unas cuantas tazas de café al día, no te recomendamos que dejes de hacerlo, ya que según una investigación realizada en Estados Unidos, esto haría que el cerebro bajara la guardia y también el flujo de sangre.
El estudio, recientemente publicado por investigadores de la Universidad de Vermont, Estados Unidos, mostró que la ausencia de cafeína produce más lentitud en las respuestas y una sensación de fatiga entre las personas habituadas a consumirla periódicamente.
A través de mediciones eléctricas de la actividad cerebral y el flujo sanguíneo, los científicos demostraron que ante la privación de la sustancia, el cerebro baja la guardia y se modifica el flujo de sangre al cerebro, lo que genera dolores de cabeza, sensación de cansancio y pérdida de atención.
El café es una de las bebidas más comunes alrededor del mundo y así como es su popularidad, también posee una serie de beneficios para la salud y el bienestar. Además, si ya tienes el hábito, no debes dejarlo, mejor entérate de lo que esta bebida te ofrece:
-Cafeína, que es el ingrediente activo de esta energética bebida y es un activador natural moderado que estimula el sistema nervioso central y otros órganos del cuerpo.
-El café reduce el riesgo de adquirir: Diabetes tipo 2, cáncer de hígado, Alzheimer, piedras en el riñón y ataques de asma.
-Tomar más de cuatro tazas diarias de café reduce en un 15% el riesgo de infartos y en un 30 al 40% tumores de esófago e hígado.
-El café, sobre todo el expreso, supera tres veces el poder de los antioxidantes en comparación con el vino tinto y el té verde.
-La presencia de cafeína en las bebidas ingeridas antes de realizar ejercicio de resistencia moderada, favorece la hidratación del cuerpo.
-Investigaciones recientes han demostrado que el consumo de café genera un efecto protector frente al desarrollo de ciertas tipologías de cáncer: páncreas, colon, vejiga, ya que causa un efecto de protección.
-La acción de la cafeína sobre el sistema nervioso central es indiscutible: mejora las facultades de concentración, retarda el efecto de la fatiga y ayuda a agilizar el aprendizaje de ciertas tareas.
-Una taza de café en el desayuno es una forma ideal de comenzar el día y otra, después del almuerzo ayuda a mejorar el estado de alerta y atención para evitar la baja en el nivel de concentración.
-Por último, pero muy importante, reduce el estrés, la irritabilidad y la depresión.