AUN LATES EN MI PECHO
¡Oh… Niña Linda!
De sonrisa encantada
y
mirada clara…
Tienen el encanto
tus pupilas,
del Lucero Santo…
y lo
armonioso
tu andar,
del claro remanso.
Tus amadas
huellas
semejan en mi Alma,
Luceros y Estrellas…
y cual mariposa
tu
beso…
aun mi boca besa.
Por alegrar
a tu corazón
que late en
mi pecho…
yo rasgo el silencio
que envuelve tu cuerpo.
Y al viento
le pido que tiente
tu encanto…
y del suelo
te lleve en su
vuelo,
hacia el Cielo.
Al eterno presente 33
donde el
tiempo
detenga su corriente…
y se haga
la realidad… magia y
poema.
Para el misterio romper
y llevarte mi anhelo….
y al
amarte,
¡Oh… Niña Linda!
poder decirte:
¡Te extraño…!
como si
no te viera…
Amada mía… un año.
Y como al Divino Cielo…
mi corazón
dice…
¡Te quiero…!
De La Red
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