CORREO DEL CORAZÓN

Pocas veces he visto yo a Manolita desesperada. Ayer lo estaba. Su amiga Maruja tampoco tenía mejor aspecto.

   --¿Qué os ha pasado? ¿Qué habéis hecho? Seguro que la policía os persigue.

   --No; pero no tardará en hacerlo. ¿Sabes tú qué pena aplican por provocación al crimen y complicidad en el asesinato? ¡Lo que hemos hecho es idiota, ridículo y espantoso!

   --Por tu culpa --dijo Maruja.

   --No nos echemos en cara la responsabilidad. Ya veremos lo que hay que decir ante los jueces... Te voy a contar lo sucedido... Gracias a mis relaciones y a mis conocimientos en la materia, conseguí que me confiaran una sección en el semanario "Todo para la mujer". A mí me asignaron el apartado "Correo del corazón", y a Maruja, el de "Recetas culinarias". En lo que concierne, mi experiencia de la vida me permitía contestar fácilmente a todas las preguntas que me hacían mis consultantes. En cuanto a Maruja, está en condiciones de dar los mejores consejos culinarios a sus lectoras. En el primer número yo tuve que contestar a una dama celosa y mi compañera a otra que deseaba conocer la mejor manera de cocinar un pato, y al enviar las respuestas equivocamos los sobres y mandé la receta del pato a la mujer enamorada. Fíjate en el resultado. Lee esta columna:

   "Casados desde hace veinte años, mi marido ha llevado siempre una vida correcta. Ahora parece que se ha enamorado de una mecanógrafa... Sufro mucho. Aconséjeme qué debo hacer para que se olvide  de la chica de la oficina. (Pregunta de "Flor de Pasión")"

   "CONTESTACIÓN: Hágale una incisión a lo largo del cuello y sáquele por esa abertura el principio del tubo digestivo. Apriétale bien los intestinos. Sáquele el corazón, el hígado y los pulmones. Ábrale el vientre y vacíeselo. Cogiéndole por la cabeza y por las patas, déle vueltas sobre una llama hasta que quede chamuscado. En seguida córtele la cabeza y el cuello. Coja una aguja de coser  y atraviésele de parte a parte, haciendo, con el hilo, un nudo. Cúbrale el vientre con una capa de tocino y métalo en el horno. Déjalo dentro hora y media."

   Y Manolita suspiró:

   --Con todos los refinamientos de crueldad, ¡lo menos nos echan quince años de trabajos forzados! 

Pues así fue. (Hace mucho tiempo de esto, ¡muuuuuuuuuuucho!)

Cele  -Celestino-

(Música: Sinfonía nº 25 de Mozart. mov. 3)