Filis y Aristóteles
Una de las fabulas favoritas del siglo XIII sobre la importancia de que los hombres controlen sus pasiones es la historia de Aristóteles y el objeto de su deseo, la dominante Filis .Como cuenta el poeta normando del siglo XIII Henry d´Anedi, Aristóteles estaba al servicio de Alejandro Magno. El anciano filósofo había aconsejado al joven rey que pusiera freno a su pasión con su amante, Filis, para que el frívolo romance no le distrajera de las importantes conquistas militares.
La voluptuosa Filis se disgustó al ver que pretendían racionarle el placer y planeo vengarse.
Aristóteles empezó a encontrarse con Filis por los pasillos del palacio medio desnuda y desaliñada. Día tras otro la veía holgazaneando en los jardines palaciegos desde la ventana de su habitación.
La mujer, vestida con delicadas enaguas, se paseaba canturreando entre el embriagador perfume de flores multicolores.
Las tentadoras visiones de su pálida piel surtieron efecto en el anciano Aristóteles, que rogó a Filis que saciara su deseo. Ella prometió acceder si previamente el se arrastraba a gatas por el jardín y le permitía que lo ensillara y lo montara como a un caballo. A estas alturas Aristóteles ya no estaba en condiciones de negarle nada, de modo que gateo por el jardín. Filis lo monto y gritó triunfante, lo que provoco que Alejandro mirara por la ventana.
Alejandro se indigno al verlo. Acuso a su maestro de haberle advertido que se alejara de Filis porque la quería para él. Quizás Aristóteles no estuvo a la altura de Filis, pero tenia el suficiente ingenio para justificar su delicada situación ante Alejandro. Explicó al rey que teniendo en cuenta que Filis había logrado engañarlo a él, un anciano, razón de más para que el joven Alejandro se mantuviera alejado de ella y se centrara en llevar las riendas del poder.
De El Templo