Un día como el de hoy, pero del año 1932, nace en Johannesburgo (Sudáfrica), Miriam Makeba, una de las voces más distinguidas del continente negro y destacada activista por los Derechos Humanos. Su carrera como cantante se inició en la década de los ´50 con un álbum mezcla de jazz con canciones tradicionales de su país natal. Pero no fue hasta 1959, cuando cobraría renombre internacional durante una gira por EEUU con el grupo sudafricano “Manhattan Brothers”. Poco después, Makeba se deberá exiliar cuando el régimen racista decide retirarle el pasaporte e impide el regreso a su patria. En 1965, Miriam, se convertirá en la primer mujer africana en ganar el premio Grammy. Dos años después, logrará su máxima popularidad con el inolvidable tema “Pata Pata”, que será difundido en muchas partes del mundo alcanzando los primeros lugares en los ranking de música pop. Icono de la lucha contra el Apartheid en su país, Makeba, marginada durante más de tres décadas por el régimen blanco sudafricano, siempre estuvo comprometida en el reclamo por los derechos civiles y en el combate permanente contra el racismo, una entrega que llevó a cabo hasta el último momento de su vida. La cantante, que por su militancia inflexible a favor de la libertad de su gente, pasó a ser llamada “Mamá África”, supo llevar como nadie, al escenario, las tradiciones y los trajes típicos de su tierra en espectáculos donde su voz cálida y su sola presencia, eclipsaban a los instrumentos étnicos que la acompañaban.
Entra en vigor el Tratado de No Proliferación Nuclear
Un día como el de hoy, pero del año 1970, entró en vigor el “Tratado de No Proliferación Nuclear”. El TNP, que se había firmado dos años antes, se presentaba como el único mecanismo legal vinculante en el que los Estados nucleares se comprometían a eliminar sus arsenales. Este Tratado se alcanzó mediante un pacto. Bajo los términos del mismo, los Estados nucleares accedieron a eliminar sus arsenales, mientras los Estados no nucleares, se comprometían a no fabricar o adquirir armas atómicas. Lamentablemente, el TNP no pudo cumplir su objetivo de eliminar las armas nucleares en un plazo de 25 años, como se había acordado. Por el contrario, en las cuatro décadas transcurridas, la situación se viene agravando. El principal problema del TNP es que el uranio enriquecido, si bien puede ser utilizado con fines energéticos, es también el primer paso en el desarrollo de las cabezas nucleares. Mientras que los Estados nuclearmente armados (EEUU, Inglaterra, Francia, Rusia y China) se han negado a cumplir con su parte del trato, se han venido incorporaron al “selecto club” India, Paquistán, Corea del Norte e Israel. Al tiempo que el TNP, en la teoría, promueve la no-proliferación, el desarme y el uso pacífico de la energía nuclear, en la práctica, privilegia su tenencia a solo 5 Potencias y niega ese mismo derecho al resto de los países, sin explicar sobre qué fundamentos éticos considera válida esta distinción.
Un día como el de hoy, pero del año 1492, nacía en Valencia (España), Juan Luis Vives. De origen judío, el auge de la Inquisición española lo llevó a abandonar su patria muy joven. De hecho, gran parte de su familia, incluidos sus padres, fueron condenados por el Tribunal, acusados de criptojudíos y quemados en la hoguera. Tras cursar estudios de humanidades en París, será nombrado, en 1519, Profesor de Lenguas Clásicas. Cuatro años más tarde marchará a Inglaterra. Fue amigo de los principales humanistas de la época, entre ellos, Erasmo de Rótterdam y el británico Tomás Moro. En 1527, regresará a Flandes y fijará su residencia en Brujas, donde pasará el resto de su vida entregado al estudio y a la redacción de sus obras. Este pensador, filósofo y pedagogo español, fue uno de los máximos exponentes del humanismo renacentista. Vives fue un hombre ecléctico y universalista, que aportó ideas innovadoras en múltiples materias filosóficas, teológicas, pedagógicas y políticas, proponiendo acciones a favor de la paz internacional, la unidad de los europeos y la atención a los pobres. Es considerado un precursor de la psicología moderna y en el terreno de la pedagogía, un pensador original y profundo. Preocupado por aquellos aspectos más inmediatos de la realidad humana, con un gran conocimiento del hombre y de su historia, pudo intuir las decadencias de su época, al tiempo que su concepción, prudentemente optimista de la vida, le impulsaba a renovar esta realidad. Refugiado de los rigores de la "Santa Inquisición", Juan Luis Vives morirá en Bélgica a los 48 años de edad.
Un día como el de hoy, pero del año 1917, las mujeres rusas se disponían a celebrar su día de forma normal, bajo la misma explotación, desigualdad y discriminación, pero un grupo de obreras tejedoras y modistas de Petrogrado, en repudio a la guerra, al hambre y al zarismo, iniciaron una huelga espontánea, a la cual, con el paso de las horas, se le fueron sumando diversos sectores, convirtiéndola en una huelga de masas. Esa manifestación fue la espoleta del comienzo de la primera fase de la Revolución Rusa, conocida después como “la Revolución de Febrero” (según el calendario juliano). Aquellas valientes trabajadoras, agotadas por las penurias económicas y atormentadas por el aspecto famélico de sus hijos, al protagonizar aquel heroico episodio, fueron la chispa que encendió la llama que acabaría con el absolutismo . En 1975, sería reconocido por la ONU el día 8 de Marzo, al considerar que la lucha por los derechos de las mujeres contribuía a la creación de una sociedad más justa, con menos violencia y discriminación. Dos años más tarde, sería la UNESCO la que declararía oficialmente “Día Internacional de la mujer” a esta fecha . La celebración se ha ido extendiendo, y hoy las mujeres confluyen en una única reivindicación por un mundo más justo, donde se respeten sus derechos y se reconozca su igualdad. Más allá de fronteras, diferencias étnicas, culturales, lingüísticas, económicas o políticas, las mujeres han luchado y luchan, junto a los hombres, por la igualdad, la justicia y la paz, y en el entendimiento que la lucha no es sólo de género, sino también de clase.
Un día como el de hoy, pero de 1906, más de 1.200 mineros mueren a causa de una terrible explosión subterránea causada por la ignición de polvo de carbón, la cual devastó totalmente la mina. La tragedia sucedió cerca de Lens (Francia), y está considerada como la mayor catástrofe minera ocurrida en Europa. Los pozos de la “Compañía de minas de hulla de Courriéres” eran de la época del segundo imperio, y tenían importantes túneles de hulla. El trabajo de extracción se efectuaba a una profundidad de entre 326 y 340 metros. Una violenta explosión se escuchó a la hora 6:34 de la mañana. La mayor parte de los obreros murieron asfixiados o quemados por las ráfagas ardientes de gas tóxico. Días antes se había desatado un incendio en uno de los túneles. Los ingenieros y jefes, para sofocar el fuego, edificaron barreras. Un delegado, percibiendo el peligro, solicitó , infructuosamente, que nadie descendiese hasta que el incendio se hubiera extinguido. El sábado 10 de Marzo, se encontraban ahí, cerca de 1.800 mineros. Si bien, el saldo del accidente, según cifras oficiales, alcanzó las 1.099 víctimas, el número real sería superior, en razón de la presencia de trabajadores “irregulares”, cuyos decesos fueron silenciados. A éstos, hay que sumarles 16 rescatistas fallecidos que intervinieron bajo precarias condiciones de higiene y seguridad. El gran número de muertos se debió a la codicia y la falta de humanidad de la compañía minera, que en su obstinación por preservar la infraestructura del yacimiento, desprotegió a los obreros, sumiendo a viudas y huérfanos en el dolor y el desamparo.
Un día como el de hoy, pero del año 2004, las redacciones de los medios de comunicación de toda España, se enfrentaron a un desafío informativo de primera magnitud. Una serie de explosiones en diferentes puntos de la red del ferrocarril de Cercanías de Madrid anunciaba una masacre entre la población civil. Pronto se supo que se trataba del mayor atentado terrorista de la Historia de España. Aquella mañana, a las 7:37 horas, una bomba explotaba en un tren en la estación de “Atocha”. Segundos después, se producían otras dos explosiones en el mismo tren. El pánico y el desconcierto invadieron los andenes y las escaleras mecánicas. Un minuto más tarde, estallaban otras dos bombas en un convoy que se encontraba en la estación de “El Pozo”, y otra bomba más en un tren en la estación de “Santa Eugenia”. A las 7:39 horas, cuatro explosiones más, destrozaban otro tren a centenares de metros de “Atocha”. En apenas tres minutos, Madrid había sufrido el mayor atentado terrorista perpetrado nunca en España. Fueron 191 los muertos y más de 1.500 los heridos por aquel brutal ataque. Primero se culpó a la organización etarra. Luego se apuntó al “terrorismo islamista”. Pero aquellas versiones oficiales sobre la autoría de tan macabro suceso, se fueron desplomando una a una. Resulta por demás sospechoso que, tras años de investigaciones, los motivos y los culpables de estos sangrientos atentados, continúen siendo un enigma.
Un día como el de hoy, pero del año 1977, el padre Rutilio Grande, muere en una emboscada, bajo el fuego de la metralla de los “Escuadrones de la muerte” salvadoreños. El sacerdote jesuita, párroco de Aguijares, se dirigía, por la carretera, en su Jeep para dar misa. Nadie investigó el crimen. La impunidad era una plaga que golpeaba a demasiada gente, y las víctimas, ni siquiera eran reconocidas como tales por el Estado terrorista de aquellos años. Sus verdugos lo sentenciaron a muerte luego del “sermón de Apopa” donde el padre Grande, en su denuncia, expresaba : “… me doy perfecta cuenta que muy pronto la Biblia y el Evangelio no podrán cruzar las fronteras. Sólo nos llegarán las cubiertas, ya que todas las páginas son subversivas (contra el pecado), se entiende. De manera que si Jesús cruza la frontera cerca de Chalatenango, no lo dejarán entrar. Le acusarían al Hombre – Dios… de agitador, de forastero judío, que confunde al pueblo con ideas exóticas y foráneas, ideas contra la democracia, esto es, contra las minorías. Ideas contra Dios, porque es un clan de Caínes. Hermanos, no hay duda que lo volverían a crucificar. Y lo han proclamado”. Es que el establecimiento de Unidades Eclesiales de Base y la organización del campesinado, resultaban intolerables para los terratenientes y el gobierno de ultra-derecha. Rutilio Grande, fue un religioso que se entregó a la tarea de hacer concientes de su dignidad cristiana a los miembros de su parroquia. Dignidad de seres libres que deben buscar el bien, la justicia, el desarrollo y el respeto de sus propios derechos.
Un día como el de hoy, pero del año 1995, finaliza la I Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, llevada a cabo en Copenhague (Dinamarca). En la misma, los gobiernos alcanzaron un nuevo consenso sobre la necesidad de asignar a las personas el papel principal dentro del desarrollo. La Cumbre Social constituyó la mayor reunión de dirigentes mundiales. Contó con la participación de 117 Jefes de Estado y de Gobierno, y Ministros de otros 69 países. Comprometiéndose a intentar resolver los graves problemas sociales del mundo, los mandatarios, expresaron la voluntad de considerar la erradicación de la pobreza, la promoción del pleno empleo, y el fomento de la integración social, especialmente de los grupos más desfavorecidos. La Cumbre marcó el surgimiento de un interés colectivo de asignarle al desarrollo social, la mayor prioridad en las políticas a nivel nacional e internacional, situando a la persona humana en el centro de las actividades del desarrollo. En Ginebra (Suiza), 5 años después, se volverían a reunir para evaluar lo conseguido, comprometiéndose a adoptar nuevas iniciativas, y reafirmando la importancia de crear sociedades más justas y equitativas. Las Naciones Unidas sostienen que el desarrollo social, en todos sus aspectos, es un desafío, tanto para los países en desarrollo como para los países desarrollados, ya que todas las sociedades enfrentan, en mayor o menor grado, problemas de desempleo, fragmentación social y pobreza persistente.